EL CAMINO AL CALVARIO

  Al Gólgota fué llevado
Jesus con su cruz pesada
Mui contenta la poblada
Sigue tras del sentenciado.

  Apenas el juez romano
Dictó la muerte de cruz
En contra del buen Jesus,
Le aclamó el pueblo inhumano.
Siendo ya no mui temprano
El reo es pronto sacado
Con un madero pesado
Cargan sus hombros mortales;
Entre gritos infernales
Al gólgota fué llevado.

  Cuando la marcha empezó
Los gritos se redoblaron,
I a pedradas empezaron
Hasta que el reo cayó
Apenas se levantó
Del suelo sin decir nada
Dando una triste mirada,
nos dice el testo divino
De nuevo emprendió el camino,
Jesus con su cruz pesada.

  Viva el nuevo rei decian
Escupiéndole la cara
I en medio de la algazara
Otras mil burlas le hacian.
Las pedradas le llovian
Dice la historia sagrada,
La madre desconsolada
Al camino le salió,
Pero léjos la arrojó
Mui contenta la poblada

  Maria loca de pena
Hijo mio le gritó,
I desmayada cayó
En brazos de Magdalena.
Juan presenciaba la escena
Llorando desconsolado,
En los brazos ha tomado
La madre desfallecida
I con el alma oprimida
Sigue tras del sentenciado.

  Por fin, los reos llegaron,
Al lado del sacrificio,
I para hacer el suplicio
Las cruces se prepararon
En ella se colocaron
Los tres reos prontamente
Jesus el Dios inocente
Lo dicen las tradiciones
Que entre aquellos dos ladrones
Lo pucieron ciertamente.

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LOS SUCESOS
DE LA SEMANA SANTA

  Los hechos de esta semana
Conmueven al mundo entero
Yo tambien recordar quiero
Esa trajedia inhumana.

  Despues de haber predicado
Por todas partes, Jesus
Buscando la santa cruz,
Se fué al lugar preparado.
En triunfo, el pueblo malvado
Lo recibió una mañana;
Lo aclamó de buena gana
Como a su Dios ciertamente,
I así recuerda la jente
Los hechos de esta Semana.

  La casta sacerdotal
Contra él se conjuró,
Su apostol lo traicionó
Vendiéndolo al criminal
En la forma mas brutal.
Cristo es hecho prisionero,
Atado como un cordero;
Adonde, mas fué presentado,
I los hechos que he narrado
Conmueven al mundo entero.

  Al otro dia siguiente,
Por la mañana temprano,
A casa del juez romano
Conduce a Jesus la jente.
El juez con voz imponente,
Arenga al pueblo primero,
Luego, con tono severo,
Interroga al pobre preso;
I este terrible proceso
Yo tambien recordar quiero.

  A donde Herode es mandado
Fué Jesus por mas suplicio
Como aquel no le hizo juicio,
Que él vé a donde el juez nom-
                                       [brado
Barbaramente ultrajado
Fué por esa jente vana,
La cual bastante se afana
Por maltratar al Dios justo;
I así recuerdo con susto
Esa trajedia inhumana.

  Por fin, el juez irritado,
Cuando vió volver la jente,
Condenó al reo inocente
A que fuese allí azotado.
El pueblo vió con agrado
El castigo que se dió,
Pero a gritos lo pidió
La cruz para el hechicero,
I el juez cobarde, me infiero,
A muerte lo condenó.

Imp. «El Debate» — Serrano 193

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TESTAMENTO DEL DIABLO
CLAUSURA DEL INFIERNO

  El infierno se cerró
Según dice una version,
Vivamos todos contentos
Que ya no hai condenacion.

  De una chiquilla hermosa
Se botó el diablo a templado
I apesar de ser casado
Buscó a ésta para esposa.
La diabla, que era celosa,
En el tiemple lo pilló
I con el tanto arengó
Que se fué en la misma noche,
I por causa de este boche
El infierno se cerró.

  El diablo de sentimiento
Enfermo cayó a la cama,
I a todos los diablos llama
Para hacer su testamento.
Libres todos del tormento
Quedan desde esta ocasion,
Dijo con cierta impresion
El demonio, diré yó,
I a todos perdon pidió,
Según dice una version

  A Cain, el condenado
Mas antiguo en el infierno
Lo nombro heredero eterno
Del puesto que he ocupado,
Yo renuncio del reinado
A donde están mis tormentos,
Que cesen los sufrimientos
Pues a nadie mas condeno,
I ahora que el diablo es bueno
Vivamos todos contentos.

  Temprano, el dia siguiente,
Al Papa se presentó
I con él se confesó
Como el mejor penitente.
El infierno de repente
Lo convirtió en un lagunon
I en agua aquella mansion
Que la dejó bien sabemos,
Por eso alegre diremos
Que ya no hai condenacion.

  Por fin, despues de humillarse
Al Santo padre de Roma
Sin faltar en una coma,
De todo empezó a acusarse
Ya despues de confesarse
A un cerro se marchó
Donde a Dios perdon pidió
I mas tarde por enojo
En una mata de hinojo
De aburrido se ahorcó.

Es propiedad del autor.—Se prohibe la reimpresion de estas poesias
       Juan B. Peralta
       A. Prat 840

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VERSO A LO DIVINO
JESUS EN EL DESIERTO.—LA TENTACION
DEL DIABLO

  Satanás se presentó
A Jesus en el desierto
En la tentacion envuelto
El demonio apareció.

  Orando mui humillado
Jesus estaba penoso
Cuando un hombre misterioso
Viene a ponerse a su lado.
El maestro resignado
Con humildad le miró
Me conoces? preguntó
El arcánjel tentador
I así, pues, al Salvador
Satanás se presentó.

  Tú sois el rei del averno
Dijo Jesus sin recelo
I el maldecido del Cielo
Al cual condenó el Eterno
A vivir en el infierno
De maldiciones cubierto
I para la gloria muerto
Según la escritura cuenta
I así el Diablo se presenta
A Jesus en el desierto.

  No importa estar condenado
Respondió el demonio inmundo,
Si yo soi el rei del mundo
Cuyo mando se me ha dado.
Tú que sois el Dios criado
I tienes hambre, te advierto
Haz estas piedras por cierto
Que se me vuelvan pan bien presto
I Jesus se vió por esto
En la tentacion envuelto.

  I luego a sus mismos piés
Un manto le colocó
I a las torres lo llevó
De un gran templo diré.
Al Imalaya se fué
Donde a Jesus le mostró
Muchos reinos que ofreció
Con tal que a él lo adorara
I en esta forma tan rara
El demonio apareció.

  Por fin el mundo en su clase
Mas rica le presentó
I a Jesus se lo ofreció
Con tal de que lo adorase.
Cristo al oir esta frase
«A tu Dios adorarás»,
Dijo, agregando ademas
«Ven a mí padre bendito,
I dando un enorme grito
Se retiró Satanás.

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CARTA DEL REO IBACACHE
ANTES DE MORIR

  A la sociedad porteña
Me dirijo especialmente
Para que haga algo por mí,
Ante el señor Presidente.

  Desde el mismo calabozo
Adonde estoi sometido
La pluma tomo abatido
Para escribir mui penoso.
A aquel pueblo laborioso
Que por nuestro bien se empeña
Me dirijo sin mas enseña
I ya que una fé me asalta
Triste le envio esta carta
A la sociedad porteña.

  El hilo de mi existencia,
Por un error judicial,
Mañana se va a cortar
Gracias a una sentencia.
Como tengo la conciencia
Que estoi del todo inocente
Espero confiadamente
Ser, pues, al fin indultado
Por eso al pueblo ilustrado
Me dirijo especialmente.

  Mui contento moriria
Si yo fuera, al fin, culpable
I en el banco miserable
Tranquilo me sentaria.
Indulto no pediria
Como el que suplico aquí,
Como no ha ocurrido así
I preso estoi sin motivo
Triste a mi patria le escribo
Para que haga algo por mí.

  A Valparaiso entero
Le ruego en esta ocasion
Que al jefe de la nacion
Se presente mui lijero,
Con todo su pueblo obrero
A pedirle humildemente
Que perdone a un delincuente
Que injusto ya va a morir
I esto el pueblo ha de pedir
Ante el señor Presidente.

  Por fin, espero humillado,
Encerrado en mi capilla,
Esta gracia tan sencilla
Que me hará el pueblo abnegado;
Si yo fuera un desgraciado
O al ménos facineroso
Con toda calma i reposo
Esperaria la muerte;
Pero nó, mi mala suerte
Me lleva al banco afrentoso!

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DETALLES COMPLETOS
SOBRE LA EJECUCION
DEL REO IBACACHE

  Todo el pueblo quillotano
A la cárcel concurrió;
Allí triste presenció
El acto mas inhumano.

  A las tres de la mañana
Ya el público estacionado
Esperaba impresionado
Ver la trajedia inhumana.
La cárcel, mansion mundana,
Se abrió ese dia temprano;
A ella no mui en vano,
Puedo anticiparles yo,
Que forcejeando entró
Todo el pueblo quillotano.

  José Ibacache estaba
En capilla todavia,
Pero a las siete salia
A la iglesia que aguardaba
En ella el reo entraba,
Mui contrito se notó,
Tranquilo la misa oyó
Comulgando en ella presto,
I el pueblo por ver todo esto
A la cárcel concurrió.

  Terminada la misa,
El reo con paso falso
Se encamina hácia el cadalso
Porque la hora precisa.
A las ocho se le avisa
Que el plazo llegó cumplido;
El reo se despidió
I en el banco al fin se sienta
I el pueblo este acto que afrenta
Allí triste presenció.

  El piquete sale al frente,
El reo pide perdon,
Suena la detonacion
I se inclina el delincuente.
El sarjento prontamente
Ya con el rifie en la mano
I el tiro de gracia en vano
Da sobre el ajusticiado
Quedando así terminado
El acto mas inhumano.

  Por fin, el pueblo, penoso,
Se marcha rezando el creo
I el alma del pobre reo
Llega al cielo victorioso.
La mansion del Todopoderoso
Ya le tenia un asiento
Ganado con el tormento
Que en este mundo pasó,
Porque la gloria ganó
El con su arrepentimiento.

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UN HORRIBLE DRAMA
DOS HIJOS DAN MUERTE AL PADRE
POR INTERES DEL DINERO

  Dos mozos últimamente
Al padre han asesinado,
El crímen lo han consumado
Por la ambicion solamente.

  Los jóvenes mencionados
Sé que no tienen madre
I ámbos solo con el padre
Vivian éstos malvados.
La estancia de «Los Nublados»
Vendió el papá espresamente,
Un fundo precisamente
Cuyo dinero no vieron,
I ya verán lo que hicieron
Dos mozos últimamente.

  Los dos jóvenes salieron
Una noche a pasear,
Ya el plan de asesinar
A su padre convinieron.
Cuando a la casa volvieron,
El anciano mencionado
Dormia mui resignado
Sin ver lo que le aguardaba
I así la prensa contaba
Al padre han asesinado.

  Al otro dia siguiente
Los dos dan cuenta, por cierto
De que el padre habia muerto
Esa noche de repente.
Alarmada la sirviente
Que cuidaba del postrado
Examinó el finado,
Según dice una version,
Que solo por ambicion
El crímen lo han consumado

  Cuando en el cadáver vió
La sirviente mencionada
Huellas de una acción malvada.
Donde el juez se presentó.
Al juez la mujer contó
Todo minuciosamente;
Los jóvenes ciertamente
A la cárcel son llevados,
Por que el hecho es perpetrado
Por la ambicion solamente.

  Por fin, que los criminales
Hoi están en la prision,
Aunque les diré que son
Caballeros principales.
Con respeto a sus inodales
La prensa ha estado callada
I no quiere decir nada,
Según me da que pensar
Talvez para no deshonrar
A la juventud dorada.

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ESPANTOSO CRIMEN
Una mujer muerta a hachazos i luego
es quemada por los bandidos

  Al colmo del salvajismo
Ha llegado ciertamente
Un horrible asesinato
Cometido últimamente.

  Dos bandidos convinieron
En ir un dia a saltear
Una casa principal,
A donde armados se fueron.
Lo que allí ambos hicieron
Sobrepuja un gran cinismo
E impresionado asimismo
He quedado yo por eso,
Porque llega este suceso
Al colmo del salvajismo.

  Cuando en la casa entraron
Solo estaba una señora
De la cual, pues, sin demora,
Los salvajes se prendaron.
Su cuerpo solicitaron
Pero la mujer valiente
Su honra precisamente,
Defendió con fuerza doble,
Esta acción a lo mas noble
Ha llegado ciertamente.

  Con un lebrillo tiró
La mujer a un bandido,
I Vargas, el atrevido,
Por el suelo la arrojó.
Luego un hachazo le dió,
Diciéndole yo te mato;
Bobadilla, el incensato
Le da otro hachazo en la frente,
I así comenta la jente
Un horrible asesinato.

  Luego despues al pillaje
Se entregan con desenfreno
I como el botin no es bueno
Piensan otro acto salvaje.
Ambos, con mucho coraje,
Traen fuego prontamente
I a la mujer claramente
La comienzan a quemar,
I este es el acto brutal
Cometido últimamente.

  Por fin, que ambos capturados
Fueron en el mismo dia,
I su negra fechoria
Pagarán estos malvados.
Los jueces mui indignados
Por aquel hecho horroroso
Instruyen no con reposo
Estos dos grandes procesos
Para que vayan los presos
Al patíbulo afrenoso

Imp. «El Debate» Serrano 193

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LA LLEGADA DEL DIABLO A LA
GLORIA
GRAN CONTRAPUNTO CON SAN PEDRO

  Tas, Tas — Mira, Pedro, abre la puerta
Que ya mui arrepentido
Vengo a ver mi Dios querido
En su gloria pura i cierta,
Mi alma ya casi muerta
Se encontraba, te diré,
Por eso me confesé
I el Papa me ha perdonado:
Limpio de todo pecado
Vengo a la gloria con fé.

  Pedro.—Hombre, mucho me he
                                [admirado
Que hayas dejado el gobierno
De todo el maldito infierno
Donde fuiste arrojado.
Si el Papa te ha perdonado
Te diré por darte luz
Que él por tí en ninguna cruz
Ha muerto, pues, por salvarte;
I quien puede perdonarte
Es solo Cristo Jesus.

  El diablo.—Pero el Papa autoridad
Tiene para perdonarme
I aun para condenarme,
Según sea mi maldad.
Como estoi absuelto ya
Dejémonos de esa historia,
Que ya el mundo con su escoria
He dejado mui contento;
Por este es que hoi me presento
Puro i sin mancha en la gloria.

  Pedro.— Pero tú te rebelaste

Contra el Dios que te crió,
I éste mismo te arrojó
Al infierno que dejaste.
Como ahora abandonaste
Ese infierno sin recelo
Cuando eres el rei del suelo
I a decirte luego vengo
Que a cargo esta puerta tengo
I no entrarás al cielo.

  El diablo.—Bueno que estais ente
                                       [rado
I cuando a Jesus negaste,
Por nada te condenaste
I estuvistes a mi lado.
Hoi que vengo sin pecado
Porqué no hallo compasion,

Cuando con resignacion
Mil tormentos he sufrido;
I hoi que me admitan les pido
En la celestial mansion.

  Pedro.—Miéntras yo sea portero
Tu jamas podrás entrar
En la mansion celestial
Donde está Dios verdadero.
Hacerte recuerdo quiero
Que abandonaste a Dios
Por ese mundo feroz
Donde con los condenados
Millones de desgraciados
Has atormentado vos.

  El diablo.—Pero Pedro, el pecador,
Desde que ya se arrepiente,
Encuentra precisamente
A su Dios i Creador.
Cristo ha sido el Salvador,
De los hombres, bien lo sé,
I a todo el mundo diré
Que dejo con alegría
Por ver a mi Dios, hoi dia,
Ante el cual me humillaré.

  Pedro.—Te diré que hablas en vano
Al cielo no entras tú,
Porque no tienes virtud
Ni conciencia de cristiano
A todo el jénero humano
Perdiste en el pecado
El cielo estuvo cerrado
I hasta el Cordero Divino
Murió, según me imajino
Por tí en la cruz enclavado.

  El diablo.—Por fin, Pedro, caridad
Porqué no tienes de mí,
Cuando yo he venido aquí
Solo por Su Santidad.
El mundo a verme no va,
A verme mas en su seno
De todo pecado ajeno,
Ya estoi, pues, santo varon;
I en la celestial mansion
Puedo habitar como bueno.

  Pedro.—Por fin, trato mas contigo
Yo no tendré ni un segundo
I ya puedes irte al mundo
Que Dios no será tu amigo.
Mas, condenado te digo
Que estás, i no quiero verte;
Márchate a ese abismo fuerte
Que por tu causa especial
Vino el pecado mortal
I vino el juicio i la muerte,

Es propiedad del autor.—Se prohibe la reimpresion de estas poesia
       Juan B. Peral ta
       A. Prat 840

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DATOS SOBRE
EL ARREPENTIMIENTO I MUERTE
DEL DIABLO
(Telegramas especiales para la Lira
Popular, de Roma, Febrero 21 de 1902)

  Señor autor de la Lira:
El diablo en Roma murió;
Esto se lo anuncio yo
I no crea que es mentira.

  El diablo se presentó
De una muchacha prendado
I a pesar de ser casado
Para esposa la buscó;
Ella en el acto aceptó
Porque de amor ni respira
Al ver que el diablo le mira
Sumamente apasionado
I las cosas se han pasado
Señor autor de la Lira.

  Seis dias se quedó afuera
El demonio con su amada
La diabla, desesperada
Fué a buscarlo como fiera.
Al verlo se desespera:
Sin vergüenza le gritó
A buscarte vengo yo
Esto ya quien te dispensa;
I solo de esta vergüenza
El diablo en Roma murió.

  El diablo mui enojado
Le dice a que vienes tú;
Yo vengo por la virtud
Que eres conmigo casado.
El medio desesperado
A patadas la agarró
La policia llegó
I al demonio lleva preso
I por que es cierto el suceso
Esto se lo anuncio yo.

  La niña mui dislocada
Al ver lo que allí pasó
El monasterio pidió
Para vivir encerrada.
Su madre al ver deshonrada
A su hija Rosa Elcira
Con ella emprende la jira
Al monasterio en cuestion
Publique la relacion
I no crea que es mentira.

  Al salir de la prision
Se fué al infierno derecho
I allá con mucho despecho
Ya no hai mas condenacion.
Les dijo la salvacion
Ya llegó en este momento.
I a confesarse contento
Se presentó al Vaticano
I hoi para ser mas cristiano
De fraile entró a un convento.

       El Corresponsal

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