Drama sangriento
EL HERMANO QUE VICTIMÓ A LA HER-
MANA Y AL AMANTE POR CAUSA DE
LOS CELOS

  Un hermano enfurecido
Una noche a la oracion,
Le dió la muerte a la hermana
Sin tenerle compasion.

  Llegó el hermano por suerte
A la casa, de improviso
I sin darle ni un aviso,
A los dos les dió la muerte;
En aquel trance tan fuerte
Los encontró reunidos.
Ni estaban divertidos
Cuando él los encontró;
I el crimen lo ejecutó
Un hermano enfurecido.

  Siempre los aconsejaba
De que mas bien se casaran
I mas no lo atormentaran;
I a ellos poco se les daba.
Nunca los amenazaba,
Digo, según mi version;
Solamente reprension
Bastantes veces les dió.
Por ellos se desgració
Una noche a la oracion.

  Tambien pagó la sirviente
Su falta en aquel momento;
De su loco atrevimiento
Veré hoi si se arrepiente.
Al asesino lo siente
Toda la jente cristiana,
De ver que en edad temprana
Se hizo el mas desgraciado:
Con un revólver cargado
Le dió la muerte a la hermana.

  Despues que los ultimó
El se fué a la policía:
Con la mayor sangre fría,
Prisionero se entrego.
I hoi se halla, he sabido,
En una oscura prision.
Tiste es su lamientacion
De aquel pobre estravagante:
Mató a ella i a su amante
Sin tenerle compasion.

  Al fin, señores, yo cuento
Todas las veces verdad
Porque en mi moralidad
Ninguna cosa invento;
Fío en mi buen talento
Para hablarles moralmente.
Oigo que dice la jente
Con sentimiento i clamores:
Del fin del mundo señores,
Ya la corneta se siente.

DANIEL MENESES
POETA NORTINO MORANDE, 8-A

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Versos a lo divino
POR ADIVINANZA

  Hai una mujer decente,
Mui divina i soberana:
Vive esta santa cristiana
En un palacio excelente.

  Es noble, limpia i mui pura;
Desde que existe en la faz
No se la casado jamas
De darnos gozo i dulzura;
Es inmensa su ventura
Que ministra al ser viviente;
Por dón del Omnipotente
Es ella la distinguida;
De la gracia revestida
Hai una mujer decente.

  Ocho letras principales
Es su nombre, se ha sabido;
Ocho mas por apellido,
Tiene, i esta es la señales;
Suman dieziseis cabales
Escritas en una plana.
De ella la dicha mana
Por su anjelical pureza,
I es por su naturaleza
Mui divina i soberana.

  Es la reina universal;
A Dios conoce por padre;
Es sacratisima madre
Sin la culpa orijinal;
Es ella la celestial
Desde una edad temprana.
En sus misterios se afana
Darnos su leal doctrina.
Por la permision divina
Vive esta santa cristiana.

  El Hacedor por sí mismo
Le dió vida i potestad,
Con su infinita bondad,
Para bien del cristianismo.
Con el agua del bautismo
Es su hijo, todo inocente.
Hasta la époea presente
Es de todos respetada,
I se halla mui adornada
En un palacio excelente.

  Al fin, con cariño tierno,
Segun lo que se interpreta,
La adora i la respeta
El anciano i el moderno;
Su poderío es eterno
I nunca se acabará,
Muchos siglos reinará;
La gran hija Siion;
Hasta la consumacian
Su fé permanecerá.

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A mis colegas
QUE NO SABEN ARREGLAR SUS VERSOS
I SE METEN DE POETAS

  Los poetas como mote
Han brotado sin temor:
Si una piedra uno levanta
Se le aparece un cantor.

  En Chile la poesía
Está en moda, i sin esfuerzos
Hai muchos que hacen versos,
Pero sin sabiduría.
Progresan dia por dia,
No hallando quien se los note;
Agarran un sobretrote
Por buscar el fundamento;
Demuestran un gran talento
Los poetas como mote.

  Yo tambien de vez en cuando
Me presento como poeta:
Mientra exista en el planeta
Les voi a seguir versando.
I si en algo me desmando
Me criticará el lector.
Autores de lo mejor
Escriben por darme guerra:
Del corazon de la tierra
Han brotado sin temor.

  El que parece ignorante
Es de memoria orgullosa:
Si se le habla alguna cosa
Contesta con consonante.
Sin haber sido estudiante,
Sobre el rima se ataranta;
Al vulgo asombra i espanta
Con obras autorizadas
Que salen amontonadas
Si una piedra uno levanta.

  Si alguno me para gallo
Queriendo hacerse mui bueno,
Lo sujetaré del freno
I lo pongo de soslayo.
Si me hiere como el rayo
Es porque tiene valor.
Sin ser yo criticador
Le hablaré con premura:
Al que mueva una basura
Se le presenta un cantor.

  Al fin, hoi dia, señores,
A los literatos dile
Que con los tiempos en Chile
Van a ver muchos cantores.
Sabios i correjidores
En la época hai mui pocos;
Pero en llegando a los focos
Los mas insignes abates
De tanto hablar disparates
Se salen volviendo locos.

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¡Viva el 18 de Setiembre
de 1810!

  ¡Viva el dieziocho inmortal
Que hace desechar la pena!
¡Viva la armada chilena
I el pabellon nacional!

  ¡Viva nuestro Presidente
I todos sus Edecanes,
Que son bravos capitanes
En el peligro inminente!
¡Viva la estrella espledente
Del tricolor nacionali
¡Viva el cóndor sin igual
I el huemul de tres colores!
I todos digan, señores:
¡Viva el dieziocho inmortal!

  ¡Vivan nuestros batallones
I Dios los colme de gracia!
I ¡viva la democracia
Que da al ejército leones!
Esos leales campeones,
Que con la audacia mas plena
Destrozaron la cadena
De la esclavitud notoria:
¡Viva este dia de gloria
Que hace desechar la pena!

  ¡Viva el carro del Estado
I el hábil lejislador!
¡Viva la guardia de honor
I el estandarte sagrado!
¡Vivan los que están aliados
Con nuestra patria serena!
Porque es ella la mas buena.
Por su lujo i bizarría;
Con la heróica artillería
¡Viva la armada chilena!

  ¡Viva el valiente operario
Aunque de él no se hace caso,
I con su robusto brazo
Hace abundar al erario,
I hasta al mismo millonario
Le hace aumentar su caudal.
¡Viva el noble jeneral
Baquedano, el eminente!
¡Viva, viva eternamente,
I el pabellon nacional!

  Por fin, que viva, señores,
La Nacion i el Presidente,
I nuestra patria luciente
Con todos sus moradores!
¡Vivan nuestros defensores
Los que a Chile libertaron!
Fama i renombre tomaron
Esos valientes campeones
Que como heróicos leones
En Chacabuco triunfaron.

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Cancion Nacional Chilena
NUEVA COMPOSICION

                  CORO

  Dulce patria, hermosa i amena,
De tus hijos sosten a baluarte,
Tu precioso i bordado estandarte
Simboliza en tu frente serena.

  Alza, Chile, grandiosa tu voz
Siempre grande, heróico i valiente
Eres patria gloriosa i naciente
Con la ayuda i ausilio de Dios.
Tus altivos i nobles soldados
Han sabido defender tu gloria.
Combatiendo en muchas batallas
Para hacerte inmortal en la historia.

  Por si pretende alguna nacion
Ultrajar i pisar la bandera,
Corre el roto volando al cuartel.
Toma el arma mas peor que una fiera
Cuando mires i veas al frente
A la tropa invasora triunfando,
No acobardes chileno jamas,
Sigue, avanza adelante peleando.

  Puras brisas que surcan tus mares,
Bello Chile, i tus altas montañas
A otra parte tu nombre i la fama
Lleva el viento i tus muchas hazañas.
Ese sol que te alumbra en la altura,
Esa luna que adorna tu frente,
Te hacen ser jeneroso i potente
I te prestan la paz i dulzura.

  Cuando quiso la opresora España
Gobernarnos con su autoridad,
El ejército en Maipú, gritó:
¡Viva Chile i nuestra libertad!
Desde entónces hasta hoi el chileno
Quedó bien libre i tendrá que ser,
Por el triunfo que allí coronó
Con su empuje, su fuerza i poder.

  El temible i astuto araucano
Nos legó por herencia el valor.
Para siempre, i nuestros hermanos
Libertaron de Chile el honor.
Pretendió el cañon estranjero
Empañar i eclipsar nuestra estrella
Pero siempre en el campo peleando
Fenecieron los hijos por ella.

  Jamas nunca el patriota se rinde
A la hueste que quiera invadir
El emblema del roto chileno
En la guerra es vencer o morir.
Cuando toca a la carga el corneta,
Se avalanza el soldado adelante,
Como el rayo, i feroz su semblante,
Todos calan la cruel bayoneta.

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Aquí brindan
LOS DOS ROTITOS DEL DIALOGO, POR EL
DIEZIOCHO UNO POR DON FEDERICO
I EL OTRO POR DON VICENTE.
AL SEGUNDO NÚMERO SEGUIRÁN LA
CONVERSACION

       El del Sur

  Brindo por ñor Severico
Porque es un hombre hacendado,
Opulento i estudiado,
Bastante jovial i rico.
Aunque no gane ni chico,
Le brindo aquí mis amores,
Elojiando sus honores
En la época presente.
Diga todita la ienter
¡Viva Errázuriz, señores!

       El del Norte

  Yo brindo por don Vicente
Dándole paz i dulzura,
Ver que su candidatura
Perdió i mucho se siente.
Prometió el mui eminente
Hacer respetar las leyes.
Mira, lector, no te estrelles
En el fuerte fanatismo:
¡Abajo el servilismo
¡Viva el candidato Reyes!

       El del Sur

  Brindo por los jenerales
De nuestro ejército leal,
Que al pabellon nacional
Lo salvan de muchos males.
Llegando los casos tales
Le emprestan muchos favores;
A la luz de los albores,
Con heroismo potente,
Diga todita la jente:
¡Viva Errázuriz, señores!

       El del Norte

  Voi a brindar por la Alianza,
La que acaba de perder
I sueña con el poder
Aunque no cantó bonanza.
Para Marzo, a mas tardanza,
Triunfará como valiente,
I entónces dirá el viviente
Con júbilo i alegría
Para ese hermoso dia.
Viva el señor don Vicente!

       El poeta

  Al fin, como popular,
Según en mi verso indico,
Por Reyes i Federico
Yo tambien voi a brindar.
A los dos quiero elojiar
Con mi ciencia natural;
Salga bien o salga a mal
Si en el rimo me ataranto,
I digo ufano en mi canto:
¡Viva el Dieziocho inmortal!

Imprenta, Moneda, 25

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La carta que le dirije
EL REO FUENTES A SU PADRE DE
SU OSCURO CALABOZO

  Padre de mi corazon,
De aquí como amado hijo
Esta carta le dirijo
Pidiéndole mi perdon.

  Cuando ésta, padre amado,
Llegue a sus manos i la lea,
Verá triste que desea
Consuelo el desgraciado.
Me encuentro desesperado
En esta oscura prision;
Miles de pensares son
Los que me hieren de muerte;
Jamas maldiga mi suerte,
Padre de mi corazon.

  Pienso con pena en lo actual
Que usted mui triste estará,
Ver de que al mundo, papá,
Nací para ser fatal.
I por mi mal natural
Suspiro, lloro i me aflijo;
Que contestes te lo exijo,
Mi esquela con reverencia;
Imploro vuestra clemencia
De aquí como amado hijo.

  Cuando a su casa el cartero
Llegue a entregarle la carta,
Verá con congoja harta
Que su hijo está prisionero,
Pero no soi el primero
Que he caido a este escondrijo;
Tengo el pensamiento fijo
En San José i Maria
I ántes de dar mi agonía
Esta carta le dirijo.

  Por ser mi crímen mayor
Mi muerte estoi esperando;
Le suplico sollozando
No me niegue, por favor,
Encomiéndeme al Señor
Que me dé la salvacion.
Bien negro ha sido el borron
Que he cometido, Dios Santo.
Le escribo anegado en llanto
Pidiéndole mi perdon.

  Padre amante de mi vida,
Ya mas no estaré con vos;
Este es el último adios
Que te doi por despedida.
Breve será mi partida
Al banco por tal escena;
Ya que aquí se me condena
Al suplicio sin piedad,
De mí ejemplo tomará
Nuestra juventud chilena.

Daniel Meneses.
Poeta Chileno

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Drama Salvaje
POR CAUSA DE LOS CELOS, EL MA-
RIDO QUE LE PEGÓ TREINTA
I SEIS PUÑALADAS A LA MUJER
I DESPUES DE MUERTA LA DE-
GOLLÓ.

  Un crímen mas que salvaje
Se cometió de improviso,
El cual aunque me horrorizo,
La detallo con coraje
Hasta que el papel se raje
Amolaré al criminal,
Pidiendo al juez i al fiscal,
Por tan horrorosa escena
Que le apliquen la condena
De la pena capital.

  Son treinta i seis puñaladas
La que la mujer tenia,
Por ellas dió la agonia
En medio de sus alboradas;
Todas las doi apuntadas
Para que salgan cabales,
Con verdaderas señales
Les narro por que se pruebe,
Dieziocho es que fueron leves
I otras dieziocho mortales.

  Pido aquí con voz altiva
Hácia a la corte con gala,
Por cada tajo una bala
Es bueno de que reciba;
I la jente pensativa
Está, lo he sabido yo,
Aguilera lo ultimó
Por celos no por amor;
Para saciar su furor
De llapa la degolló.

  No he visto, ni espero ver
En lo que tengo observado,
Hombre que le haya pegado
Mas tajos a su mujer;
Pagará por su querer
El crímen según pensar
Porque sirva de ejemplar,
Al mundo lo del maldito;
Fusilenlo lijerito
Que no se vaya a arrancar.

  Al fin, la Ruiz espiró
Dando mui poco trabajo,
Por causa de tanto tajo
Que el marido le pegó;
Preso el solo se entregó
Despues que cometió el crimer
Donde los mortales jimer
Se haya dicen los vivientes,
A él i los delincuentes
Las leyes no los redimen

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Versos dedicados
AL NIÑO DE SOTAQUI

  Le dedico estos cantares
Al Niño de Sotaquí,
Si es un infante divino
Que me haga un milagro a mí.

  Mucho me han dicho que es
Rei en la vida mundana,
I en su forma carne humana
De la cabeza a los piés.
Yo quero sin interes
Que me alivie en mis pesares;
Sus milagros por millares
Se cuentan hasta el presente,
Sea o no omnipotente
Le dedico estos cantares.

  De la Vírjen del Rosario
Debe de ser hijo el Niño,
Pero él no por cariño
Le visita su santuario;
Mas bien se muestra contrario
De ella, pues con frenesí,
Yo una ocasión que lo vi
Oye con muchas victorias
Voi a cantarle sus glorias
Al Niño de Sotaquí.

  Allí al nene mui hermoso
Sobre una bola parado,
I porque estuvo alojado
Les pregunté por curioso,
—Pero si es tan milagroso,
Me contestó un campecino
Con un lenguaje tan fino,
Porque yo me atemorice;
No es mono como se dice,
Si es un infante divino.

  El huaso, con el minero
En la fiesta dia a dia
Se atracan a su alcancia
A depositar dinero.
Yo aunque era forastero
La esperanza no perdí,
Me fuí acercando hasta allí
Con santo i divino amor,
Pidiéndole por favor
Que me haga un milagro a mí.

  Al fin pregunto con gozo
En mi sencillo versito,
Cómo siendo tan chiquito
Puede ser tan poderoso.
Es que es bien virtuoso
I amado del padre eterno;
Nos mira con amor tierno
A todos por complaciencia;
Con su santa providencia
Sostiene todo el gobierno.

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Canto para cantarle
A LA VIRJEN DEL ROSARIO

  Vírjen Madre del Rosario,
Vengo con divino amor,
A presenciar tu esplendor
Me presento a tu santuario.

  Recíbenos con ternura
Si sabes ser bondadosa,
Por lo santo i milagrosa
Eres la concepcion pura.

  Al ver que te quiero tanto
Con gusto he venido a verte,
No traigo mas que ofrecerte
Que este mi continuo canto.

  Por cumplir mi devocion
Me presento en feliz hora,
Suplicándote, señora,
Que me des tu bendicion.

  No me niegues, madre amada
Lo que yo te pido aquí,
Siendo que eres por mí
Ensalsada i adorada.

  Al fin, reina soberana,
Consuelo del cristianismo,
Sosten del santo bautismo
Eres en la vida humana.

       SEGUNDO CANTO

  Vengo, madre medianera,
Hacerte salutacion
I con mucha devocion
Te bato aquí mi bandera.

  Con mis chinos con cont[ento]
Vengo hacerte compañía,
I te bailo en este dia
Ya que me hallo en tu convento.

  Encomendándome al cielo
En tí lo paso pensando,
I hoi te vengo saludando
Lleno del mas grato anhelo.

  Nunca pierdo la esperanza
En la parte donde estoi,
De venir el dia de hoi
A cantarte la alabanza.

  Espero, virjen santísima,
Si en olvido no me dejas,
De que siempre me protejas
Como Madre benignísima.

  Al fin, con veneracion,
A tu presencia estamos
I de tí solo esperamos
Que nos des tu bendicion.

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