EL PORTENTO
DE
Davicito Gonzalez

  De una ciencia celestial
Es Davicito Gonzalez,
Con el todo los mortales
Mejoran de todo mal.

  Donde llaman La Ceniza
Vive ese gran portento,
Y es de divino talento
Porque Dios lo diviniza,
El a todos simpatiza
Por su jénio virjinal;
Para hacerlo universal
Este verso le dedico,
Porqué ha sido desde chico
De una ciencia celestial.

  Talvez los embaucadores
Le harán una cruda guerra,
Pero él echará por tierra
La ciencia de los doctores,
Todos sus grandes favores
Pasarán a los Anales,
Como hechos memoriales
Quedarán según se opina,
Y el Rei de la Medicina
Es Davicito Gonzalez.

  Opina toda la jente
Que es un segundo Mesías;
Yo pruebo en mis poesías
Que es Jesús el inocente,
Por dón del Omnipotente
Hace gracias a raudales,
Yerbecitas vejetales
Dá a tomar por obediencias,
Y minoran sus dolencias
Con él todos los mortales.

  Una grande romería
Concurre a donde el Niño,
Y le llevan de cariño
Muchas cositas del dia;
Da pena y melancolía
Ver esa jente en lo actual:
Del campo y la capital
Se agrupan allí en tropel,
Y por la gracia de El
Mejoran de todo mal.

  Al fin, al Niño huasito.
Lo dotó la Providencia,
Y tiene su residencia
En un pequeño cuartito;
Divino desde chiquito
Ha sido y siempre será
La divina Majestá
Le dió gracia y gran poder,
Y todo el que lo vá a ver
Sana de su enfermedá.

Imp. G. Weidmann, Valp.

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Diálogo entre don
Jerman Riesco
I el rotito del Norte
TOCANTE A LOS DUEÑOS DE
SALITRERAS DE TARAPACÁ

E l Nortino, tilin tilin,

—Riesco, — quien es el que toca
la campanilla.

—El Nortino, — un trabajador
señor que quiere hablar con el
jefe del Estado.

— Riesco, — entre ese operario.

—El Nortino, — mui buenos dias.
su exelencia.

— Riesco, felices los pase usted
mi grande amigo, digame con
confianza todo lo que tenga que
esplicarme, no se recele por na-
da, que yo estoi franco para
oirle.

— El Nortino.— yo señor hacen
pocos dias que llegué de la pro
vincia de Tarapacá, i antes de partir de
allá, varios de mis compañeros
de trabajo, me encargaron que
pase acá donde usted, para ha-
cerle ver los grandes abusos que
cometen los gringos dueños de
oficinas de Tarapacá, usted como
primer jefe de la nacion, i que
subió a la presidencia apollado
por los dos bandos Liberal de-
mocrático, i de Mócrata que son
los dos bandos que trabajan
por el progreso, i adelanto de
la nacion, i el bien estar de los
pueblos, usted como liberal que
dice que es debe de recorre las
provincias todas, una por una
haga lo que hizo el grande hom-
bre José Manuel Balmaceda uno
de los presidentes progresistas
que se han conocido en sete que-
rido Chile, el queria barrer con
todos los abusos que cometen
todos los vampiros que le setru-
jan la última gota de sangre al
pobre pueblo trabajador, que no
le pagan ni la mitad de lo que
vale el trabajo, porque esos oli-
garcas nunca se cansan de estru-
jar al pobre pueblo ignorante

— Riesco, — bueno mi amigo, ha-
ré lo que usted me dice voi ha-
cer alistar uno de los trasportes
de la nacion para ir, pero voi a
ir con mi secretario i algunos
diputados, que entiendan lo que
son esos trabajos para ver si
puedo poner remedio en algo i
aliviar a esos operarios.

— El Nortino — valle pronto i
cuando llegue a Iquique, revise
primeramente las casas embar-
cadoras, de salitre, i desde allí
irá viendo el abuso que se co-
mete con esa pobre jente que
trabaja en cargar salitre, i des-
cargar carbon, i varias merca-
derias que traen esas casas dis
rectamente de Europa, esos po-
bres hombres dejan todas las
fuerzas de sus pulmones, i mús-
culos que en pocos años quedan
inutilizados para el trabajo, i
hasta para servirle a la patria
en alguna guerra con alguna
nacion, trabajan diariamente de
año en año, i nunca juntan pla-
ta, para descansar en la vejez,
por los administradores de esas
casas, no les tienen piedad mas
que los vean sudar la última
gota de sudor, pero ne se deje
acariciar por ellos porque el bri-
llo del oro corrutor que le en-
señalen por puñados porque
ellos no sienten gastar veinte
mil pesos, por ganarse ciento
de miles, tambien le digo que
suba para dentro i verá todos
los abusos que cometen los ad-
ministradores de las oficinas sa-
litreras, los primeros abusos que
le voi a enumerar son los de las
calicheras cuando a un particu-
lar se le compone una calichera
se la quitan con el disfrás que
el caliche es malo, esto lo hace
el corrector porque el adminis-
trador se lo tiene ordenado así
esto lo hacen porque ven que va
a ganar de cien pesos para arri-
ba, no se fijan esos canallas que
aquel pobre operario perdido
trabajando como seis meses es
que solo ha ganado solo para el
chupe como dicen los nortinos
aquel pobre particular busca
otra calichera donde se lleva
lampeando chusca i botando
costras dias enteros, ahora paso
a darle cuenta del abuso que se
cometen con las malditas fichas
que solo corren en lo oficina que
se dan i estas son solo válidas
en la misma pulperia, sirven
para comprar con ellas todo ca-
so de articulo,
       (Continuará)

DANIEL MENESES Poeta Nacional chileno
QUEBRADA DE MARQUEZ Nº 57

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Un chileno condenado
a muerte
EN BUENOS AIRES POR HABER
DADO MUERTE A LA ESPOSA
A GOLPES CON UN MARTILLO

  El Mercurio de Mendoza
Dió el suceso sin petardo,
Dijo de que Ricardo
Victimó a su bella esposa.

  Pranto el Mercurio de acá
Escribió el crímen sangriento,
I yo al lector se lo cuento
En versos sin ir allá.

  Ricardo esposo de Berta
La cual bastante lo amaba.
Por mas que ella lo cuidaba
El deseaba verla muerta.

  A golpes con un martillo
Ultimó a su esposa bella,
Por haberle dicho ella
Que era un vago flojo i pillo.

  La máquica de coser
El de ravia le vendió.
Un revolver se compró.
Para hacerla fenecer.

  Temió matarla a balazos
Por no alarmar a la jente,
I le pegó el imprudente.
Unos cuatro martillazos.

  El lo pasaba vagando
De despacho en despacho,
I de la calle borracho
Llegaba a la casa odiando.

  Viéndo él la alevocia
I el cuerpo inerte tendido,
Lloroso i arrepentido
Se entregó a la policia.

  El juez le siguió el sumario
I a muerte lo condenó,
Lo que todo confesó
Se publicó por el diario.

  Pasó la causa al fiscal
Prontamente i con urjencia,
El cual le firmó sentencia
De la pena capital.
  La corte en tercer grado
Con toditos sus ministros,
Pidió según los rejistros
De que sea fusilado.

  Lector para escarmiento
Un patíbulo alzarán,
I en Buenos Aires verán
Un triste fusilamiento.

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Estrivillo de lo que le
pasó a Vila

  Vila a su tierra volvia
Con un enorme tesoro,
I era una gran bola de oro
La que en el barco traia,
Cuando a su pais veía
Topó a un barco de Mongola,
Le tiró una bala sola
La bala en el barco dió,
I en el mar se sumerjió
Barco, Bala, Vila i Bola,

  Volvía ella sin palique
Con un fijo itinerario,
Cuando le salió un corsario
Tratando de hecharla a pique
Se prueba si hai quien critique
Que parecia española,
Aquella linda Amapola,
Por no quererse entregar
Se fué a lo hondo del mar
Barco, Bala, Vila i Bola.

  Navegaba sin recelo
Como una beldad divina,
Sobre la mar cristalina
Solo mirando agua i cielo,
Era por su desconsuelo
Tal como la bella Lola,
Con la alta alcurnia se enrola
En tierra cuando la vieron,
I en el mar se sumerjieron
Barco, Bala, Vila i Bola.

  Sobre cubierta tranquila
Se paseaba sin deten,
Sin fijarse en el vaiven
Que a muchos les horripila,
De su gran vestido Vila
Lucía su linda cola,
Reventó una enorme ola
Furiosa i con gran crueldad,
I hechó a la profundidad
Barco, Bala, Vila i Bola.

  Al fin, yendo por la altura
Navegaba sin temor,
I al pié del árbol mayor
Elevaba su sepultura,
Presa de una ternura
Ve que la parca la inmola,
Vuelta como pirinola
Los marinos se daban,
I en el mar se sepultaban
Barco, Bala, Vila i Bola.

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Versos de amor

  Adorada preciosura
No me hagas tanto penar.
Yo me encuentro al espirar
Loco por vuestra hermosura.

  Desde cuande yo te ví
Me dió una gran confusion,
I mi amante corazon
Perdió el sociega por tí,
Hoi si no me quieres, dí,
Será amarga mi ventura
Quisiera que adonde el cura,
Fuésemos i el nos bendiga,
No te muestres mi enemiga
Adorada preciosura.

  Eres la ninfa mas bella
Cubierta del blanco tul,
De limpido cielo azul
Todos te llaman estrella,
Tus dos ojos cual centella
Hoi me hacen rivalizar,
¿Quien no llega a codiciar
Tu aromática flor?
Si sabes lo que es amor
No me hagas tanto penar.

  Tu vista me da consuelo
Por eso es que aquí te canto,
Al ver que te asienta tanto
Hácia tu barba el hoyuelo,
Yo te adoro sin recelo
Porque te he sabido amar,
Este vá a finalizar
Me diran los que me ven,
I por tu mucho desden
Ya me encuentro al espirar.

  Tu inocente sonrisa
Me hace perder el sentido,
I quedo de amor herido
Por tu vista que electriza
Mi alma con tí simpatiza
Por gozar de la dulzura
En un valle de amargura,
Paso de noche i de dia
I allí daré mi agonia
Loco por vuestra hermosura.

  Al fin, bello querubin
Corre i vente a mis brazos,
Que yo seguiré tus pasos
Hasta el último fin.
Quiero llevarte al jardin
I envolverte entre las flores,
Para hacerte los honores
Como a reina o princesa,
I en pago de mis finezas
Corresponde mis amores.

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Versos de literatura

  El gallo en su gallinero
Abre las alas i canta,
Saludando a los albores
A las cuatro se levanta,

  Con increible rareza
Se oscurece el firmamento,
I el tiempo de un modo lento
Cambia de naturaleza,
Se observa esto con serteza
Los años de Enero a Enero,
Con júbilo linsonjero
Nos brinda grata armonia,
Anunciando el nuevo dia
El gallo en su gallinero.

  Cuando aclara la mañana
Todo el orbe se atesora,
Al ver que nace la Aurora
Vestida de rica grana,
Cual si fuese una sutana
Se aromatiza la planta,
Con una armonia tanta
Muestra su verdor de fijo,
I el gallo de regocijo
Abre las alas i canta.

  La graciosa primavera
Nace dándonos fragancia,
Porque su mucha elegancia
Adorna la faz entera,
Luego despues la pradera
Se viste de nuevas flores.
Suaves cánticos de amores
Nos brindan los pajarillos,
De los verdes arbolillos
Saludando a los albores.

  Cuando la luz al oriente
Se ve que viene asomando,
La noche se va ocultando
De una manera imponente,
I el jilguerillo inocente
Hace silvar su garganta,
I si una vision lo espanta
Pierde el mui grato contento,
Por buscar el alimento
A las cuatro se levanta.

  Por fin, desde la Colina
Se ve blanquear el espacio,
I pasearse en un palacio
A la bella bespertina,
Aquella beldad divina
Muestra su gran potestad,
Contemplando esa deidad
El campo se reverdece,
Cuando Febo aparece
Se oculta la oscuridad.

Imp. y Lit. de G. A. Rohde y C.- Valp.

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CONTINUACION
DEL
Artículo de los Obreros

  Les dije que el Intendente
habia dicho al pueblo o mejor
dicho a los presidentes de las
compañías de los gremios de
lancheros, estibadores y vapo-
rinos, que ellos se retirasen a
sus domicilios tranquilamente,
que él con las fuerzas que tenia
era suficiente de apaciguar al
pueblo si se levantaba en contra
de la autoridad; esos señores
le contestaron si le era necesa-
ria la presencia de ellos que les
mandara un parte y caballos ensi-
llados a su domicilio que ellos sal-
drian a apaciguar al pueblo les
contestó el señor Bravo que él
lo arreglaria; y el tal Bravo
cuando vió al pueblo un poco
alterado se encontró perdido y
propuso telegrafiar a la Moneda
al Vice-Presidente, el telegrama
era pedirle que le mandase
soldados de linea, porque con
las fuerzas que tenia no era
suficiente desosegar al pueblo
que se habia levantado en con-
tra de él; antes de esto separa-
ron al señor Vial del empleo
que tenia, porque dijieron que
él era el que decia que se le-
bantaran en huelga los obreros,
lo cual que todo lo contrario,
él no les habia dicho nada, los
causantes de todo lo que suce-
dió el doce fué la Compañia
Sud-Americana y el Intendente
y otros mandatarios mas, prin-
cipalmente la Americana que
hasta el presente no quiere ceder
a lo que los operarios dicen; no
ceden dichos señores porque son
unos vampiros que pasan chu-
pándole la sangre al pobre tra-
bajador, porque dichos señores
no se cansan nunca de amolar
a sus pobres operarios; yo los
defenderé mientras viva, no me
cansaré jamas.

       (Fin del articulo).

DANIEL MENESES, Poeta Nacional Chileno
QUEBRADA DE MARQUEZ N. 114

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Terminación del verso
DE LOS HUELGUISTAS

  Convertida en una hoguera
La Americana dejé
Y ahora principiaré
Narrando de otra manera
Toda la poblada entera
Al Malecon se marchó
Cuando a ese lugar llegó
Mostró su gran ironia
Y a mucha mercaderia
En el acto la incendió.

  A EL MERCURIO un peloton
De hombres, se fué hacerlo tira
No digan que esto es mentira
Que invento en mi versacion
De adentro en esa ocasion
Pronto fuego se les hizo
El ataque bien macizo
Iba a hacer, cuando llegaron
Y ese momento quedaron
Siete muertos de improviso.

  La heróica marinería
Se portó divinamente,
A la alborotada jente
Les privó de lo que hacia
No diré la policía
Que hirió a muchos con su sable,
Que yo tolere no es dable
Dirá el que a mi me, conoce,
Para narrar lo del doce
Solo me hiré haciendo amable.

  Despues de que el Intendente
Estaba tan enterado,
A lo que vió al pueblo alzado
No se encontró competente
Pronto al vice presidente
Dio cuenta en un telegrama
En el cual él le reclama
Que le mande mas resfuerzo,
Yo lo cuento en este verso
Que ha dejado mala fama.

  El jerente de la Inglesa
Propuso que haría arreglo
Cuando vió enojado al pueblo
Le dolió hasta la cabeza
Conoció el su torpeza
Prontamente en ese dia
Al ver que la otra ardía
Del balcon triste gritaba
Prometiendo que el pagaba
Lo que el gremio pedía

(Fin de los versos de los huelguistas)

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ULTIMOS DETALLES
DEL
TEMPORAL EN VALPAPAISO

  Con pena y casi muerto,
Voi a dar esplicacion
Del gran terrible aluvion
Que quiso acabar al puerto.

  El gran terrible aguacero
Fué furioso y torrencial,
Se convirtió en temporal
En Valparaiso entero.

  Del norte el viento sopló
Tan fuerte y tan resistente,
Y la mar de un de repente
Furiosa se levantó.

  Entre el agua el manso viento
Se entrodució poco a poco,
En el cual se volvió loco
El gran furioso elemento.

  Una barca con halago
Que contra el muelle se hallaba
Cortó el ancla y chocaba
Contra el dique Santiago.

  El “Arequipa” se hundió
En su mismo fondeadero,
El hecho es mui lastimero
Tal como lo cuento yo.

  El gran vapor “Arequipa”
Flotaba como una estopa,
Despues se abrió de la popa
Imitando a una pipa.

  En su fondeadero mismo
Sufrió los embates fieros,
Con todos los pasajeros
Se fué al fondo del abismo.

  Las olas esa ocasion
Daban espanto y terror,
Y a la jente del vapor
La ahogaron sin compasion.

  La noche del hundimiento
Dió pena y melancolía,
Y en el muelle al otro dia
Solo se oia el lamento.

  Muchas mujeres lloraban
Por la mañana temprano,
Y de el Dios soberano
Misericordia imploraban.

  Lástima era presenciar
A esas pobres desgraciadas,
Tan tristes y acongojadas
Querian tirarse al mar.

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La embajada de Roldan

  El esforzado Roldan
Sin recelo y sin temor
Se mandó de embajador
A aquel bravo Capitan.

  Dijo el anciano al sobrino
Que marchase a la Turquia,
Con destreza y valentía
Luego se puso en camino,
Para partir se previno
Donde los nobles estan,
Al Almirante Balan
Lo castigó por su abuso
Y en grande aprieto lo puso
El esforzado Roldan.

  Le dijo al Rey, al pensar
Antes de hacer la jornada,
No voi a dar la embajada,
Voi solamente a pelear,
Al punto y sin vacilar
Obedeció a su señor,
Por la honra y el honor
A partir se prepararon,
Y asi los siete marcharon
Sin recelo y sin temor.

  En el desierto encontraron
Los quince Reyes por cierto,
Y a catorce dieron muerte
Porque los amenazaron.
La cabeza les cortaron
Sin piedad, la que menor:
Y viéndose vencedor,
Sin tener miedo ni pizca,
Al terror de la morizca
Se mandó de Embajador.

  Con la embajada llegaron
Donde el Almirante estaba,
Y al saber lo que pasaba
Durmiendo lo desarmaron.
Presos se los entregaron
A Floripes con afan,
Abran la historia y verán
Lo que digo en mi entender
El fin que vino a tener
A aquel bravo Capitan

  Al fin, la dama amorosa
Con ellos tuvo clemencia,
Cuando los vio a su presencia
Se les mostró cariñosa,
Jóven, bella y virtuosa
Era, y la mas elegante
Desde ese mismo instante
Sin demostrar un desliz
Se consideró feliz
A presencia de su amante.

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