Versos dedicados a cinco
CONDUCTORAS TALQUINAS

  Cinco bellas conductoras
De la Empresa talquina,
Por lo sucias i cochinas
Cual de ellas es mas corredora.

  La ocho es la Ana Luisa,
Muchacha bien elegante,
De los cocheros amante
Por lo diabla i lo chusquiza.
Su cara llena de risa
La verán a todas horas.
Como avecillas canoras
Cantando i salagardeando,
Hacia sus carros charlando
Cinco bellas conductoras.

  La quince es la Regalinda.
Hermana de la primera;
También sigue la carrera
De la otra que le brinda
Porque a ella se le rinda
El judas, pues, se le inclina
I parece que se empina
Esta mula redomona;
Es peor que vaca bramona
De la Empresa talquina.

  La Zoila es número cinco,
De un carácter atractivo,
Mas parece vomitivo
La zamba al pegar un brinco.
No crean que me les hinco
A esta comparsa de chinas;
Son una plaga de ruinas,
Créanmelo que es verdad,
Infestan a la ciudad
Por lo sucias i cochinas.

  La once es la Rosalía;
Lo que no pueden creer,
Es por su mal proceder
Estampa de la herejía;
Esta suja dia a dia
Habla imitando a una lora.
Con mi pluma revisora
Les voi a poner la plancha,
I al sacarlas a la cancha
Cual de ellas es mas corredora.

  Al fin, la Juana María,
La seis, chei del inspector,
Conoce bien el lector
Por su lujo i fantasía.
Si acaso él las convia
No deben de ir al trote;
Cuando se les alborote
I les hable del asunto,
Júntense en un mismo punto
I les dan un buen capote.

ROSA ARANEDA
CALLE DE ZAÑARTU. NUMERO 9
ENTRE SAN PABLO I SAMA

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Al mismo poeta
PEDRO ALIAS, EL GATO

  La pica del picador
Qué picante no será.
Aquel que le pican pica
El que le pican qué hará.

  Hai un cierto popular
Como buscándome pleito,
Talvez por quitarme el créito
Sin duda se ha puesto hablar.
En su gracioso ejemplar
Va a tomar fama i honor.
I yo con ser inferior
Digo le haré competencia,
Porque causa una indecencia
La pica del picador.

  El dice que nunca pierde
Si lo quieren combatir,
Pero yo tengo el decir
Perro que ladra no muerde.
Su esperanza está mui verde
Del poeta i es verdá,
Habla con tal vanidá
Diré de mui buena gana
La palabra carrilana
Que picante no será.

  Mui luego va a hacerse rico,
Creánmelo que es de veras,
Espendiendo sus leseras
Este tontillo borrico.
Si acaso yo le critico
Es que su verso lo indica,
A mí nadie me empalica,
Opina toda la jente,
Por mas que sea paciente
Aquel que le pican pica.

  Ni por mas que tenga historia,
Señores, no lo respeto;
En verso, pues, le contesto,
De improviso i de memoria.
Aunque de él es la victoria
Porque es de capacidá,
Pero la fatalidá
Lo hará caer en errores
En esta cuestión, señores,
El que le pican qué hará.

  Al fin veo que es afan
Nombrar al autor talvez,
Aunque no digo quién es
Pero ya conocerán.
Este tiene por refran
De profanar en su canto,
Hasta aquí no mas lo aguanto,
Llegando los casos tales,
Se verán caras mortales
Si acaso yo me levanto.

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El contrarresto

  Al Gato, poeta talquino,
Diré, al seguirle la gresca,
Que no hai quien no lo aborrezca
Por lo sucio i lo cochino.
Quiere afrentarme este indino.
Pero comete un error.
Siendo que es estafador
De los carros el pequen,
No habia de hablar mas bien
El mui célebre inspector.

  Por lo bruto i sin vergüenza
Le voi a menear guaraca;
I si otras cosas me saca,
Déme esplicación estensa.
Mui pronto halla el que comienza
Quien le arregle bien la cuenta;
De este modo gasta ostenta,
Es la verdad la que cuento:
Robando que es un contento
Por tener para la imprenta.

  Lo voi a dejar en prensa
A este pije palangana;
Hasta la otra semana
Daré mas correspondencia,
Si él siguiera con la ofensa
Lo mismo que pregonero.
¡Qué traza de pordiosero
Hijo de la negra chancha,
Con esa boca tan ancha
Me dijo que era ratero!

  Hasta que siga el camino.
Le iré zurrando a esta bestia;
Si halla que es mucha molestia
Le cambio el rumbo i el tino:
Por mas que sea latino
Tengo que irle atracando;
Pero si sigue chillando,
Claro es que no le conviene
Al pobre, que se mantiene
A fuerza de andar robando.

  Trabaja este distinguido,
Sin tener temor ni susto,
En la rapiña a su gusto
Ya se encuentra convertido.
Yo, por no estar prevenido,
Me voi a ir al pasito:
Hablándole mui clarito,
Le suplico sin quebranto
No disparatee tanto,
Al fin, amigo Gatito.

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Contestacion
AL GRAN POETA TALQUINO, PEDRO
JOSÉ ROJAS, CONTRARRESTADO

  Al Gato, poeta talquino
Por lo bruto i sin vergüenza,
Lo voi a dejar en prensa
Hasta que siga el camino.

  El mui célebre inspector
Le dijo en una versáina
Al público, con jaráina,
De que yo era vendedor.
¡Bueno con el deshonor
Que me sacó este pollino!
Parece chonchon costino
Por sus muchas musarañas.
Le publicaré sus mañas
Al Gato, poeta talquino.

  Por tener para la imprenta
Le hizo robar a la Empresa:
Usando de tal vileza
El sujo sacó la venta.
A cada una cuarenta
El a recortar comienza;
I yo aquí con una lienza,
Aunque con memoria poca,
He de coserle la boca
Por lo bruto i sin vergüenza.

  Me dijo que era ratero,
El sujo con mucha gana;
Pero él de la Empresa Urbana
Es el primer patraquero;
Dé esta mancra, dinero
Tiene cuando ménos piensa.
El ladronismo en herencia
Es solo lo que ha tocado;
I por ser tan mal hablado
Lo voi a dejar en prensa.

  A fuerza de andar robando
Se viste con elegancia;
Pero esta es una ignorancia
Que se le está comprobando.
Lo que yo le estoi sacando
Es tocante a su destino;
Antes, peor que peregrino
Era, cuando era gañan.
Le zurro a este charlatan
Hasta que siga el camino.

  Al fin, amigo Gatito,
No crea que es un capricho:
Todo lo que yo le he dicho
Es porque es usted maldito.
Por mas que hable, no me ajito
Ni se me turba el sentido.
Ya está bien reconocido
En todo Talca este lele:
Por ver si halla quien lo vele
Trabaja este distinguido.

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Corred a las urnas
EL DIA DE LAS ELECCIONES

  Las próximas elecciones
Nos vendrán a tomar cuenta;
Quiera Dios que no se sienta
Ayes i lamentacionos.

  Los partidos anhelantes
Trabajan sin descansar,
Porque pretenden ganar
I sacar representantes
Hombres que sean amantes
I de nobles opiniones;
Según públicas versiones,
Yo en lo que digo idolatro,
Se esperan el dia cuatro
Las próximas elecciones.

  ¡A las urnas, ciudadanos!
Sin parecer unos rotos,
Corran i dejen sus votos,
Valientes, grandes i ufanos,
I lleven limpias sus manos
Con alma pura i contenta;
Aunque arrécie la tormenta
No hagan lo que hacen los reyes,
Porque despues nuestras leyes
Nos vendrán a tomar cuenta.

  Si procura el fanatismo
Estorbarte en tu trabajo,
Procura ponerle atajo
Hasta que caiga al abismo;
De este modo el servilismo
No podrá gastar ostenta;
Dale hasta que se arrepienta
Cuando quiera dominarte;
El tun por ninguna parte
Quiera Dios que no se sienta.

  Si quieren hacerte fuego
Con condicion que no entres,
Al primero que tú encuentres
Dale palos como un ciego,
Si sigue i desprecia el ruego
Con cinicas intenciones.
¡Qué dirán, pues, las naciones
Al saber lo sucedido,
Si es que ellas hayan sentido
Ayes i lamentaciones!

  Por último, compatriota,
Si tienes fatiga mucha,
No acobardes en la lucha
Hasta dar la última gota.
El rendirse es una nota
Que ya no alcanza la gracia,
Ni da mayor eficacia
A los toques del clarin;
Dí hasta el último fin:
¡Que viva la Democracia!

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El cabo del Constitucion
QUE SE MATÓ POR AMOR

  Un tal Feliciano Pozo,
Cabo del Constitucion,
Por una ingrata pasion
Se victimó el pobre mozo.

  En la noche del domingo,
Adentro de un conventillo,
Se mató, no con cuchillo
Un leso, según distingo.
En lo que hablo me arrelingo,
Porque esplicarlo es forzoso:
El hecho es mui alevoso,
Nadie me dirá que nó,
Del crimen que cometió
Un tal Feliciano Pozo.

  Con Uberlinda Gonzalez
Trataba el cabito amante,
Ella, por ser inconstante,
Fué la causa de sus males.
I viendo tormentos tales
Se horrorizó la nacion;
I yo aquí con emocion
Digo, sin ningún tropiezo,
Que fué el autor del suceso
Cabo del Constitucion.

  De pena el amante fino,
Con prontitu i sin atraso
Se dió en la sien el balazo
Para cumplir su destino.
De antemano se previno
Sin la menor dilacion.
Se oyó la detonacion
Del tiro que descargó:
La hirió a ella, i él murió
Por una ingrata pasion.

  Confieso la verdad pura:
Según mi humilde entender,
Matarse por la mujer
Es en el hombre locura.
Pero éste en su desventura
Encontró el vivir odioso.
I sin remedio forzoso,
En prueba que era amador,
No resistiendo al amor
Se victimó el pobre mozo.

  Al fin la vieja canalla
No quiso darle a su hija,
I ahora, aunque se aflija
No la consuelen por galla.
¡Vé que traza de pantalla
Lo que se puso a negar!
La tendré que pololear
A esta viscaina indina,
Por lo diabla i lo mezquina
Se debe de castigar.

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Versos relacionados
A CUATRO COSAS DEL FIRMAMENTO

  En el cielo hai una cruz,
La componen cuatro estrellas:
Representan al calvario
Por lo brillosas i bellas.

  Aquel grandioso misterio,
Para mí incomprensible,
Aunque se halla visible
Allá bajo del imperio;
Con un esplendor tan sério
Alumbra con clara luz
Recordando al buen Jesus
Hácia el lado del Jordan;
I los que miran dirán:
En el cielo hai una cruz.

  Tambien hai un ataud
Tan blanco como el papel,
I se encierran en él
La gracia con la virtud.
Las ninfas con prontitud
Llegan a dar sus querellas,
Brillantes como centellas
Allá cuando el Sol declina.
Aquella obra divina
La componen cuatro estrellas.

  En el mundo no hai humano,
Según lo que patentizo,
Que descifre lo que hizo
El gran Autor Soberano:
Con su portentosa mano
Formó como necesario
Aquel hermoso escenario
Para bien de los mortales;
Solo las cuatro cabales
Representan al calvario.

  Tambien se observa un rosario
Puro como el cristal fino,
Hecho por el Unitrino
En el globo convinario.
Acuario con Sajitario,
Les siguen sus santas huellas,
Dichos cuerpos, que sin ellas
No jiran, i en su aposento
Son reinas del firmamento
Por lo brillosas i bellas.

  Al fin, hai una corona
En el medio del espacio,
Para adornarle el palacio
A la segunda persona;
Con su hermosura eslabona
La obra del Increado
Porque al estar despejado
En todas las superficias,
Es un jardin de delicias
El limpio cielo estrellado.

ROSA ARANEDA
CALLE DE ZAÑARTU, NUMERO 9
ENTRE SAN PABLO I SAMA

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Versos de sentimientos

  Esa por quien me olvidaste
Con tanto rigor, mi dueño
Vos no me tienes amor
Conforme yo te lo tengo.

  De primeras me dijiste
Que ibas a ser mi amante:
Un amor firme i constante
Fué el que vos me prometiste:
Pero siempre paso triste
Al ver de que me dejaste:
Ya no hai pena que me baste,
Ni consuelo en el llorar;
La vida me va a quitar
Esa por quien me olvidaste.

  Pues con un mal pensamiento
Me quisiste cautivar:
Me tendré yo que acordar
De tu falso juramento.
Fuiste de tan mal intento
I de semblante halagüeño;
Te recuerdo con empeño
Con mi corazon herido,
Porque me echas en olvido
Con tanto rigor, mi dueño.

  Ojalá nunca en mi vida
Te viera yo a mi presencia,
Por no sufrir impaciencia
I quedar mas abatida.
Ya la esperanza perdida
Está, pero nó mi honor.
No seas mal pagador
Con quien te supo querer;
Te digo en mi padecer:
Vos no me tienes amor.

  Me prometistes, infame.
De no echarme en el olvido,
Pero hasta aquí no has cumplido
I es menester que reclame
Al dios Cupido i lo llame;
Desde luego me prevengo;
Jamas con ninguno arengo;
Te suplico, blanco Armiño,
No me tienes, pues, cariño
Conforme yo te lo tengo.

  Al fin, con gran desconsuelo
Sufro, i todo esto es injusto,
Porque nunca tendré gusto
Careciendo de tu cielo.
Sin encontrar un desvelo,
Diganme ¿cómo estaré?
A todos les contaré
El mal trato que me has dado;
De ver cómo te has portado,
Mientras viva lloraré.

Nota: Publicado por Daniel Meneses en esta lira.

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La ruina del chileno
I PROTECCION DEL ESTRANJERO

  Todo estranjero aquí tiene
Quien lo habilite con miles;
El hijo propio de Chile
Apurado se mantiene.

  En nuestra bella nacion,
Yo no sé por qué será,
Al patriota hoi dia ya
No le tienen compasion:
I si hago esta relacion
Es porque se me previene;
Aunque a muchos no conviene,
Digo, según mi entender:
Destino, casa i mujer
Todo estranjero aquí tiene.

  De Europa vienen millones
Que la suerte los maltrata,
A juntarse a Chile plata
Por sacos i por montones.
De aquellas vastas rejiones
Llegan esos hombres viles
Como grandes varoniles,
I luego se hacen feliz,
Porque hallan en mi pais
Quien lo habilite con miles.

  Con monos i con figuras,
Según he estado observando,
Vienen al mundo engañando
Sin mas que con travesuras.
Las ganancias son seguras;
A nuestro Gobierno dile
Antes que se me aniquile:
Hago esta propuesta sobre
Que por ellos queda pobre
El hijo propio de Chile.

  De los empledos mejores
Siempre son los preferidos;
Del nacional distinguidos
Como ricos inventores;
Puestos i grandes honores
Se le da a todo el que viene;
Al industrial se entretiene
Con la esperanza, i se nota:
Por esta plaga el patriota
Apurado se mantiene.

  Por último, es necesario
Antes que pase adelante,
Repatriar al inmigrante
Que nos priva del salario.
Para aumentar nuestro erario
Es bueno que trabajemos
Con sacrificio i tendremos
La plata i oro que brilla.
Si prosigue esta polilla
¡Santo Dios! ¿qué ganaremos?

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Dos reos en Valparaiso
AMADOR BELTRAN
I LORENZO SALINAS

  Dos infelices mortales
A muerte están condenados;
Pero falta todavía
El gran Consejo de Estado.

  Los que a la Viña del Mar
Fueron a hacer el salteo,
Por su ruin i mal deseo
Los tendrán que fusilar.
Espero se han de salvar
En los momentos fatales;
A los tales criminales
Yo digo aquí con clemencia:
Pagarán con su existencia
Dos infelices mortales.

  El Fiscal los condenó
I los reos apelaron;
A la Corte, i ya pasaron
I no sé si les probó.
Detalle el diario no dió
Del hecho, si está probado,
Lo cierto es que apresurado,
Heróicamente sereno,
Salió diciendo El Chileno
A muerte están condenados.

  Desde que ya les dijeron
Que están condenado a muerte,
Renegaron de su suerte
I mui tristes se pusieron.
El apelar consiguieron
Los dos ese mismo dia.
Con la mayor sangre fria
Tendrán que servir de blanco
I que caminar al banco;
Pero falta todavía.

  Uno es Amador Beltran,
El otro es un tal Lorenzo,
I me creo que suspenso
En sus celdas estarán.
Al Señor le clamarán
Al hallarse encadenados,
Penosos i acongojados
Cada uno en su corazon,
Esperan les dé el perdon
El gran Consejo de Estado.

  Al fin, les voi a advertir,
De la pena capital:
Aquel que mata a puñal,
A bala debe morir.
Pero vo voi a podir
Para la accion temeraria,
Con memoria involuntaria,
A nuestras leyes chilena,
Mas bien que cumplan condena
Alla en la Penitenciaria.

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