Allá en la Loma Blanca
y a un surtido despacho,
llegaron sin gran empacho
y desmontaron la banca;
esto está frente a Barranca
y en automóvil llegaron,
los bandidos se bajaron
y pidieron una vela,
y los chocos…. por mi abuela
en el acto señalaron.
El dueño de este almacen
se llama Liborio Castro,
pero no lo salvó su astro
y casi acaban con él;
los bandidos a mi ver
fueron buenos caballeros,
corteses y lisonjeros
lo trataron suavemente,
y de manera decente
mui finos se despidieron.
Fueron setecientos pesos
y un anillo con brillante
lo que en aquel instante
se guardaron los mui lesos,
sin miedo de caer presos
los bandidos caballeros,
con aires mui placenteros
Se fueron tranquilamente,
Sin temor de aquel[l]a jente
que se escondió en los roperos
Dije que eran caballeros
los bandidos que llegaron,
porque todos demostraron
modales nada altaneros;
estos hechos que refiero
cuentan los mismos salteados,
dicen que iban abrigados
con capas impermeables;
y una limpieza admirable
notaron los asaltados.
Cuando se iba la partida
bien provista del saqueo,
hicieron un tiroteo
y una descarga nutrida.
y en resguardo de sus vida
los vecinos temerosos
se escondieron afañosos.
capeando aquel temporal
que los ha ido a dejar
mui poquito olorosos.