Los tres salteos
EN «SAN JUAN DEL PERAL», EN
«LO CAMPO» I EN «LO GUZMAN»,
I CAPTURA DE LOS BANDIDOS.

Es una barbaridad
Lo que está haciendo la jente;
Pero son dictatoriales
Que vivan su presidente.

  Allá en San Juan del Peral
Saltearon un caballero,
Por quitarle su dinero
Dieron el golpe fatal;
Como el sangrino chacal,
I luego de esta cindad
Por matarlo sin piedad
Hoi los andan persiguiendo,
Porque lo que se está viendo
Es una barbaridad.

  A Lo Guzman tambien fueron
Dias ántes, i asaltaron,
I con los que allí hallaron
Un gran combate tuvieron;
Los bandidos resistieron
Todos peleando de frente
Con un valor imponente,
Digo al ponerme a pensar,
Ya no se puede aguantar
Lo que está haciendo la jente.

  I en Lo Campo igual cosa
Sufrieron los moradores
Con los mismos salteadores,
Que llegaron con gran prosa
Peor que fiera rabiosa
Causando terribles males,
Estos hombres criminales
Que invaden a nuestra tierra
Haciéndonos cruda guerra;
Pero son dictatoriales.

  Yo les encuentro razón
Que no nos tengan respeto,
Porque la culpa de esto,
Lector, es la oposicion;
Pues en Placila i Concon
Triunfó tan traidoramente;
I trasformados en serpiente,
Los derrotados señores
Son hoi los opositores
Que vivan su presidente.

  Al fin las partidas son
Del ejército vencido
Que trasformado en bandido
Atacan a la Nacion.
La causa es el señor Montt
Por no saber gobernar,
Ni él mismo podrá escapar:
Le aconsejo a Su Excelencia
Que deje la presidencia
I se vuelva a ir al mar.

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A los mal hablados

  A los Patas de Galapas
Los junto con los Manchados,
Para taparles la boca
Por infames, mal hablados.

  A Miguel 2º Elgueta
Con Incinia don Agustin.
En este verso sin fin
Les brindaré una receta,
Para que no sean jeta;
Estos dos cara de sapos
Se dan tono de hombres guapos
Porque no tienen entrañas;
Les publicaré sus mañas
A los Pata de Galapas.

  La madre de tal Agustin
Su nombre de pila es Rita,
Tambien fué balmacedista
Tal como es su hijo ruin;
El agudo retintín
Los tiene desesperados.
Porque son unos malvados
Trato el sacarles el cuero,
A los que nombré primero
Los junto con los Manchados.

  La otra es la Cármen Castro
I su esposo es don Miguel,
Para ver si tienen hiel
Les voi a seguir el rastro,
Aunque malo se halla el astro
Mi memoria no es mui poca,
Si otra vez mi honor me toca
Alguno de estos sayones,
Sin argumentar razones
Les voi a tapar la boca.

  Si ellos tuvieran vergüenza
Se privarian de hablar;
Por si vuelven a insultar
Los voi a dejar en prensa.
La relación es estensa
Que daré en lo que han robado,
Sus hechos estan apuntados
Porque demuestran delito,
Les publico este versito
Por infames, mal hablados.

  Al fin, no es ponderacion
Lo que en este verso invento,
De los sujetos que cuento
Se encuentran en Concepcion.
Ponga el lector atencion
Que ellos me estan ofendiendo
No se han de quedar riendo
Digo sin ningun esfuerzo,
Les voi a hacer otro verso
Cosa que les quede ardiendo.

ROSA ARANEDA
CALLE DE SAMA, NUM. 73-A

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Cantares para señoras

  Desde que te conocí
Sentí el fuego del amor,
Por gozar la hermosa flor
Que en tu corazón yo ví.

  Por lo linda i fragantosa
Como ella otra no habrá,
Porque me creo que es
Flor de la virjinidad.

  Mi corazón con dolor
Quedó en lágrimas deshecho,
Sintiendo arder dentro el pecho
Un fuego devorador.

  Eres mi ánjel de dulzura,
Eres mi cielo estrellado,
Eres dueña de mi agrado,
Ninfa i linda criatura.

  Al fin, con gloria i encanto
Tus delicias las corono,
Para regalarte un trono
En el dia de tu santo.

  Soi la estrella del oriente
Aurora del claro dia,
Eres mi luz i mi guía,
Lindo sol resplandeciente.

  Si mil vidas yo tuviera,
Te lo digo, blanco armiño,
Como en prueba de cariño
Por amarte las perdiera.

  No canto como un canario
Ni trino como el jilguero,
Pero te adoro i te quiero
Con amor parlamentario.

  Te lo prometo, mi vida,
Sin demostrar un desliz,
De darte mi corazon,
A ver si me haces feliz.

  Al fin, te digo mi cielo
Que ya me muero por tí,
Dame de tu boca un sí
Para tener un consuelo.

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La conformidad i la volun-
tad para con Dios
VERSO A LO ADIVINO

  Yo no siento de morir
Porque el morir no es afrenta;
Lo mas que a mi me atormenta
Es el dejar de existir.

  Tener la conformidad
Con Dios, es suma nobleza,
¿Dónde habrá mayor grandeza
Que conocer la verdad?
A donde su majestad,
Todos debemos de ir
Eternamente a vivir
Con la victima [ex]piatoria:
Entrando a la [  ] gloria
Yo no siento de morir.

  Dijo el divino Jesús:
Cristiano si conocí
Quien quiera seguirme a mí
Tendrá que cargar mi cruz.
A dar la divina luz,
El santo ánjel se presenta;
Cuando yo rinda la cuenta
Donde nuestro Salvador;
No me queda ni un dolor,
Porque el morir no es afrenta.

  Cuando se halla el moribundo
El plazo i hora esperando,
En Dios lo pasa pensando
I nó en las glorias del mundo;
Con un sentir tan profundo
Triste llora i se lamenta;
Mira, i dice con ostenta,
Habiéndose arrepentido:
Si seré salvo o perdido
Lo mas que a mí me atormenta.

  No hai mas que conformarse
Con la voluntad de Dios,
Comete un pecado atroz
Quien de El llega a quejarse;
Por cierto hai que humillarse
Para poder conseguir
La salvacion, es decir,
En el crítico momento
Lo que me da sentimiento
Es el de dejar de existir.

  Al fin, si uno se condena
Pedirá el perdon a grito;
Si se muere con delito
Será mas doble la pena:
De fuego una cadena
Le ha de cubrir todo el pecho,
Porque con justo derecho
Se castiga al delincuente;
Lo que hace el Omnipotente,
Sea malo, está bien hecho.

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El reo puesto en el banco

  Ya está sentado en el banco
Para ser, pues, fusilado;
El indulto de su pena
Negó el Consejo de Estado.

  El reo Nuñez Manuel
En el cadalso afrentoso,
¡Dios eterno i poderoso
Compadécete de él!
Llega al suplicio cruel
Con acompasado tranco
Para allí servir de blanco;
Digo, escribiendo abatida,
Dispuesto a rendir su vida
Ya está sertado en el banoc

  Se encomendó el pobre reo
Al Poderoso infinito
Que le borre su delito,
Con un justo devaneo.
Yo tengo el mismo deseo
Al ver al ajusticiado;
Penoso i atribulado,
Con trémula mano atienta
El banquillo, i se sienta
Para ser, pues, fusilado.

  Pensó en la Soberana
Al entrar a la capilla;
Con tristeza se arrodilla
Para orar con tanta gana;
Desde esa hora temprana
Se arrepintió en su condena
Cual si fuera Magdalena,
Es un becho al contemplar,
Pues no se le quiso dar
El indulto de su pena.

  La Corte con el Fiscal,
Dió la primera sentencia
Al reo, que sin clemencia,
Por el codigo penal
A la pena capital
Por la lei fué condenado.
Habiéndose ya probado,
Según pública opinion,
La gracia de su perdon
Negó el Consejo de Estado.

  Al fin, cuando llegó el dia,
Despues de que comulgó,
El rco se encomendó
A Jesucristo i María.
De ver su cruel agonía
Se me turbó la memoria;
Pero lo apunté en mi historia
Como justo i perdonado
Dios le dé un lugar sagrado
Allá en la santa gloria.

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El reo puesto en capilla

  Ya me dieron la sentencia,
A muerte estoi condenado;
En capilla me pusieron
Para ser allí auxiliado.

  Desde que se me anunció
Que estoi condenado a muerte,
Me lamento de la suerte
Por lo mal que me pagó.
Con tristeza digo yo,
Si llego a pedir audiencia
No podré encontrar clemencia
En este trance fatal;
Por el código penal
Ya me dieron la sentencia.

  El susto será tremendo,
Que tendré, es mui verdad,
El cuerpo me temblará
Cuando el banco vaya viendo;
La jente estará diciendo,
Qué triste va el desgraciado,
Con grillos i encadenado,
Dirá, lagrimas derramo
Para morir, sin reclamo,
A muerte estoi condenado

  No tengo yo sentimiento
Ni me da ningun pesar,
Sé que me van a balear
Pero yo cumplí mi intento;
Ahora me hallo contento
Porque todos me dijeron
Que mi sentencia leyeron,
Según he tenido aviso,
Por ver si me atemorizo
En capilla me pusieron.

  Cuando ya vea venir
Los que me van a sacar,
Los tendré que acompañar
Sin poderme resistir;
Conmigo tendrán que ir
Un padre por cada lado,
Recitando lo sagrado,
Por si arrepentido estoi,
Hasta llegar donde voi
Para ser allí auxiliado.

  Al fin, me queda el decir
Con sentimiento estraño
Este mundo es un engaño
Todos tienen que morir.
De uno en uno han de seguir
Por la huella que les dejo,
Aunque la parte es tan léjos,
Espero que he de llegar;
I me han de acompañar,
El niño, el joven i el viejo.

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¡ARRIBA TODO CHILENO!
GUERRA SIN CUARTEF!—¡VIVA
LA LIBERTAD!

  En mui grande ajitacion
Chile se encuentra al presente,
No está tranquilo el viviente
Por esta revolucion.

  Bien armado al reclutaje,
Con enerjía y valor.
Por librar al dictador,
Peleó como un gran salvaje.
Es de alabarle el coraje
Digo y no es ponderacion,
Y ya que a nuestra nacion
La tratan como a pelota
Con razón se haya el patriota
En mui grande ajitacion.

  Arriba todo chileno,
No hai que acobardar un punto,
Porque es mui sério el asunto
Que ajita nuestro terreno.
Hoi en dia por lo méno
Aparezcamos valiente,
Pongamos el pecho al frente
Con un grandioso heroismo
Que en las puertas del abismo
Chile se encuentra al presente.

  Todo vil póngase bravo
Porque ya es temeridad;
Luche por la libertad
Quien no quiera ser esclavo.
Esto si que les alabo.
¡Vino abajo el presidente!
Muera la infame serpiente
Que nos torturaba a pausa
I por esta misma cansa
No está tranquilo el viviente.

  Todo moderno i anciano
Por nuestra patria tan bella,
Mueran en gloriosa huella
Antes que darse al tirano
Todo noble ciudadano
Que no baje de opinion;
Brava fué la Oposicion,
Dándole contra al gobierno,
Para mandarlo al infierno
Por esta revolucion.

  Al fin, es guerra civil
Que hai i en contar no me atajo:
Se pretendió echar abajo
Al despotismo mas vil.
Todo brazo varonil
Que no teme a la condena,
Miéntras la sangre en las vena
Corra, hai que combatir:
No me canso de decir
¡Viva la Escuadra chilena!

Rosa Araneda, Calle de los Andes, núm. 11-A

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LA SENTENCIA
DEL PRESIDENTE Y TRES MAS DE
SUS COMPAÑEROS

  Traía hombres de acero
El Partido Opositor;
Eran todos invencibles
Para pelear con valor.

  A este presidente loco
Bueno es que haga la justicia
Aventarle la ceniza
Y esto todavía es poco.
Estaba mui cocoroco
Con cuarenta mil guerreros
Soberanos y altaneros:
Pero la hueste marcial
Del partido clerical
Traia hombres de acero.

  Cortarlo presa por presa
Es bueno y como buen pago
Por las calles de Santiago
Le paseen la cabeza
Cuando el con tanta vileza
Se quiso hacer invasor,
Canalla, cruel, malhechor,
Cumpliendo con su deber,
El polvo le hizo morder
El Partido Opositor.

  Un tal Rafael Allende
Con su diarito «El Recluta»
Formaba una gran disputa
Y al catolicismo ofende.
Hoi mi pluma le reprende
Sus hechos que son terribles,
Aunque con mil imposibles
Invocara a San Antonio…
Para vencer al demonio
Eran todos invencibles.

  Tambien Latrhop, el perverso,
Con su diario «Las Noticias»
Sin que me den las albricias
Lo reprendo en este verso.
Sin hacer ningun esfuerzo
Te doi a saber, lector,
Que por sacarla mejor,
Y me afirmo en lo que hablo,
Se acompañó con el diablo
Para pelear con valor.

  Al fin, un señor Godoi,
Ministro, bien lo sé yo,
Del susto que se llevó
¿Como se encontrará hoi?
Estas noticias les doi,
Según mi humilde entender,
Porque en este parecer
Digo en respeto profundo
Mientra el mundo sea mundo
No volverán a su ser.

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EL SAQUEO
DE LAS CASAS GOBIERNISTAS

  El veintinueve en la tarde
Fué el saqueo jeneral
Que se le hizo al gobiernista
Por toda la capital.

  La cárcel primeramente
Nuestro partido tomó
Y a los presos libertó
Con un deseo vehemente
Despues se marchó la jente
Sin que nada le acobarde,
Hizo de valor alarde
Y siguiendo a las patrullas,
Principió a hacer de las suyas
El veintinueve en la tarde.

  Por la calle de San Pablo
Primeramente empezó
Y a las ajencias entró
Sin temerle al mismo diablo.
Vista fija en lo que hablo
Con mi ciencia natural,
A ninguno le hago mal
Digo porque es necesario
Que en la casa del contrario
Fué el saqueo jeneral.

  La accion ha sido mui buena
Porque harto se entretuvieron
Y los que prendas perdieron
Casi se han muerto de pena.
Yo con mi pluma serena
Mas tarde daré la lista
Como bella y memorista
Voi diciendo a la lijera
Mal de toditas manera
Se le hizo al gobiernista.

  Con mi gran moralidad
A decir verdad me obligo
Solamente al enemigo
Se ha saqueado en la ciudad.
Tuvo el pueblo libertad
Ese gran dia inmortal
Se sublevó en jeneral
Sin hallar ningún atajo
Calle arriba, calle abajo
Por toda la capital.

  Al fin, muchos millonarios
Perdieron sus amurblados,
Bien hecho por los aliados
Y los infames contrarios.
Hoi todos sus mobiliarios
Se hallan en otro poder
Muchos van a perecer
De pena y de sentimiento
Porque todo lo que cuento
El pueblo lo ha hecho adrer.

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¡¡VIVA LA OPOSICION!!
YA CAYÓ EL TIRANO

  Que viva la Oposición
Y sus bravos jenerales:
Defendieron como tales
Nuestra santa relijión.

  Vivan los bravos soldados
Que defendieron las leyes
En contra de tantos reyes
Demonios y condenados.
Valerosos y esforzados
Y de altivo corazón,
Libran nuestro pabellon
De los crueles invasores:
Toditos digan, señores,
¡Que viva la Oposicion!

  Que viva Walker Martinez,
Que con abnegacion suma,
Defendió con hábil pluma
De la Oposicion los fines.
El toque de los clarines
Animaba a nuestros leales
Y a gratas marchas triunfales
Marchaban llenos de honores:
¡Vivan nuestros defensores
Y sus bravos jenerales!

  Viva el denodado Canto,
Que con valor sobrehumano,
A las tropas del tirano
Les causo terror y espanto.
Con un entusiasmo santo
Que asombrará a los mortales,
Trajo a sus tropas triunfales
A esta patria tan amada
Y nuestra insignia sagrada
Defendieron como tales.

  Que viva Urrutia, el valiente,
En este verso diré.
Que al defender nuestra fé
Ha puesto su pecho al frente.
Silva y Barros, que fielmente
Representan la Nacion:
Con sus naves Jorje Montt.
Que con audacia y con tino,
Defendió el bravo marino
Nuestra santa relijión.

  Al fin, viva Baquedano,
Jeneral de mar y tierra,
Que no se metió en la guerra
Por no servir al tirano.
Al impulso de mi mano
Yo diré que a todas horas
Vivan las Opositoras,
Que por no morir a pausa,
Defendieron nuestra causa
Como unas leales señoras.

Imp. Estrella de Chile, San Diego, 75

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