LA PASION DE CRISTO

    Jesus ya crucificado
Siete palabras habló,
Al dar el último aliento
Su espíritu encomendó.

    Sed tengo, dijo Jesus,
Le dieron hiel i vinagre,
Este martirio consagre
El santo árbol de la Cruz:
El Sol de divina luz
Ese dia era burlado,
Por el tumulto malvado
El mas venerado articulo
Encomendó a su discípulo,
Jesus ya crucificado.

    En la palabra segunda
Dijo el verdadero Dios:
Mi padre, perdonalos,
Nadie sabe en qué se funda,
Oh crueldad la mas inmunda;
I el buen ladron acordó,
Señor, recuerda que yo
De tí fuí un hospitalario,
Su Majestad en el Calvario
Siete palabras habló.

    El Viérnes a medio dia
El Sol su luz ocultaba,
I la tierra se empañaba,
De tinieblas se cubria;
Fué la primera agonía
Que señaló el sentimiento,
Consumado es mi tormento,
Así dijo el Salvador,
María oyó su clamor
Al dar el último aliento.

    Mirándose abandonado
Entre el barbarismo impío,
Dijo: Dios mio, Dios mio
¿Por qué me has desamparado?
Poco despues un soldado
Contra la Cruz se allegó,
Con una lanza pegó,
Qué dolor para la Madre,
I a su mismo Eterno Padre
Su espíritu encomendó.

    Al fin dos hombres hablaron,
A Pilato por favor,
Sobre el cuerpo del Señor
I del Madero quitaron;
Un lienzo fino buscaron
I disponiendo el salir,
Cucuruchos a pedir
Limosna, nadie se asombre,
Para Jesús en cuanto hombre
Que acababa de morir.

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LO QUE DIJO UN PROFETA
AL SEÑOR

    Tu brazo airado deten
Mostrad benigno el semblante,
Para que despues levante
Sus muros Jerusalen.

    Jesus con mayor sonrojo
Se apoyó junto a una roca;
Predicó a la jente poca
El por venir i su enojo,
Cumplirá el pueblo su antojo
Con la cruz al sumo bien,
Los apóstoles tambien
Le suplican de tal suerte,
Señor, despues de tu muerte
Tu brazo airado deten.

    Nadie se atrevió a decirle
Cual era la dolorosa,
Meditación tan penosa
Ni ménos interrumpirle;
Por el contrario pedirle
El perdon del orbe errante,
Juan su discipulo amante
Al Creador habló presente,
Mi Dios con el inocente
Mostrad benigno el semblante.

    El misterio i clamoréo
Llegaba en alas del viento,
Penetrando el sentimiento
El dolor con el recreo,
El ambiente a mas deseo
Parece que iba triunfante,
A Galilea distante,
Pues le vieron peregrina,
El eco de Palestina
Para que despues levante.

    Despues que fueron saqueados
Aquellos santos lugares,
Robaron de los altares
Todos los vasos sagrados,
Ornamentos profanados
Dicen los libros que leen,
Fué el horror como lo creen
Dios de eterna Majestad,
Despues reedificará
Sus muros Jerusalen.

    Al fin, lo mas principal
Del orbe fué castigado,
Sin dar licencia El Increado
Herodes dió impulso al mal;
Jericó testigo tal
Jime hasta ahora de espanto,
El culpable en todo cuanto
Lamenta en lo mas profundo,
I en todas partes del mundo
De la iglesia se oye el llanto.

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SENTIMIENTO

    Cuantas muertes queres darme
Que delito he cometido.
Dentro del sepulcro frío
Que vida queres quitarme.

    Si no necesitas mas
De mi amor prenda querida
Deja todo eso i olvida
Para yo vivir en paz:
Que no volbiendo jamas
A tu vista a presentarme,
I si no queres nombrarme
O en el olvido me tienes
Muerto ya tus desdenes
Cuantas muertes queres darme

    Abanza mi bien i apura
Tu rigor en todo caso.
Que la parca su fracaso
Preparen mi sepultura:
Que yo de tal amargura
Seré siempre un avatido,
De tu mano combatido
A mis insabores toco,
Publicalo is esto es poco
Que delito he cometido.

    Mis ojos la culpa fueron
Castigalos si miraron
I mis lavios por que ablarom
Sin duda ellos se atrebieron:
Mis delitos si rompieron
El velo de un poderío,
Como amante en serio brio
Precuras sacrificarme,
I mas castigo intimarme
Dentro del sepulcro frío.

    Alista pues de tu mano
Para mi cuello el acero.
I si tan presto no muero
Manda un verdugo tirano,
Que concluya al inhumano
No a bastado desterrarme
Si solo con sepultarme
No te contentas adbierto,
Si tu desprecio me a muerte
Que vida queres quitarme.

    Al fin con penas i agrabios
Pues veo me martirisan.
Dicen pues n o fenalisan.
Sentenciad por tus lavios,
Momir han dicho los sabios
Este es un motivo sierto
Vivo pero mas que yerto
Del todo menospreciado,
Como no estoi a tu lado
Puedo decir que me has muerto

        Nicasio García

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EL AMANTE CELOSO

    Ya te adbierto jardinero.
No te vas a descuidar
I alguen te venga a robar
La flor que por ella muero.

    En aquel jardin qué amé
Has de saber ortelano.
Que me confio en tu mano
Cuida lo qne te entregué.
Si alguno con mala fé
Venga a ofreserte dinero,
Disele pronto no quero
Aun que por la flor suspire
Ni consistais ni que mire
Ya te adbierto jardinero.

    Riega la planta fecunda.
Con toda prolijidad.
Que no iguale a un deidá
I no tenga otra segunda;
Si alguno en ella se funda.
I la quere visitar,
Ve si puedes trasnochar
Como hace el agricultor,
Son la planéa de mi amor.
No te vas a descuidar.

    No inporta que la azucena
De la rosa ila violeta.
Vendas alguna maseta
No me será mayor pena,
De espinas una cadena
Ve si les puedes formar,
Si llegas a sincular
A parte pago tu empeño,
No te tanteden el sueño.
I alguen te venga a robar.

    Camelías i margaritas
Pelargónias madresalvas.
Vendeles con otras yervas.
Juncos clabeles chinitas;
De otras flores infinitas
Que no por sierto prefiero:
Pero con mayor esmero
En lo que te has da fijar,
Que nadie venga a tocar
La flor que por ella muero.

    Al fin entre los clabeles
Hai clarines i otras plantas.
Que matizan las gargantas
De los pinos i laureles;
Un conjuntoi de verjeles
Tiene el suerte en propiedad,
Siendo ninfa la deidad
La que quero con temores,
No siendo como las flores
Adivinen quen será

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ADIVINANZA

    Dos pastores peregrinos
Diputaban sin saber
Cual tesoro es el mas fino
El cristal o la mujer.

    En un prado encantador
De verdes flores pintado,
Ví que pasiaba afanado
El rebaño en el verdor;
Noté que con esplendor
Flameaban frondosos pinos.
Entre pastos blanquesinos
Sobre el variado elemento
Discutieron un momento
Dos pastores peregrinos.

    El dia que prinsipiaon
Obcerbé que la ignosencia.
Tomaba parte en la ciencia.
I a las deidades llegaron:
El estremo que tocaron
Fué el femenino poder
Que la Ninfa en su entender
Hera leal hasta su punto.
Acercandose al asunto
Diputaban, sin saber.

    Prosigueron la cuestion
De la juvenil virtuosa.
Comparada con la rosa
Cuando sale del voton;
Uno de ellos vió razón
Hizo ademan al camino.
Sitó del primer destino
La bella la comparó,
Al otro le preguntó
Cual tesoro es el mas fino.

    En los ultimos instantes
Suvieron sobre unas breñas.
Fijandose en duras peñas
Tumultuosas de diamantes;
Lo que ablaban dos galantes
Cuando ya iba fenecer,
La contienda al parecer
Hera su significado:
Que bidrio es mas delicado
El cristal o la mujer.

    Al fin entre clavelinas
Se luse la grama hermosa.
I al salir a luz la rosa
Nase sercada de espinas;
En las flores campesinas
Retumbó aquel argumonto,
De la princesa el intento
I la flor en su atractivo,
En un punto suspenesivo
Concluyó el ultimo acento.

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A LA INGRATA

    Si no te acuerdas de mi
Rejistrad tu pensamiento.
Mirad que yo soi aquel
Que adorabas en un tiempo.

    Recuerda tus agasájos.
De dias semanas meses.
Como tal vez varias veses
Me dormia en vuestros brasos
Que apresurabas tus pasos.
Tan atenta os conosí
Si de tu lado partí
Uvo motivo mi dueña
Precuro darte otra seña
Si no te acuerdas de mi.

    Mi amada estaras pensando
Si fuí o no fui tu amante.
Voi a desirte al instante
Para que no estis dudando:
Yo fuí preferido cuando
Iba a golpenr tu aposento.
I tu en el mismo momento
Contestabas arrogante,
Si con esto no es vastante
Rejistradetu pensamiento.

    Antes notabas agrado
Si algo por mi susedia.
Eras bien correspondia
Con infinito cuidado;
Confundido i admirado
Te veo sentida i cruel,
Si yo fuí con tigo fiel
Por que olvidas esa historia.
Recorre vuestra memoria
Mirad que yo soi aquel.

    Justo es que te haga presente
Mis amores i caricias.
Todo ese mar de delicias
Concluyó tan de repente:
Si por lo que anduve ausente
Uve agravio sin ejemplo,
Yo con eso te contemplo
Que abriges tanto egoismo
Adbierte que soi el mismo
Que adorabas en un tiempo.

    Al fin si por separarme
Te habeis del todo sentido.
Es verdad que en el olvido
Has querido sepultarme;
Pero de sierto negarme
Por oír algunas voses,
Yo me alegro que reposes
Ignoro tu descontento,
No se por qué fundamento
Ahora no me conoses.

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EL CÓLERA
EN CIUDADES I ALDEAS DE SAN-
TIAGO DE CHILE

    No hai mejor medicamento,
Para que el enfermo viva:
Una nueva rogativa
Para que aplaque el tormento.

    Ya ven de que los doctores,
Han apurado su ciencia;
No han calmado la dolencia
De Aconcagua los clamores.
Han mandado los mejores
De estudio i conocimiento,
Mejor es que el pensamiento
Sé eleve al cielo veloz,
I unirse pronto con Dios
No hai mejor medicamento.

    En Catemu i en Quilpué
I en Panquehue mueren tantos,
Que ahí no cesan los llantos
Por la epidemia bien sé
Nuestro gobierno con fé
Ha dado órden preventiva;
Deseamos de que reciba
De todos en jeneral
El nonbre del Celestial
Para que el enfermo viva.

    Lo Ocampo se ha lamentado
Que de alta salen mui pocos,
I al morir son como locos
Por el mal desesperados.
Llaillai bastante infestado
I Vichiculen arriba
Piden que el diarista escriba
Los pueblos en que la plaga,
I en los conventos que se haga
Una nueva rogativa.

    En las hijuelas sufriendo
Están i el flajelo arruina;
Parece de que camina
Por la línea diciendo,
De la Calera escribiendo
Partes con gran sentimiento,
Socorro del Sacramento
Suplican de noche i dia
I que pidan a María
Para que aplaque el tormento.

    Señores, en la ciudad
De Quillota i otros puntos,
En la Cruz estos asuntos
Sufren por la enfermedad.
A San Pedro llegó ya
I nos infunde temor
Castigando al pecador
Avanza su atrevimiento
Como el rayo mas violento
Mandado por el Creador.

        NICASIO GARCIA.

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EL CÓLERA MORBO

    El cólera en lo presente
En la provincia Arjentina,
Se ha de evitar esa ruina
De los pueblos del oriente.

    El Ministro de la Guerra
Al señor jeneral de armas,
Escribió por las alarmas
Un decreto en mar i tierra;
Todo lo que Chile encierra
Está en peligro inminente,
Pero nuestro Presidente
Dice en la órden jenerosa.
Que ya penetró a Mendoza
El cólera en lo presente.

    Buenos Aires i el Rosario,
Los primeros que sufrieron
I morir a cientos vieron
De treinta a cuarenta diario;
Nuestro plenipotenciario
Dando razón determina,
Que de la nacion vecina
Dice a su patria natal,
Que pocos libran del mal
En la provincia Arjentina.

    En Córdoba i Santa Fé
Dicha epidemia ha asolado,
I los doctores no han dado
Con la contra así se creé,
I en las aldeas se vé
Que el farmacéutico opina
En hallar la medicina
A nuestro pueblo dichoso,
Por Dios que es tan poderoso
Se ha de evitar esa ruina.

    Dicen que en el Tucuman
I en la ciudad de la Rioja
En una grave congoja
Esos dos pueblos están;
Los hacendados se van,
A los campos diariamente
Huyendo del pestilente
Achaque desconocido,
Que al parecer ha venido
De los pueblos del oriente.

    Al fin en Salta i San Juan
Lo propio que en Catamarca,
Si esas ciudades abarca
Los habitantes ¿qué harán?
En nuestro país se verán
Por el accidente infiero,
Pedir junto con el clero
A las horas compasivas,
I han de ser las rogativas
Al mismo Dios Verdadero.

        NICASIO GARCÍA.

Imp. Victoria.

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EL INDAGATORIO CONTRA
LOS REOS

    Dos muchachos declararon
Aquella escena horrorosa
De la jóven Zoila Rosa
Su cadáver déstrozaron.

    La autoridad descubrió
A los que fueron autores
De los mayores errores
I el sitio en que sucedió.
Con preferencia aprehendió
A dos seres que ahí hallaron.
Notaron que divisaron
Un cuerpo muerto insepulto:
Todo esto que estaba oculto
Dos muchachos declararon.

    Dijeron que eran sirvientes
Ambos de aquel propietario,
Del crímen del boticario
Ellos eran inocentes:
Espresaron evidentes
Que en la noche tenebrosa
Un tarro con otra cosa
Mandó a uno que arrojara.
Para que se completara
Aquella escena horrorosa.

    Añadió el niño, mandó
Pío dándome a saber,
La ropa de una mujer
Que la quemara ordenó:
Un temor se apoderó
En mi mente jenerosa,
La visión le fué espantosa
De los dos al mayor de éstos,
Al que divisó los restos
De la jóven Zoila Rosa.

    Esta indagación completa
Es la verdad, no es comedia:
En el tren de diez i media
Un cargador interpreta,
Un cajon i una maleta
Al tren nocturno llevaron,
Pero los dos murmuraron
Que iba sangre en la cubierta,
I fué que a la jóven muerta
Su cadáver destrozaron.

    Al fin cuatro se hallan presos
A la voz del juez del crímen.
Cómo estarán los que jimen
En calabozos confesos,
Terminados los procesos
Por lo que ellos cometieron!
En la crueldad que tuvieron
Por ser del alma atrevida;
Sin quitarles Dios la vida
Madre é hija perecieron.

        NICASIO GARCIA.

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El asesinato de madre e hija.

    Cuatro son los criminales
En el drama mas sangriento
Que asombró a la capital
Dando el mayor sentimiento.

    Uno de los asesinos
Abraham Fragua su intencion,
Dentista de profesion,
Hicieron los desatinos;
Ni en las cuestas ni caminos
Hacen delitos tan tales,
Atrocidades verbales
I alevoso itinerario,
Que con dicho boticario
Cuatro son los criminales.

    Francisco Rios se mienta
Otro de aquellos piratas,
De aspiraciones ingratas,
Asesinarlas intenta;
Sin conocer que se afrenta
En aquel fatal momento.
Por su loco atrevimiento
Han de ser averiguados
Los cuatro son conmplicados
En el drama mas sangriento.

    Otro es Eduardo Romero,
De medicina estudiante,
Formó el plan insemejante
Como hace el lobo al cordero:
Compraron con el dinero
La toma mas ilegal.
Dando a todos por igual
Con intencional tropiezo,
Pero esto llegó al exceso
Que asombró a la capital.

    Anton Figueroa, empleado
Que el diario no dice en qué,
Otro que el nombre no sé
Que dicen que se ha embarcado
Opinan que ese ha llevado
Un cajon, en cumplimiento
A la intemperie del viento,
Restos humanos hallaron.
Con un parte los mandaron
Dando el mayor sentimiento.

    Al fin murió madre e hija,
Son Gabriela i Zoila Rosa;
Plana mas triste i penosa
Que el mismo lector se fija.
Las faltas no las corrija
Del autor de poca fama,
Como obligacion se inflama
Dice al señor intendente
Que dicha sangre inocente
A la justicia reclama.

        Nicasio García.

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