Suena el terrible clarin guerrero
El Chileno acude por derecho
De baluarte pone su vida y pecho
Por ganar glorioso, laurel primero.
El soldado fiel, incremento fiero
Grita con valor ¡seguid. !adelante
Cubierto de polvo el estandarte
Con amor de cruel guerrero.
Los hijos del Cid, con arrojo sin par
Siguen siempre con esfuerzo tremendo
Avanzan, terribles, estremeciendo
A la cumbre, cual pequeño pedestal.
Forzan pasos con furioso espanto
Suena la voz jeneral ¡a la carga!
Confusos quejidos y a la larga
Los hermanos de corazon esparto.
Se divisa solo en la altura
El pabellon flamante contrario.
De resistencia fuerte, temerario
Que para el chileno es dulzura.
Se siente el ruido en la batalla
El sonido mortífero del fuego
Y en medio al soldado que ciego
Derriba trincheras y metrallas.
Se escapa el reniego de boca
De algún leal patriota herido
Los compañeros miran recojidos
No puede ser ¡a la carga se toca!
Y sigue de nuevo el desigual combate
¿Y quién contener a tan temible fiera
Que persigue a la cruel ¡gran quimera!
En medio del humo del sin par embate.
El Chileno que nunca supo rendir
Su arma, ante pueblo estranjero,
Con su noble lema de vencer o morir
Gallardo sigue siempre altanero.
Por fin cesar la contienda se vió
Y siempre el soldado sanguinario
Ultima al vencido contrario
Que osar de perseguirlo no dejó.
J. G. O.
G. R.
Poetas del Sur