EL CRÍMEN DEL CERRO
DE LA CORDILLERA

  Cerro de la Cordillera
Sucedió el otro suceso
Un esposo medio leso
Ulti[mó] a la compañera
Llegó [transf]ormado en fiera
El pe[rverso] criminal
En el momento fatal
El se p[  ]só hacer la suerte
Por eso le dió la muerte
Con un cortante puñal.

  Hacia tiempo a que estaba
Pensando el crímen nefando
I se llegó el dia cuando
Su intento lo realizaba
Dia i noche la aguaitaba
Tal como el gato a la rata
Medio [a m]edio de la guata
El puñal se lo clavó
Con el cual se la rajó
Crey[end]o en ella hallar plata.

DANIEL MENESES Poeta Nacional Chileno

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EL CRIMEN DE LA CALLE
SANTA ROSA

  En calle Santa Rosa
Sucedió el crímen sangriento
El cual, lectores, les cuento
Sin faltar ninguna cosa
Carrasco a su bella esposa
Llegó a hacerla sucumbir
Con seis mas, según decir,
A la casa se entró
I hoi dirá que la ultimó
El por no verla sufrir.

  Desde afuera, sin tardar,
Una descarga hicieron
I con una bala hirieron
A la dueña del hogar
Julia se su[po] escapar
Entonces [de] los balazos
Con fuer[za] i nervados brazos
Al ver[se] en el encierro
Con [un] garrote de fierro
Los agarró a garrotazos.

  Arturo, desde su pieza
Atacó al padre querido
I le pegó a un bandido
Un balazo en la cabeza
Con heroismo i fiereza
El pobre jóven peleó
Tanta[s ba] las les tiró
Que [  ]o dejó herido
[  ]el [ ] al verse perdido
Con su comparsa arrancó.

  Un guardian habia afuera
Con un gran desasociego
A todos les hizo fuego
A la verdad, quién creyera!
Huyó la jente ratera
Como bien ya lo verán
I en la noche sin afan,
Digo franco i lo refiero
Fué tomado prisionero
El esposo capitan.

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CANTOS
PARA LOS NUEVE DIAS DE LA NO-
VENA DEL NIÑO DIOS

       Dia primero

  Señora doña María,
Yo vengo de la Tranquilla
A dejarle a su Niñito
Dos peras i una frutilla.

  Yo supe que en un pesebre
Noció a la luz de la luna,
Su hijo querido i émado
Dándonos dicha i fortuna.

  Le dije yo a mi taitita:
Hoi que voi a donde el niño
Mándele usted de cariño
Un pavo i una pollita.

  Mi mama abuela me dijo:
Ya que vas, Estefanía,
Llévale para el infante
Esta gorra a ña Maria.

  Al fin, señora, ya vine
A darle la bienvendida,
Para usted con ño José
I su niño un feliz dia.

       Dia segundo

  Anteayer pensé este viaje
I lo dejé para hoi,
I a su presencia estoi;
Varias cositas le traje

  Por causa de ño Prudencio
Que no me prestó el caballo,
No le traje de regalo
Una carga de zapallo.

  Me dijo la Rosalía
Que le dijera, Señora,
Mañana a primera hora
A saludarla vendria

  Le traigo, mi ño José,
De becerro dos tiritas
Para que le haga al niñito
Un buen par de chalailitas.

  Al fin, pues, misiá Marica,
Cogollito de Cunelo,
Para que envuelva a su hijito
Voi a dejarle un pañuelo.

       Dia tercero

  Vengo con gusto i anhelo,
Llena de gracia i fevor,
A dejarle en una jaula
Un canarito cantor.

  Mi hermano Pancho le manda
En una jaula mayor,
Para su niño, Señora,
Un loro mui hablador.

  Hoi dia, mui de mañana,
Yo pasé por la Angostura
I le agarré del sandial
Una sandilla madura.

  También le traigo un melon
Arvejas i porotitos
Unas lindas zanahorias
I unos choclos tiernecitos.

Al fin le traigo un gallito
Para usted, misiá María;
Le ha de despertar el niño
Cuando ya amanezca el dia.

       Dia cuarto

  Con un regocijo tanto
Vengo lleno de contento
A cantarle estos versitos
Al son de un pobre instrumento

  Con una tia que tengo
Yo los comencé a arreglar,
Si acaso los halla feo
Sirvase de disculpar.

  Confórmese señorita
Le suplico por favor;
Yo le canto lo que sé,
No lo puedo hacer mejor.

  Soportando el gran calor
Vengo misiá Mariquita
A dejarle por lechera
Una mui mansa cabrita.

  Al fin, disculpe señora
El presente que es mui malo;
Yo le traigo de regalo
Una tenca mui cantora.

       Dia quinto

  ¿Cómo está misiá María?
Vengo a dejarle un cuerito
Para que ponga en la cama
Por si se mea el niñito.

Un canastito con flores
Tambien traigo ño José
Endonado para usted
Un zorzal de esos cantores.

  Fui esta mañana donde Pancho
I me dijo ña Catita:
Ya que va a ir donde el niño
Llévemele esta pollita.

  En el camino pillé
Un jilguero mui mansito,
I se lo voi a traer
Cuando crezca otro poquito.

  Al fin, misiá Mariquita,
Cogollito de azucena,
Para yo quitar mi pena
Permitame una ramita.

       Dia sesto

  En un pesebre botado
Fué nacido el Sumo Bien,
Bendiciendo con su gloria
Todo el pais de Belen.

  Fué tan grande el regocijo
Que tuvieron los arcánjeles
I la multitud de ánjeles
Al ver al Divino Hijo.

  Aquel hermoso tesoro
Cuando ya lo divisaron,
Donde él se presentaron
Cantándole un nuevo coro.

  Las aves cuando supieron
Que era nacido el Mesías,
Todas con sus melodías
A saludarlo vinieron.

  Al fin, la leal jerarquía
Con miles de entonaciones
Decian en sus canciones
Glorias, glorias a María.

       Dia sétimo

  Dios te salve Reina i Madre
Según nos dice tu historia
Emperatriz de la gloria
Hija del Eterno Padre.

  Dios te bendiga María
Con su infinita bondad,
Te dé gracia i gran poder
Por toda la eternidad.

  Dios te haga soberana
En los coros celestiales,
I te ponga la corona
De los tres imperios reales.

  Dios te dé misericordia
Con su sabia providencia,
I con invocar tu nombre
Halle el hombre resistencia.

  Al fin, Dios te trajo al mundo
Con divino regocijo,
I te crió santa i pura
Para madre de su hijo.

       Dia octaro

  Señora doña María
Vengo con mucho contento
A celebrarle a su hijo
El divino nacimiento.

  Le traigo lienzo de hilo.
Que le compré en los portales
Del mas mejor i mas fino
Para que le haga pañales.

  En una tienda compré
Cuatro varas de castilla
I se las vengo a dejar
A fin que le haga mantilla.

  Lana yo tambien le traigo,
Disculpe que es mui poquita,
Pero creo alcanzará
Para hacerle una gorrita.

  Al fin, le traigo un jarrito,
Perdone el corto cariño,
En él espero, Señora,
Que tome aguita su niño.

       Dia noveno

  Cuando Dios formó la gloria
Los querubines i arcánjeles
Ya era nacida mil veces
Antes de que hubieran ánjeles.

  De dia el sér recibí
Adios ser comuniqué
Así ser madre logré
Del que existió ántes de mí.

  Para el bien del cristianismo
A este mundo descendí,
Pobre i misera viví
Por librarlo del abismo

  Cuando la divina ciencia,
A los cielos los formaba,
Presente i pura me hallaba
Solo por su omnipotencia.

  Al fin, cuando ya bajó
Al mundo i tomé el gobierno,
Hasta los mismos demonios
Temblaron sn el infierno.

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Mis pensamientos
EN EL SUEÑO

  A este mundo le debo
Mi vida i mi existencia.
Al mundo pido elocuencia
Para probar lo que pruebo.

  Durmiendo soñé que estaba
Escribiendo mi talento,
Desperté i en el momento
Mi mente se me turbaba,
Ví en mi cerebro una traba
Que a cortarla no me atrevo,
Le pediré al Dios Febo
Para adelante seguir,
Mi dicha i porvenir
A este mundo le debo.

  Soñé yo con el amor
En que me iban a querer,
I soñé que iba a ser
De varias obras autor;
Esa noche de pintor
Me vi con mucha opulencia,
Con el pincel con decencia
Solito me deleitaba,
I en una tela pintaba
Mi vida i existencia.

  En ea misma ocasion
Me ví con valor i furia,
I que era en la Manchuria
Jefe de una división;
A un terrible escuadron
Le hacia gran resistencia
Solo de ver mi presencia
Fué el contrario derrotado,
Para escribir lo soñado
Al mundo pido elocuencia.

  Soñé escribiendo una historia
De lo que pasa en el mundo,
Con un sentido profundo
Apunté gloria por gloria;
Venci en ciento una victoria
Junto con otro mancebo,
Mi potencia la relevo
Hoi con esta poesía,
Quiero mas sabiduría
Para probar lo que pruebo.

  Al fin, soñé de que al banco
Me llevaban los traidores,
I de cuatro tiradores.
Yo iba a servir de blanco;
Le mostré mi pecho franco
Al público en realidad,
Los hijos de la impiedad
Principiaron a decir,
De que yo iba a morir
Por escribir la verdad.

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Versos a lo divino
DEDICADOS A LA VIRJEN
DE ANDACOLLO

  Eres Reina Universal
Al mundo le haces favores,
Emperatriz de la gloria
Consuelo de pecadores.

  Entre un millon de mujeres
Tú eres sobresaliente,
Madre del Omnipotente
I excenta de los placeres;
Nunca faltan los quehaceres
En tí, bella anjelical,
Tu corona es imperial
Que llega a resplandecer,
I por tu mucho poder
Eres Reina Universal.

  Tu dicha es inagotable
Nadie lo puede negar.
Yo a tí quisiera alcanzar
Con amor incomparable;
De que yo niegue no es dable
Tu gracia a los moradores,
Aunque hai muchos invasores
Que te niegan al presente,
Tú como condescendiente
Al mundo le haces favores.

  Yo soi tu devoto fiel
Te lo pruebo sin engaño,
Por eso es que de año en año
Te publico en mi papel:
I el que no creyese en él
Tampoco cree en tu historia,
Auméntame mi memoria
Ya que mi vida prefieres,
Para decir de que eres
Emperatriz de la gloria.

  Es tu trono tan hermoso
En que te encuentras, patrona,
Por eso yo en persona
Me encuentro tan orgulloso;
No hai otro mas bien lujoso
Entre los grandes señores,
Rodeada de los albores
Te hallas, bella princesa,
I eres por naturaleza
Consuelo de pecadores.

  Al fin, virjen soberana
Este otro año vuelvo a verte,
Si es que no venga la muerte
Que de mi no está lejana;
Me despido en esta plana
Con un amor verdadero,
Solamente de ti espero
Que me deis una mirada,
Adiós, pues, mimaculada
Hasta el año venidero.

Imp. Leon Víctor Caldera: —Bandera, 919

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