EL ESPAÑOL QUE SE ULTIMÓ A BALAZOS

El señor Fausto Badillo,
Mui antiguo comerciante,
Por su mano se ultimó
De una manera aterrante.

Este ha sido un estranjero
Español, i les aviso
Vino de Valparaíso
A pasear el caballero;
Por el tanto les refiero
El relato mui sencillo.
Se le encontró en el bolsillo
Un papel i aseguraba
Que en esto a nadie culpaba
El señor Fausto Badillo.

Mas o menos sesenta años
Tal vez tendría en el caso
El que se tiró el balazo
Aquí en Santiago, i no engaño.
Para mí esto es mui estraño
Que se ultimara al instante.
Servirá en lo de adelante
De un ejemplo convencido
Porque este hombre habia sido
Mui antiguo comerciante.

Del ultimado he sabido
Esta noticia fatal
Que como un gran criminal
De por sí se hizo bandido.
Del hecho que ha sucedido
En ello a nadie culpó,
Cuando el tiro se sintió
Con rapidez avisaron.
Dijeron los que lo hallaron
Por su mano se ultimó.

En la calle del Estado
Lo que cuento, sucedió,
I el diario lo detalló
Del modo que fué palpado.
Dinero se le ha encontrado
En su poder al infante,
Pues este hombre estravagante
Qurdó reducido a inerte
Por atreverse dar muerte
De una manera aterrante.

Al fin, este gran suicida,
Va dije que era español,
Pues al descolgarse el sol
Solo se quitó la vida.
Tal comedia referida
Con todos sus pormenores.
Ya les conté sin errores,
Créanme, porque es verdad
Que sucedió en la ciudad
Este gran crimen, señores.

Ver lira completa

BRINDIS DIVERSOS

Bríndis de una cantora

    Brindo porque soi cantora
En esta fonda cantando
Con mi guitarra tocando
Como el diablo la tambora.
Topeen huasos ahora
I quiebren la vara lesos.
Aunque abracen los pescuezos.
A mí no importa nada.
Porque por una ti… rada
Gano diez o veinte pesos.

Brindis de una matera

    Brindo yo por ser matera
Estando sobre mi silla,
Por el mate i la bombilla
I el yunque, que es la tetera.
Dicen que soi bochinchera
Porque he cometido un yerro.
La vecina hasta mi perro
Le pega por todas puntas,
I pelamos todas juntas
Cuando chupamos el fierro.

Brinnis de un pintor

    Yo Ies hablo aqui señores.
I atiéndanme lo que esplico:
Les pido al pobre i al rico
Que disculpen mis errores.
Formo diversos colores
En obras de gran valor.
Las niñas como a una flor
Me persiguen que es locura;
I por el tarro i pintura
Yo brindo por ser pintor.

Bríndis de un borracho

    Brindo por ser tan borracho
Bebiendo un litro de vino
Por ser tal vez mi destino
Que tomara como macho.
Cuando llego a un despacho
Pido el licor sin cesar
l me llama por pelear
A cuchillo i a guantones;
Dejo de comprar calzones
Por tener para tomar.

Bríndis de un chacarero

    Soi chacarero marrano
Que yo con mis bueyes troto;
Pues no me gana ni un roto
A sacar fruta temprano.
Cuando me atrasa el gusano
O viene algún temporal
Se me pudre mi papal
I pierdo con este daño;
Pero si echo errónea este año
Me safo con el sandial.

Ver lira completa

A MI QUERIDA

    Tengo fija mi mirada
En la prenda que yo adoro;
Cuando la veo me muero
Sin tener ningún desdoro.

    Es tanto lo que la quiero
A esta chica de mi alma,
Que voi perdiendo la calma
Porque es tan bello lucero,
Pues sin ser traicionero
Mi alma siempre es despreciada
I camina enamorada
Diciéndole a esta preciosa
En tí palomita o diosa
Tengo fija mi mirada.

    Cuando miro el firmamento,
Me acuerdo de esta azucena,
Disipo congoja i pena
I quedo en un gran contento,
Se me alegra el pensamiento
I con su amor me atesoro,
En verla no me demoro
I vivo como orgulloso,
I cual amante dichoso
En la prenda que yo adoro.

    Vivo seguro en mi gloria
Por creerla bella i pura
I mi amor siempre fulgura
Recreándose en su su historia.
Pues me tiene en la memoria
Porque en su constancia espero
Como al jardín que venero
La aroma de su fragancia;
Siendo de tanta importancia
Cuando la veo me muero.

    Desde el día en que la ví
La amo como ánjel hermoso
I prometí jeneroso
De amarla con frenesí.
Desde el instate partí
Dioiéiidole yo te adoro
Como el mas fino tesoro
Que ambiciona el corazón,
I la amo con galardon
Sin tener ningún desdoro.

    Al fin, a este bello encanto
Digo aquí con advertencia
Que le hablo con elocuencia
Porque la he querido tanto.
De día en día adelanto
Mi constancia la mas fina
Que como flor purpurina
A mi me tiene encantado
I como un apasionado
Siempre mi intencion se inclina.

Ver lira completa

LA
CIENCIA DE LOS HOMBRES

    En las torres de mi busto
Donde tan alto me vi,
Como el cimiento era falso,
Otro subió i yo cai.

    Un fiilósofo plumario
Autor de los libros griegos,
Escribió en un slo pliego
Un compendio estraordinario
Lo dijo un sabio Olegario
Comprobando sin disgusto
El libro Salterio Justo
Donde Dumeo se vé,
Dijo el autor lo fundé
En las torres de mi busto.

    El Jénesis dá a saber
Verdadas de la Escritura:
Pruebas de la verdad pura
Al sabio le dá a entender;
El testo con su poder
También lo refiere así.
Triste que será de mí
Dijo Herodes rei impío
Viendo mi trono perdio
Donde tan alto me vi.

    La crónica esplicará
Los confines del abismo;
El estudio eclesiatismo
Lo advierte sin vriedá.
La Bibblia pues con verdá
Lo dice, i en ella ensalzo
Como el sabio del Cadalso
Que a San Pablo lo premió,
I el apóstol comprobó
Como el cimiento era falso

    El Sa terio es el pilar
Del saber de un catedrático
Me decía un matemático
Mostrándome ese ejemplar
Que justo puedo llamar
Como el Salmo de Davi
Lutero dijo perdí
La Gloria por desatento,
l por tal atrevimiento
Otro subió i yo caí.

    Al fin, por la profecía
Que aquí les he relatado,
Con los profetas nombrados
De ciencia i sabiduría,
Les servirán de una guia
Con distincion mis lectores.
Disculpen, pues mis errores
Lo piden así mis labios
0 que remedien los sabios
A todos digo, señores.

Ver lira completa

HORROROSA ESCENA
EL MARIDO QUE MATÓ A LA MUJER
I A SU HIJO

    En donde llaman la Gloria
Mató un hombre a su mujer;
Por cuentos de una vecina
Este crimen llegó hacer.

    El hechor era un gañan
Llamado Pedro García,
La mujer, Ana Maria,
Se nombraba, i lo sabrá»;
Aquí bien observarán
El asunto de esta historia.
Esta pobre de memoria
Dejó dicho, ya sin tino:
Tomarán el asesino
En donde llaman la Gloria.

    Al acto a la policía
Dieron cuenta de tal suerte
Anunciándole la muerte
Del modo que sucedía.
Cuando el refuerzo venia
Al infeliz aprehender,
Lo pudieron esconder
Dentro de un escaparate;
Por falsedá i disparate
Mató un hombre a su mujer.

    Este hombre se endemonió
Sin temerle a Dios del Cielo,
l por un maldito celo
A su esposa la ultimó
I el pescuezo le cortó
Con una navaja fina.
Al oir esta bolina
El vecindario ocurrió,
I esta escena sucedió
Por cuentos de una vecina.

    Zoilo Rojas se llamaba
Al que juzgaba Garcia
Porque una diabla decía
Que con su mujer trataba.
Un niñito que mamaba
También lo hizo fenecer.
Padre infame, en mi entender,
En el verso te corrijo;
Por matar a madre, hijo,
Este crimen llegó hacer.

    Al fin, este cruel ingrato
De sus sentidos violentos,
Por creerse de los cuentos
Hizo tal asesinato;
Les hago presente el dato
Lo mismo que sucedió.
Por esto creanmelo
Que este hombre tan nefando
Sin saber como ni cuando
felizmente se arrancó.

Ver lira completa

Versos de un cochero

    Un cochero mui honrado
Sufrió por unos rateros:
Por no haberlos conocido,
Tuvo reo i prisionero.

    Estando en mi domicilio
Como a las cinco de la tardo
I como una chispa me arde
Lo que hacen los ladroncillo
Mui pronto le pedí ausiiio
A un guardián comisionado,
—Señor, mi coche han tratado,
De robo nada se yó
I esta mano le pasó
A un cochero mui honrado.

    Me dijeron que tirase
Derecho a la Cañadilla:
En un bulto iban dos sillas
Para que no los cachasen.
I el guardián no los pillase
Pero estos tres bandoleros:
Eran finos patraqueros
I le tomaron el coche,
I el pobre en la misma noche
Sufrió por unos rateros.

    En aquel punto a la vez
Yo marché a la policía:
Retención por nueves dias
Me aplicaron por el juez.
Por ser la primera vez,
Dijo el mayor entendido,
I por lo desprecabido
I los grandes desacato
Pagué la boda del pato
Por no haberlos conocidos.

    Ya cuando al fisco pasé
Por una tan leve cosa,
En cinta quedó mi esposa
I con dos hijos al pié.
De una sierva me amparé
Que fué madre con esmero:
Suplicaba al carcelero
Que me quitara los grillos;
Por estos malditos pillos
Tuve reo i prisionero.

    Al fin, salí en libertad
Después de sufrir mi pena
I cumplí ya la condena
Que me dió la autoridad.
Por honra i capacidad
Me disculpó el caballero,
I por falta de dinero
He sufrido mi prisión,
I en la misma población
Siempre existo de cochero.

José Hipólito Cordero, calle de Benavente, núm. 24

Ver lira completa

Versos del Tagua-Tagüino

    Pensando en mi mala suerte,
Lo paso considerando;
Con la alesna i el martillo
Me llevo dando i cabando.

    Soi Tagua-Tagüino fino,
Natural de ese lugar:
Aquí voi a relatar
Lo que me ofrece el destino:
Sublimar no me convino
Por este rigor tan fuerte,
Solo le falta a la muerte
Me traiga la voz del Cielo,
Si en la noche me desvelo
Pensando en mi mala suerte.

    Partí yo de mi lugar
Dia ocho de Setiembre,
I cuando llegó Noviembre:
Ya estaba en feliz hogar.
No se pueden figurar
La vida que estoi pasando:
El mundo me está golpeando
Porque le ocupo su seno,
I con mi sentido pleno
Lo paso considerando.

    Dieziseis dias estuve
Martirizado en Santiago:
De mis amigos mal pago
Constantemete yo tuve.
Pido al Cielo que me ayude
I no creo que me humillo:
Soi un obrero sencillo,
De mi tierra vengo en juicio
I lo paso en ejercicio
Con la alesna i el martillo.

    No me quejo de mi suerte
Porque seria pecar:
Dios me puede castigar
I aproximarme la muerte.
Bien podía a polvo inerte
Reducirme i no sé cuándo:
Mas bien que yo esté pasando
Mi vida con amargura,
Ya que por buscar ventura
Lo paso dando i cabando.

    Concluiré la relacion
De lo que me ha sucedido:
No podrá echar en el olvido
Su suerte mi corazon.
A un amigo, sin pasion,
Yo no lo puedo olvidar
I lo quisiera encomiar
En lo que el verso me apoya:
A ver a mi amigo Moya
Yo volveré a aquel lugar.

Ver lira completa

Versos del Juicio Final

    Lámpara de nuestra vida,
Sombra de la Eternidad,
Del mundo la oscuridad
I del Cielo impirio, guía.

    En ese dia angustioso
Resonará una trompeta
I verá nuestro planeta
Un laberinto espantoso.
Los astros mas luminoso
Alumbrarán la agonía
Del alma que sumerjida
Ha terminado su historia,
Guiándonos a la gloria
Lámpara de nuestra vida.

    La tierra se ha de rasgar
I en justo desasociego
Las piedras chispas de fuego
Todos veremos llorar.
Ahí se han de lamentar
Sin tener de Dios piedad,
I al mundo con veleidad
Veremos que nos acuse,
I entonces verán las luces
Sombra de la Eternidad.

    También al limbo las cruces
Van a ver al inocente
Que piden a Dios ferviente
Los alumbre con sus luces.
A la verdad se deduce
Que el mundo no existirá;
Ningún sér quedará ya.
Lo anuncia la profecía,
I veremos ese dia
Del mundo la oscuridad.

    La trompeta tocará
San Vicente, sin segundo,
I en los ángulos del mundo
Por todos resonará.
En el valle Josafat
La humanidad reunida
Se encontrará dividida:
Los malos haciendo brecha
Los buenos a la derecha
I del cielo impirio guia.

    Al fin vendrá el Ante-Cristo
Con su falsa relijion,
Predicando una invencion
Que la humanidad no ha visto.
Los santos esto han previsto
I así lo han profetizado;
Por esto han asegurado
Que nuestra vida i acciones,
Sufrirán las privaciones
De aquel dia destemplado.

Ver lira completa

El asesinato de los Tribunales

    El miércoles se veía
En los mismos Tribunales
Un horrible i cruel suceso
Que el mundo no tiene iguales.

    Bien por el diario se vé
Lo que hizo este cruel minero;
Que por cobro de un dinero
Perseguía a Pinochet.
Aun portero, con fé,
Le dijo a lo que venía,
I en la cintura traía
La daga con que mató,
I este crimen tan atroz
El miércoles se veia.

    Cuando aseguró Manzano
Que él iba a hacerse justicia,
Acarició con malicia
Su puñal aquel tirano.
Que a Briceño por su mano
Lo hirió i le dejó señales,
Deben saber los fiscales
Al condenar a éste ingrato,
Ya que hizo este asesínalo
En los mismo Tribunales.

    Pensó fugarse lijero
El hechor, cuando asestada
Vió la feroz puñalada
Que le dió a Pardo Romero
I a quien el fatal acero
Ledió muerte en un acceso:
Ya está el delincuente preso
Entre cadenas metido
Porque cruel ha cometido
Un horrible i cruel suceso.

    Al señor Elias Calvo,
Que fué al que encontró primero,
Lo dejó aquel traicionero
En un largo i cruel letargo.
Por cierto le harán los cargos
Que se hace a los que hacen males:
Vino de los minerales
Tras de lo que pretendía
I cometió una herejía
Que el mundo no tiene iguales.

    Al fin, se halla este inhumano,
Cual los tiranos caudillos,
Con las esposas i grillos
Clamándole al Soberano;
Poro al ver su fin cercano,
Con enternecido pecho,
Dice: es justo i de derecho
Que sufra yo mi tormento,
Aunque en un fatal momento
No he sabido lo que he hecho.

261 – Imp. Estrella de Chile, Sto. Domingo, 47

Ver lira completa

HERODES I PILATOS

Macho, martillo i tenaza
Todos pegan a un golpe,
I este mi sentido torpe
Solo eon llorar descansa.

En aquel sacro-madero
En donde espiró Jesús
I después murió en la cruz
Como el Divino Cordero.
Se electrizó el mundo entero
Al ver el dolor que pasa.
La Vírjen madre lo abrasa,
Juan Bautista es fiel tstigo.
De Cristo fué su enemigo
Macho, martillo i tenaza.

En aquel drama sangriento
Donde su agonia dió,
La madre lo recibió
En una sábana envuelto;
Hizo oración en el Huerto
Antes de hacer su trasporte;
Judíos del sur i norte
Le dieron guerra aquel dia;
Para enclavar al Mesías
Todos pegan a un golpe.

Herodes fue con Pilato
A sentenciar al Ministro;
Caifas estuvo mui listo
Junto con el pueblo ingrato;
Todos formaron un trato
De pregonar en la corte,
Dijo Judas Iscariote
Maldecido de tal suerte.
Pide su castigo fuerte
Este mi sentido torpe.

Estando crucificado
El Divino Medianero,
Un malhechor traicionero
Dejó su rostro anegado.
Estaban desesperados
I en dar la muerte se avansa.
El lonjino con su lanza
Hiere aquel santo costado.
Ahora este desgraciado
Solo con llorar descanza.

Al fin, le dieron la muerte
Al verdadero Mesías
I la última agonía
La dió con clamor mui fuerte
Los sayones de tal suerte
Entre todos coronaron
I a empellones lo llevaron
Hasta verlo sucumbir
I dijo voi a morir
Por los que me sentenciaron.

Ver lira completa