El ruin jeneral Barbosa,
Con sus jefes i soldados
En la última batalla
Calleron amontonados.
La artillería rompió
El fuego primeramente
I el enemigo, de frente,
En el acto contestó.
Al ataque se la[nzó]
Como una nnn
Pero aquí nnn
De que pidiera perdon
Un famoso valenton,
El ruin jeneral Barbosa.
Cargó la caballería
Peleando con sable en mano,
I en las filas del tirano
Dejó la carnicería.
Viendo tánta valentía,
Por no quedar encerrados,
Huyeron mui asustados
I sin querer ya pelear,
Tirando solo a arrancar
Con sus jefes i soldados.
Al principio se creyeron
Que no estaban en la mala,
I al ver salir tánta bala
Toditos se confundieron.
Avanzar jamás pudieron
Los de parte del canalla,
Pues luego los puso a raya
Canto, el jeneral valiente,
Que venció completamente
En la última batalla.
Despues de estar tan seguro,
Les vino la mala suerte:
Para escapar de la muerte
Se vieron en gran apuro,
A fé de poeta juro,
Que estos infames, malvados,
Tan crueles i desalmados,
Como si fueran de cera,
En la batalla postrera
Cayeron amontonados.
Al fin, de esa tropa guapa
Antes que el tiempo los dej[e]
Cada cual dice a su jefe:
–Señor, quien arranca, escapa
Ninguno esperó la yapa
Mucho menos los bolacos…
Arrancaron los bellacos
Como corridos por perros,
Remontándose a los cerros
Veloces como huanacos.
Nota: los generales Barbosa y Alcérreca lucharon por el presidente Balmaceda. Ver.