Una beata se empachó
De tomar agua bendita;
Al poco tiempo salió
Con otra beata chiquita.
Una beata madrugaba
Temprano, para ir a misa,
Cuando iba más de prisa,
A media noche llegaba.
La madre le preguntaba:
¿Te confesaste o nó?
No estés creyendo que yo
Pase por embudo alguno;
I de asentar un ayuno
Una beata se empachó
Luego que se vió empachada,
No la dejó la fatiga,
Un bultito en la barriga
I con la cara empañada,
Cada dia mas hinchada
Se siente i se debilita;
Casi la vida le quita
Aquel mal que adolecia,
Que vino, segun decia,
De tomar agua bendita.
La madre, por mejorarla,
Hizo con justos motivos,
Junta de facultativos,
Mas ella supo engañarla1.
A los médicos les dió
Un grati i les prometió
Pagarles bien sus visitas,
I el empacho con patitas
Al poco tiempo salió.
Llegado un año despues,
La beata salió a pasear,
I sin comer ni cenar
Volvió a empacharse otra vez;
Dé suerte que enteró tres
Empachos i la viejita
Se confundia solita
Porque muchos le contaban
Que unos beatitos andaban
Con otra beata chiquita.
Por fin, aquí les repito
De la beata la profía
Todos los años salia
Con su beata o su beatito.
Con el más vil apetito
Se empachó a todo momento;
I fue tan grande el aumento,
Que tornó en aquel imperio
De beatas un monasterio
I de beatos un convento.
1 Falta una línea en la décima.