Las falsedades
DEL PERITO MORENO

  El gran perito Moreno
Ha propuesto en su agudeza
Cambiar la naturaleza
Por ganarse mas terreno,
Don Diego, sabio chileno,
Le niega al gaucho la ciencia,
I al verle yo tal demencia
Me rio i digo de aquí
Don Pancho, no sea así,
Que eso es una impertinencia

  Hizo imprimir el jeográfico
Un libro solo de embustes
Pero al probar sus ajustes
Se ve que no es rectoráfico
Quiere pasarla por májico
Tan solo por ocurrencia
Le digo por esperiencia
Ya que su error conocí,
Don Pancho no sea así
Que eso es una impertinencia

  Ha cambiado la corriente
Del rio Fénix el perito,
Por su plano tan bonito
Lo ampara su presidente
Falsea el hombre sapiente
Toda su correspondencia
Le propongo a su excelencia
Ya que su error comprendí;
Don Pancho no sea así
Que eso es una imprudencia.

  No ha tenido ni vergüenza
Venir a Santiago el jefe,
Pero si es un mequetrefe
Que no hace juicio a la prensa
Una relacion estensa,
Daré aquí con reverancia
Para que con evidencia
El pueblo me crea a mí;
Don Pancho, no sea así
Que eso es una impertinencia.

  Los diarios de su nacion
Lo alaban como acromógrafo,
I dicen que es buen jeógrafo
Para la demarcacion.
A los de esta comision
Los planos les da cambiado,
El mapa lo ha adulterado
Por capricho el hombre cínico
Con sus reglas de domínico
Tiene al gobierno engañado.

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Gran contrapunto guerrero
ENTRE LA REINA REJENTE DE ESPAÑA
I EL PRESIDENTE MAC-KINLEY DE
LOS ESTADOS UNIDOS, CANTANDO SUS
TRIUNFOS QUE TIENEN EN LAS BATA-
LLAS I COMBATES.

     Mac- Kinley

  A usted madama Cristina
Le hago ver como potente
Que se rinda con su jente
Si quiere evitar su ruina
La desgracia la encamina
I tal vez nunca me empate
Si sigue en su disparate
Serán dobles sus pesares
Señora en sus mismos mares
Le gané el primer combate.

     La Reina

  Has cumplido con tu intento
En Manila no lo niego
Mi barcos te hicieron fuego
Hasta el último momento.
Quiero ver tu atrevimiento
Cuando peliemos en tierra
Si tu ejército me encierra
Me alumbrarán veinte soles.
Mientras yo tenga españoles
No te acobardo en la guerra.

     Mac-Kinley

Señora, no sea así
Ni viva tan soberana
Que mi jente americana
Puede llegar hasta allí.
Si no me cree usted a mí
A quién le podrá creer?
Me en la naciones ea de se enco, mujer
De vi desgracias tantas
Te has de rendir a mis plantas
Con todito tu poder.

     La Reina

  Mac-Kinley,  sin tardar
La contesta se te brinda
Que yo a tus plantas me rinda
No lo debes ni soñar.
Bien se te puede turbar
Segun mi diestro entender.
Sangre mucha va a correr
Mia i tuya tambien
Peleando estamos recien,
Todavia hay mucho que ver.

     Mac-Kinley

Tus bombas de mas violencias
Son de rica artillería
Yo tambien tengo las mias
Que harán dobles resitencias
Si quieren otras potencias
Ayudarte vieja indina,
Será más cruel la bolina;
Si te llegan amparar
Conmigo  te va a pasar
Lo que le pasó a la China.

     La Reina

No tengo necesidad
De nadie, según mi idea
Mi jente sola pelea
Te lo confieso en verdad.
Fio en mi capacidad
Que hasta el fin he de seguir
I tengo que combatir
Con el permiso de Dios
Peleando estamos los dos
Hasta vencer o morir.

     Mac-Kinley

  Por esa jente cubana
He puesto al frente mi imperio,
Salvaré del cautiverio
A mi simpática hermana.
Libre será i soberana
Como todas las demas,
Viéndola tan incapaz
I a punto de fenecer;
La tendré que defender
Mientras respire en la faz.

     La Reina

  Por qué me quieres quitar
El dominio en las Antillas
Siendo que son maravillas
Para mí sin ponderar.
A Cuba no he de entregar
A ningún pais ajeno,
Ese su fértil terreno
Es para mí una estrella,
Si he disfrutado de ella
Me ha costado mi bueno.

     Mac-Kinley

  Vos la habeis civilizado
Le has dado industria i progreso
Pero en pago de eso
Harto la habeis esplotado;
Ya te tienen repagado
Tus servicios hasta hoi dia,
Siempre con soberanía
Quieres tenerla de esclava;
Ya eso nadie te alaba
Tu hipócrita tiranía.

     La Reina

  Tú de puro entremetido
La guerra me has declarado,
Es que te habrá aconsejado
Otro mal entretenido;
Cuando te veas vencido
Vas a conocer tu error,
Te lo digo con valor
Que yo con tí no me enrolo:
Porque de un polo a otro polo
Se te ha de oir el clamor.

     Mac-Kinley

  Por mas que hagas ademanes
No te dejo ningún puerto,
Primero seria muerto
Antes que tú me la ganes;
Estallarán los volcanes
Entre tu ejército loco
Que marcha tan cocoroco
Alegando injusta causa:
Dándote la muerte a pausa
Voi yo a irme poco a poco.

     La Reina

  Mas loca se halla tu jente
Le dice la Europa entera,
Que ya son una loquera
Tus pueblos, viejo insolente;
Parece que estas demente
Se ve por tus disparates,
Locos todos tus magnates
Estan i los de la prensa;
Pasarán cuando los venza
Hácia la Casa de Orates.

     Mac-Kinley

  Bien malos de la cabeza
Se encuentran tus jenerales
Mejóralos de sus males
Cristina, con tu agudeza
Veo que la suerte empieza
A darte golpes mortales
Sabandija i animales
Huyen de presencia tuya
I meten una gran bulla
Tus hombres ministeriales.

     La Reina

  Calla negro maricon,
No hables de mi ministerio
Fíjate que es el mas serio
En esta bella nacion
Con el tuyo ni al talon
Jamas le podras llegar
Sagasta, es sin ponderar
Hombre de ciencia bastante
I así que, calla ignorante
No vuelvas a incomodar.

     Mac-Kinley

  Mujer ya no tienes voto
Porque pobre está tu erario
Pégate en el tafanario
Hasta que te salga coto.
Tus pueblos gran alboroto
Forman por gran humorada
Pidiendo rifle i espada
Estan con desfachatez
Bien se conoce que es
Tu jente incivilizada.

     La Reina

  Tu tono i tu voz altiva
Me ha dado que pensar mucho,
I hasta el último cartucho
He de quemar miéntras viva,
Cuando esta guerra se escriba
Punto por punto en la historia
Mia ciento una victoria
Apunten con sutilezas,
Porque queden mis proezas
Para una eterna memoria.

     Mac-Kinley

  Mias van a ser las glorias
I tuyo solo el enjambre,
Para cuando tengas hambre
Has de comer pepitorias
O de nó con zanahorias
Vas a irte alimentando
Tu vida la vas pasando
Igual como la Graminea
Con tu ejército de línea
Que se encuentra tiritando.

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Mi diuca tan regalona

  Voy á contar una historia
Relacionada á una Diuca
Que crié con una Ambruca
De lo cual haré memoria
Con ello mi dicha y gloria
En esta vida tenia,
Me daba paz y alegría
Siempre en los casos mas graves
Por eso en todas las aves
No hay Diuca como la mía.

  Cantaba al anochecer
Cantaba al venir el dia,
La Diuca con bizarría
Que es de contar y no creer
Se llegaba á enronquecer
La diabla Diuca gorjeando,
Y un cazador aguaitando
Llegó y la pilló solita
Y hoy se halla en una jaulita
Alegre repiqueteando.

  Ella se tiró á arrancar
Por vestir de nuevas galas,
Por mas que batió las alas
No se le pudo volar,
Porque la hubo de pillar
En una verde emboscada
Un dia de madrugada
Cayó la muy altanera
Y hoy se encuentra prisionera
En una jaula enjaulada.

  Cuando ella vió al cazador
Emprendió el rápido vuelo
Pero él la trajo al suelo
En el medio de un verdor,
Ella le dijo señor
Nunca me sea tirano,
En invierno y en verano
Yo prometo de cantarle
Y hasta las penas quitarle
La vez que me halle en su manos

  Al fin la saca á la plaza
Un Domingo en una rama,
Y se la vendió á una dama
La cual la llevó á su casa,
En una jaula grandaza
La echó y le dió de comer
Cada vez que la iba á ver
La encontraba mas mansita
Y se encuentra mi Diuquita
En poder de una mujer.

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Versos de puro amor

  La pena, y lo que no es pena
Son dos pena para mí,
Ayer penaba por verte
Hoy peno porque te ví.

  Ninfa bella encantadora
Dueña de mi corazón,
Concédeme mi perdón
Que ya el sentir me devora,
Desde esta triste hora
Mi sentido se enajena
Lloro como Magdalena
Al ver que no hallo dulzura.
Me privan de tu hermosura
La pena y la que no es pena.

  No se me pasa ni un día
Que no piense en tu amistad
Y al no ver á tu deidad
Se minora mi alegría.
Bien puedes, paloma mia,
Darme de tu boca un si
Porque tu amor lo perdí
No me mires con enojos,
Las pupilas de tus ojos
Son dos penas para mí.

  No temo ser sepultado
Con condición de irte amando,
Y por tí ya va llegando
Mi pena al mayor grado.
Me arrancará de tu lado
La parca traidora fuerte,
Cuando veo entretenerte
Con otro, que desventura;
Y pensando en tu lindura
Ayer penaba por verte.

  Yo si duermo estoy soñando
De que converso contigo,
Es verdad lo que te digo
Abatido sollozando
Franco te voi preguntando
Por qué no me quieres dí
Ya no hay gusto para mí;
Y la muerte la prefiero
De lo tanto que te quiero
Hoy peno porque te ví.

  Al fin si pierdo un momento
De trabajar por hablarte,
Te mudarás á otra parte
Y yo no logro mi intento,
En amores nunca miento
Cuando me pongo á querer,
Si no has de corresponder
Mis promesas meritorias,
Diré cantando mis glorias
Vos no más no eres mujer.

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Fusilamiento en Santiago
del reo Albornoz
QUE ASESINÓ AL PATRÓN Á GARROTAZOS
EN LOS MOLINOS DE SANTA
MARGARITA

  Ya con la vida pagó
Albornoz, el desgraciado
Para ser ya fusilado
En el banco se sentó.

  Qué terrible confusión
Para el reo no sería,
De ver que llegaba el día
Que iba á ser su ejecución,
Se llenó de una emoción
Cuando al suplicio llegó,
El verdugo le vendó
La vista, con ataranto,
Al que aborrecían tanto
Ya con la vida pagó.

  Todo el que va á fenecer
Digo aquí, según mi idea,
Ni por más hombre que sea
Se tendrá que entristecer,
Y este infeliz, á mi ver,
Fué de la selda sacado,
Por cumplir lo decretado,
Como chileno valiente
Miró al banco indiferente
Albornoz, el desgraciado.

  Con su alma pura y serena
Recibió la comunión,
Sin que le diera aflicción
El hielo de la cadena;
Viendo que la hora suena
Dijo: ya estoy confesado,
Y me encuentro preparado
En completo y sano juicio,
A marchar hácia el suplicio
Para ser ya fusilado.

  Negó el Consejo de Estado
El indulto en hora plena,
Al reo, y se le condena
Al banco del acusado;
A donde era destinado
Del aposento marchó;
Cuando el patíbulo vió
Se encomendó al señor,
Sin tener ningún temor
En el banco se sentó.

  Al fin, cuando ya llegó
Al banquillo el criminal,
Su florete el oficial,
Por señal lo levantó,
La descarga se sintió
En esa horrorosa escena,
Yo al explicarme con pena
Digo al ponerme á pensar:
Que esto sirva de ejemplar
A la juventud chilena.

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Gran contrapunto
ENTRE LOS DOS PERITOS DON DIEGO
BARROS ARANA Y DON FRANCIS-
CO DE P. MORENO, SOBRE LOS LI-
MITES DE LA CUESTIÓN INTERNA-
CIONAL

     Don Diego

  Diceme Pancho porqué
Tus planos adulteraste
Dime qué tanto ganaste
Hombre con tu mala fé
No te dejo asentar pié
Yo porque soy gran jeográfico,
Quiero verte retoráfico
Si tu ciencia es natural,
Pretendes hacerme mal
Con tus argucias de májico.

     Moreno

  Don Diego está equivocado
Medio á medio Ud, conmigo
Lo que hablo no me desdigo
Porque soy harto historiado
Las lineas bien he tirado
Cómo podré equivocarme;
Franco debe contestarme
Pero no con ademanes,
Usted con sus falsos planes
Ha pretendido aplastarme.

     Don Diego

  Pancho te quieres llevar
De Chile la mayor parte
Pero si al campo de Marte
Vamos no te lo he de dar
Mejor mándate cambiar
Hácia tu pueblo Moreno,
Antes que el roto chileno
Se alze y te pegue un chopazo,
Y te ponga brutonaso
En el hocico un buen freno.

     Moreno

  Ya se salió de los rieles
El señor Barros Arana
Pueda ser que el tarambana
Se le quemen los papeles,
Diatribas de hombres infieles
Me lanzó en el contrapunto
Si del mapa le pregunto
No contesta ni en diez meses
Por no oirle mas sandeces
Voy á callar este asunto.

     Don Diego

  Con tu entendimiento olisco
Te propones atacarme
Y has pretendido cambiarme
El Mojon de San Francisco
Pónelo arriba de un quisco
Donde yo lo pueda ver,
Para darte á comprender
Y apretarte las clavijas
No tiene palabras fijas
Pancho es como una mujer.

     Moreno

  Usted que dice que es hombre
Y vive sobre la espuma
Salga al frente con su pluma
Para que se haga de nombre
A fin que nunca se asombre
En todo Chile la gente
Le hago en mi saber presente
Porque estoy lleno de ciencia
Que has estudiado insolencia
Viejo loco impertinente.

     Don Diego

  Las altas cumbres tu quieres
Que te las dé sin agravio
Fijate que con un sabio
Tratas y no con mujeres
De miedo estás que te mueres
Por temor á la metralla
Si no tiras bien la raya
De grado á grado al pensar
Mas bien mándate cambiar
De mi presencia canalla

     Moreno

  Si no me das lo que quiero
Marcharemos á la guerra
Y cruzaremos la cierra
Con heroismo altanero
Jamás le temo al acero
Al corvo daga ó puñal
Nuestro ejército triunfal
A de entrar á Santiago
Lo que hago no lo deshago
Yo ni por bien ni por mal

     Don Diego

  Bueno el hombre valeroso
Es este Pancho el cuyano
Que con la espada en la mano
Vendrá á Chile victorioso.
Pueda ser de que el coloso
Se hunda acá en este mar
Y no pudiendo nadar
Conocerán su locura
A unque la llevan segura
Bien se les puede turbar

     Moreno

  Mejor hagamos la paz
A buenamente don Diego
Y no rompamos el juego
Porque eso es hablar demás
Los dos paises son capaz
De hacerse la guerra á muerte
La parca traidora y fuerte
Quere armar esta bolina
Y evitando esta gran ruina
Mejoraremos de suerte.

     Don Diego

  Por último en este ensayo
Saldrá bien mal lo repito
Ni me has de cambiar Panchito
Lo que es de tu tocayo
Tendremos que dar el fallo
Talvez muy mal se decreta
Y si el colega me apreta
Con sus mentiras que haremos
Y este asunto cortaremos
Solo con la bayoneta.

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Ultima sentencia al reo Felipe
Roco
DONDE LA CORTE DE IQUIQUE LO
CONDENÓ A MUERTE

  El reo Felipe Roco
A muerte esta condenado
Al banquillo lo he sabido
Pasará el desgraciado.

  La Corte con el Fiscal
Firmó la última sentencia
Y pasará sin clemencia
A la pena capital
Se lamenta el criminal
A más que si fuese loco
Pero lo que hizo no es poco
Digo en sentido sencillo
Pronto pasará al banquillo
El reo Felipe Roco.

  Por su crímen alevoso
La sentencia le firmaron
Y el crímen se lo probaron
Justamente al pobre mozo
Y él dice entre sollozo
Al verse encadenado
Que no ultimó al abogado
Y que otro talvez sería
Pero por su alevosía
A muerte está condenado.

  El niega que no lo ha muerto
Por si en libertad lo dan
Pero ya el juez lo verán
Que le probó de que es cierto
Es predicar en desierto
Favorecer al foragido
Por el hecho cometido
Morirá el pobrecito
Y marchará ligerito
Al banquillo, lo he sabido.

  Por su indigno corazón
Fusilarán al salvaje
Aunque por él se trabaje
No le darán su perdon
Una terrible emoción
Sufrirá el deprabado
Cuando ya se ha llevado
Del oscuro calabozo
Al patíbulo afrentoso
Pasará el desgraciado.

  Al fin la Corte dirá
Si la sentencia confirma
Y si él en negar se afirma
Talvéz se libertará
Pero no conseguirá
Su perdón con tal escena
Malhaya dice la hiena
Pero malhaya está lejo
Y no firmará el consejo
El indulto de su pena.

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ULTIMOS DETALLES
Del horrendo crimen de la calle
de la Esperanza. El criminal que
le partió el corazón a apuñaladas
a su rival.

  En la calle de la Esperanza
El crímen se ejecutó,
Un hombre a otro mató
Por celos y no por venganza
Y yo aquí aunque con tardanza
Detallo los pormenores
Porque vea mis lectores
Que el poeta no está mintiendo
Parece que estoi hoyendo
Los ayes y los clamores.

  Diaz el jóven Benito
Por amar a una tal Rosa
Recibió muerte horrorosa
En menos de un bendito
Inocente el pobrecito
Fué muerto traidoramente
Y en la calle el delicuente
Tal como lo hace el tirano
Con el puñal en la mano
Decia yo soi valiente.

  Furioso como un leon
Estaba el alma endiablada
De la primera puñalada
Le partió el corazon
Quiso haced lo de Neron
Según se ha dejado ver
No pensó en el padecer
Ni en la autoridad el leso
Y lo cierto es que está preso
Por amar a una mujer

  La policía llegó
Por ver el drama sangriento
Y en ese mismo momento
Preso al hechor lo tomó
Al muerto lo remitió
Pronto a la Comisaría
Y en esa noche sombria
El muerto se trasladó
Y mucha jente lo vió
En la morgue al otro dia.

  Al fin el roto a mi ver
A la carcel fué volando
Y hoi dia se halla pagando
Las hechas y por hacer
A ver si aquella mujer
Viene a oirle sus quejas
Aquella que a las orejas
Le hablaba solo de amor
Hoi no vendrá por favor
Ni a verlo por entre rejas.

DANIEL MENESES
POETA CHILENO

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TRISTES SUCESOS
En el Cerro de la Artilleria, la madre
que tiró la hija cerro abajo y en seguida
se tiró ella.

  Una mujer criminal
Con pésima y negra suerte
A su propia hija dió muerte
Con entrañas de chacal.

  Se cree que estaba aburrida
De vivir en este mundo
Por eso es que en un segundo
Sola la quitó la vida.

  Cerro de la Artillería
Sucedió el triste suceso
El cual se los doi impreso
Con toda su alevosía.

  Dicha madre cruel y atroz
Con una furia inaudita
Mató a su pobre hijita
De una manera feroz.

  Se le vió en la plazuela
Pensativa imajinando
Y uno dijo está llorando
Según su facción revela.

  Contra su pecho estrechaba
A su hija bella y amada
Y al verse desamparada
Tristemente suspiraba.

  Se cubria con el manto
Ella con su timidez
Y esto lo hacia talvez
Para ocultar su llanto.

  No encontrando en nadie atajo
Y al verse tan aburrida.
Tomó a su hija querida
Y la lanzó cerro abajo.

  La hija de la impiedad
Que antes era tan querida
Inerte el cuerpo y sin vida
Cayó a la profundidad.

  Despues que a su hija ultimó
Para terminar la tanda
Ella desde la baranda
Cuesta abajo se tiró.

  De aquel círculo redondo
No habiendo quien la corrija
Quedó la madre y la hija
Juntita en lo mas hondo.

  Hai que adivinar lector
La muerte de esa mujer
Y yo soi del parecer
Que se mató por amor.

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