Testamento
DE LA ROSA ARANEDA ANTES DE
PERDER EL CONOCIMIENTO EN
SU ENFERMEDAD.

  En el nombre de María
Principié mi testamento,
Por si perdia el aliento
Agonizando escribía.

  Me encomendé al Poderoso
En lo que a mí me propone,
I pedir no me abandone
Como Padre bondadoso.
La Vírjen llena de gozo
Estando en mi compañía,
Rebosaba de alegría
Al verme sin ni un delito.
Les dedico este versito
En el nombre de María.

  Viendo mi plazo cercano
I la muerte alrededor,
Con gran fuerza i con valor
Tomé la pluma en la mano;
Con impulso sobrehumano
I fiando en mi buen talento,
En el crítico momento
Serena siempre i amable,
Por no morir intestable
Principié mi testamento.

  Impulsada por la fé
Como justo innecesario,
Para hacer el inventario
Una persona busqué;
Cosa por cosa apunté
En el mismo documento;
Se me vino al pensamiento
En trance tan apurado,
Dejar todo escriturado
Por si perdia el aliento.

  Al verme sin esperanza
Sufriendo un dolor tan cruel,
Ví mi alma que San Miguel
La ponia en la balanza;
Ví a Lucifer con su lanza
Presentarse en contra mia,
Con mi ánjel en gran porfía
Sin acobardarle un punto,
I sobre este mismo asunto
Agonizando escribía.

  Al fin, le dejo a Meneses,
Mis cantares por herencia,
Para que tome esperiencia
I escriba años i meses;
Digo aquí una i mil veces
Con mi apacible voz,
Viendo el momento veloz
Haciendo el mayor esfuerzo,
Lectores, apunté el verso
Para decirles adios.

       Rosa Araneda

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Pregunta al mismo poeta

  Un árbol con cinco puntas,
Dos camadas i dos senos,
Si te tienes por tan bueno
Contéstamo esta pregunta.

  Cordero, viendo tu idea.
La moral i entendimiento
Cuerpos desde el firmamento
El sentido te acarrea;
Al entrar en la pelea,
Si con las ciencias te juntas,
Con las pájinas que untas
Te ganas pues, dime ya:
Que clase de fruto da
Un árbol con cinco puntas.

  Si pretendes ser jeográfico
I quiererme criticar,
No podrás adivinar
Aunque seas retoráfico,
El que escribe su epitáfico
No demarca los terrenos,
Muestra poco mas o ménos
En la mucha fertileza
Tener por naturaleza
Dos camadas i dos senos.

  Analiza en tu opinion,
Porque mi memoria es ruda,
I sácame de esta duda
Ya que imitas a Platon;
Yo te daré mi razon
Con mi talento, aunque pleno;
Claro, infalible i sereno
Te pregunto en mi rudes
Que me digas que árbol es,
Si te tienes por tan bueno.

  Si eres gran naturalista
I comprendes vejetal;
De tu bello memorial
Preséntame aquí una lista;
Tus pensares que a la vista
Son de una ninfa difunta,
Si a tí se te descoyunta
El cuerpo en lo que he fundado,
Ya que te habeis arriesgado
Contéstame esta pregunta.

  Al fin, dejaré de hablar
Para pasar a la historia,
Recorre bien la memoria
I principia adivinar;
Mas no quiero preguntar
Aquí en esta puntuacion,
Poniendo mucha atencion
Esta es la verdad, por cierto,
Si quieres quedar de aspierto
Dame la contestacion.

DANIEL MENESES

ROSA ARANEDA
CALLE DE SAMA, NÚM. 73-A

Nota: Este documento fue impreso dos veces cambiando sólo el autor.

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Contestación al poeta
CORDERO

  El diablo poeta Cordero
Me contestó mi versito.
Como con lisonja el sujo
Haciéndose mui maldito.

  Ahora te quiero ver
Hipólito en tu talento,
Si cambias de fundamento
O mudas de parecer;
Mira, no vas a caer
I se te quiebre el tracero,
Eso no es de caballero,
Le diré al esplicarme,
Se ha propuesto de atacarme
El diablo poeta Cordero.

  El dice que no se entiende
Para hablar en contrapunto,
¡Vean que traza de unto
Que poetizando me ofendo!
Sobre el rima se destiende
Escribiendo lijerito,
Mejor seria al pasito
Que se fuera si se anima,
Ya que por quedar encima
Me contestó mi versito.

  Donde yo lo pensaria,
Lo digo i jamas lo niego,
Encontrar en este ciego
Tanta ciencia i poesía,
Pero por sabiduría,
Amigo, no hará dibujo,
Versándolo aquí de lujo,
Al derecho i al reves,
Ya que me salió al traves
Como con lisonja el sujo.

  Me trató de limosnero
¡Que ciego tan sin amor!
La pidió nuestro Señor.
Siendo que es el Verdadero;
Yo no he sido el primero
Que ha implorado el centavito,
El rico i el pobrecito
Me creo que le repara
Lo que a mi me saca en cara
Haciéndose mui maldito.

  Por último, en su plumaje
En lo bien que se ha espresado,
Lo habrán talvez educado
Como se educa un salvaje;
Porque tiene buen lenguaje
Este popular poeta,
Ya que a mi no me respeta
I me trata de chambon,
Me le pongo de frenton
Porque no soi ningun jeta.

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Despedida del reo Palma

  Adios, Chile floreciente,
Adios, justicia i rigor,
Se te va un defensor
De tu ejército valiente.

  Adios, prision donde estaba
Solo esperando la muerte,
Para yo hacer mi suerte
Con deseo la aguardaba.
Adios, el que me auxiliaba
Por don del Omnipotente,
Le agradezco hasta el presente
Por hacerme tal servicio;
Antes de ir al suplicio
Adios, Chile floreciente.

  Adios, celda solitaria
Donde estuve prisionero
Pagando el crimen tan fiero
Por mi suerte estrafalaria;
Adios, hora victimaria,
Digo, sin tener rencor,
Concédanme por favor
Mi crímen sea borrado,
Antes de ser fusilado
Adios, justicia i rigor.

  Adios, digo al tribunal
I a los que están abogando,
Que lo pasan sentenciando
Al justo i al crimínal;
Solo yo fuí tan fatal,
Digo con tierno dolor,
Acusado de traidor
Mui pronto voi a morir,
Por no darte que sentir
Se te va un defensor.

  Adios, relijión cristiana
Consuelo del cristianismo,
Que por tí fué mi bautismo
Allá én la Iglesia romana;
Mi alma se halla mui ufana
Porque ni una angustia siente,
Cada instanto se arrepiente,
Diré con pecho angustiado,
Ya se te va un desgraciado
De tu ejército valiente.

  Al fin, adios, los chilenos
Que en Chile sean nacidos,
Serán con mi patria unidos
Que es la gloria de los buenos;
Adios, semblantes serenos
Que me estan mirando a mí.
De verme que me hallo aquí
En trance tan apurado,
Para ser ajusticiado
De todos me despidí.

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Fusilamiento del reo
FAUSTINO PALMA

  Al banquillo ultimador
El reo va caminando,
Pensando solo en morir
Hácia el cadalso marchando.

  Ya va en viaje el cautivo
Pidiendo a todos perdon,
Rezando en su corazon
Mui penoso i pensativo;
Yo también en lo que escribo
Me dá tristeza i horror,
Saco fuerzas de valor
Para esplicarles ya
Que se fijen como va
Al banquillo ultimador.

  De la celda el desgraciado
A salir se preparó,
Despues que ya recibió
El sacramento sagrado;
A donde era destinado
Trata de irse acercando,
Pensativo imajinando
Solo a avanzar se previno,
Al lugar de su destino
El reo va caminando.

  Con paciencia i sencillez
La jente lo estará oyendo,
A cada paso pidiendo
Perdon por última vez;
Ya no lo verán despues,
Porque pronto va a partir
Sin poderse resistir,
Pues, ya esto le convino;
Irá por todo el camino
Pensando solo en morir.

  De su lúgubre aposento
Sacaron al desdichado
Para ser ya fusilado
En el crítico momento;
Con pena i abatimiento
A Dios se iba encomendando,
En su desgracia pensando,
Digo aquí con tierna voz,
Ya va, ¡Jesus! ¡Santo Dios!
Hácia el cadalso marchando.

  Al fin, Palma ya pagó,
Dirá la jente aflijida,
Solo con su triste vida
El crimen que cometió;
El padre que lo auxilió,
I su salvacion implora,
Al amanecer la aurora
Se le atracó i le dijo:
«Prepárate a morir, hijo,
Que ya va a llegar la hora.»

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CUECA DE MODA

  La que usa polizón
Debe de tener chasquilla
De a caballo en buena silla
De sombrero i de ropon

  El polizón es bueno
Para el calor
Porque ventila mucho
I quita amor.

  I quita amor ai, sí,
I es evidente
A las niñas les gusta
Por lo decente
Así es, así es, pasion
El polizon.

  Hai otra moda maldita
El zapato rebajado
El cual el enamorado
Le regala a su chinita
  El zapato de moda
Dicen no estorba
Siendo el pié chiquitito
La pierna gorda.

  La pierna gorda ai, sí,
Miren qué guagua
Que le gusta agarrar
La blanca enagua:
Rico. rico bellaco,
Mano al bolaco.

Rosa Araneda, Calle de los Andes, núm. 11-A

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CANCION
DE LA TORTOLILLA

  Una triste tortolilla
Cuando en su nido
Canta con pena
Llora i suspira
Porque se retira
Al bosque tupido.
  En un sitio solitario
Dentro el verdor
Dice con tristeza
Estando en su ribera
A quien le dijera
Mi pena i dolor.
  En la selva solitaria
Pasa sin consuelo
Porque su amador
A veces la engaña
Pero en su cabaña
Cuida su polluelo.
  Llorosa i atribulada
Está la avecilla
Entre follaje
Verse desea
Repiquetea
Tan parlerilla.
  Al fin vuelve a su paraje
Donde fué nacida
Alea con gusto
Por el verde monte
En el horizonte
Se pierde su vida,

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LAS AVES CONSOLANDO
AL TRISTE

  En la altura donde vivo
En la lóbrega montaña
Las aves son mi compaña
Cantan i lloran conmigo.

  Del principio de Filon
Quisiera tener historia
I comprender de memoria
La vida de Salomon.
Sobre esta misma razon
Es de quedar pensativo
Yo pensando en lo que escribo
Digo mi suerte perdí
Nadie se duele de mí
En la altura donde vivo.

  También quiero de Jacob
I Virjinio la potencia
I tener la gran paciencia
Lo mismo que el santo Job
Que con fuerza resistió
Al demonio con su maña
En una triste cabaña
Quiso hacer su domicilio
Para pasarlo tranquilo
En la lóbrega montaña.

  La prudencia de Isaía
Quisiera para grandeza
Por desechar mi tristeza
I tener más alegría
De la luz clara del dia
Que alumbra i nunca se empaña
A toda esta tierra baña
Los rayos del sol dorado
En los cerros elevado
Las aves son mi compaña.

  También quiero de Araon
Lo que en el arca reposa
Que es la vara milagrosa
Que castigó a Faraon
Defendió la relijión
De aquel tirano enemigo
A decir verdad me obligo
Discurriendo por saber
I de verme padecer
Cantan i lloran conmigo.

  Por fin un ave del Cielo
Cuando mi pena se aumenta
Dulce cancion me presenta
Por ver si tengo consuelo
Con aquel mas grato anhelo
Dándome la diversión
Y yo con justa razon
Paseo alegre mi vista
Al mirar tanta avecita
Me palpita el corazón.

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LA BIBLIA ASTER I ASUERO

  Sasear su impuro deseo
La bella Aster pretendía
Por que casarse quería
Con su tio Mardoqueo.

  Asuero un dia intentó
Seducir a la doncella
I porque la vió tan bella
Su trono se lo ofreció
Una vez la convidó
Que fueran a un paseo
Pero al ir a aquel recreo
La condujo de la mano
Porque queria el tirano
Sasear su impuro deseo.

  A un banquete suntuoso
La convidó con urjencia
Cuando estuvo a su presencia
Se le ofreció por esposo
Alegre i lleno de gozo
Se entregó a ella aquel dia
Por su lujo i bizarría
Con un amor verdadero
Hacerse amar por Asuero
La bella Aster pretendia.

  Mandó a Aman el soberano
Le llevara a la princesa
I con mucha lijereza
Obedeció el cortesano
La esperó con pecho ufano
El rei lleno de alegría
I por su soberanía
I circunstancias del caso
Llevarla quiso al palacio
Porque casarse queria.

  Dijo el rei de que el judio
En lo que su reino abarca
Como a segundo monarca
Que fuera reconocido
La sobrina con gran brío
Fué a un palacio de recreo
Ardiendo en puro deseo
En su angustia i su dolor
Porque tenia su amor
Con su tio Mardoqueo.

  Al fin Asuero a mi ver
Esto lo esplica la historia
Tuvo ese dia de gloria
Al lado a la bella Aster
Lo encantó aquella mujer
Por su linda gracia de ella
Siguiendo esta misma huella
Atribulado i confuso
En la cabeza le puso
Una corona de estrella.

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SALTEO EN COLINA
MUERTOS Y HERIDOS

  En el pueblo de Colina
Hubo un terrible salteo
De todos los que se han visto
Diré de que es el mas feo

  A casa de un inquilino
Llegaron doce bandidos
I a un muerto i cuatro heridos
Dejaron los asesino
Penetraron con gran tino
Llevando hasta carabina
I armaron la cruel bolina
Sin tener temor a Dios
Dejando un dolor atroz
En el pueblo de Colina.

  El dueño de casa siente
Venir a los salteadores
I con dos trabajadores
Se puso a hacerles frente
Murió valerosamente
Combatiendo con deseo
Lo cuento porque lo creo
I con mi pluma lo estampo
Que en esa casa de campo
Hubo un terrible salteo.

  El asalto fué terrible
Esto lo aseguro yo
Pues la sangre que corrió
Hoi por hoi se halla visible
Ni por más que sea horrible
A contar no me resisto
Aunque ellos venian listo
Digo por salir avante
Es el mas horripilante
De todos los que se han visto.

  Violaron a una niñita
De diez años no cabales
Los perversos criminales
En su lujuria maldita
Gritaba la pobresita
Como una mártir yo creo
En medio de aquel rodeo
Sin poderse escabullir
I como no sé mentir
Diré de que es el mas feo.

  Al fin esta gran matanza
La hicieron con sangre fria
Cometiendo la herejía
No hai duda que por venganza
A esplicar mi voz no alcanza
Porque tambien tengo susto,
Dice lleno de disgusto,
Mi corazon que es tan franco:
Sentarlos todos al banco
Será castigo mui justo.

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