CHOQUE DE TRENES
MUERTOS I HERIDOS
Europa contra la América i la política
chilena

  Primero comenzaré
Hablarle precisamente
Sobre un tremendo accidente
Que hubo en Tiltil, diré.
Dos trenes ahí, bien sé
Que ayer no mas han chocado,
Perjudicando al Estado
Con sumas talvez crecidas
Sin contar las muchas vidas
Que allí pues se han inmolado

  El tren de carga chocó
Por suerte con un lastrero
I en la catástrofe infiero
Que nada bueno quedó.
Aquí el Estado perdió
Muchos miles invertidos;
Los datos mas conocidos
Sobre el terrible accidente
Nos dicen espresamente
Que hai muchos muertos i heridos.

  Ahora seguiré hablando
De la Europa solamente,
La cual mui espresamente
Ya se nos viene acercando
A Venezuela saqueando
Están dos pueblos ladrones,
Otros grandes tiburones
Se acercan al continente
Para sangrar francamente
A todas estas naciones.

  Españoles e italianos
I aun los mismos franceses
Imitan a los ingleses
I alemanes inhumanos.
Arjentinos i peruanos
Están en lista sabemos
Todos, por fin, entendemos
Corremos la misma suerte,
I en los brazos de la muerte
Mañana mismo estaremos.

  I en estas evoluciones
¿I qué hace el pueblo chileno
¿Está tranquilo i sereno
Con todos sus campeones?
No por cierto sus acciones
Corresponden al averno,
Todos pues en un infierno
De verdadera anarquía
Quieren adueñarse hoi dia
Por ambicion al gobierno.

  Abajos los revoltosos,
Que mueran los anarquistas,
Que vengan los aliancistas
Pero no los ambiciosos.
Vengan hombres prestijiosos
Hacer dentrar en vereda
A la política fea
Que ciega por la ambicion
No prepara a la Nacion
Contra la bueste europea.

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PREPARATIVOS I EXIJENCIAS
DE LAS NIÑAS PARA LA
PASCUA

  La Pascua viene cerquita
Ya lo sabes Wenceslao
Yo necesito un vestido
Que sea verde o morado.

  Mamá, por aquí la Elena
Pasó con la Cármen Rosa,
La Juana i la Sinforosa
I otra muchacha morena.
M[  ] la Magdalena
[  ] la Estercita
[  ]
[  ]
[  ]
[La Pascua viene cerquita.]

  [  ]alisa
[  ] precioso,
I un trico traje su esposa
Tambien le trajo a la Luisa.
Pedro fué con la Narcisa
Al portal tan visitado
I ahí sé que le ha comprado
Todo traje con placer,
I tu tambien lo haz de hacer
Ya lo sabes Wenceslao.

  Abuelita la Isolina
Ayer fué con la Natalia
A la tienda de la Dalia
I compró una lana fina.
Igual cosa a la vecina
Ha hecho, yo lo he sabido,
La misma cosa [ha] querido
Hacer abuelita mia,
I ántes que llegue ese dia
Yo necesito un vestido.

  La Pascua ya viene Alberto
I yo espero tii regalo;
¡Ai! hijita está mui malo
El trabajo te lo advierto.
Si hallas un crédito abierto
Donde puedas pedir fiado,
Pide que no he trabajado,
Pero en cuanto yo trabaje
En el acto pago el traje
Que sea verde o morado.

  [  ] de salir decente
[  ] despojos.
[  ] los ojos
[  ] realmente.
[  ]ente
[  ]n concurrencia
Q[  ] busca de esencia
I así sasesinan la chiquillas,
I así a fuerza de calillos
Muchos salen con decencia.

Imp. «El Debate»—S. Diego 291

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LOS LAMENTOS DE MARIA
EN LA CUMBRE DEL CALVARIO

  Muerto el santo Redentor
Un amigo de Jesús
Lo descolgó de la Cruz
Preso del mayor dolor.
Al sepulcro con amor
Triste José le llevó
En sábanas le enbolvió
Todo su cuerpo sagrado,
I con honra sepultado
En la urna le dejó.

  Juan, Maria i Magdalena
Pronto al Calvario llegaron,
I cuando a Jesús no hallaron.
Se desmayaron de pena.
Aquí la mas triste escena
Lector, se desarrollaba,
Loca Maria llamaba
Esclamando: ¡hijo querido!
¿A donde te has escondido?
Le dice i se desmayaba!…

  Luego prosiguió diciendo,
Triste en el mundo que haré,
Mi hijo ingrato se fué
I a mi me dejó sufriendo.
¿Qué haré sola padeciendo
Llena de cruel amargura?
Ya mi Jesús ¡oh dulzuras!
Se fué i me dejó penando,
Esto decía llorando
Presa de grande locura.

  Después que ya en si volvió
Miró a uno i otro lado,
I en féretro encerrado
Triste al hijo divisó.
Hijo del alma gritó!
Cubriéndose con el manto,
¿Porqué te vas dulce encanto?
I abrazando al hijo amado
Cubrió su rostro sagrado
Con el riego de su llanto.

  Solo no te puedes ir
Tú, hijo del alma mia;
Esto Maria decia
Por que no quiero vivir.
Mucho mejor es morir
Que soportar el pesar
Nó, por Dios, tanto penar
Que concluya mi martirio,
I estando en este delirio
Sus ojos vuelve a cerrar.

  Gran trabajo le costó
A Juan para consolarle,
I al mismo tiempo sacarle
Del sitio a donde cayó.
Triste un suspiro exhaló
I con acento profundo
Dijo en tono moribundo
Ya mi Jesús se me fué,
I, ay, triste de mí que haré
Tan desolada en el mundo.

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DESESPERACION I MUERTE
DE JUDAS

  Júdas mui desesperado
Toda la noche corrió,
Despues en un circo moro
El infame se ahorcó.

  Preso el Maestro divino
A Júdas en realidad
Se le dejó en libertad
En aquel mismo camino.
El villano sin destino
Comprendiendo su pecado
Que él mismo habia entregado
Al inocente cordero,
Tomó un oscuro sendero
Júdas mui desesperado.

  Maldito de mí decia,
Soi un pobre condenado
Por haber yo traicionado
Al buen hijo de Maria;
Aquel que tanto queria
Miserablemente yó
Lo he vendido esclamó
Por plata cobardemente
I, asi hablando tristemente
Toda la noche corrió.

  Al pasar pues el traidor
Frente al portico de un templo,
El dinero para ejemplo
Botó lleno de furor,
Hácia un monte con valor
Se fué ya sin el tesoro,
Allí formando un gran lloro
Maldecia de su suerte
Encontrando al fin la muerte
Despues en un circo moro.

  Del circo moro pendiente
Su cuerpo al fin es hallado,
Pero tan desfigurado
Que hacia temblar la jente.
En su rostro ciertamente
El delito se pintó,
Al verlo el público huyó
Según la historia asegura
Porque lleno de locura
El infame se ahorcó.

  Amiguito, finalmente
Así pagó su delito
Aquel apostol maldito
Ahorcándose cruelmente.
Si el traidor últimamente
Al verse ya desgraciado
Hubiera el pan asertado
Aquel que habia vendido
Se habria ya arrepentido
I estaria perdonado.

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LAS SIETE PALABRAS
DE JESUS ANTES DE ESPIRAR
EN LA CRUZ

  El divino Salvador
En su postrer agonía,
Perdon al Padre pedia
Para el pobre pecador.

  —Perdonadlos Padre mio
Que no saben lo que han hecho
Dice al contemplar su pecho
Jesús con su poderío.
De este modo al pueblo impío
Perdonaba el Redentor,
Acordaos hoi señor
(De mí), Dimas esclamó:
Hoi serás conmigo habló
El divino Salvador.

  —Sed tengo volvió a decir
El mártir mui fatigado
I con hiel le han empapado
La boca antes de morir.
A verlo tambien sufrir
Llegó San Juan i Maria,
I el Maestro les decía:
Hé ahí mujer tu hijo
I estas palabras les dijo
En su postrer agonía.

  Hé ahí a tu madre, Juan,
Dijo al discipulo amado,
I de fatiga apremiado
Mira al cielo con afan,
I haciendo un triste ademan
Dios mio, pues repetía,
¿Porqué en este triste día
¡Oh Dios! me has desamparado?
I aun mas desesperado
Perdon al Padre pedia.

  Yá está todo consumado
Dijo con profundo asento,
I al dar el último aliento
Esclamó mas resignado:
En tan lamentable estado
Déjo en tus manos señor
Mi espíritu con fervor
Encomiendo finalmente,
I gracias pidió realmente
Para el pobre pecador.

  Al dar el postrer jemido
Jesús dobló la cabeza,
I aquí la naturaleza
Entera se ha diseminado
El público sorprendido
Todo se ha conmovido,
I el sol medio amoratado
Les llenaba de pavor,
I el trueno rujió, lector,
Porque Jesús ha espirado.

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LA LLEGADA AL CALVARIO
LAS ULTIMAS PALABRAS DE JESUS

  Siguiendo la narracion
La comitiva ha llegado
A la cumbre del calvario
Donde todo ha terminado.

  El Maestro sin aliento
Bajo el pesado madero
Dando un tropieso lijero
Cae pues al pavimento
Quiere pararse al momento
Con santa resignacion
Pero en aquella ocasion
Las fuerzas ya le faltaron
I así las cosas pasaron
Siguiendo la narracion.

  Simon triste contempló
La gran fatiga del reo
Ayudále Sirineo
Un Senturión le gritó
El pobre hombre se acercó
I la cruz tambien tomaba
I su marcha continuaba
El prisionero inocente
I al Gólgota finalmente
La comitiva llegaba.

  Muchas mujeres lloraban
Al contemplar a Jesus
Que va con su enorme cruz
I todos lo maltrataban
Los reos al fin llegaban
Cada cual con su sudario;
I ademas un victimario
Que les haria morir,
I así pudieron subir
A la cumbre del calvario.

  Las cruces se prepararon
Si los reos se espusieron
I crucificados fueron
Despues que bien los ataron
Las cruces se levantaron,
Esto el pueblo presenciaba
Infamemente aclamaban
Aquel acto temerario
I esto ocurrió en el calvario
Donde todo terminaba.

  Trescientos mil pobladores
Que habitan la ciudad impía
Presenciaron aquel dia
Los episodios i horrores;
Los lamentos i clamores
De los tres crucificados
Jesus entre los malvados
Dice al ver al pueblo impío
—Perdónales Padre mio
A todos estos desgraciados.

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LA CALLE DE LA AMARGURA
LA MADRE DOLOROSA
Encuentro del Sirineo

  Jesus cayó nuevamente
Bajo la cruz afrentosa,
i a la madre dolorosa
Encontró el reo inocente.

  Samuel casi sin aliento
A la maldicion del Cristo
Se apolló en su puerta listo
Por no caer el momento
El pueblo siempre violento
Sigue sarcásticamente
Burlando salvajemente
Al justo i bendito preso
Por lo cual dando un tropieso
Jesus cae nuevamente.

  El pavimento golpeó
Ya con su rostro sagrado
I al tornar ensangrentado
Todo su rostro encontró
La Verónica corrió
Con un paño bondadosa
I limpió la fas preciosa
De aquel Maestro querido
Que en tierra habia caido
Bajo la cruz afrentosa.

  La imájen del prisionero
En el paño se estampó
¡Milagro pues esclamó
La Verónica primero!
El inocente cordero
Siguió su marcha penosa
I la chusma numerosa
Burlando al Cristo marchaba
Cuando Jesus divisaba              
A la madre dolorosa.

  ¡Hijo del alma le grita
María al ver a Jesus
I corre a quitar su cruz
Con una piedad infinita,
Pero la chusma maldita
A empellones ciertamente
Léjos votó infamemente
A la Madre desmayada
I así caridad por nada
Encontró el reo inocente

  San Juan i la Magdalena
Ante aquella escena impía,
Se encargaron de María
Que muerta se aya de pena
Del lugar de aquella escena
La pobre Madre sacaron
I en el cerro se internaron
Para que la Madre fiel,
No viese aquel acto cruel
Donde a Jesus enclavaron.

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EL CAMINO AL CALVARIO
TRISTES EPISODIOS

  Un público numeroso
A Jesus acompañaba
Maltratándole cruelmente
La trajedia continuaba.

  Apénas Poncio firmó
Contra Jesus la sentencia,
Al calvario en consecuencia
A los reos se sacó.
Dimas Jesta empezó
El camino doloroso
El Maestro silencioso
Sigue tomando la cruz,
I va detras de Jesus
Un público numeroso.

  Presidida por Lonjino
La comitiva marchó
Jesus tanto se cansó
Que se calló en el camino.
Levántate rei divino
Un soldado le gritaba
I la corona aplastaba
Riéndose todos de él,
Porque solo un pueblo cruel
A Jesus acompañaba.

  Arriba embaucador
Toda la chusma gritó
I el pueblo al mártir burló
Con cinismo i con rigor,
Un soldado con furor
Le golpea infamemente
Esto aplaudia la jente,
Jesus sufre resignado
I el pueblo sigue indignado
Maltratándole cruelmente.

  Al poco de haber andado
Jesús una casa vió
I agua a su dueño pidió
Porque estaba fatigado;
Anda echisero malvado
Samuel Beliber gritaba
I el infame le negaba
El agua que Jesus pedia
I en aquella forma impía
La trajedia continuaba.

  Yo voi pronto a descansar
Dijo Jesus al partir,
Mas tú tendrás que sufrir
Porque andarás sin cesar
Nunca te podrás parar,
Miéntras alla mundo agregó
Samuel débil se sintió
Al oir esa sentencia
Y a la vos de su conciencia
Samuel Beliber tembló.

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EL COMIENZO DE SU PASION

  Lleno de justa impresion,
Lleno de justo pesar,
Triste voi a comenzar
La historia de la pasion.
Jesús dice una version
A Jerusalen llegó
El pueblo le recibió
Entre una lluvia de flores
I con cantos i victores
Sin descansar le aclamó.

  El sacerdocio irritado
Al ver el triunfo del Cristo,
Al Sanedrin acudió listo
I mil planes ha formado.
A sucesion el malvado
Júdas tambien se presenta
Hablar solo de la venta
De su Maestro querido,
Lo que el Caifás el judío
Acertó no con afrenta.

  Cerrado pues el contrato
Al Senáculo se fué
Donde con perversa fé
Se presentó el incensato.
Al meter la mano al plato
Jesus dijo tristemente:
¡Ai de aquél que está presente
I qué infame me ha vendido
Mejor no hubiera nacido
Que no ser tan indolente!

  Júdas pues se avergonzó
I al darle el Maestro el pan,
Lo arrojó con ademan
¡I solo un traidor gritó!
Jesus mas tarde salió
Al huerto hacer su oracion,
Luego llegó su aprehension
Hecha por Marco el salvaje,
Al cual Pedro con coraje
Le hirió en aquella ocasion.

  Atado como un cordero
Al Pontífice es llevado
Donde fué mui maltratado
I acusado de hechicero.
Impotente el juez severo
Lo envió donde el juez romano
De ahí de un modo inhumano
A donde Herodes pasó
I todo esto ocurrió
El dia Viérnes temprano.

  Pilatos encontrando justo
A Jesus primeramente,
Quiere soltarle realmente
Con muestra de gran disgusto;
Mas todos le meten susto
I por eso le azotó
Luego soltarlo intentó
Pero el pueblo loco i fuerte,
Para él pide la muerte
I el juez al fin la firmó.

Imp. Esmeralda Bandera 30

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BRIND[IS]
PARA TODOS LO[  ]
EN HONOR AL BRASIL

  Por el Brasil solamente
hoi dia quiero brindar,
i ademas voi a bailar
por ese pueblo valiente.
Elguida alzaré mi frente
al tomar esta copita
i con voz aunque inauditas.
declaro precisamente
que obligaré especialmente,
de gusto a la señorita.

  Yo tambien les brindaré
por la patria de don Pedro
i hoi pues mas firme que un cedro
por el Brasil beberé.
¡Viva Chile! esclamaré,
viva el pueblo brasilero
¡gloria al amigo sincero
que nos viene a visitar!
por el cual voi a obligar
a este gran caballero.

  En este dia grandioso
que el Brasil nos viene a ver
voi a brindar con placer
por ese pueblo glorioso;
a bailar voi mui gustoso.
por la nación brasilera;
si la Rosita quisiera
acompañarme un momento,
yo bailaria contento.
con ella la noche entera.

  Ya que a Santiago han llegao
los del Brasil a pasear,
yo en su honor voi a topiar
en mi caballo blindao;
tomo hasta quedar echao,
too por lo brasilero,
brindemos, pues, compañero
por ese pueblo vecino
i no por el arjentino
que ha sido tan traicionero.

  Por la nacion brasilera
yo tambien voi a gustar
i en su honor voi a empeñar
hoi dia hasta mi pollera;
si Manuel, Jesus quisiera
i lo mismo la Florisa,
yo empeñaba mi camisa
por una damajuanita,
i vamos, otra cuequita
señorita Doralisa.

  Como chilenos leales,
como nobles ciudadanos
abracemos los hermanos
por sus nobles ideales;
hagamos arcos triunfales,
alcemos los pabellones,
unamos los corazones
con patriotismo i honor,
i gritemos con honor
que vivan las dos naciones

Es propiedad del autor.—Se prohibe la reimpresion de estas poesías

       Juan B. Peralta
       Galvez 635

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