QUEJAS DE UN AMANTE

    Para padecer por tí
me pareee que he nacido,
según lo que he padecido
desde el dia en que te vi.

    Tú a tratarme con crueldad
yo a mirarte con amor,
tú a ejecutar tu rigor,
yo a tenerte voluntad:
al fin sigue tu impiedad
pues son penas para mí
que si me tratas saí
serán glorias mis tormentos
mientras me queden alientos
para padecer por tí.

    Yo no sé que estrella es esta
que buscandote al morir
de mí procuras huir
por que mi amor te molesta
quererte mucho me cuesta
Dien lo habrás reconocido
viendo mi pecho rendido
ai! cruelmente me abates
solo para que me mates
me parece que he nacido.

    Aunque tu corazón fuera
de diamantebronce o mármol
o de duro tronco de arbol
mi llanto lo deshiciera
a compacion te moviera
ver mi cariño rendido
que si este hubiese tenido
premio por tanto penar
tuyo se puede llamar
segun lo que he padecido

    Si de verme padecer
tienes gusto singular
i mi destino es penar
para que tengas placer
todo podrá suceder
por haber confiado en tí
si por mi gusto elejí
poner en tí mi pasion
te entregé mi corazon
desde el dia en que te ví.

Nota: Verso de Adolfo Reyes. Ver.

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LA AGONIA DE LA CAPILLA

    Alce el reloj su gatillo,
i acábeme de matar.
Para qué quiero la vida
en un continuo penar!

    Empieza triste reloj
a dar aumento a mis penas
pues pasa la una  en cadenas,
Ii entre prisiones las dos.
La cuerda hiere velos
en el muelle del martillo.
I que al susurro del grillo
de las tres  en la campana,
i que a mi suerte tirana
alce el reloj su gatillo.

    ¡Funesto repetidor!
no me admira tu tardanza,
pues en las cuatro  se canza
tu principiado furor,
A las cinco  con rigor
me atormenta mi pesar:
i a las seis  en supirar
me llega mi fatal suerte,
diciendo: venga la muerte,
i acábeme de matar

    A las siete  ya fallece
mi vida en un calabozo,
i a las ocho  tenebroso
mi mal mas horrible crece;
porque a las nueve  parece
que ha de llegar mi partida,
llorando la despedida
como el cisne a cada hora
pues si no gozo la aurora
¿para qué quero la vida?

    Al fin reloj desgraciado,
que da las diez  sin cautela
ya a las once  estando en vela
tus pesas habrás doblado,
i en mi cárcel encerrado
tus cuartos me han de pesar;
a las diez  has de tocar
a exequias por quien murió,
Angel Gabriel que vivió
en un continuo penar.

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LOS ULTIMOS MOMENTOS
DE UN CONDENADO A MUERTE

    ¡Qué largas las horas son
en mi reloj desdichado!
¡Parece que se ha parado
Al ver mi tribulación!

    Si ves que ya la fortuna
en mis males se eterniza,
¿por qué no te das mas prisa
para librarme de la una?
A las dos  mas importuna
la suerte en mi corazón,
me anuncia que habrá perdon
a las tres  en mi desdicha
i a quien espera esta dicha
¡qué largas las horas son!

    Llega mi desvelo a tanto,
al grito del centinela
que a las cuatro  estoi en vela,
anegado en triste llanto
a las cinco  en mi quebranto
recuerdo el mal que ha pasado;
i a las seis  atormentado
de los bienes que he perdido,
de nuevo enpieza el jemido
en mi reloj desdichado.

    A las siete  dá el martillo
tan feroces campanadas,
que mis lágrimas cansadas
riegan a compas mi grillo.
A las ocho  estoi tranquilo,
pues moribundo i postrado,
conozco no haber medrado
con dar la cuerda a las nueve;
i viendo que no se mueve
parece que se ha parado.

    Esperando ya las diez,
doi mil suspiros al cielo
por ver si hallo algún consuelo
en aquel eterno Juez.
A las once  llego, pues,
en contínua espiracion;
i a las doce  en orasion,
al rejistrar mis tristezas
entrego a Dios cuerda i pesas
al ver mi tribulacion.

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LOS HERMANOS ISLAS
ASESINADOS A BALAZOS

    En la estación de Belgrado
hubo una exena sangrienta
según la cosa se cuenta
hecho igual nunca ha pasado.

    Estaban en la estacion
el señor Isla Gregorio
i el señor Costa notorio
por su brusca exaltación;
cuando por un encontron
se acaloraron por grado
i cuando hubieron sacado
cada cual su arma de fuego
se trabó la lucha luego
en la estación de Belgrado.

    Costa murió en el momento
i el señor Isla mas tarde
por que de un modo cobarde
lo atacaron entre ciento;
oyendo el ruido violento
otro hermano se presenta
pero una turba harapienta
lo ultimó en un segundo;
dejándolo moribundo
hubo una escena sangrienta.

    Hallándose en tal estado
se escondió dentro una pieza
mal herido en la cabeza,
el vientre i en el costado;
pero hasta ahí fué acosado
por la jente turbulenta:
el en la cama se sienta
esos eran cien chacales
según la cosa se cuenta.

    El lector mui sorprendido
i despues de hacer un jesto
se ha decir ¿cómo es esto
que yo hasta hoi no he sabido?
Mas yo le diré que ha sido
gran verdad lo relatado:
esto se ha desarrollado
en la vecina del Plata
porque en Chile aunque se mata
hecho igual nunca ha pasado.

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LA LECHERA MUERTA
DE 30 PUÑALADAS
LOS HECHORES PRESOS

    Siete tigres destrozaron
en un pueblo en la frontera
a una colona Lechera
i en seguida la robaron.

    En el pueblo Galvarino
ha encontrado horrible fin
la Filomena Conning
muerta por grupo asesino;
en el pecho e intestins
vilmente la apuñalearon
treinta tajos le pegaron
i de remate un balazo;
a la pobre en corto plazo
siete tigres destrozaron.

    Consiguieron escapar
todos a un bosque vecino
pero un sahueso ladino
los ha logrado atrapar;
aquí los voi a nombrar:
Andres e Isidro Vera
Antonio Guzman Cabrera
Pancho Haniquí, Juan Villega
Roberto Morales Vega
en un pueblo en la frontera.

    Carmen Valenzuela Prado
Juan Insunza, un tal Saez
que vienen formando diez
con un Victor Maldonado;
cada cual asegurado
se encuentra en la ratonera;
con mui cinica manera
declararon francamente
que mataron ferozmente
a una colona lechera.

    El comandante rural
señor Rodriguez Luciano
les puso encima la mano
con fortuna escepcional;
lo van a pasar mui mal
los que tal crímen fraguaron;
mienten los que aseguraron
ser venganza el acto fiero
pues la mataron primero
i en seguida la robaron.

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El Reloj de la Pasion

    Salve hora sagrada
en la cual oh Jesús mio,
te postras con tono pio
en la oracion venerada;
tu voluntad resignada
a la del Padre Eternal,
cargas el peso total
de nuestra culpa i pecado
i padeces de buen grado
pena i tristeza mortal.

    En la esencia de tu ser
sufres todos los tormentos
i los duros sufrimientos
que habias de padecer;
os conforta un ánjel fiel
sudas sangre en tu agonía
recibes a la alma impía
Judas os vende en un beso
i Ministros ex-profeso
os maniatan a porfía.

    Tus discipulos te escusan
eres a Caifás llevado
por un siervo abofeteado
falsos testigos te acusan;
de tu gran dulzura abusan
i te hacen reo de muerte
te escupen con triste suerte
i vendan tus bellos ojos
te maltratan a su antojo
hasta que te ven inerte.

    Tu cuerpo a la furia ofreces
tu rostro al que te ha burlado
i hasta, viéndote afrentado,
Pedro te niega tres veces;
ya que has sufrido con creces
Señor mio Jesucristo
te ofrezco i no me resisto
estas amargas querellas,
yo te doi gracias por ellas
divino i sagrado Cristo.

    Salve, hora sagrada,
en la cual todo el Concilio
te condena sin auxilio
sin una razón fundada
en la mañana notada
te dan atado a Pilatos;
por los judios ingratos
eres vilmente acusado
i opones silencio honrado
a sus miserables tratos.

    A Heródes te remiten
i eres por él preguntado
i a sus sayones malvados
es consiente que te griten;
blanca túnica te visten
Señor mio Jesucristo
te ofrezco i no me resisto
estas amargas querellas
yo te doi gracias por ellas
divino i sagrado Cristo.

    Salve momento sagrado
en la cual Jesus divino
te condenan i sin tino
a ser vilmente azotado;
de tu traje despojado
a la columna te atan
te hieren i te maltratan
te hacen mas atormentar
la sangre te hacen saltar
cual vil esclavo te tratan.

    Te colocan tus vestidos
despues de ellos te desiñen
con la púrpura te ciñen
i rien con grandes ruidos;
ponen sobre tus sentidos
de espinas la cruel corona,
sobre tu mano temblona
ponen por cetro una caña
i te proclaman con maña
Rei la multitud chillona.

    Ahí te escupen la cara
te abofetean con fiereza
te hieren en la cabeza
con una cañosa vara;
en esa figura rara
te repletan de dolores
te sacan con sus rigores
al público en tal disfraz
te posponen a Barrabás
te juzgan como a los peores.

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DESPEDIDA

    No olvidarás con el tiempo
los restos de un desgraciado:
tú vivirás en mi pecho
adios corazón amado.

    Adios prenda idolatrada
voi a dejar de existir,
ya me es forzoso el partir
allá a la eterna morada,
do mi vida intortunada
al mundo dejo un ejemplo,
solo el dejarte contemplo
con el dolor mas amargo,
i te dejo por encargo
no olvidarás con el tiempo

    Me despido con ternura
de tus amorosos brazos
rompiéndose así los lazos
con una muerte seguaa,
marchará a la sepultura
donde será sepultado,
el amante desdichado,
que te quiso i amó tanto,
regarás con tierno llanto
los restos de un desgraciado.

    Ya se me acabó el aliento
ya se ofusca mi razon,
ya siente mi corazon
de la agonía el tormento,
pa llegó el duro momento
de morir en mi despecho
con mis lágrimas deshecho.
Te advierto ántes que sucumba
que aun mas allá de la tumba
tú vivirás en mi pecho.

    Por último me despido
ya me voi a retirar,
mi alma se va a sepultar
en la mansion del olvido,
mi corazon conmovido
siempre se acuerda de vos,
ya no estaremos los dos
se acabaron nuestras glorias,
adios funestas memorias,
adios corazón adies.

Nota: verso publicado por Adolfo Reyes, ver y por Desiderio Parra, ver.

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EL CANTO

    Cisne, mi dolor lamento,
ai, ansia, pena i tormento.
Así cuando siento canto,
mas no canto lo que siento.

    Ya llega el fin de mi vida
a dar alivio a mis penas
i a quitarme las cadenas
que me puso una homicida.
Seas muerte bien venida
a dar fin a mi tormento,
suspende el golpe violento
siquiera por un instante……
mientras que con voz amante,
cisne, mi dolor lamento.

    Si una flor ennegrecida
a los rayos del sol muere,
¿qué hará un amante que quiere
con la esperanza perdida?
Perdí mi prenda querida,
perdí mi hechizo i encanto,
perdí a quien quise tanto
sin haberla merecido
todo, todo la he perdido,
ai! ansia, pena i tormento!

    Llegó al colmo mi dolor,
llegó mi amor a lo sumo
del fuego en que me consumo,
llegó a abrazarme el dolor.
Muerte me da tu rigor;
pero yo te quiero tanto,
que aun reprimiendo mi llanto
que tan justo era en mi,
por no quejarme de tí
así cuando siento, canto.

    Tus desdenes cantaré,
cantaré tu cruel rigor,
canto un verdadero amor
con que fino te adoré.
Canto…. pero para qué
he de cantar mi tormento!
Dejadme cruel pensamiento
por que tengo de morirme,
canto, si, por divertirme,
mas no canto lo que siento.

Nota: verso publicado por Desiderio Parra, ver.

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DELIRIO

    Te pusiera una corona
te trajera al sol cautivo,
te hiciera reina del mundo
i aun es nada lo que digo.

    Te pusiera en un jardin,
como a reina de las flores
te adornara de primores
como a hermoso serafin.
i al son de dulce clarin
que suave música entona,
llevara vuestra persona
al trono mas elevado
i con superior agrado
te pusiera una corona.

    Luego con toda entereza
i afecto tan singular,
te fabricara un altar
para adorar tu belleza;
i si estorbar esta empresa
quisiera Cupido altivo,
subiera con valor vivo
por las esferas volando;
i al instante regresando
te trajera al sol cautivo.

    Rendirte obediencia hiciera
a todos, de polo a polo,
a vuestro mandato solo
todo el orbe lo pusiera.
Todo el mar lo redujera
al recinto mas profundo,
al bruto mas iracundo
le enseñara a obedecerte,
i luchando aun con la muerte
te hiciera reina del mundo.

    I si en el amarte hallara
empresa dificultosa,
la vida que es tan valiosa
tte diera i sacrificara.
La blanca luna eclipsara
por estar en paz contigo;
si alevoso enemigo
a tu persona ofendiera
a la nada lo volviera
i aun es nada lo que digo.

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EL HUNDIMIENTO
DEL CERRO NEGRO
I LA APARICION DEL DIABLO

    El Cerro Negro, lector,
de repente se ha rajado;
aseguran que ha escapado
el Diablo del interior.

    De un fenómeno espántoso
que de Coquimbo al oriente
ocurrió resientemente
i que ha sido mui ruidoso,
haré el relato forzoso
que me ha hecho un labrador:
despues de un corto temblor,
formando una ancha quebrá
se partió mitá a mitá
el Cerro Negro, lector.

    Bastante ha dado que hablar
entre la jente miedosa
no quedó hombre en su chosa
que no lo fué a presenciar;
tambien se llegó a notar
que las fuentes se han secado
i las rocas han quedado
como la arena traviesa
siendo el cerro de una pieza
de repente se ha rajado.

    El miedo i supersticion
tiene a todos con recelo,
creen que es castigo del cielo
o el fin de la creación;
mas de uno en aquel rincon
cree ya haber olfateado
olor a azufre quemado
i otros a voz en grito
desde el barranco el maldito
aseguran que ha escapado.

    Es mui grande el hundimiento
trescientos metros de largo
cincuenta ancho i sin embargo
otros dicen que son ciento;
se ha sentido mucho viento
i un sofocante calor
no quedó planta ni flor
i ni un pájaro en su nido
pero es falso que ha salido
el Diablo del interior.

    Es Alvarez don Ruperto1
que es de Coquimbo Intendente
el que habló primeramente
de encontrarse el cerro abierto;
a un injeniero despierto
mandó el Gobierno a la grieta;
va con facultad completa
de que si ha salido el Diablo
para el Hotel de San Pablo
lo remita de la jeta.

1 Ruperto Álvarez Figueroa, intendente de Coquimbo entre el 8 de mayo de 1891 y el 19 de julio de 1894. Perteneció al Partido Radical.

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