Versos satíricos
DIRIJIDOS A LOS AJENCIEROS
DE CURICÓ

Reclaman al Presidente
Acusando al ajenciero,
Porque pasan de año en año
Estafando al pueblo entero.

Debe usted, señor usía
Del oirle a estos pobres,
Dan dolí saber que ocho cobres
Piden por el peso hoi dia.
Con esa ganancia impía
Roban descaradamente;
Impóngase el Intendente
Del reglamento de octavos;
Que sean cinco centavos
Reclaman al Presidente.

Al prestamista mezquino
Lo denuncian; ¿qué os parece?
Porque es como si saliese
Con un garrote al camino;
Estos son como el molino
Tan anchos de tragadero,
Abusando el usurero
Se lleva con el afan,
Por eso es que hoi día están
Acusando al ajenciero.

Los de Curico rabiando
Piden, con gran sentimiento,
Porque dicen que en el ciento
Tres pesos les van llevando.
Al pueblo están arruinando,
Cometiendo horrible daño;
Las prendas del mejor paño
Las requeman como infiel,
Sacando al pobre la hiel
Porque pasan de año en año.

Ni en la misma capital
De Santiago se ha visto eso,
Que cobren un gran exceso
Del ocho haciendo este mal;
Convengo que medio real
Ya no seria tan fiero,
El peón i el caballero
Van a establecer un pleito,
A los que cobran el reito
Estafando el pueblo entero.

Señores, aquí la prensa
Da voces por los contornos,
Para que pasen bochornos
I conozcan la vergüenza.
Esta no es ninguna ofensa
Por el motivo que han dado;
Un caballero hacendado
Dice, por primera vez,
No bajando el interes
Después será mas salado.

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El triunfo del Sr. Reyes

La gran lianza liberal
Triunfó, como les refiero;
De ahí vendrá el porvenir
Que es la vida del obrero.

Observa mui bien, lector
Lo que detalla el decreto,
Aplaudiendo al buen sujeto
Que dentró de Senador.
Ahora el conservador
Esconderá su puñal, .
Evitaremos el mal
Que éste nos ha prometido,
I Reyes ha defendido
La gran lianza liberal.

Luis Elguin ha trabajado
Siempre por el mismo gremio
I merece mui buen premio
En este Chile afamado.
El industrial ha impulsado
Con esfuerzo verdadero
Que en Chile aumente el dinero
Por salir de la desgracia,
I hoi dia la democracia
Triunfó, como les refiero.

Estaba perdiendo el tino
El pueblo, con rapidez,
I ha venido la escasez
A causa del josefino.
Oh! partidario mezquino
Que ha hecho al pobre sufrir;
Estaba por sucumbir
La nación por este mal,
I aumentando el jornal
De ahí vendrá el porvenir.

El chileno, sin cesar,
Jamas niega sus delitos,
El pan lo pedia a gritos
Para sus hijos salvar;
Ya que pudo progresar
Mucho se ha admirado el clero,
Nada impide el caballero
Al josefino inclemente;
Amemos a don Vicente
Que es la vida del obrero.

Al fin tendrán por seguro
Con este triunfo de Reyes
I sus garantiosas leyes
Son buenas, como lo juro.
Chile saldrá de su apuro
Por la unión de sus conquistas,
Por lo que veo en las listas
Me fundo en esta opinion,
Que abundará la Nacion
Por los triunfantes reyistas.

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Sangriento
DRAMA EN IQUIQUE

Un crimen horrible i fiero
En Iquique ha sucedido,
Por manos de tres bandidos
Ha sido lo que refiero.

Yendo a confesión un cura
A confesar a un paciente,
Salieron los delicuente
Dando muerte al alma pura.
Mui pronto a la sepultura
Lo echaron por el dinero
I con un puñal de acero
Uno de ellos le pegó,
Donde allí se ejecutó
Un crimen horrible i fiero.

Un tai Fidel Alarcon
Fue el mencionado, i no falto,
Fué el que cometió el asalto
Al siervo en esta ocasión.
Lo hicieron pedir perdón
Angustiado i aflijido;
Al cielo dio su jemido
A donde su Padre amado,
I el hecho tan desgraciado
En Iquique ha sucedido.

En seguida acometió
Otro de la misma fama
Llamado Pedro Lizama
Que al párroco victimó;
Todo el pueblo se alarmó
En los casos ocurridos;
Uno de los mas impíos
Le dio aquel trance tan fuerte
Fué ocasionada la muerte
Por mano de tres bandidos.

Después otro contendor
Por nombre Cecilio Varga
Hizo la última descarga
Al cura con gran rigor;
Cuando se sintió el clamor
Vino el auxilio lijero;
Encontraron por primero
La sangre en aquella calle,
I del norte en aquel valle
Ha sido lo que refiero.

Al fin causó mucho espanto
Esta cruel alevosía
De la sangre que corría
Del eclesiástico santo;
Por eso me empeño tanto
I publico este mensaje;
La crónica i su coraje
Que conmigo se aquerella
Para seguirle la huella
A este cruel bandalaje.

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Brindis

DE LAS CONDUCTORAS PORTEÑAS

    Soi conductora porteña
De mi línea les advierto,
I en este precioso puerto
De mi carro soi la dueña;
Ya mi voluntad se empeña
A brindar con lijereza
Una copa de cerveza,
Señores, me voi alzar.
Porque es preciso brindar
A nombre de nuestra Empresa.

BRINDIS DE LOS COCHEROS PORTEÑOS
(Ferrocarril Urbano)

    Me corre de obligacion
De contestar este brindi
Sobre lo que aquí prescinde
En la feliz reunion;
Soi cochero en la ocasión
I en la línea urbana jiro
Si a la conductora miro
Me enamoran sus caricias,
I en llegando a las Delicias
Parece que oigo un suspiro.

BRINDIS DE UN CUADRINO

    Brindo por obligacion
Decía un cuadrino huaso,
Donde yo tiro mi lazo
Causa mucha admiracion
Sujeto como al cinchon
A la vaca o al novillo;
En el suelo lo hago ovillo,
Después de mandarle el viaje
Brindo por ser de coraje
Por el astil i el cuchillo.

BRINDIS DE UNA CAUSETERA

    Brindo como causetera
De campo i de poblacion,
Cuando llego a la Estacion
Hecho guata de manera,
Subo a un carro de primera
I por todo me paseo,
Con los futres pallaceo
Con jefes i conductores,
I en el circulo de honores
Brindo por mi causeteo.

BRINDIS DE UN TORTILLERO

    Brindo por ser afamado
Mui antiguo tortillero,
Antes que asome el lucero
Esto! razpando afanado;
Tengo la batea al lado
Para disipar mis penas,
Mis caseros son cadenas
Que me piden por semana,
A las tres de la mañana
Les grito tortillas buenas.

José Hipólito Cordero
CALLE ECHÁURREN , NÚM 105

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Verso histórico

    Jacob por órden de Dios
Recibió a Raquel de esposa,
Porque fué hija de Laban
Una mujer virtuosa.

    A Mesopotamia un día
Marchaba el santo varon,
Por desposarse en union
Conyugalmente con Lia.
Jacob lo que pretendía
Era observar esa voz
En ese trance veloz
Cumplió el ciervo sus deberes:
Tuvo hijos en dos mujeres
Jocob por órden de Dios.

    A los siete años después
Ya cuando Lia murió,
Otra mujer recibió
De la familia a la vez,
I con mucha rapidez
Su descendencia anhelosa,
Era pura i virtuosa
Su compañera de agrado,
Después, en segando estado,
Recibió a Raquel de esposa.

    El gran patriarca en un sueño
Vió una virtud mui hermosa,
I una escala misteriosa
Que fué él absoluto dueño.
Bien prosperó con empeño
I trabajó con afan,
Su posteridad verán
Porque existe hasta la muerte,
Raquel tuvo mucha suerte
Porque es hija le Laban.

    Por órden del alto cielo
Un ánjel de Dios mandado,
Horrenda lucha han trabado
Con Jacob para consuelo
De ámbos dos con mucho anhelo,
Su viva fé no reposa
Multiplicó numerosa,
Porque el Eterno se empeña
Siendo su querida dueña
Una mujer virtuosa.

    Al fin Leví i Simeon
Con Neftalí e Izacar,
Esa madre pudo amar:
A Judas con Zabulon,
Dan, Gad, Aser en razón,
Hijos portados mui bien
Como en la historia lo ven.
El que lea no se acose
Para completar los doce,
Benjamin, José i Rubén.

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Venturacion del poeta

    Por orden del Intendente
Tengo permiso esclusivo,
Para vender lo que escribo
A toda clase de jente.

    Les cuento en mis ejemplares
Los sucesos publicados
Porque se ven envidiados
Conmigo los populares,
Mi nombre por los lugares
Circula constantemente;
Del sur hasta el occidente
Mis versos les da la idea,
Y vendo hasta en la Moneda
Por orden del Intendente.

    Cuando marcho a tierras lejas
Con mi verso a aventurar,
Me suelen acuadrillar
Los huacitos como abejas,
Las niñas, mozos i viejas
Me llaman el atractivo,
En los barrios donde vivo
Me persiguen los pequenes,
Para vender en los trenes
Tengo permiso esclusivo.

    Muchos por mis opiniones
En los poblados o en costas,
Me sircan como langostas
Ancianos i mocetones,
Yo vendo mis adversiones
I de ninguno me esquibo,
En la cancha del olivo
Corre mi negocio a muerte,
Porque tengo mucha suerte
Para vender lo que escribo.

    Si entro a un gran consulado
¡Oh! algún puerto donde hai diques,
Les pongo a mis versos piques
I vendo todo al contado.
Un cinco es precio fijado
De su valor al corriente;
Para el pobre i el decente
Una advertencia será,
Así se les venderá
A toda clase de jente.

    Al fin doi a comprender,
I que bien les manifiesto,
Con mi venta doi i presto
I no se me echa dever,
Del altísimo poder
Recibo todo mi amparo,
Con mi sentido declaro
I mi lengua no lo calla,
En donde quiera que valla
Tengo la bola con aro.

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La niña
QUE SE SUICIDÓ EN ILLAPEL DES-
PUES DE HABER DEGOLLADO A SUS
DOS HERMANAS POR ENVIDIA.

    Una niña caprichosa
A dos hermanas mató
Después de saciar su intento
De por sí se suicidó.

    De este caso libertino
Tiembla mi mente al creer,
A lo que se a visto hacer
Este sexo femenino,
Ya seria su destino
Que se ultimase afrentosa;
La escena es tan horrorosa
Que yo del contar me aterro,
Por cometer este hierro,
Una niña caprichosa.

    La patricida fatal
Por seguir sus glorias vanas,
Degolló a sus dos hermanas
Con una envidia mortal.
En su recinto natal
Este mal ejemplo dió;
Como fiera se indignó
A cometer la malvada
I con ira demoniada
A dos hermanas mató.

    Ya cuando cometió el hecho
I se vió apesarada,
Una feroz puñalada
Se dió i se traspasó el pecho;
Dejó el corazón deshecho
Con el puñal al momento;
Mui pronto al sitio sangriento
El vecindario acudió,
Donde aquel ser espiró
Después de saciar su intento.

    Tan envidiada vivía
La insigne en aquel tormento,
I por falso pensamiento
Cometió esta alevosía.
A un joven pretendía
Pero él jamás se creyó,
La nefanda se pensó
Que asus hermanas amaba,
Como a ella despreciaba
De por sí se suicidó.

    Al fin oyeron lanzar
Los gritos hacia las puertas,
I allaron a las tres muertas
En aquel sangriento hogar;
Se finjió el pueblo a llorar
Viendo aquel hecho tan cruel,
En vista de este papel
Presenciaron este dato,
I esto que yo les relato
Aconteció en Illapel.

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Versos de los viejos
HECHICEROS

Tu padre seria brujo
Como chonchon se volvía
El tué tué tué lo cantaba
Cuando de noche salía
.

Tu abuelo mucho entendía
Del arte abólico tal
Que una vez vuelto animal
Por un camino venia.
Cuando lo encontré ese dia
A una cueva me condujo,
Me trastornó con influjo
Aquel monstruo horrible i feo
I asi por lo que yo veo
Tu padre seria brujo.

Tu madre se volvió pava
En una noche de luna;
Después en una laguna
Como una pata nadaba.
El viejo hecho perro andaba
Por su fiera hechicería;
Una ocasión llegó un dia
A mi casa vuelto traro,
Veces que de dia claro
Como chonchon se volvía.

Tu padre en un alto morro
Andaba en una colina,
Persiguiendo a una gallina
Lo divisé vuelto zorro.
Dije, si a éste lo corro
Me daña esta fiera brava;
Como Chilla cacareaba
I me causó admiración,
De continua elaboracion
El tué tué tué lo cantaba.

También lo sé que tu hermana
Le comprendió al hechicero,
Porque la vi en un estero
En figura de una rana.
Un dia por la mañana
La tuve mui aflijida;
Me dijo lo que sabia
I cómo eran los asuntos,
Que se aplicaba los untos
Cuando de noche salía.

Al fin, fui donde la vieja,
A verla como vecina
I la encontré en la cocina
Trasfórmada en una oveja
La aseguré de una oreja
Cuando fugarse intentó,
Luego un entierro me dió
De miedo la bruja ingrata;
Yo me aproveché la plata
I a ella el hoyo le quedó.

JOSÉ HIPÓLITO CORDERO, Autor, poeta de Santiago, Echaurren, 105.

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Al nuevo Gobierno

La América quedó en paz
Por el nuevo Presidente,
Con los deseos quedó
El masón de don Vicente.

Vivan los errazuristas
Cantando glorias hoi dia,
Que con fuerza i valentía
Vencieron a los reyistas.
Esas prensas tripartistas
Lo perdieron de su faz;
Errázuriz mas i mas
Ya triunfó como lo esplico,
Por el señor Federico
La América quedó en paz.

Gustosa está la nación
Con este buen mandatario,
No diciendo lo contrario
Este hombre de relijion;
De la primera elección
Fui con él hasta el presente,
Viéndolo tan inminente
El plueblo lo proclamó,
Lo mas de Chile votó
Por el nuevo Presidente.

La Conservadora Alianza
Trabajó sin descansar
Para poder alcanzar
El trono de su bonanza.
Reyes perdió la esperanza
Por lo tanto que inspiró;
Su candidato perdió
Mas distante que a una milla,
I de sentarse en la silla
Con los deseos quedó.

Toda la clase industrial
Por nuestra excelencia exide,
Pero en cambio de eso pide
Que haya trabajo fiscal.
Chile con su capital
Huyó de aquel inclemente;
La conservadora jente
Protestó al infiel Averno
A no admitir de gobierno
Al mason de don Vicente.

Despedida

Viva la Constitución,
Viva Errázuriz i sus leyes,
Que dejó a Vicente Reyes
Rabiando en esta Nación.
Entregó don Jorje Montt
I de la silla regresa,
I don Federico ingresa
Ocupando el gabinete;
I a nuestro Chile promete
Sacarnos de la pobreza.

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Las palabras
QUE HABLÓ DIOS AL REI BALTA-
SAR EN LETRAS GRIEGAS

El Fares manetecel
Escribió el dedo de Dios;
Nadie el escrito entendió
Solo la entendió Daniel.

El rei Baltasar un dia
Un banquete celebró
En su corte i profanó
Lo mas sagrado que había.
Para colmar su medida
En el gran salón aquel
Vió un rótulo el infiel
Que lo dejó aletargado;
Este dice en su grabado
El Fares manetecel.

Lo turbaba el pensamiento
I se le inmutó el semblante,
Mandó llamar al instante
Los magos a su aposento;
Agoreros que en su asiento
Deliberaban en pos.
¡Oh rei! dicen para vos
El arca no se te niega;
Porque letra ruda i griega
Escribió el dedo de Dios.

El que lea será honrado
Con el prestijioso sello,
Collar de oro en el cuello
I el tercero en su reinado.
El monarca atribulado
Porque no se comprendió,
Aun mas se sorprendió
Porque no le interpretaron;
Los sabios que ahí entraron
Nadie el escrito entendió.

Esponiendo la sentencia
Se le dió el significado
Por un gran sabio dotado
De saber i de intelijencia;
Con mui elevada ciencia
Es un varón de Israel.
Siempre se ha encontrado en él
Espíritu poderoso;
El arcano misterioso
Solo lo entendió Daniel.

Señores, Daniel ha sido
Ensalzado como tal;
Tomó el anillo real,
De púrpuras fué vestido,
En la corte distinguido
Cuando las letras leyó,
Al punto les descifró
El misterio singular;
Por los medos Baltasar
En esa noche murió.

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