Aprontarse
POR SI ACASO ES BUENO ESTAR PREVENIDO

  ¡No hai que acobardar, chilenos,
Aunque toquen a degüello!
¡Morir por la libertad
Con un heroismo bello!

  Preparen el corazon
I pongan el cuero duro:
Cuando se llegue el apuro
No bajen, pues, de opinion.
Todo aquel que es de razon,
Nacido en nuestros terrenos,
Por si nos miran en ménos
Los de las turbias corrientes,
Aunque sean imponentes,
¡No hai que acobardar, chilenos!

  Nuestra dicha, compatriota,
Es ser libre hasta morir;
Por eso es que a combatir
Corre i da la última gota.
Los aliento en esta nota
I contra el poder me estrello;
El camino se los huello
Señalándoles la suerte:
Ninguno tema a la muerte,
Aunque toquen a degüello.

  No hai que mostrar cobardía,
Que nos vamos al abismo;
Digan: ¡Muera el fanatismo!
Hasta la última agonía;
Miren que la patria mia
Tiene nobleza en verdad:
Desde mucha antigüedad
Gana fama i gana honores;
Por eso hoi dia, señores,
¡Morir por la libertad!

  El gañan i el artesano
I el comerciante industrial,
Aunque sepan que van mal,
Castiguen al que es tirano
Todo sur-americano
Alce erguido el noble cuello
Miéntras que yo me querello
I les pido a la lijera,
Que defiendan su bandera
Con un heroismo bello.

  Al fin, yo mejor quisiera
En los nobles ciudadanos,
Que se miren como hermanos
Los de alta i de baja esfera:
Es así como prospera
El pais i tiene honor.
¿No es verdad, caro lector,
Según se dice i se opina,
Que si llega a haber bolina,
Es la desgracia mayor?

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Drama sangriento
POR CAUSA DE LOS CELOS

  Un drama por el amor
Hubo entre dos amadores;
Por una mujer coqueta
Sucedió este hecho, señores.

  Voi a principiar el cuento
Al impulso de mi lira:
No digan que esto es mentira
Ni palabras que yo invento;
Si alguna cosa aumento
Es por hacerlo mejor;
Discúlpenme por favor:
Lo que yo les he contado
Salió en el diario esplicado,
Un drama por el amor.

  Un español i un chileno
Amaban a la belleza,
Cuando por una rareza
Entró el celo de veneno;
El uno de injurias lleno,
Al sentir los sinsabores,
Con ira i grandes furores
Cometió con su rival,
I el hecho el mas criminal
Hubo entre dos amadores.

  El chileno se mamó
A la viuda, i nada borro,
Pero ella le puso el gorro
Con el otro, i se casó;
Viendo lo que le pasó
A su contendor aprieta;
Ningún temorilo sujeta
I sin formar alboroto
Se desgració nuestro roto
Por una mujer coqueta.

  Despues de que le juró
De no olvidarlo la indina,
Según se cree i se opina,
Al juramento faltó;
Pero él bien se desquitó
Han dicho los moradores;
Con ayes aterradores
Obtuvieron mui mal fin;
En lo mejor del festin
Sucedió este hecho, señores.

  Al fin, despues que el amante
Recibió la bendición,
Encontró la perdición
En el amoroso instante;
Viéndose ya agonizante,
Al emprender su partida,
Con alma triste, aflijida,
Habló i dijo con pausa:
—Esta infame es la causa
De que yo pierda la vida.

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Horroroso asesinato
EN QUILLOTA—UN ITALIANO
DEGOLLADO

  En el pueblo de Quillota
Un asesino inhumano,
Lo mató en su misma casa
A un comerciante italiano

  Llegó el traidor delincuente
Donde estaba el estranjero,
I cual lobo carnicero
Lo mató bárbaramente.
¡Bueno el bruto tan valiente!
Digo, escribiendo esta nota;
La sangre se me alborota
I se me turba el sentido,
De ver lo que ha sucedido
En el pueblo de Quillota.

  El mártes por la mañana,
Cuando la puerta se abrió,
Al pobre infeliz se halló
Bañado en su sangre humana:
Dió este detalle en su plana
El colega Quillotano.
Sin temor al Soberano
El cinico estravagante,
Victimó a su semejante
Un asesino inhumano.

  El subdito Juan Romanzo
Es el occiso en lo actual,
I por dar cuenta cabal
Debo de hacer un descanso
Primero, i despues avanzo
Diciendo que no hará basa,
Ya enredándolo en la nasa
Aseguro en el papel,
Que el pillo con mano cruel
Lo mató en su misma casa.

  Despues de haberle robado
Sin recelo el que menor,
Debajo del mostrador
Lo dejaron degollado.
Creo yo que el mas malvado
Con su sacrílega mano,
Como un leon africano
I porque el mundo le alabe,
Hirió de muerte, se sabe,
A un comerciante italiano.

  Al fin al bárbaro hereje,
Al declararle la guerra,
Que asiente su pata en tierra
No es menester que lo deje,
Por mas que chille i se queje
De mí que soi imprudente,
Porque no diga la jente,
Opino con la verdad,
Que hoi toca a la autoridad
Apresar al delincuente.

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Drama sangriento
EN SANTIAGO
DOS MUERTOS: UNO EN LA CALLE
DE MARCOLETA, OTRO EN LA
CALLE DE CASTRO

  En calle de Marcoleta
Este lúnes que pasó,
El asesino Muñoz
A un inspector mató.

  A la Delfina García
Le estaba pegando el sujo,
Como con pompa i con lujo,
De golpes con villanía.
¡Ai! pordiosito, decía,
Que me castiga este atleta!
Cuando de atras lo sujeta
Wenceslao, el oficial,
Al indigno criminal,
En calle de Marcoleta.

  Por evitar la pendencia
Corrió el teniente lijero,
Pero el lobo carnicero
Se le puso en resistencia.
Luego despues con violencia,
Ya cuando al suelo cayó,
Por debajo le pegó
La puñalada tan fiera
Que le echó las tripas fuera,
Este lúnes que pasó.

  Un sobrino del hechor
Fué el que le pasó el puñal
En el momento fatal,
Creyendo hacerlo mejor;
Con esto cobró valor,
Les diré, el tirano atroz.
I no hai que dejarlo en pos,
Que quedará cocoroco:
Sentarlo en el banco es poco
Al asesino Muñoz.

  Cerca de la Artillería,
En calle de Castro afuera,
Hubo otra muerte. Es lesera
Lo que hace la jente hoi dia.
Ya esto es una herejía,
Nadie me dirá que nó;
Que cuando preso se vió,
Principió a darle gran susto;
Por pagarse de su gusto,
A un inspector mató.

  Al fin, lectores, hoi dia
Escasa se halla la suerte,
Pues no escapa de la muerte
Ni la misma policía.
La jente está tan impía
Aquí i en muchas naciones,
Digo en mis composiciones
Hoi que la atencion me llama,
¡Matar i tapar con rama,
Sin temerle a las prisiones!

ROSA ARANEDA
CALLE DE ZAÑARTU, NUMERO 9
ENTRE SAN PABLO I SAMA

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Sigue el contrapunto
DE ANTONINO RIVAS CON JUAN
JOSÉ PALACIOS

  Te pregunto, viejo sabio,
Aunque aquí poco te cuadre:
¿Dime, pues, quien es mayor
Jesús o el Eterno Padre?
       Antonino
  Yo te contesto, Palacios,
Sobre la Divinidad,
I te digo, pues, que son
Los dos de una misma edad.
       Palacios
  Oiga usted, viejo Antonino,
Le pregunto por la historia:
¿Cuántos ánjeles creó
El Padre Eterno en la gloria?
       Antonino
  Yo te voi a contestar:
Según pública opinion,
Por tanta numeracion
No se han podido contar.
       Palacios
  Antonino, en un segundo
Conteste por la escritura,
A ver si la Vírjen pura
Fué formada ántes que el mundo.
       Antonino
  Palacios, me has preguntado,
I a la verdad ¿quién creyera?
Antes de que nadie hubiera,
Ya Dios la habia formado.
       Palacios
  Oiga usted, viejo Antonino,
I contésteme formal:
¿Se divide en cuántos reinos
El imperio celestial?
       Antonino
  Habeis de saber, Palacios,
Esto esplican los anales:
La gloria está dividida
En quince reinos cabales.
       Palacios
  Oiga usted, viejo Antonino,
Le hablo con distintas voces:
Los que gobiernan la gloria
Me creo que son tres dioses.
       Antonino
  Palacios, yo te contesto
Según mi humilde entender:
Son tres personas distintas,
Pero de un mismo poder.
       Palacios
  Digame, viejo Antonino,
Si a María celebraron
Cuando ella llegó a los cielos,
¿Qué músicas le tocaron?
       Antonino
  Habeis de saber, Palacios,
En los tronos majisterios
Sonaron a un mismo tiempo
Ciento cincuenta salterios.
       Palacios
  ¿Que es eso, viejo Antonino,
Que no puedo comprender?
Del instrumento divino
Usted me dará a saber.
       Antonino
  Habeis de saber, Palacios,
Para nuestra Santa Madre
Un órgano melodioso
Maneja el Eterno Padre.
       Palacios
  Oiga usted, viejo Antonino,
Cuando ya la recibieron,
A la emperatriz del cielo
¿Que regalo le trajeron?
       Antonino
  Habeis de saber, Palacios,
Las quince reinas tan bellas
Le trajeron cinco rosas,
Cinco piedras, cinco estrellas.
       Palacios
  Oiga usted, Antonino,
Volvamos sobre la tierra,
Siempre siguiendo porfiando
Hasta concluir la guerra.
       Antonino
  Lo mismo que vos me has dicho
Eso tenia pensado,
A cambiar el fundamento;
Ya creo que me has ganado.
       Palacios
  Rebusquemos por el orbe,
Algún tema que fundar,
Para seguir adelante
Lo que nos falta que andar.
       Antonino
  Usted, como intelijente,
Fúndese en algún asunto,
Que yo le iré detallando
Todito, punto por punto.
       Palacios
  Si hubiera alguno en el mundo
Que me quisiera vencer,
Me bajo los pantalones
Y me visto de mujer.
       Antonino
  Si encontrara algún poeta
Que me trate de infeliz,
Agarro el árbol más grande
Y lo arranco de raiz.
       Palacios
  Siguiendo el tema poético,
Le hablaré con lengua irónica
De la ciencia babilónica,
Sin ser un anacorético.
       Antonino
  Yo, sin ser un antitético,
Igualo al anfibolójico,
Contesto como anagójico,
Con mi cantar anaclético.

       (Continuará)

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Sensible desgracia
EN VALPARAISO
MAS DE SESENTA AHOGADOS
EN LA BAHÍA

  El sábado en la mañana,
Sucedió en Valparaiso
Un hecho sin semejante:
Narrarlo será preciso.

  Ciento veinte jornaleros
Que iban a trabajar,
Fueron caidos al mar
En los momentos postreros.
Estos hechos lastimeros
Se escribieron en la plana.
¿A quién no le dará gana
De leer esto, digo yo?
I lo que cuento pasó
El sábado en la mañana.

  Sin Dios ni Santa María,
Lector, aunque te horrorices,
Andaban los infelices
Nadando por la bahía.
Qué lástima no daría
Cuando ya se dió el aviso
De lo que aquí patentizo!
Os diré, por que se entienda,
La desgracia mas tremenda
Sucedió en Valparaiso.

  Desde el ponton Miraflores,
Diré claro i nada borro,
Se oyó pedian socorro
Con ayes aterradores;
Varios botes salvadores
Corren en esos instantes:
Abatidos i anhelantes
Se presentaron mui listo,
Porque nunca habian visto
Un hecho sin semejante.

  Lo aseguro i nada pienso,
Daba tristeza mirar
A los mortales nadar
En aquel abismo inmenso;
Se quiere un espacio estenso,
Memoria i harto improviso
Para dar mejor el viso
Sin argumentar asunto:
Pues todo, punto por punto,
Narrarlo será preciso.

  Por fin, del vapor Abeja
Fué, pues, de donde cayeron
Al mar i se sumerjieron,
Es lo que aquí se asemeja.
Ahora pongan la queja
Los dendos ante un juzgado,
I sea preso tomado
El capitan del barquillo;
Pónganle esposas i grillo
Despues que esté asegurado.

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La prosperidad de Chile
I LAS AMENAZAS DE LAS NACIONES

  Ocho buques en el mar
Chile tiene preparados,
Todos mui bien artillados,
Por si se ofrece pelear.

  Si quiere alguna potencia
Declararle a Chile guerra
I entrar a esta fértil tierra,
Se hará doble resistencia.
Saldrá con tal emerjencia
El chileno de su hogar,
Cesará de trabajar,
I al combate correremos,
Diciendo todos: ¡Tenemos
Ocho buques en el mar!

  Ir deseo a la Arjentina,
Como Júpiter por Juno,
Que quiso el ochenta i uno
Armarnos una bolina.
Venga la nacion vecina
Con sus cheyes tan mentados,
I al ver a nuestros soldados,
Temblarán los maricones,
Porque fuertes i cañones
Chile tiene preparados.

  Tambien los americanos
Bastante nos provocaron,
Pero a tantear no alcanzaron
El peso de nuestras manos.
Pretendieron los tiranos
Dejarnos mas arruinados
Con grandes acorazados
Veloces. en los arranques.
Son los monitores yankees
Todos mui bien artillados.

  Tambien la España opresora,
Lector, en el año ochenta,
Amenazó con ostenta
A mi patria, esa señora.
Pero a que no viene ahora
Yo soi capaz de apostar.
Diez años, a mas tardar,
Aquí se han de hacer inventos,
I habrá nuevos armamentos
Por si se ofrece pelear.

  Al fin, nuestros batallones,
Con sus jefes adelante,
Son hombres sin semejante,
Mas feroces que unos leones,
Al tronar de los cañones
Se enfurecen de tal suerte;
Mas cuando se les advierte
Que ganan fama i honor,
Avanzan con gran valor
Sin temer ni a la muerte.

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¡Viva la libertad!
LAS MARAVILLAS DEL MUNDO
I LA LLEGADA DEL «CAPITAN
PRAT» A VALPARAISO

  ¡Gloria al héroe sin par,
Prat, el heróico campeon!
Ya llegó a nuestra Nacion
El invencible del mar!

  Chile se siente orgulloso
Con ocho naves de guerra,
I un ejército de tierra
Aguerrido i valeroso.
Sale en todo victorioso;
Si se le ofrece el pelear,
Se lanza sin vacilar
A los peligros mayores.
Por esto digan, señores,
¡Gloria al héroe sin par!

  Hoi dia nuestra marina
De todos la atencion llama,
Porque es de renombre i fama
En la América latina.
Sobre el agua cristalina
La noble tripulacion
Es de altivo corazon,
De pericia i resistencia,
Porque le dejó la herencia
Prat, el heróico campeon.

  Bastante jente curiosa
Ocurrió a Valparaiso,
Porque justo es i preciso
Ver la nave poderosa,
Bonita, linda i lujosa,
I de la última invencion.
Su noble tripulacion,
Que la acompañó de Europa,
Navegando viento en popa
Ya llegó a nuestra Nacion.

  Dos torreones jiratorios
Tiene el barco de opinion,
I en cada uno un cañon
De gran calibre i notorios,
I ricos laboratorios
Eléctricos, de admirar;
Es de mui rápido andar
I de fija puntería;
Será, por su artillería,
El invencible del mar.

  Al fin sus máquinas son
De doble fuerza, señores;
Premiad a los inventores,
O brindadles un galon.
Yo, por la misma razon,
Daré esplicación estensa,
I así mi pluma comienza
Trabajando entre mis dedos:
Dos tubos lanza-torpedos
Tiene para su defensa.

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Versos de literatura

  Astros, Luna i Vespertina,
Claro ciclo cristalino,
Destello iluminador
Del rubio Sol diamantino.

  Noche tenebrosa, oscura,
Febo que dais claridad
Alumbrando la verdad
Luego que Febo fulgura,
El ave con gran ternura,
Cuando ya amanece, trina,
En la empinada colina;
Entona su voz parlera,
Porque se ven en la esfera
Astros, Luna i vespertina.

  Sale la Aurora naciente,
Sirviéndole al Sol de guia,
I porque amanezca el dia
Se atraca el alba al oriente;
Luego el Lucero eminente
Muestra su blanco divino,
Puro como el cristal fino
Por dón de naturaleza:
Empréstame tu limpieza,
Claro cielo cristalino.

  Con una luz sin igual
Aparece la Mañana,
Pues la hizo tan galana
El Gran Autor celestial;
Es sin mezcla i natural
Al darnos su resplandor
Con el brillo brillador,
Resplandeciendo con ansia:
Alúmbrame en la ignorancia,
Destello iluminador.

  Toda la Tierra aclarizan
En la noche, portentosos,
Miles de cuerpos brillosos
Que en el cielo se divisan;
También ellos simbolizan,
Para cumplir su destino,
La marcha del peregrino;
Para tomar el calor
Jiran por el rededor
Del rubio Sol diamantino.

  Al fin, cuando la centella
Sale del rayo y se encumbra,
En el ancho espacio alumbra
Con una claridad bella;
Dicho reflejo sin ella
No es brillante aunque lo quiera,
Porque la nube lijera
Deja el cielo oscurecido
I se siente el estampido
Antes que la sonajera.

ROSA ARANEDA
CALLE DE ZAÑARTU, NUMERO 9
ENTRE SAN PABLO I SAMA

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Parabienes para novios
DESPUES DE CASARSE

  ¡Vivan los que acompañaron,
El padrino i la madrina,
Viva la Iglesia latina,
I los que allí se casaron!

  Vivan los novios que fueron
Rebozando de contento,
I el sétimo sacramento
Gustosos lo recibieron:
I vivan los que estuvieron
Con ellos, i los vivaron,
I por su dicha brindaron
Por seguir la antigua moda;
Hasta el final de boda
Vivan los que acompañaron.

  Viva la leal compañía
En aquel feliz momento
En que entraron al convento,
Rebozando de alegría.
Viva Dios, viva María
Allá en la gloria divina;
Viva la union peregrina
Que hizo Dios en un segundo;
Viva, miéntras haya mundo,
El padrino i la madrina.

  Viva la aurora naciente
Cuando en el alba se encumbra,
La que a la novia le alumbra
En su purísima frente.
Viva el Ser Omnipotente,
El que nos dió su doctrina:
Tan pura i tan cristalina
Es ella, i mui soberana;
Desde la era cristiana
Viva la Iglesia latina.

  Viva el humilde Cordero,
El Dios justo i celestial:
Por redimir al mortal
Murió en el santo madero.
Viva la vela, lo infiero,
La que en la mano tomaron
I con ella se alumbraron
Por dón de naturaleza;
Viva toda la nobleza
I los que allí se casaron.

  Por fin, viva la compaña
De la leal celebracion,
Que se halla en tan buena union
En esta humilde cabaña.
Si el espejo no se empaña,
Disfruten de los amores
Con los placeres mayores.
En el momento veloz
Digamos a una voz:
¡Vivan los novios, señores!

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