Versos
de la rosa deshojada

  Soi la rosa deshojada
De los jardines del cielo,
Con el viento del amor
Me deshojo i caigo al suelo,

  Yo soi la flor mas hermosa
Entre miles de azahares,
Me lusco hasta en los altares
Por lo bella i fragantosa;
Soi casta, soi candorosa,
Con mi color sonrosada,
Entre espinas rodeada
Demuestro mi colorido,
I en el huerto del olvido
Soi la rosa deshojada.

  Digo, si otra flor hubiera
Tan linda como soi yo,
Desde que Dios me creó
Siempre he sido la primera;
Exhalo de tal manera
Mi perfume con ahelo
Que al triste le doi consuelo
Con mis vistosos colores,
Soi la reina de las flores
De los jardines del cielo.

  Abro con tal arrogancia
Para engalanar al mundo,
Con un poder sin segundo
Ofreciendo mi fragancia;
Si el tiempo con su mudanza
Me marchita en mi candor,
Acosada del calor,
Mas si el aire se embalsama,
Declino el talle en la rama
Con el viento del amor.

  Por dote del Soberano,
Encanto al que me ha buscado,
Si me toma con agrado
Me reverdezco en la mano;
Al amoroso hortelano
En el sueño lo desvelo,
No siento ningún recelo
Aunque mi color es negro,
Si me cortan con desprecio
Me deshojo i caigo al suelo.

  Por fin, ni todas las flores
A la época en que estoi,
No serán como yo soi
Aunque hagan miles primores;
Digan, pues, los amadores
Que han observado tal cosa,
Si yo no he sido la diosa
Por lo linda i principal,
En el reino vejetal
No hai quien le iguale a la rosa.

ROSA ARANEDA
SAMA 16-G

Ver lira completa

Versos a lo adivino

  María, la mas hermosa
En la tierra i en el cielo,
Es del hombre su consuelo
Divinidad milagrosa.

  Desde que nació fué pura,
Ha sido i siempre será,
Por su infinita bondá
En su trono de dulzura:
Quita al triste la amargura
A donde mora i reposa,
Como una mística rosa
Le alumbran las luces bellas,
Entre miles de doncellas
María la mas hermosa.

  De su vientre virjinal
Nació el niño Jesús.
Mas brillante que la luz,
Soberano i sin igual;
Como era celestial
Los fieles no con recelo
Lo adoraron con anhelo,
Porque es justo i tan amado,
Ha de ser glorificado
En la tierra i en el cielo.

  Es la Madre sacrosanta,
Emperatriz de la gloria,
Siempre tiene en la memoria
Al que con devocion tanta
Su voz a ella levanta
A su trono desde el suelo:
Resplandeciente, sin velo,
Como señora i purísima,
Con su poder la beatísima
Es del hombro su consuelo.

  Jamas, nunca se ha cansado
De suplicarle a su hijo
Con un amor tan prolijo
Que nos libre del pecado;
En su palacio estrellado
Ella es la mas bondadosa,
I fuente de agua virtuosa
Es según en sus semblantes,
Guía de los navegantes,
Divinidad milagrosa.

  Al fin, la Vírjen, diré,
Es reina del mundo entero,
Madre de Dios verdadero
I esposa de San José;
Su amor del hijo con fe,
Se encuentra siempre en sí mismo,
Ella es pila del bautismo
Con su noble sentimiento,
I no descansa un momento
De amparar al cristianismo.

Ver lira completa

Versos de amor

  Un corazon con corona
Tengo para regalarte,
Con la flecha de Cupido
Voi a herirte i no matarte.

  Tengo amor propio en quererte,
A ningún temor respeto,
I como hombre prometo
El ser fiel hasta la muerte;
Mi cruel, desgraciada suerte,
La veo que me abandona,
I si usted no me perdona
Le daré, en señas de amores,
De las mas hermosas flores
Un corazon con corona.

  Te lo prometo, mi cielo,
Nunca dejarte de amar,
Aunque me halle al expirar
Serás mi mayor consuelo;
Te adoro con dulce anhelo,
I jamas podré olvidarte,
Me propongo el adorarte,
Encantadora hechiza,
Porque mi pecho de risa
Tengo para regalarte.

  Acordándome de tí
Lo paso a cada momento.
Triste digo i me lamento
Si te acordarás de mí;
Ya mi dicha la perdí
I estoi como sin sentido,
Duélete de un aflijido
Para que viva con calma,
I no le hieras el alma
Con la flecha de Cupido.

  Desde que caí a la cuna
Me encantó tu bizarría,
I se puso en contra mía
La suerte i la fortuna;
Sin haber duda ninguna
Salí sin tino a buscarte
Con el fin de declararte,
Si me niegas tu candor,
Con una daga de amor
Voi a herirte i no matarte.

  Al fin, si mi mala estrella
Me guía en otro camino,
Prevaricado i sin tino
Mi amor seguirá tu huella;
Para darte mi querella
Solo espero tu perdon,
Con justísima razon,
Viendo yo tus desengaños.
Tendrás que ser con los años
Dueña de mi corazon.

Ver lira completa

Horrible
salteo en Salamanca
MUERTOS I HERIDOS

  Un horrible i cruel salteo
Hicieron unos bandidos
Donde llaman Salamanca,
Dejando muertos i heridos.

  A casa de un tal Morales
A media noche llegaron,
I el ataque principiaron
Con revolvers i puñales;
Con sus instintos brutales
Se fueron a aquel rodeo,
Con ánsia i mucho deseo
Llegó el bandolero atroz
Hacer sin temor a Dios
Un horrible i cruel salteo.

  Los hechores se pensaron
Que el hombre tenia plata,
I grande ha sido la errata
Porque nada encontraron;
Varios cuartos rejistraron,
Como tigre enfurecidos
Los objetos escondidos
Buscaron su imposible,
Por eso el salteo horrible
Hicieron unos bandidos.

  El dueño les hizo frente
Porque era justo i preciso,
Con cuatro de ellos hizo
Correr la sangre a torrente;
¡Bueno en el nombre valiente!
Armado con una tranca,
Les dejó la puerta franca
Sin admitirles alianza,
I han hecho la gran matanza
Donde llamán Salamanca.

  Con dos hijos el anciano,
La mujer i una chiquilla,
Dan combate a la cuadrilla
Con un valor sobrehumano;
Peor que un leon africano
Ni se dieron por vencidos;
Los feroces forajidos,
Dándote al asalto fin,
Huyeron con el botin
Dejando muertos i heridos.

  Al fin, cuatro salteadores
Fueron muertos en la riña;
Del asaltado, una niña
I un hijo de los menores;
Grandes fueron los horrores
Que se vió en esa morada,
Siendo jente tan honrada,
Yo no ví lo que han sufrido,
I como me la han vendido
La vendo i no gano nada.

Ver lira completa

PENAS DE UN AMANTE

  Tengo ganas de llorar
Pero ya se me han quitado
I de tanto que he llorado
No me puedo consolar.

  Esa estrella relumbrante
Que alumbra en tu faz serena,
Te hace desechar la pena
I te aumenta el ser brillante.
Ese tu amor inconstante
Me hace el alma delirar:
Hoi te vengo a declarar
Lo que vos sois para mi
I al acordarme de ti
Tengo ganas de llorar.

  Tu belleza i hermosura
Ya me creo que perdí,
Porque de vos conseguí
El ir a la sepultura.
Veo un rayo de luz pura
En tu cielo acristalado;
Pero el aire le ha empañado
La más escelente parte:
Tuve deseos de amarte,
Pero ya se me han quitado.

  No hai joya, por más hermosa,
Que te exceda, prenda mia;
Ni la luz clara del dia
Te iguala, perla preciosa.
Sois tan linda i candorosa,
Que cres un cielo estrellado;
Si de ti soi despreciado,
Digo, con justa razon,
Se oprime mi corazon
I de tanto que he llorado.

  No hai astro en el firmamento
Como tú en tanta fineza
I al contemplar tu belleza
Brilla el sol en su aposento.
Ni el más grandioso portentó
A voi podria alcanzar;
Porque igualas al nacár
Te han coronado de gloria
I al hacer de ti memoria
No me puedo consolar.

  Al fin, ni el puro diamante
Te iguala, blanca perlita,
Porque encantais con tu vista
Al mas amoroso amante.
Sois guia del navegante,
Consuelo del aflijido;
En el jardin de Cupido
No he visto otra flor más bella,
I te digo en mi querella
Que no me eches en olvido.

Rosa Araneda, Calle de los Andes, núm. 11—A

Ver lira completa

SENTIMIENTO DE AMOR

  Ya se acabó mi placer,
Mi gloria ya se deshizo,
Pues quien perdió lo que quiso
No tiene más que perder.

  Ingrata, viendo tu encanto,
Hoi si no me quieres, dí
Siendo que muero por tí
¿Por que me aborreces tanto?
Me cubro del negro manto
I es de tanto padecer:
Por tu ingratitud, mujer,
A morir solo me obligo,
Me quejo, suspiro i digo:
Ya se acabó mi placer.

  Antes, cuando era moderno,
Me dirias: palomito,
Ven a mis brazos, hijito,
I ahora soi un infierno.
Te amaba con amor tierno
Porque era justo i preciso;
Si acaso no te acaricio,
El ódio será mortal;
Porque me has pagado mal,
Mi gloria ya se deshizo.

  Mas bien quisiera la muerte,
Que no haberte conocido:
Si he de ser tu aborrecido
¿Qué sacaré con quererte?
Reducido a polvo inerte
Quedo en el suelo en que piso;
Cada vez que te diviso
Te digo, si a tí me apego.
No podrá tener sociego,
Pues, quien perdió lo que quiso.

  Aunque me hallo entre cadena,
Tú no te acuerdas de mí,
I si no me dás el si
Me voi a morir de pena.
Creo que la hora suena
I me voi a enloquecer:
Te lo digo en este instante,
Que aquel que pierde su amante
No tiene más que perder.

  Al fin, tirana, ¿por qué
No minoras mi afliccion,
Siendo que en mi corazon
Yo jamás te olvidaré?
Con firmeza te adoré
Desde mi primera infancia:
Pongamos en la balanza
Mi amor i el tuyo, es decir,
Si te quieres disuadir,
Déjame alguna esperanza.

Ver lira completa

ASCENSOS DEL CHORERO

  En las costas fui chorero,
En el campo sembrador,
En Santiago senador,
En una hacienda vaquero.

  Me fui subiendo por grado
Hasta que llegué a intendente
I pasé a ser de repente
Conde de un gran condado.
Al verme tan elevado
Dichoso me considero:
De llegar a ser banquero
Nunca pierdo la esperanza:
Pero en mi primera infancia
En las costas fui chorero.

  Me fuí de escala en escala
Hasta que llegué a la altura
I al tenerla mas segura
Todo se me ha dado en mala.
Así es que el que se resbala
Queda como un inferior:
Yo, por sacarla mejor,
Me coloqué de asistente;
Pero fuí primeramente
En el campo sembrador.

  Ya lo que me ví en las nube,
Me dije: nada me falta;
A la eminencia más alta
Vean cómo el hombre sube.
Pero allí no me detuve,
Pues luego fuí embajador:
De un imperio, emperador
De todos era pedido,
I estuve por haber sido
En Santiago senador.

  También pasé a jeneral,
Despues de un simple soldado,
I al ser por otro mandado
Conocí que era fatal.
Despues de un gran mariscal
Descendí a ser marinero:
Para hacer lo que yo quiero
La fortuna encuentro escasa,
Llegando a ser, por desgracia,
En una hacienda vaquero,

  Al fin, de tantos ascenso
Que ninguno me ha gustado,
Tengo que ser abogado
Que es en lo que ménos pienso.
De esta manera comienzo,
Subiendo poquito a poco,
I si a la fortuna invoco,
La ciencia a mi me reboza;
Pero al pensar tánta cosa,
Me salgo volviendo loco.

Ver lira completa

COMBATE
ENTRE BANDIDOS Y CARABINEROS
Dieziocho bandidos muertos.

  En un combate sangriento,
Porque eran reconocidos,
Muertos valerosamente
Fueron dieziocho bandidos.

  Alvarado el capitan
Fué, de esos hombres feroces
Que hicieron muertes atroces
Como que aquí lo verán.
La justicia, con afan,
Castigó su mal intento;
Pero, como el can hambriento,
Pusieron su pecho a raya:
Murieron, dando batalla,
En un combate sangriento,

  Desde la Nueva Imperial
Traian a los malvados,
Perversos, tan desastrados,
Que en el mundo no hai igual.
Con un valor infernal,
Uno de los forajidos,
Huyó a los montes tupidos;
Pero el teniente, mui luego,
Mandó que le hicieran fuego
Porque eran reconocidos.

  Intentó evadirse infiero
A la vista del abismo,
I con un gran heroismo
Volvió cara el altanero
Al bravo carabinero
Que se les puso de frente:
Porque eran desobediente
I de un valor temerario,
Fueron, según dice el diario,
Muertos valerosamente.

  Estos eran de opinion
En toda la alta frontera,
Porque peores que una fiera
Mataban a discrecion.
I el soldado, de intención,
Les hizo fuegos nutridos,
Pues iban bien prevenidos
Digo yo, según la idea,
Víctimas en la pelea
Fueron dieziocho bandidos.

  Por fin, con mucha violencia
Pelearon de las dos parte
Porque los hijos de Marte
Hicieron gran resistencia.
Por tanta desobediencia
Ell ataque fué bien recio.
Nada ganaron con eso.
Porque su plan no fué bueno:
Murieron como chileno
Antes de entregarse preso.

Ver lira completa

¡Gloria a Canto y al Ejercito
Libertador!!

  Jamás se ha visto en el mundo
Soldados de mas valor
Como los que Canto trajo
A atacar al Dictador.

  Honor al coronel Canto:
Por su virtud i su celo,
Nuestra Madre del Carmelo
Lo ha cubierto con su manto
Del norte, a enjugar el llanto,
Marchó el héroe fecundo,
Atravezó el mar profundo
I desembarcó en Quintero…
Hombre como este guerrero
Jamás se ha visto en el mundo.

  Dicen que una division
Se hallaba pronta en Caldera
I se embarcó a la lijera
A libertar la nacion.
Toda, en magnífica unión,
Se vino al sur sin temor,
Fiando en Nuestro Señor
I con arrojo inaudito
Yo jamás habia visto
Soldados de más valor.

  Eran verdaderos leones,
No parecian cristianos:
Eran como los romanos
Mandados por los Cipiones
Con altivos corazones
Dieron principio al trabajo,
I sin encontrar atajo,
Se abalanzaron a tierra
Jamás se han visto en la guerra
Como los que Canto trajo.

  Despues que tanto en Iquique
Se estaban muriendo de hambre,
—Mas creo que era pelambre
O de los diarios palique—
Vinieron a hechar a pique
La nave del gran traidor
Que al mundo le causó horror;
Y Kerner, patriota fino,
Trajo al valiente nortino
A atacar al Dictador.

  Al fin de tanto sufrir
Los que en el norte se hallaron,
Tan pronto como se armaron.
Hubieron de revivir.
Quisieron pronto salir,
Porque era justo i preciso,
I sin dar ningun aviso
Llegaron mui de repente
A desembarcar la jente
Cerca de Valparaíso,

Rosa Araneda, Calle de los Andes, núm. 11-A

Ver lira completa

Los supuestos opositores

  Hoi dia no hai gobiernistas,
Todos son opositores;
Se quieren hacer mui santos,
Despues que han sido traidores.

  Si fuera de mi deber,
Muchas cosas contaria;
Pero no se me creeria
Porque soi una mujer.
Siguiendo mi proceder
I como buena humorista,
Estoi por dar una lista
De los que nos ofendieron,
Ya que como ellos perdieron
Hoi dia no hai gobiernistas.

  A varios queda pasion,
Opino en frase sencilla,
Que la derrota en Placilla
Dicen que ha sido traicion.
Si escuchais con atencion,
Yo os daré estos pormenores:
Que los insignes señores
Se hallan hoi arrepentidos
I porque se ven futidos
Todos son opositores.

  Del Mapocho al atro lado
Hai uno que tiene prensa
I si tuviera vergüenza
Se quedaria callado.
Jamás nunca habria hablado.
Este imbécil, por lo tanto:
De esto, lector, no me espanto,
Porque son hombres tan ruines,
Que apesar de ser Caínes
Se quieren hacer mui santo.

  Reinando la dictadura
Nunca a gusto pude hablar,
I hoi me voi a desatar
Porque me encuentro segura.
Les digo la verdad pura
A lectoras i lectores,
Que hacen esfuerzos mayores,
Ya conociendo su mal,
Por decir soi clerical,
Despues que han sido traidores.

  Al fin, cuento i es de vera
Lo que hai libre en mi pensar,
Que amenazan de incendiar
Toda la ciudad entera.
I si en la Junta estuviera,
Sin que fuéramos más lejo,
Para librarnos del riejo,
A estos hijos de Neron
La vara, sin distincion,
Les correria parejo.

Ver lira completa