Quince bandidos cabales
armados hasta los dientes
hacen salteos frecuentes
en los distritos rurales.
En el pueblo de Victoria
en el fundo de «La Chena»
ha habido una exena
como pocas hai memoria;
yo debo de hacer su historia
con sus pelos i señales;
son los viles criminales
que han hecho esta fechoría
burlando a la policía
quince bandidos cabales.
Fueron donde el capataz
llamado Miguel Gonzalez
con carabina i puñales
i otros ingredientes mas;
Gonzalez dormia en paz
i despertó de repente;
recordó inmediatamente
al peon Miguel Salinas
i entraron como sardinas
armados hasta los dientes.
No se hizo resistencia
pues estaban desarmados
no por eso los malvados
hicieron menos violencia;
el peon dejó su existencia
con un balazo en la frente,
el dueño que está presente
quedó mortalmente herido;
como el que va referido
hacen salteos frecuentes.
A la dueña de la casa
brutalmente la estropearon
i despues que la amarraron
mas de alguno se propasa;
la niña de edad escasa
tuvo dos tiros mortales
esos sangrientos chacales
la mataron de quince años;
se ejecutan estos daños
en los distritos rurales.
Todo esto fué por robar
a un capataz de fundo
bueno, mui bueno es el mundo
no hai traspiés, todo es gozar!
Que se consiga atrapar
a este sanguinario rollo
i que paguen el embrollo
los funestos bandoleros
son los deseos sinceros
del poeta José Arroyo.
Nota: probablemente esta lira completa es un plagio, pero en este verso respetamos que en su última línea aparece el autor: José Arroyo.