Con el jugo de la parra
Se alegran viejas i niñas.
Si se acabasen las viñas,
No servian las guitarras.
Aquel sacrificio santo
Que se relata en el creo,
Lo que es el confitur deo
Al demonio causa espanto.
Gana privilejios tantos
Que en la devoción agarra
Del sacerdote la tiara1
Como el alva, nieve i brisa
Celebra el padre la misa
Con el jugo de la parra
Cuando llega revestido
El sacerdote al altar,
Debe de significar
Al niño Jesús nacido.
Los que allí hai reunidos
Están con Luzbel en riña
Les dice i les acariña
Que hagan mala confesion.
Con la santa comunion
Se alegran viejas i niñas.
El verdadero romano
Con la gracia paternal,
Abriendo el libro misal
Bendice al jénero humano
I orando como cristiano
Huye el malo en sus rapiñas
Que al mortal arrebatiña
Al ver al manso Cordero.
Sentirá el mundo entero
Si se acabasen las viñas.
Debe el fiel catolicismo
Adorar en el mometo
Al augusto Sacramento
Que ha salvado el cristianismo
Sacándonos del abismo
Que Satanás con sus garras
Con su tentación me amarra
En aquel suntuoso altar.
Estando Cristo al espirar
No servían las guitarras.
Al fin, nos convenceremos
Por el santo sacerdote
Que Dios nos dejó este dote
Para que a él lo adoremos.
De esta manera podremos
Conseguir lo Celestial
I con gozo sin igual
Sei algún dia dichosos
Para siempre venturosos
En el reino anjelical.
1 En nuestro ejemplar aparece corregido por mano desconocida el error de rima y agrega “arra”.