EL MUNDO AL REVES.

    El sobrino manda al tio
El hijo le pega al padre,
La hija reprende a la madre
I la mujer al marido.

    En ocasiones el yerno
Si con el suegro se enoja,
A lo profundo lo arroja
I lo hace ver el infierno;
El muchacho mas moderno
Llama a un hombre en desafío,
I el valiente de mas brio
Al cobarde se ha humillado,
Como está el mundo trocado
El sobrino manda al tio.

    Reta el ahijado al padrino
I lo pone como el suelo
De sus nietos el abuelo
Ya no es de respeto digno,
Otro mayor desatino
Es cargar con el compadre,
No hai una virtud que cuadre
Al torpe desarreglado
I como es mal doctrinado
El hijo le pega al padre.

    El soldado al celador
Lo gobierna i lo dirije,
I muchas veces corrije
El alferez al mayor;
La dama de mas honor
Menosprecia a la comadre,
Aunque el alma le taladre
El justo remordimiento,
Con mayor atrevimiento
La hija reprende a la madre.

    A la iglesia venerada
De Cristo nuestro Señor,
El fanatismo, el error
La tiene como bloqueada;
Nuestra relijion amada
Mil contrarios ha tenido,
El libertinaje ha sido
Autor de que en esta gresca,
El hijo al padre aborresca
I la mujer al marido.

    Caballeros, a la vez,
Es mui probable i notorio,
Que todo en el territorio
Ya como digo, al reves;
No quiera Dios que despues
Siga en Chile tanta ruina,
Como hasta aquí se orijina
En algunas poblaciones,
El tiempo i sus estaciones
Todo a mal paso camina.

        Bernardino Guajardo.

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LA FALSA RELIJION
DE LOS CATÓLICOS

    Es falsa la relijion,
Son falsos los mandamientos,
Vivamos todos contentos,
Que ya no hai condenacion.

    Desde que Martin Lutero
Renegó la fé de Cristo,
Horribles plagas se han visto
Que arruinan al mundo entero:
Cuanto ignorante altanero
Creen en su superticion,
Aman la disolucion
Qué los conduce al abismo,
I dicen: del cristianismo
Es falsa la relijión.

    Enrique VIIl escribió
Al santo Papa Leon Décimo
¡Sobre el Eresiarca pésimo!
Que la silla despreció;
El tambien se pervirtió
Por sus torpes pensamientos,
Oh! disolutos intentos,
I el que era de la Iglesia, hijo
Hecho protestante dijo:
Son falsos los mandamientos.

    Otro que tal fué Calvino
Reformista renegado,
¡Cuántos por él han negado
A Dios su culto divino!
Hé aquí de donde vino
Tanta miseria i tormentos
¡Ai! de los grandes talentos
Que dicen en ese idioma
Adorando al Dios Mahoma,
Vivamos todos contentos.

    Los dichos reformadores
Quieren con su torpe idea
Que todo cristiano crea
Sus imbéciles errores;
Alerta santos doctores,
De la civilizacion.
Cristiana por conviccion,
Tus verdades ejercer,
Para no pasar a creer
Que ya no hai condenacion.

    Al fin, madre piadosísima,
Suprema Vírjen María,
Sed de nuestras almas guía,
Por la Trinidad beatísima;
Dadnos tu cruz sacratísima,
Rei de la gloria triunfante,
Esta reliquia es bastante
Para podernos librar,
I con tu gracia triunfar
De toda creencia errante.

        Bernardino Guajardo.

Nota esta décima se completó al comparar los dos ejemplares de la Colección Lira Popular de la Universidad de Chile

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PERSECUCION CONTRA LA
IGLESIA.

    Chilenos abrid los ojos
Mirad lo que está pasando
Desde un polo, al otro polo,
La Iglesia de Dios llorando.

    En Italia el Padre Santo
Sumido en el cautiverio,
Como en tiempo de Tiberio,
Derramando amargo llanto.
En Alemania otro tanto,
Mayores son los despojos
Que a la Iglesia hacen los rojos
Y a sus hijos o pastores;
I en vista de estos horrores,
Chilenos abrid los ojos.

    En la desgraciada Prusia
Al obispo se destierra,
I al clero se hace la guerra
Con endemoniada astucia,
I lo mismo hizo la Rusia
A la Polonia matando,
La perversidad triufando
Hace jemir a los buenos,
No durmais tanto chilenos
Mirad lo que está pasando.

    En casi toda la Europa
I hasta, en la América misma
Ven a la impiedad abisma,
Como asoladora tropa;
Embriaguez lleva en su copa
Por arma el fúnebre dolo
Su fin es concluir solo
La católica enseñanza:
I párate que esto abanza
Desde un polo, al otro polo.

    Si ya vemos lo que pasa
En las naciones vecinas,
Para evitar tales ruinas
Cuidemos de nuestra casa,
Mirad que esa inmunda raza
De la cual os vengo hablando.
En Chile se va aumentando,
Por eso no dormitemos,
Que al despertar hallaremos
La Iglesia de Dios llorando.

    Mis compatriotas queridos,
Cogollito de verbena,
Si quereis calmar mi pena,
Mis ayes i mis jemidos,
Vivamos todos unidos
La lei de Dios observando;
I nuestros hijos mirando
Este ejemplo de constancia,
Sabran tener arrogancia
Para continuar luchando.

        Bernardino Guajardo,

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MATRIMONIO CIVIL
I CEMENTERTOS LAICOS

    Mui conveniente va a ser
El matrimonio civil,
Muchachas, un seremil
Esposos van ha tener.

    Quiere un roto ser casado
Buscará su concubina,
La llevará a la oficina
Donde se firma el tratado;
I saldrá el descamisado
Contento con su mujer,
Dando al vulgo a conocer
Que es de su zapato la horma,
Para el pobre tal reforma
Mui conveniente vala ser.

    Otros le dirán malvado,
Disoluto, qué habeis hecho,
Atropellando el derecho
Del matrimonio sagrado;
Te vas a ver arruinado
Lo mismo que un perejil,
No importa les dirá el vil
Pues no soi culpable yo,
Si no el diablo que inventó
El matrimonio civil.

    Hombre tomastes esposa
Pero no harás tu fortuna
Porque ha sido sin ninguna
Ceremonia relijiosa;
Sabed que la lei forzosa
Es para la iglesia hostil
Pero ya es verosimil 
Que se ha dado el primer paso,
I van a caer al lazo
Muchachas un seremil.

    Aprovechemos la breva
Que nos da nuestro gobierno,
Ahora que no hai infierno,
Según la reforma nueva;
Esta verdad la comprueba
El príncipe Lucifer,
I si nada hai que temer
Fácil es sacar la cuenta,
Que hoi las viejas de ochenta
Esposos van ha tener.

    Al fin otro gran progreso
Es el de los cementerios,
Importantes puntos sérios
Para el ilustre congreso
En vista de este suceso
Será el cementerio laico,
Allí cual raices de paico
Enterrarán a los rotos,
Como quien siembra porotos
En Quilicura o Polpaico.

        Bernardino Guajardo

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MAS SOBRE LA CAJITA

    No han podido descubrir
De la cajita el culpable:
El descubrirlo no es dable.
Por lo que se oye decir.

    Los diarios calumniadores
De las prensas liberales
Dicen que los clericales
De ella serán los autores.
Pero los conservadores
No cesan de referir
Que esto lo hacen por herir
Al clero su dignidad.
I al que inventó tal maldad
No han podido descubrir.

    Dicen que presos están
Muchas personas por esto,
I que como es un pretesto,
Pronto en libertad saldrán.
Dios sabe si culparán
Al hombre mas respetable;
I no sería admirable,
Por lo que está sucediendo.
Quizás ahora se esté riendo
De la cajita el culpáble.

    Otros diarios dan razon,
I es de contar i no crér,
Que cómo pudo caber
La máquina en el buzon;
Si la presentó un ladron
O una persona notable,
Un futre o un miserable,
Muestre el recibo por prueba.
I como aquí está la breva,
El descubrirlo no es dable.

    En las conjeturas que hago,
Mui estraño me parece
Que la cajita se abriese
Sin hacer ningún estrago.
Aun de bartular no vago,
I solo puedo inferir,
A fuerza de discurrir,
Que el supuesto asesinato
No era mas de un aparato,
Por lo que se oye decir.

    Al fin, no se esté anunciando,
Vuestra excelencia, la muerte;
No quiera tener la suerte
Que otros le estarán deseando.
I sobre este asunto hablando,
Dijo un liberal moderno:
Aseguro a mi gobierno
Que la maquinita tal
No puede ser infernal
Si no viene del infierno.

         BERNARDINO GUAJARDO.

Impreso por P. Ramirez. — Echáurren, 4

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LA MAQUINA INFERNAL

    La vida del Presidente
En grave peligro ha estado:
Asesinarlo un malvado
Queria cobardemente.

    Le hubieron de remitir
Una caja o maquinita
De pólvora o dinamita,
I al abrirla iba a morir.
Mas hubo de discurrir
Que algún peligro inminente
Encerraba aquel presente,
I no la abrió de recelo.
Estuvo como en un pelo
La vida del Presidente.

    Quieren a fuerza de astucia
Hacer esos malhechores
Lo que hicieron los traidores
Con el césar de la Rusía.
En Alemania i en Prusía
Igual cosa han intentado,
I aqui el primer majistrado,
A quien Dios mil años guarde,
Por un infame cobarde,
En grave peligro ha estado.

    Si ningún mal su excelencia
Hace a sus hijos sufrir,
Entónces ¿por qué concluir
A tan preciosa existencia?
El pueblo lo reverencia
I de todos es amado;
I si es en sublime grado
Bondadoso i compasivo.
¿Por qué intenta sin motivo
Asesinarlo un malvado?

    Si la historia es verdadera
I la verdá es descubierta,
Dirá el Presidente: ¡Alerta!
No estoi para la cartera.—
Sensible será que muera
El hombre mas eminente;
Solo el Dios omnipotente
Sabe cuál es su destino;
I ultimarlo un asesino
Queria cobardemente.

    Al fin, causa admiracion
Que la caja misteriosa.
Aunque era tan peligrosa,
No hizo ninguna esplosión.
Cuánta felicifación
Recibió al siguiente dia
El señor Santa María
Por aquella escapatoria;
I aquí concluye la historia,
Dando esta por despedida.

         BERNARDINO GUAJARDO

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UN ORADOR LIBERAL

    Mucho en un club liberal
Habló un orador ratero,
Aun llegó a decir que el clero
Era como un animal.
Fué aplaudido en jeneral
Con atronadora voz,
De la tribuna veloz
Bajó, i a un jóven decente,
Con que se topó de frente
Le tiró el tiro al reloj

    Despues subió otro borracho
I este dijo en la tribuna:
Ver un fraile me repuna
Porque es lo mismo que macho;
Le dieron de chicha un cacho
I medio curado el pillo,
Se bajó i a un futrecillo,
Que estaba cerca a su asiento,
Le sacó con mucho tiento
Un billete del bolsillo.

    En seguida un tagarote
Dijo: yo, señeres, hablo
Francamente por el diablo
No por ningun monigote;
Le cortaria el cogote
A todo predicador
Pidió un trago de licor
I miéntras se lo embutía,
La concurrencia decia:
Viva, viva el orador.

    Un basurero rotoso
Llegó i pidió la palabra,
I dijo: mucho me labra
Lo que miente un relijioso;
Luego otro facineroso
Que no importaba una ficha,
Abombado con la chicha
Dijo mui enfurecido,
Esta en resúmen ha sido
La palabra mas bién dicha.

    Al fin entre tanto caco
I con tan ricos licores
Quedaban los oradores
Mas borrachos que el dios Baco;
En cada palabra un taco
Se echaban los concurrentes,
Discursos tan indecentes
Solo se habrán pronunciado
En ese club reservado
Para los impertinentes.

         BERNARDINO GUAJARDO.

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AL PEQUEN COME CLERIGOS

    El mui liberal Pequen
No deja beato ni beata,
Con las monjas echa guata
I con los frailes tambien.

    Desde que rije la farsa
De los rejistros civiles,
Se ha comido algunos miles
El, i toda su comparsa;
Cuando no los hace salsa
Vivos los echa al sarten,
Para que premio le den
Los que van por esa escala.
De este modo se regala
El mui liberal Pequen.

    Pocos momentos ocupa
Hasta que halla algún pechoño,
I agarrándolo del moño
Pronto lo echa a la chalupa;
Luego despues se lo chupa
I a picotones lo mata,
Para un discurso es el tata
Mejor que un cura civil,
I sin sacarle el añil
No deja beato ni beata.

    Con odio i con ironía
Injuria a los clericales.
Juzgándolos criminales
Esto lo hace dia a dia
Talvez le dé la herejía
Una medalla de plata.
I hasta de una atroz mulata
Quiere hacer un rico fiambre,
Cuando amanece con hambre
Con las monjas echa guata.

    Por la mañana temprano
Sale al rio del Mapocho.
Para ver si caza un mocho
Recoleto o franciscano:
Mereciéndolo en su mano,
Dice ya tengo el sosten.
Si ve llegar en el tren
Una beata siendo bella,
Se saborea con ella
I con los frailes tambien.

    Al fin poniéndose en facha
No deja el Pequen furioso.
De injuriar a un relijioso
I hasta al santo padre tacha;
No se llena ni se empacha
Con tan sabroso manjar,
Su delirio es calumniar
Al sacerdote mas digno,
Pero a mi, Pequen indigno,
Nunca me habeis de chupar.

         BERNARDINO GUAJARDO.

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EL ASALTO AL CLUB
CONSERVADOR

    En el clnb conservador
Situado en la Cañadilla,
Llegó una grande cuadrilla
Hachando a mas i mejor.

    Allí estaban reunidos
Miles de honrados obreros,
Con algunos caballeros
Oradores distinguidos;
I otros mui reconocidos
Andaban al rededor,
Ebrios llenos de furor
I no pasaré por alto,
Que estos dieron el asalto
En el club conservador.

    Los que habian de acudir
Para conservar el órden,
Cometieron tal desórden
Que no es dable referir;
Vergonzoso es el decir
Pero aqui la verdad brilla,
De lo que hizo esa pandilla
Han quedado las señales,
En el club Diego Portales
Situado en la Cañadilla.

    Enfurecida la plebe
Se fué a lo que era saqueo,
Aquel ha sido un salteo
Escandaloso i aleve;
El conservador se atreve
A decir que no se humilla;
Como una infernal guerrilla
De los que están con el mando;
Matando, hiriendo i robando
Llegó una grande cuadrilla.

    Un caballero Martinez
Con el señor intendente.
Vieron efectivamente
Lo que hacian los caínes;
Envainen sus sables, ruines
Dijo aquel noble señor.
A tiempo que un malhechor
A un infeliz arrastraba,
Otro corria i andaba
Hachando a mas i mejor.

    Al fin penoso fué el día
Que en esta gran capital,
Se vió con furia infernal
Tan atroz carniceria.
De Buin mucho se decia
I de Coquimbo otro tanto.
Detén tu mano, Dios santo,
Para que los inhumanos,
No dejen en los cristianos
La desolación i el llanto.

        BERNARDINO GUAJARDO

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EL LORO I LA LORA

    Le dijo la lora al loro
lorito dame la pata
el lorito le decia
no te la doi por ingrata.

    Loro viejo desplumado
por no asistir a tu casa
verás pues lo que te pasa
el dia menos pensado
tú remueles sin cuidado
i yo con tus hijos lloro
de necesidad e imploro
solo el auxilio del cielo
mira si es justo mi celo
le dijo la lora al loro

    Ya no te acuerdas que tienes
hijos a quien mantener
donde tu pobre mujer
una vez al año vienes
hasta cuando te entretienes
con esa ramera ñata
lo que te vea sin plata
tratará de despedirte
i hoi te engaña con decirte
lorito dame la pata.

    Quítate de mi presencia
contestó el loro con prosa
deja lora fastidiosa
de fregarme la paciencia
ya ves que la subsistencia
te la doi dia por dia
aunque es una serrania
de allá viajo por verte
es prueba que sé quererte
el lorito le decia.

    Ojalá nunca te viera
en mi casa foror indino
deseo que en el camino
us cazador te saliera
i mil pedazos te hiciera
a vos con esa mulata
véte con ella pirata
i dame a mi una mesada
—por justicia ni por nada
no te la doi lora ingrata.

    Al fin, se hubo de ausentar
el loro i la lora fué
a demandarlo por que
dejáse de tunantear
el juez lo mandó llamar
i le raspó bien el cacho
esto te pasa por lacho
salió diciendo la lora
yo veré si vas ahora
a odiarme loro borracho.

Nota: Este verso pertenece a Bernardino Guajardo y aparece citado por Juan Uribe Echevarría en Flor del canto a lo humano, p. 50 y ss.

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