LAS LETANÍAS

    María es la mas hermosa
Que el oro i la perla fina,
Mas que el agua cristalina
Que corre de loza en loza.

    Kyrie eleisón se decia,
Chryste eleisón, por lo tanto,
Como misterioso canto
Para ensalzar a María,
Dei genitris, como guia,
Virgo virginum piadosa,
Mater Chryste poderosa
Del Padre Eterno delirio,
De la tierra al cielo empirio
María es la mas hermosa.

    María, Mater purissima,
I eres tambien inviolata,
Como sois inmaculata,
Conocida por castísima
Oh, Mater amabilisima,
Mater Creatoris, Regina,
Como estela vespertina
En santidá interesante,
I su gracia es mas brillante
Que el oro i la perla ffna.

    Virgo Virjen veneranda,
Virgo potenes princesa,
Que tu santidad embelesa
A que te hablen predicanda;
El mismo moro se hablanda
Mirándote peregrina,
Virgo fidelis divina,
Grata a Dios en su fortuna,
Tan clara como la luna,
Mas que el agua cristalina.

    Vas espirituale sé,
Honorabile fecunda,
Vas insigne sin segunda,
Rosa mistica diré;
Turris Davidica que
Eburnea planta olorosa,
Domus áurea portentosa,
Mar cristalino de gracia
Que corre de loza en loza.

    Al fin, sin comparación
Es Maria Vírjen pura,
No hubo ni hai hermosura
En la celestial mansión.
Sus quince misterios son
Baluartes i defensores,
Han dicho los escritores
De lo antiguo i lo moderno,
Que es la Vírjen, para eterno,
Madre de los pecadores.

ES PROPIEDAD DE
Nicasio García

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UN MILAGRO

    Un milagro del Señor
Fué presenciado i lo vieron:
Con cinco panes, dos peces,
Cinco mil se abastecieron

    Habiendo así regresado
Los apóstoles de union,
De su primera mision
La Pascua habia llegado;
Contaron lo predicado.
Reposad, dijo el Autor,
Ven conmigo, os doi mi amor,
I en un barco se entraron:
Allí todos presenciaron
Un milagro del Señor.

    En el mar de Galilea
En un bajel navegaba,
Con el viento bamboleaba,
I la ola que serpentea
Con las velas juguetea.
En un desierto anduvieron,
Léjos de donde salieron.
Probanza del poderoso:
El milagro pertentoso
Fué presenciado i lo vieron.

    Jesus vió la muchedumbre
De jente que le siguió;
De todos se cendolió
Mirando la fé sin cnmbre,
Los discipulos vislumbre
No tuvieron varias veces.
Alimento si trajeses
La jente ha de menester:
Les dió el Creador de comer
Con cinco panes, dos peces.

    El Redentor preguntó
¿Cuántos panes hai de arreglo?
Sean de acá o del pueblo
Distribuyeran mandó;
El número que alcanzó
De todos los que comieron
En los libros escribieron
Los fervorosos cariños:
Sin contar mujeres, niños,
Cinco mil se abastecieron.

    Al fin, Jesus ordenó
Que a su voz obedecieran,
Los pedazos recojieran
De lo que allí les sobró;
Todo el pueblo se admiró
I para tierra marcharon,
En la mente lo sellaron
Fecha, año, mes e instante,
Se hartaron, i del sobrante
Doce cestos se llevaron

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LOS EVANJELISTAS

    El ajo picó en la col
I la col picó en el ajo,
Entre col i caracol
Entre col, caracol [i] ajo.

    De San Isidro se sabe
Que fué sembrador profundo,
Sembró lo que ofrece el mundo,
Fué de las simientes llave;
Por la Escritura esto cabe
Que en la primavera i sol
El luminoso arrebol
Trajo el agua a mayor prisa,
De modo que en la hortaliza
El ajo picó en la col.

    Los evanjelistas fueron
Otros cuatro sembradores,
Del Evanjelio doctores,
I su cosecha la vieron,
Las semillas que cayeron
Con el mayor agasajo
Del púlpito aguas abajo,
Regaron tiernos planteles,
Centuplicaron verjeles
I la col picó en el ajo.

    San Mateo fué el primero
Que sembró la verdad pura
De la Sagrada Escritura,
I en idioma verdadero;
Matizó del chacarero,
Quemó el abrojo al crisol,
Siendo el terreno un visol
San Márcos se lo bendice,
Al que ove, como quien dice
Entre col i caracol.

    San Lúcas sembró el terreno
Que el Salvador le confiaba,
Lo que en el Misal estaba
Dijo en su sermon sereno,
La Iglesia prestó su seno
I en lista fué su trabajo;
San Juan, el último, trajo
Prucba del Apocalípsis,
Delineando los matices
Entre col, caracol i ajo.

    Al fin, si los que han sembrado
Semillas del Evanjelio,
Habla Francisco i Cornelio,
Sus libros lo han comprobado.
El grano que es derramado
Santo Domingo midió
Que en el suelo se esparció,
I para quien la aprovecha
La misteriosa cosecha
Ciento por uno rindió,

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EL SEÑOR A MAGDALENA

    Abre la puerta tirana
Te diré mi sentimiento,
¿Qué mas quieres que te diga
Yo de afuera i tú de adentao?

Jesucristo predicaba
Donde le oyó Magdalena,
No le dió dolor la pena
De la voz que ella escuchaba;
Del castillo que moraba
Cerró pronto la ventana
I la Deidad Soberana
Prorrumpió en el escondrijo
El mismo creador le dijo:
Abre la puerta tirana.

    El misterioso orador
Habló a la mujer sin fé:
Toma mi cruz, sigueme
I te absuelvo de tu error;
No haga el tiempo tu rencor
Para mi padecimiento,
Si acrecentas mi tormento
A arrodillarte te obligo,
Abre siquiera el postigo
Te dire mi sentimiento.

    En casa de un fariseo
Has de saber, pecadora,
Oirás mi voz redentora
Que os espera con desco;
Mi pasión será el recreo
I el Calvario mi fatiga,
Mi amor a todos prodiga
De lo eterno sin segundo,
Yo redimiré este mundo.
¿Qué mas quieres que te diga?

    De profetas anunciado,
Toma mis libros i ve,
I en feliz hora bajé
Desde lo Ave Eterno increado;
De mi padre fuí mandado
Quiero sacarte del centro,
Pues no has salido a mi encuentro
Siendo mi intención salvarte,
Ya ves que he venido a hablarte,
Yo de afuera i tú de adentro.

    Al fin fué la conversión
De la mujer sin tributo,
Cambió la gala por luto
I se fué donde Simon.
Allá recibió el perdon
I buscó a su hormano amado
Lázaro, el resucitado,
I Marta habló con fervor:
Así perdona el Señor
Al que llora su pecado.

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ASTUCIAS DE BERTOLDO

    Estando para morir,
Bertoldo ahogado en un rio
Como astuto i precabido
Echó al saco al alguacil.

    La reina con ironia
Al travieso demandó
Al Monarca disgustó
Y la sentencia tenia,
Que sin remedio moria
Porque ántes tuvo el decir
Que la mujer en vivir
Era como la madeja,
Vino i le d[e]jó con la vieja
E[s]tando para morir.

    Otras veces fué librado
De los palos i del perro,
Porque previno del cerro
Una l[i]ebre con cuidado.
Despues en otro atentado
El travieso fué aprehendido
Le valió ser advertido
Mas no pudiéndolo ver
Muchos decia va a ser
Bertoldo ahogado en un rio.

    Una vez lo iban a ahorcar
Y el pid[i]ó merced lijera
Que en el árbol quo él dijera
Lo habian de asesinar,
Al cabo hubo de encontrar
Un teatinal mui tupido,
Como el mas arrepentido
Dijo: aqui será mi lance
Fué victorioso en su trance
Como astuto i precavido.

    Dentro de un saco se hallaba
Allí empezó a l[a]mentarse
Que no queria casarse
Con una princesa hablaba,
El cus[t]odia que escuchaba
Le dijo hombre sois mui vil,
Yo lo haré, soi varonil
Y te agradezco esta gracia
Y Bertoldo con su audacia
Echó al saco al alguacial.

    Al fin con un buen cordel
El saco fué asegurado,
Diciéndole ya casado
Que no se otvidara de él;
Se retiró riendo aquel
Y el vestido le robó
A la reina i se entró
En un horno me refiero
Lo llevó de consejero
El Rei i lo perdonó.

ES PROPIEDAD DEL AUTOR
NICASIO GARCIA.

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LA CONFUSION DE UN JOVEN

    Ya mi triste vida acaba
Toda envuelta en pesadumbre,
Pues soi caido de la cumbre
Donde ufano me miraba.

    Ya me aflije un sentimiento,
Ya un desprecio me atropella,
Ya no me oyen mi querella
Ya no diviso el contento,
Ya con urjencia el tormento
Ya de mi llanto se alaba
Ya veo que me engañaba
Ya miro que una indolencia,
Ya me quita la existencia
Ya mi triste vida acaba.

    Toda esperiencia me advierte
Toda verdad es así,
Todo es contrario de mí
Toda es trocada mi suerte;
Toda furia de la muerte
Todo apaga la vislumbre,
Todo es una incertidumbre
Todo es una vana gloria,
Todo tiene a mi memoria
Toda envuelta en pesadumbre.

    Pues acongojado estoi,
Pues yo diré los motivos,
Pues son unos atractivos
Pues en el objeto voi:
Pues ya no era lo que soi
Pues infeliz por costumbre,
Pues no hai poder que me encumbre
Pues con infausta falasia;
Pues si por mucha desgracia,
Pues soi caido de la cumbre.

    Donde está la que yo amé,
Donde habitará mi dueña,,
Donde mi sér tanto empeña,
Donde el corazón no cré;
Donde al fin escribiré
Donde ántes me noticiaba,
Donde a mi me contestaba
Donde jamas de ha[b]lar dejo,
Donde se hallará mi espejo
Donde ufano me miraba.

    Al fin ya dueña de mi alma
Toda esperanza es perdida:
Pues preparo mi partida
Donde consiste la calma,
Ya no merezco la palma
Toda suerte cambió en llanto,
Pues veo que tu quebranto
Donde pueda estar no sé,
Ya olvidándome se fué
La caricia de mi encanto.

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LO DEL UNIVERSO

    Labra el agua sin ser dura,
Un mármol endurecido
I yo que no haya podido
Ablandar vuestra hermosura.

Parte del sitio empinado
Mi favorito elemento
Con lijero movimiento
Busca el seno que se ha creado:
Con un paso inquebrantado
Llega el viento i no se apura,
Flota una espuma segura
Airiosa la mar engrife,
I allí al mas duro arrecife
Labra el agua sin ser dura.

    Los cuatro polos se avanzan
Sosteniendo sus asuntos,
En los cardinales puntos
I sobre la faz descansan;
Sus máquinas no se lanzan
Al decreto en que han nacido,
El metal empedernido
Al quererlo calcinar
El fuego puede ablandar
Un mármol endurecido.

    De rios, lagos i fuentes
Nace el arroyuelo manso,
I este logra en el descanso
Triunfando de sus corrientes,
Producen las florecientes
Selvas donde hacen el nido,
Las aves desde que han sido
Vagas a mas prontitud,
Gozan de noble virtud
I yo que no haya podido.

    Dama, ninfa, estrella, diosa
Comparada con la iman;
Ciertos titulos te dan
Lo mismo a la perla hermosa,
El buzo es aquel que goza
Quitarla de tanta hondura;
I vos humana criatura
Mira el fuego que proceden,
Joyeros que jamas pueden
Ablandar vuestra hermosura.

    Al fin todo es natural
Fácil si a la faz se asoma,
El hombre a sus pulsos doma
En el reino mineral;
Le arrebata su metal
A una mina por razon,
Convencida la cuestion
Tomada de la colonia,
Se ablanda la calcedonia
Al choque de un eslabon.

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LA MONTAÑA RUSA
EN VALPARAISO

    Los habilosos del norte,
Con unos palos plantados,
Allí pasan afanados
Dando el último recorte.

    Arabes, chinos i austriacos
I bolivianos de ojotas,
Al mes ya se ponen botas
I están echando a los sacos;
En Chile engordan los flacos
I pasean en la corte,
Yo pregunté que es resorte
Me contestaron sencillos,
Aquí llenan los bolsillos
Los habilosos del norte.

    Por hacer bailar un mono
Otros piden hasta peso,
De modo que al que hallan leso
Lo enumeran en su abono,
Vuelven a su pais con tono
Contando a sus amistados,
Le preguntan los quedados
I él a responder advierte,
En el sur hice mi suerte
Con unos palos plantados.

    Señoras con sus niñitos
I jóvenes con decencia;
Les pasan i con prudencia
Cada cual sus centavitos;
Se trepan en dos carritos
I estando ya colocados
Al parecer agarrados
Para quitar el arredro,
Todos los hijos de Pedro
Alli pasan afanados.

    Treta que preponderada
Pero para Chile es ruina;
I de ellos es cuño i mina
Que da la plata sellada;
Nuestra nac[i]on es burlada
Dándole a tanto trasporte
Que haya quien esto soporte
Al que sin leyes abusa,
Llegó la Montaña Rusa
Dando el último recorte.

    Al fin aqui el estranjero
Aunque no halle ni un destino,
De su pais busca el camino
I viene a llevar dinero;
Como si fuese minero
Lo suelen habilitar
Es feliz para encontrar
Su mejor habitacion,
I el hijo de la nacion
No halla pito que tocar.

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BRINDIS OPOSITORES

    Brindo por el batallón
Constitucíon guerrillero,
desenbarcando en Quintero
vino a pelear a Concon,
brindo por esa opinion
que sin buscar la vereda
y el que estaba en la moneda
de susto que no cabia
poco menos ese dia
perdió un braso Balmaseda.

    Por el rejimiento lquique
soi oblgado a brindar
al cerro hubo de trepar
justo será que lo esplique
se dejó caer a pique
dando fuego que era espanto
no se vió el menor quebranto
nadie pensó en el temor,
brindo por aquel valor
del bravo coronel Canto.

    Brindo por los voluntarios
todo en masa comun,
i su valor fué según
como los mas temerarios’
estos a tales contrarios
los pucieron en derrota;
un paso atras era nota,
los del norte a au placer
juraron todos vencer
o rendir la última gota.

    Brindo por los comandantes
del regimiento Taltal
lo propio del Chañaral
capitanes i ayudantes;
jamas se vieron distantes
por el contrario a ofrecerse,
el presidente volverse
quiso viendo aquel estrago
legó en un tren a Santiago
sin saber donde esconderse.

    Brindo por la preventiva
en la Placilla palpable
i ese triunfo inolvidable
i última definitiva
brindo diciendo que viva
la Nación i toda tropa:
a la salud de la Europa
i nuestros libertadores,
de regocijo, señores,
voi a servirme esta copa.

Propiedad de Nicasio García

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BRINDIS
POR LA VICTORIA

    Brindo por los batallones
del norte los paladines,
que por realisar los fines
unieron sus corazones;
cambiados en fuertes leones
en Concon dejaron fama;
quemando toda la rama
del monte la retaguardia,
y a pelear a la vanguardia
se ofresió el bravo Atacama.

    Brindo por aquel nombrado
Valpariso el rejimiento,
que según éra su intento
cumplir lo que fué jurado;
brindo por el esforsado
aquel vatallon Pisagua.
que ni al torrente del agua
ese dia respetaron,
hasiendo fuego pasaron
el rio del Aconcagua.

    Brindo con tal regocijo
por que el licor no me basta
nombrando al Antofagasta
batallón de nombre fijo.
brindo como me dirijo
i así mi boca no calla,
en esa última batalla
todos de verdad supieron
que la victoria obtubieron
a espaba, bala i metralla.

    Brindo por el Libertad
peleando en [l]a ala derecha
en la Placilla i la fecha
que todo esto escrito está:
brindo cuando supo ya
Balmaceda el presidente
que perdió completamente,
me escondo i mas tarde salgo
vestido de penitente.

    Brindo por el Esmeralda
i el Escuadron de Lanceros
como invencibles guerreros
merecen una guirnalda;
jamas volvieron la espalda
conociendo la razon,
i yo con esta opinion
suplico a los que acà estamos
a una voz todos digamos
¡viva la Constitucion!

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