Carta a la dueña de mi
AMOR

  En este papel escrito
Te mando mi corazon,
Para recibir de ti
El tuyo en contestacion.

  Cuando la pluma tomé,
Te confieso como hombre,
Que al firmar tu dulce nombre
Tres veces me desmayé;
Postrado en tierra quedé
En un letargo infinito,
Porque un dolor inaudito
Do al recordar tus amores,
I te mando mis clamores
En este papel escrito.

  Aquella noche dichosa
Del año nuevo diré,
Yo nunca lo olvidaré
Porque es la mas deliciosa
Que he visto por lo preciosa,
En el mundo de Colon;
Ahora que la ocasion
Se me presenta galante,
En prueba de que soi tu amante
Te mando mi corazon.

  Siempre que conferenceo
Recuerdo con insistencia,
De la calle Conferencia
Donde tengo mi recreo;
Nunca, jamas un deseo
Se ha cumplido para mí,
Esperanzado yo aquí
Paso en un dolor profundo,
Porque viviré en el mundo
Solo esperando de tí.

  Cuando te miro un momento
Parece que yo recibo,
I sin ti nunca mas vivo
Quisiera habitar el suelo;
Mas ahora me recelo
Que me olvide sin razon
Muchas veces mi atencion,
Has puesto mi amor esfuerzo,
I espero, al darte este verso
El tuyo en contestacion.

  Por fin, dije, lo que quiera
Porque tengo la esperiencia
Qué tarea causa ausencia,
I esto a mí me desespera;
Sé que me considera
Para yo ser su adorado,
Por esta causa he dejado
A Santiago, de improviso,
I hoi se halla en Valparaiso
El dije que ha despreciado.

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Versos a lo divino

  Al divino salvador
Satanas se presentó,
Su proteccion le ofreció
El arcanjel tentador.

  Jesús ántes de salir
Hace su predicacion,
Con mucha resignacion
Primero quiso sufrir;
Para ello fué a vivir
En un campo aterrador
Donde con mucho fervor
Comenzó a hacer penitencia,
I ahí prueban la paciencia
Al divino Salvador.

  En comendándose estaba
Jesús a su padre eterno,
Cuando el gran rei del averno
A su presencia llegaba.
Me conoce, preguntaba,
El que se le presentó.
Sí, Jesus le contestó
Con mui dulce entonacion,
I a tentar en su oracion
Satanas se presentó.

  A ti la Santa Escritura
Anjel tentador te llama,
I qué importa, pues, esclama
Satanas con voz mui dura;
Tú sois una criatura
Que el cielo te abandonó,
I ahora, pues, vengo yo
Solamente a protejerte,
I el demonio de esa suerte
Su protección le ofreció.

  Si hambre tienes, de repente
Dice con nuevo ademan,
Hace que se vuelvan pan
Esas piedras prontamente;
No del pan únicamente
Vive el hombre pecador,
Mas tiene su creador
Que no le deja morir,
I esto no quiso ni oir
El arcánjel tentador.

  Por fin, cuando esto escuchó
Dijo Satanas con gran voz,
Si eres el hijo de Dios
No vengas donde voi yo;
I a sus piés luego tendió
Un manto que no contemplo,
Jesus por darle el ejemplo
De humildad al rei infernal,
Por él se dejó llevar
A las almenas de un templo.

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La campaña electoral

  Sumamente avergonzado
Mil datos deseo dar
De la lucha electoral
Que en el pais se ha librado.

  El dia cuatro temprano
Se daba la voz de alerta,
Comenzando la reyerta
Con esfuerzo sobrehumano;
El burgues mas soberano
Hoi como siempre ha logrado
Corromper mas un soldado,
Valiéndose del cohecho
I yo doi cuenta del hecho
Sumamente avergonzado.

  El pueblo capitaneado
Por el hambre i la miseria
Gran parte se puso en feria
Vendiéndose el mal soldado;
Solo el leal ha quedado
En su puesto militar,
No queriendo abandonar
Su fila ni por afrenta,
I sobre esta inicua venta
Mil datos deseo dar.

  El enemigo coloso
Lleva por jefe el dinero,
Capitan terrible i fiero
Que corrompe al andrajoso;
I si el burgués poderoso
Llamándose liberal,
Radical o clerical,
Negoceando las conciencias
I éstas son las indecencias
De la lucha electoral.

  Hambreado el trabajador
Cuando al campo se presenta,
Su conciencia pone en venta
Sin vergüenza i sin pudor.
El cínico comprador
Como aquel Caifás nombrado,
Da su dinero al malvado
Que ahí se vende es posible,
I esta es la lucha terrible
Que en el pais se ha librado.

  Por fin los pobres obreros
Quedan siempre en el abismo
Porque su amor i heroismo
Lo corrompe el usurero;
Hoi como siempre el banquero
Con su dinero ha logrado
Echar por tierra al soldado
Leal de la Democracia,
I así es que la aristocracia
Dueña del campo ha quedado.

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Asalto a mano armada
A LA IMPRENTA DE «LA TARDE»
Su redactor herido

  En la imprenta fué asaltado
Su redactor propietario
O el director de aquel diario
Que aquí dejo mencionado.
El caballero nombrado
En su escritorio se hallaba
Cuando a la imprenta llegaba
Una jente algo decente,
Los que al entrar, claramente,
Por el dueño preguntaron.

  Una vez en la oficina
Preguntan al Redactor,
O sea aquel director
De una version que jermina,
Sobre aquello una bolina
En el acto se formó;
Al director se tomó
Golpeándole con violencia,
I aunque él hizo resistencia
Siempre herido pues salió.

  Miéntras dos le maltrataban
Los otros dos caballeros,
Con revólver, de portero
Dicen que se colocaban;
Los que en ausilio llegaban
Del caballero agredido
Eran allí detenidos.
Por los que de guardia estaban,
Los cuales amenazaban
Dejar a todos heridos.

  El señor Galo logró
Salir por fin para afuera
I la jente vuelta fiera
Siempre adentro se quedó,
La policía llegó
En ese mismo momento;
Dos guardianes i un sarjento
Con un valor imponente
Entran i toman la jente
Con un esfuerzo violento.

  El señor Barros herido
Tambien salió en la reyerta,
La servidumbre es mui cierta
Que a nadie ha defendido;
Tagle fué el mas atrevido
El cual en ese momento
Se pone como sarjento
Al frente de los guardianes
Apresando así a los canes
Con valor sin detrimento.

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Gran salteo en Linderos
UN MUERTO I TRES HERIDOS

  Miéntras que la policía
Perseguia a los malvados
Que de Buin son escapados,
En Linderos sucedia
Otra grande fechoría,
Que a todo el pueblo alarmó.
Una partida llegó,
Sumamente bien armada,
A la hacienda mencionada
I un gran despacho asaltó.

  El propietario del fundo,
Al empezarse el salteo,
Salió, según yo me creo,
Con un esfuerzo profundo,
A prestar el mas fecundo
Ausilio en tal ocasion.
Bien armado aquel patron
Sale, pues, con sus peones
Atacando a los ladrones
Con un esfuerzo de leon.

  Al ver, pues, los salteadores
Que venia tanta jente,
Emprenden precisamente
Sus fugas los malhechores.
Patron i trabajadores
Dan de bala a los bandidos,
Entónces los forajidos
Responden tambien el fuego,
Cayendo cuatro mui luego
Entre peones i perseguidos

  El señor Moller aunque vió
Caer dos de sus sirvientes,
No temió a los delincuentes,
I aun mas fuego les dió.
En la descarga cayó
Tambien un bandido muerto
I otro herido, sé mui cierto,
Que en la refriega ha quedado,
I a otros dos ha logrado
Apresar, yo les advierto.

  Por fin, en este salteo
Hai un muerto i tres heridos.
Dos peones, dos bandidos
Quedan en el campo, creo.
Yo medio perplejo quedo,
En verdad, en este momento.
Al ver tanto hecho sangriento
Dan deseos de esclamar:
¡Pobre Chile, tan fatal!
Tiene sangre hasta el cimiento!

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Fuga de presos
EN LA CÁRCEL DE BUIN

  Una reyerta sangrienta
En aquel pueblo ha ocurrido,
De la cárcel se ha salido
Una multitud que afrenta
Sin darse siquiera cuenta
La guardia en ese momento.
Una falanje violenta
De un repente le asaltó,
I las armas se llevó
De aquel establecimiento.

  Afuera todos salieron
Dando fuego a los soldados,
I todos mui bien armados
Rápida fuga emprendieron;
Algunos guardias hirieron
Siendo siempre perseguidos,
Dos reos tambien heridos.
Caen según supe yo;
I en seguida se libró
La lucha con los bandidos.

  De todas partes mandaron
Fuerza en su persecucion,
I para mejor accion
Todos los pasos trancaron;
En los morros se apostaron
Como cinco o seis soldados,
Valientes y denodados
Ajentes de policía,
Los que ayer en pleno dia
Combaten con los malvados.

  Dicen que los forajidos
Entre algunos matorrales,
Burlan a los policiales
Permaneciendo escondidos;
Vistos i reconocidos
Por la buena policía
Con gran valor i enerjía
Les hace un fuego certero;
Pero el núcleo bandolero
Contesta con valentía.

  Como dos horas duró
Aquel combate sangriento,
I en el mismo pavimento
Gran parte de ellos murió;
Nueve muertos digo yo
Han habido i siete heridos,
Todos pues son reducidos
A la prisión por sus nombres;
Muriendo diez i seis hombres
Entre ajentes i bandidos.

  Por fin, pues, la policía,
Con su sangre está probando,
Que caro le está costando
Guardar el órden del dia.
Nuestra sociedad mui fria
Mira aquellos defensores,
Que por privarnos de horrores
Dan su vida a cada paso;
Por estirpar en tal caso
A todos los malhechores.

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VERSO POR EL REI ASUERO
EXALTACION DE AMAN A LAS DIGNI-
DAD SOBERBIA DE ÉSTE

  Despues de la exaltacion
De Aman a su gran poder,
Contra el buen tio de Ester
Se volvió su indignacion.

  Despues que fué coronada
Por reina la Ester hermosa
Como lejitima esposa
De Asuero quedó nombrada.
Su tio sin temer nada
Iba al palacio en cuestion;
Dos guardas una ocasion
Al judio mal miraron
Por lo cual los ahorcaron
Despues de la exaltacion.

  A los pocos dia fué
Ministro Aman el nombrado
I en la silla real sentado
Se vió sin saber porqué.
Reverenciado se vé,
Por el pueblo al parecer,
Solo Mardoqueo el ser
No cumplió la prescripcion
Despues de la exaltacion
De Aman a su gran poder.

  Luego que Aman observó
Que no le reverenciaba
Mardoqueo se irritaba
I contra él se volvió,
Guerra a muerte declaró
Al judio con placer,
Luego al rei le dió a entender
Lo que el mui cruel pretendia,
I sus golpes dirijia
Contra el buen tio de Ester.

  Así obtuvo de Asuero
El permiso requerido
Para que el pueblo judio
Fuera destruido entero.
El decreto mui lijero
Salió de la destruccion.
De muerte i desolucion
Por Aman, según me creo
Porque contra Mardoqueo
Se volvió su indignacion.

  Decretada, finalmente,
La suerte de los judios
Aquellos mui oprimidos
Lloraban sencillamente
Mardoqueo prontamente
Esto a Ester comunicó
La judia prometió
Obtener la libertad
De su pueblo a la verdad
Lo que luego consiguió.

Es propiedad del autor.—Se prohibe la reimpresion de estas poesías
       Juan B. Peralta
       Gálvez 920

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LAS EVOLUCIONES POLITICAS
UN MAL QUE NECESITA REMEDIO

  La política mugrienta
Solo arruina la nacion
Veamos lo que va a dar
Ahora la coalicion.

  En este pais se ve
Solo ambicion i anarquía
Los partidos a fé mia,
Todo lo enredan, diré,
Ninguno de buena fé
Procede de buena cuenta
En vano el pueblo lamenta
Que el pais va a su fracaso
Porque no le hace ni caso
La política mugrienta.

  En los dias de elecciones
Los grandiosos candidatos
Leen programa sensato,
Que alarman las poblaciones.
Ofreciendo condiciones
De grandiosa proteccion,
Pero pasa la ocasion
I viene el partidarismo.
Que al decir con su cinismo
Solo arruina la nacion.

  Dictando leyes realmente,
Solo en favor de ellos mismos
Pasan ese sifilismo
El tiempo precisamente.
El pobre pueblo inconsciente
Cuentas no sabe tomar,
Al ambicioso vulgar
Que queda el pueblo en el olvido
I ahora en nuevo partido
A ver lo que nos va a dar.

  Ahí están los defensores,
De Chile contra el Perú,
Esperando la virtud
De nuestros lejisladores.
Esos ancianos señores,
Que en aras de la nacion
Con sangre en una ocasion,
Glorias nos supieron dar,
A ver si los va a premiar
Ahora la coalicion.

  Todo el pais, finalmente,
Espera que esos hermanos.
Que ya están mui veteranos
Se socorran prontamente.
Su estado es mui indijente,
Esto lo sabe el Congreso,
No hai que retardar por eso
Que la situacion es crítica,
I dejando la política
Luchemos por el progreso.

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SUEÑOS DEL REO

  No hallo como comenzar
A contarle al mundo entero
Un sueño que yo he soñado
En mi celda prisionero.

  El dia que me impusieron
De mi terrible sentencia
En capilla, en consecuencia,
En el acto me pusieron.
Luego que todos se fueron
Yo triste empecé a llorar
I loco ya de pesar
Dormido al fin me quedé,
I lo que aquí yo soñé
No hallo como empezar.

  A mis victimas realmente
Por primero vi salir
Perdon yo les fuí a pedir
Dándomelo francamente,
El juez llegó de repente
I me dijo: caballero,
Hacerle presente quiero
Que usted se halla perdonado
I voi mi sueño soñado
A contarle al mundo entero.

  El indulto me leyó
I me dijo a la verdad
Usted se va en libertad
Su inocencia se probó.
A la calle salí yo
Contento i regocijado
Esa noche con agrado
Todo el pueblo recorria
Por eso les cuento hoi dia
El sueño que yo he soñado.

  Me acababa de acostar
En mi casa ciertamente
Cuando sentí de repente
Que llegaban a golpear.
Luego salí a preguntar
Quien era pronto i lijero,
Dos guardianes i un primero
Somos, pues me contestaron
I en seguida me dejaron
En mi celda prisionero.

  En el momento amarrado
A la prision me trajeron
I los grillos me pusieron
Para seguir en mi estado.
El sacerdote a mi lado
En ese instante llegó
El banco se preparó
Yo a gritos estaba llorando,
I esto estaba soñando
Cuando al fin desperté yo.

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LA EJECUCION DEL REO
RUDECINDO GONZALEZ
Indulto solicitado por el pueblo
  de Curicó i el Congreso Obre-
  ro de Santiago.

  Hoi Rudecindo Gonzalez
En un triste calabozo
Arrepentido i penoso
Ve que las horas fatales
Avanzan mas que mortales
Para traerle la muerte;
Gonzalez ya casi inerte
Ha pedido a su Excelencia
El indulto a su sentencia
Que no consiguió por suerte.

  El pueblo de Curicó
Se ha dirijido primero
A nuestro Congreso Obrero
Por telegramas que envió.
A este cuerpo pidió
Que rogase a su Excelencia
Tuviese piedad i clemencia
Del pobre reo González,
I en estas horas fatales
Le indultaron la sentencia.

  Una comision nombrada
Por nuestro Congreso Obrero
Donde el Gobierno lijero
Fué con alma acongojada
I la peticion firmada
Por ellos precisamente
Le entregan al Presidente
Pidiéndole a la verdad,
Salvara por caridad
La vida del delincuente.

  El Gobierno prometió
A nuestros buenos obreros
Llamar a sus consejeros
Orden que en el acto dió.
Por desgracia no llegó
Número para sesion,
I el jefe de la nacion
Se quedó con su promesa,
I Curicó con certeza
Verá al fin la ejecucion.

  Gonzalez ejecutado
Hoi miércoles al fin será,
Si el indulto no le da
Nuestro Consejo de Estado.
Por esto es que el Juez Letrado,
De Curicó mui atento
Aplazó el afusilamiento
Por si el Consejo de Estado
Perdona aquel desgraciado
En sus últimos momentos.

  Gonzalez está aguardando
Al fin desde el calabozo,
Ese banquillo afrentoso
Que su cuerpo está esperando.
Su pueblo busca llorando
Para el pobre su perdon;
En prensa ya mi edicion
I hasta la hora en que escribo
No sé si está muerto o vivo
El desgraciado en cuestion.

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