La esperanza del pobre
MANTIENE, PERO NO ENGORDA

  Pregunto a los congresales
Por la plata i por el oro;
Ellos me contestarán:
Está mui pobre el tesoro.

  Tres años hace, señores,
Que estamos con la esperanza
De ver la patria en bonanza
I que cesen los clamores;
Los pobres trabajadores
Sufren todos estos males,
Porque ya ni cuatro reales
Vale hoi nuestro papel,
I porque está el tiempo cruel,
Pregunto a los congresales.

  Suben las contribuciones
Por culpa de los curiales;
Pero en las arcas fiscales
Cunden poco los millones;
Se oyen las lamentaciones,
El quejido con el lloro;
Hoi que a la fortuna imploro
Al pasito imajinando.
Les voi a ir preguntando
Por la plata i por el oro.

  Don Jorje, de poco a poco
Quiere ir dejando reserva,
Pero hai una gran caterva
Que me lo trata de loco;
Si con mi pluma los toco
Tal vez se me enojarán:
Con el malvado refran
Me han decir sin demora:
No seas tan habladora,
Ellos me contestarán.

  Si yo fuera el Presidente,
Aunque la suerte esté ingrata,
Haria correr la plata
Por las calles, a torrente;
Entónces toda la jente
Dirá «hoi dia sí mejoro»;
I el que manda es peor que moro,
Es i no piensa morir,
Porque nos suclen decir:
Está mui pobre el tesoro.

  Por último, prometieron
Los vencedores de Iquique,
Subir a treinta penique
El cambio, mas no cumplieron.
Cuando en el poder se vieron
I dueños de la Moneda,
Al entrar en la vereda,
Dicen estos caballeros,
Que se llevó los dineros
El finado Balmaceda.

Ver lira completa

La niña
QUE HIZO PACTO CON EL DIABLO
PARA QUE LE DIESE MARIDO

  Hizo pacto con el diablo
Una muchacha elegante:
Prometió darle su alma
En remplazo de un amante.

  La Vénus se apasionó
La ocasion que vió a Cupido:
Preso de amor, mal herido,
Su corazón le quedó;
I cuando no consiguió
Clamó al apóstol San Pablo.
Sola, estando en un establo.
En sus justos devaneos,
Para cumplir sus deseos,
Hizo pacto con el Diablo.

  Despues de ser tan virtuosa,
Tan santa i de buen vivir,
Os diré, por no mentir,
Que deseaba ser esposa.
Sumisa, triste i penosa,
Lo pasaba delirante,
Sin perder un solo instante,
En un pesar sumerjida,
Clamaba por ser querida
Una muchacha elegante.

  Lloraba la desgraciada
Dia i noche sin cesar,
Al ponerse a contemplar
Que no era de nadie amada.
Siempre, siempre acongojada,
Sin tener sosiego i calma,
A la sombra de una palma,
Cara a cara le refiere;
Porque le dé lo que quiere
Prometió darle su alma.

  Perucho la consolaba
Con sonrisa i alegría,
Diciendo que le daria
Pronto lo que deseaba.
Tanto, tanto le clamaba
Ella a Satan, suplicante,
Abatida i anhelante,
Sola i en el mismo acto,
Firmó con Luzbel el pacto,
En reemplazo de un amante.

  Al fin, la jóven logró
Lo que deseaba tener,
I ya cuando fué mujer,
A padecer empezó.
El marido le salió
Tunante, perverso i malo;
Pero ella le pegó un palo
Medio a medio del sentido,
I se lo entregó aturdido
A Lucifer de regalo.

Ver lira completa

La hija que mató al padre
I A LA MADRE,
EN MEDIAS CON EL QUERIDO

  En Arauco una muchacha
Mui furiosa i sin sentido,
Mató al padre i a la madre
En medias con el querido.

  Tiempo hacia y que estaba
Pensando en darles la muerte,
Para vivir de otra suerte
Con el amante que amaba;
Nada le atemorizaba
A ella porque era lacha;
Un dia con mucha facha
I sin fijarse en su ruina,
Se convirtió en asesina,
En Arauco una muchacha.

  La autoridad del lugar
Cuando tuvo la noticia,
Sin que cayera en malicia
Presa la hizo tomar;
Firme se ha puesto a negar
El crímen que ha cometido,
Dice que otro habrá sido
El que mató a su mamita,
I se halla la pobrecita
Mui furiosa i sin sentido.

  Ya da vergüenza contar
Las cosas que se estan viendo,
La jente no va creyendo
Aquí, ni en ningún lugar;
Yo nada dejo pasar
Cuadre al vulgo o no le cuadre,
Aunque el pecho le taladre
Con mis versos la ignorante,
Por consejos del marchante
Mató al padre i a la madre.

  Por su indigno corazon
I su intento maldito,
Aunque llore su delito
No podrá tener perdon;
Morirá en la correccion
Por el hecho sucedido;
Tal como va referido
Esta es la pura verdad,
Los ultimó sin piedad
En medias con el querido.

  Al fin, no se pasa dia
Que no haya un hecho de horror
¿Por qué motivo, señor,
Permites tanta herejía?
Castiga la picardía
Con tu mano sacrosanta;
Mira que asombra i espanta
Al que esto presenció;
La sangre que ahí quedó
Su voz al cielo levanta.

Ver lira completa

Versos del puro amor

  Cuando sale el sol brillante
Se ilumina el mundo entero;
A mí, porque a tí te quiero,
Me han privado de que cante.

  Sois la sirena del mar
Por lo bella i lo lujosa,
I cuando seas mi esposa
Yo dejaré de llorar.
Tristeza es considerar
Verte en brazos de otro amante,
Como quieres que yo aguante
Tanta pena i sentimiento,
I solo téngo contento
Cuando sale el sol brillante.

  Ni la vespertina estrella
Del celeste firmamento,
Con su esplendor i ornamento
A vos te iguala en lo bella.
Si minoras mi querella
Dichoso me considero;
Como diosa te venero;
I al quitarte los enojos
Con los rayos de tus ojo
Se ilumina el mundo entero.

  Ni Juno con su belleza
Que es diosa de la hermosura,
Te iguala en la preciosura
Encantadora princesa.
La humana naturaleza
Te crió linda, lo infiero,
Mucho mas que aquel lucero
Que alumbra en las alboradas;
Me cautivan tus miradas
A mí, porque a tí te quiero.

  El mirarte es mi recreo,
Te lo confieso en verdad,
Que siento felicidad
Cada ocasion que te veo.
Abrazarte es mi deseo
Cuando estas bien elegante,
Pero al hallarme distante
Se aumenta mi desventura;
Las glorias de tu hermosura
Me han privado de que cante.

  Al fin, grandioso tesoro,
Mucho siento el enfadarte,
I el corazon se me parte
De lo tanto que te adoro.
No estando a tu lado, lloro
I reniego de mi suerte;
Todas mis ansias son verte
Para gozar del placer;
Si no me piensas querer
Dáme sentencia de muerte.

ROSA ARANEDA
Calle Zañartu, Nº 8 (entre San Pablo i Sama)

Ver lira completa

Horroroso crimen
EL INGLES QUE DEGOLLÓ A SUS
SIETE HIJOS I A SU MUJER

  Un pobre ingles aburrido
Por no tener qué comer,
Siete hijos él victimó
I de yapa la mujer.

  En un hermoso reinado
Donde los mortales jimen,
Sucedió este horrendo crímen
Tal como se ha publicado.
La miseria ha trasformado
A aquel padre en un bandido,
Viéndose tan abatido
Con pena i desesperado;
Se hizo el mas desgraciado
Un pobre ingles aburrido.

  El mal padre de improviso
Como tigre enfurecido,
Colérico i sin sentido
Él las ocho muertes hizo.
Los degolló, doi aviso,
Aquel inhumano sér,
Creo que lo ha hecho adrer
El gringo según comprendo;
Cometió el crimen tremendo
Por no tener qué comer.

  ¡Qué haya tenido valor
De ultimar a sus niñitos,
Sin atenderle los gritos
Aquel padre sin amor!
Con iras i sin ni un temor
El crímen lo ejecutó,
I durmiendo los pilló
En la cama, de manera,
Como inhumana fiera
Siete hijos él victimó.

  La última del tormento
Fué la desgraciada Flora,
Niñita encantadora,
Era de mucho talento.
El papá en ese momento,
Por no verlos padecer,
Loco, según mi entender,
Estaba i de malos modos;
Les quitó la vida a todos,
I de yapa la mujer.

  Al fin con una navaja,
A todos les dió la muerte,
Creyendo hacer su suerte
La garganta se las raja.
El mal hombre no se ataja
Ni piensa en el porvenir,
Pena me da hoi referir
La gran trajedia señores;
I un hijo de los mayores
Cortado alcanzó a huir.

Ver lira completa

Alevoso crímen en Talca
EL QUERIDO
QUE ULTIMÓ A LA CABRONA

  El dia tres del presente
Todo Talca se asombró,
De ver que se asesinó
A una cabrona insolente.

  Vergara a la Gonzalez
Tiempo hacia que pensaba
Darle muerte i no encontraba
El cruel móvil de los males;
Llegaron los casos tales
I el plazo feroz, urjente,
Henriquez traidoramente,
Os diré i no lo ofendo,
Cometió el crimen horrendo,
El dia tres del presente.

  Salió a la ventana sola
A las diez en ciertos casos
Cuando él le dió los balazos
I cayó como una bola.
La infame con rabia chola
Un fuerte grito le dió,
Por todo el pueblo se oyó
De la mujer el quejido;
I al saber lo sucedido
Todo Talca se asombró.

  Hacia tiempo bastante
Que el futre andaba rondando,
O mas bien dicho aguaitando
Por ver si hallaba su amante.
Llegó el feliz instante
En que verla él logró;
El revólver preparó
Pronto, i dos tiros sonaban,
I las chuquisas lloraban
De ver que se asesinó.

  Hasta ahora no se sabe
Si Henriquez es el hechor,
Sospecha hai en él, lector,
Porque el caso es harto grave;
Antes que el proceso acabe
El verso doi a la jente,
Para que quede al corriente
Del crímen como pasó:
El mismo chei victimó
A una cabrona insolente.

  Al fin, en Talca, en verdad,
Desde muchos dias ánte
Tiene trabajo bastante
La celosa autoridad.
Es una barbaridad
Lo que ahí se ha cometido,
La vergüenza la han perdido
En este tiempo, de fijo,
Ultimó al padre el hijo
I la mujer al marido.

Ver lira completa

Carta
DE CESAR APABLAZA, ESCRITA EN
SU LÓBREGO CALABOZO AL PÚ-
BLICO EN JENERAL.

  Atención, pueblo talquino,
Te suplico con agrado
Lean en verso esta carta
De Apablaza, el desgraciado.

  En Octubre diezinueve
Fué cuando él la escribió,
I aquí la publico hoi yo
Porque el alma me conmueve.
Para que el hecho se pruebe
Que es César el asesino,
Hai que averiguar con tino
I medir con justa vara;
Sobre el crímen de Vergara
Atencion pueblo talquino.

  Culpó Concha a Apablaza
Que le dió el golpe primero;
Errado habló el caballero,
Porque él no se halló en la casa.
A prision se le amenaza
I la pidió su abogado,
Sobre lo que hai decretado,
Pueblo, te digo al presente,
Defiende al inocente,
Te suplico con agrado.

  Lo quisieron condenar
A la pena capital,
Pagar un bien comunal
Hoi se ve en todo lugar.
Con gusto él piensa pagar
Su falta, porque ha sido harta,
I aunque el alma se me parta
De tormentos inhumanos,
Digo a todos los cristianos,
Lean en verso esta carta.

  Por la fuerza han querido
Hacerlo marchar al banco,
Pero su abogado franco
Jamas se dió por vencido.
Cumplió con lo prometido
Como un buen hombre ilustrado,
Hasta aquí no le ha faltado
Con sus prometimientos,
I lean hoi los lamentos
De Apablaza el desgraciado.

  Al fin, al tal Malaquías,
Con tal que nadie se asombre,
Bueno es llamarlo por nombre
Defensor de picardías.
Pretendió con sus porfias
Pasarlo al banco fatal;
Solo por hacerle mal
En su contra alegó,
Pero aquí hoi les pido yo
Que muera el que es criminal.

Ver lira completa

Suspiros, lágrimas
I LAMENTOS DEL REO ISMAEL
VERGARA

  Me quejo lloro i deliro
En mi lóbrega prision,
Sabe Dios si cuando muera
Encontraré salvacion.

  ¡Ai! Dios, ¡qué será de mí
En esta celda encerrado;
Tan fatal i desgraciado
Yo a este mundo nací.

  Recibe madre un suspiro
Que te manda tu cruel hijo
Hácia a tí yo lo dirijo
De este lejano retiro.

  Creyendo hacer mi suerte,
Estando en mi propia casa,
En medias con Apablaza
A mi padre di la muerte.

  Se lamenta el hijo fiera,
Toda la jente hoi dirá,
I nadie se acordará
De mí cuando ya yo muera.

  Madre de mi corazon,
No ceso de lamentarme,
Para poder consolarme
Solo espero su perdon.

  Con un acerbo dolor,
Madre aunque me lo reparen;
Si por mí le preguntaren
No me niegue por favor.

  A muerte estoi condenado
I solo espero el momento;
Oye este triste lamento
De tu hijo desventurado.

  La moderna juventud,
Tome ejemplo hoi en lo actual;
Vean lo que a mí me pasa
Por aumentar mi caudal.

  La sangre que derramé,
Al cielo pide venganza,
Por eso es que en la balanza
Mi crimen lo pesaré.

  Las madres que tengan hijos,
Sépanle tirar el freno;
Para que salgan honrados
Solo enséñenle lo bueno.

  A mi madre cariñosa,
Encargarle es mi deber
Que eduque a mi hija amada;
No salga mala mujer.

Ver lira completa

La actitud
DE ISMAEL VERGARA AL SABER
QUE EL CONSEJO DE ESTADO
HA NEGADO EL INDULTO DE LA
PENA.

  La inmejorable justicia
Con sus leyes bien sé yo
Castigará al asesino
Que a su buen padre ultimó.

  Varios meses que ha durado
De este reo su proceso,
Hasta el fin no fué confeso
Su crímen que ha ejecutado.
La sentencia que le han dado
Donde él llegó la noticia;
De su suerte se desquicia,
De rabia ruje altanero:
Indulta a mi compañero
La inmejorable justicia.

  I agregó a continuacion,
Que encuentra pena mui dura
Estar en la celda oscura
O en la perpétua prision.
Por mis delitos que son
Mi defensor alegó;
La corte me condenó
Donde el diablo los coliga.
La justicia me castiga
Con su leyes bien sé yo.

  I en tono siempre airado
Siguió diciendo el bandido:
A mí no me ha defendido
Con empeño mi abogado;
Por eso me han condenado
Al suplicio mas indino.
Qué hacer, mi cruel destino
Lo ha querido así ahora;
La justicia vengadora
Castigará al asesino.

  Tambien dijo que tenia
Madre con mucha verdad
En esa misma ciudad,
I que harto él la queria
Verla porque ya sabía
Su sentencia se firmó.
Tarde es cuando se acordó,
I algo abatido esto dijo,
Que la madre viera al hijo
Que a su buen padre ultimó.

  Al fin sufrió sin embozo,
Pero se vió algo confuso
Cuando el Director dispuso
Que este desalmado mozo
En estrecho calabozo
Pronto fuese asegurado.
I al momento fué encerrado,
En donde queda en espera
De lo que su suerte fiera
Ya le tiene preparado.

Ver lira completa

Bríndis distintos

BRÍNDIS DE UNA PLACINA

  Brindo dijo una placina
Con elojio universa,
Por todos en jeneral
Que visitan mi cocina.
Brindo aquí por mi vecina,
Aunque me hace competencia;
Con suma benevolencia
Dijo al público, me rindo,
Alzando esta copa brindo
Por toda la concurrencia.

BRÍNDIS DE UN ABASTERO

Brindo dijo un abastero
Con el cuchillo en la mano,
Ofreciendo al parroquiano
Su carne de Enero a Enero.
Alegre i mui placentero
Echó en el vaso un traguito,
I con un tono maldito
Sin gastar pompa ni prosa,
Dice con voz amorosa
Pasarme a ver caserito.

BRÍNDIS DE UN FUTRECILLO

  Brindo dijo un futrecillo
Por mi leva i por mi tongo,
Cada vez que me lo pongo
Presento facha de pillo.
Pobre i sin ningún cuartillo
Me paseo por la Plaza.
Tan solo de ver mi traza
Huye hasta la señorita,
I hallo la calle angostita
Cuando salgo de mi casa.

BRÍNDIS DE UNA CHUSQUISA

  Brindo dijo una chusquisa
Por el vino i la cerveza,
Que me embroma la cabeza
Cuando la rasca es maciza.
Brindando soltó la risa
I otra le dijo, te entiendo,
Niña, si a tí no te ofendo
Hablo i pego dos saltitos;
Venirme a ver mis negritos
Miren que aquí estoi viviendo.

BRÍNDIS DE UN JOSEFINO

  Brindo dijo un josefino
Cuando tocan a saqueo,
Los de sotana i manteo
Soi el ladron mas ladino.
Diestro soi en mi destino
Que no hai con qué comparar,
Si me quieren atrapar
Echo, pues, las voladoras.
I en ménos de un cuarto de hora
Yo desocupo un hogar.

ROSA ARANEDA
Calle Zañartu, Nº 8 (entre San Pablo i Sama)

Ver lira completa