LA INDEPENDENCIA
DE CHILE
MI SALUDO A LA PATRIA

  Salud, o patria bendita,
Salud pueblo independiente,
Esa, tu preciosa frente
Radia con luz infinita.
Todo buen chileno grita
Al mirar tu tricolor
Que cubierto de esplendor,
De palmas i de laureles
Alzan los chilenos fieles
En sus casas con amor.

  Al oir la voz terrible
Del cañon de esta mañana
Loco salí a la ventana
Con entusiasmo increible.
Desde allí escuché impasible
La voz del clarin guerrero
Que con su lengua de acero
Cantaba sin descansar,
Repitiendo sin cesar
Gloria i honra a Chile entero

  Así a la calle excitado
Salí a recorrer las plazas
I en el tope de las casas
Noté el tricolor hizado.
Uu placer inusitado
En todas partes noté,
Muchas bandas encontré
Tocando himnos marciales,
I a los chilenos leales
Viva Chile les grité.

  Niños, jóvenes i ancianos,
Niñas, señoras i ancianas
Recorrian mui lozanas
Nuestras calles ciudadanos.
El tamboreo de manos
En todas partes notaba
I en el Parque comenzaba
La cueca tradicional.
I al son del harpa inmortal
Viva Chile se gritaba.

  Todo no es mas que placer.
Todo no es mas que alegría,
Todos cantan este dia
Con júbilo al parecer.
Gran regocijo ha de ser
Celebrar a la verdad
Con toda sinceridad
Nuestra amada independencia
Que es según pues, mi concien-
                                          [cia
Amor a la libertad.

  Alza patria al fin tu frente
Erguida i siempre preciosa,
Que tu raza valerosa
Te canta mui reverente.
Gloria a Chile independiente,
Gloria a sus libertadores,
Que una corona de flores
Corone a los inmortales,
Soldados i jenerales
Que dieron patria, señores.

Imp. «El Debate»—S. Diego 291

Ver lira completa

CONTINUACION DEL GRAN
CONTRAPUNTO ENTRE EL HUASO,
EL PACO I EL SARJENTO

  Huaso. —Que no se habrá equivo-
usted amigazo sarjento    [cado
que este paco boqueriento
me lleve preso amarrado;
ni una docena a su lado
que tuviera me llevaba
porque yo bofeteaba
lo mismo que a un monigote,
i del primer papirote
la bosta aquí le sacaba.

  Guardian.—Esto de ser mui pa-
suele ser perjudicial,      [ciente
si no te pego, animal,
es por no alarmar la jente;
mi primero está presente
i él ha observado mui bien
como me insultas tambien
aun hasta en su presencia,
i solo por tu imprudencia
voi a llevarte, pequen.

  Primero.—Dejarse pues de razo-
So huaso de porquería,      [nes,
porque a la comisaría
voi a llevarte a trompones;
guardian, a estos bribones
hai que tostarles bien fuerte
i darles palo de suerte
que se les quite lo diablo,
i atados a San Pablo
vayan aunque estén de muerte,

  H.—Perro que ladra no muerde
i a este hombre tan guapazo
sé que del primer guascazo
aquí lo hago escupir verde;
el primero que se encerde
mis manos ya va a probar,
si el sarjento viene a hablar
lo planto caballo abajo
i a los dos echo al carajo
si no me dejan andar.

  G.—Con su permiso, primero,
ya no puedo soportar
ni ménos el tolerar
a este guaso grosero;
es un burro verdadero
que con palabras no entiende,
la moral pública ofende
i hai que taparle la boca,
ya con una biricoca
si con razones no entiende.

  H.—El helaero, paquito,
pa atracarte junto a mí,
te aseguro que el kepí
te hago perder lijerito;
afirmate pues, maldito,
con este rotito huaso
que allá va el primer guascazo
i afirma las carretillas,
igualmente las costillas
que aquí va este chinchorrazo.

       (Continuará)

Es propiedad del autor.—Se prohibe la reimpresion de estas poesías
       Juan B. Peralta
       Galvez 920

Ver lira completa

SOBRE EL COMBATE DEL CIELO
VERSO POR EL PARAISO PERDIDO

  Imposible es describir
esta batalla monstruosa,
allí con voz dolorosa
solo se oye el jemir.

  Miguel con su lanza fiera
cuanto pilla despedaza;
los ejércitos arrasan
de la rebelion entera
con su furia verdadera
miedo llegó a difundir,
todos desean huir
sin esperar pues su embate,
i el fragor de este combate
imposible es describir.

  Por su parte el buen Abdiel
a su izquierda combatia
i tanto destrozo hacia
que admiraba al mismo Uriel;
el mui valiente Gabriel
a su enemigo destroza,
Rafael hace igual cosa
con un valor increible,
i pintar es imposible
esta batalla monstruosa.

  Al ver casi destrozado
su ejército Lucifer
se adelanta hasta Miguel
con su lanza bien armado,
detente, esclavo malvado,
le habló con voz imperiosa,
que mi lanza poderosa
contigo quiere estrellarse,
así comienza a jactarse
allí con voz dolorosa.

  Miguel le dice: no quiero
herirte en ninguna parte,
pues Dios quiere castigarte
en un tormento primero.
Calla, infame, que yo quiero
hoi contigo combatir,
Lucifer vuelve a decir
rabioso i desesperado,
i en su ejército nombrado
solo se oye el jemir.

  Esclavo de un Dios tirano
dice Lucifer rabioso,
si tu eres valeroso
vente para mí, villano;
la lanza tengo en mi maño
solo para deshacerte
i en fin, pues, para vencerte,
lo que obraré sin tardanza,
i con mi terrible lanza
luego te daré la muerte.

Ver lira completa

SOBRE LOS PELAMBRES

  El hombre pela en el vaso,
la mujer en la bombilla,
el padre en la confesion,
la beatita en la tablilla.

  Donde hai jóvenes tomando
las niñas quedan sin cuero;
Fulana, dice severo
hace tiempo me está amando;
Sutana, responde Armando,
conmigo ya cayó al lazo;
Mengana me ha dado plazo,
agrega Pedro o José,
i en esta forma diré
el hombre pela en el vaso.

  Desde que el mate ha tomado
dice la que es peladora:
¿qué te parece la Aurora
a la hora que ha llegado?
con el lacho se ha llevado;
la otra dice: si es quiltrilla
i quiere hacerse chiquilla
i ya crió de Vicente;
así pela francamente
la mujer en la bombilla.

  Al llegar un penitente;
hijo, ¿usted es conservador?
Nó, padre, soi pensador
i demócrata realmente.
Condenado a fuego ardiente,
yo no os doi la absolucion
si no dejas tu fraccion
estás del todo perdido,
esto dice enfurecido
el padre en la confesion.

  La beatita al comenzar
dice: yo me acuso ahora
que la hermana celadora
ya no se puede aguantar,
ella es dueña del altar
i aun de la barandilla,
quiere mandar la capilla
que es lo que me desconsuela,
i de este modo pela
la beatita en la tablilla.

  Por fin, que pela el Gobierno,
Ministros i partidarios,
i por su parte los diarios
pelan hasta al Padre Eterno;
pela el diablo en el infierno
diciendo que es malo el cielo;
en este mísero suelo
todo se vuelve pelar,
i yo como popular
también en mis versos pelo.

Ver lira completa

DOS HORRENDOS CRIMENES
Una mujer que mata a hachazos a
su marido i un marido que da
muerte a palos a su mujer i a su
hijo próximo a nacer

  En Duao se ha cometido
un crímen mui sorprendente,
una mujer delincuente
a hachazos mató al marido;
Sotelo un poco bebido
un dia a casa llegó,
a Rejina amenazó
porque no le dió comida,
i ésta mui enfurecida
con una hacha lo mató.

  Mui pronto a la policia
la mujer se fué por cierto,
diciendo que habian muerto
a su marido ese dia;
la justicia por medida
previsora hizo tomar
a la mujer sin faltar
a la cual se interrogó,
i como se amenazó
tuvo allí que confesar.

  La Venegas fué encerrada
en la maldita prision
por hacer la confesion
de aquella escena malvada;
pronto será castigada
la autora enérjicamente,
así lo espera la jente
i accediendo a este deseo
irá la mujer me creo
a prision perpetuamente.

  Pasando a Talca, allí vemos,
a un tal Juan D. Muñoz
matando de un modo atroz
a su esposa lo sabemos;
este asesino entendemos
por venganza solamente
con un garrote cruelmente
le quitó por fin la vida
a su esposa mas querida,
dice el diario tristemente.

  La Ramirez se encontraba
en visperas de ser madre,
cuando Muñoz, el cruel padre,
a la mujer ultimaba;
con esto muerte le daba
a su hijo ántes de nacer
porque se ve al parecer,
según se nos asegura,
que ha muerto a la criatura
en union de su mujer.

  Finalmente, Talca espera
que este crimen tan horrendo
sea castigado, entiendo,
con mano firme i severa;
todo el pais considera
que el salvaje delincuente
no asesinó solamente
a su esposa por venganza
sino que dió sin tardanza
muerte a su hijo inocente,

Ver lira completa

EL GREMIO DE PANADEROS
HUELGA EN PERSPECTIVA

  Del descanso i el reposo
necesita el ser viviente,
conceder esto es prudente,
un deber mui imperioso.

  El gremio que ya he citado
pasa en la panadería
trabajando noche i dia,
sin ser bien remunerado;
sumamente esclavizado
este obrero laborioso,
mugriento i todo andrajoso
tiene pues que trabajar,
sin poder ni disfrutar
del descanso i del reposo.

  Para el pobre panadero
no existe jamas la fiesta
ni la reunion modesta
de que goza otro obrero;
él todo el domingo entero
lo trabaja fuertemente,
si va a fiesta ciertamente
ya pierde su ocupacion,
siendo que de distraccion
necesita el ser viviente.

  Libre se debe dejar
al gremio de panaderos
el dia domingo entero
pudiendo así descansar;
su sueldo en particular
es mui bueno que se aumente
i nada se les descuente
por multas porque no es justo,
porque a la verdad que gusto
conceder esto es prudente.

  Si uno no va a trabajar
justo es que pierda su sueldo,
pero la multa no es cuerdo
que aquél tenga que pagar;
Mucho deben meditar
esta cuestion con reposo;
si el obrero laborioso
pide mas plazo en verdad
lo ha obligado en realidad
un deber mui imperioso.

  Que la huelga, finalmente,
termine todos queremos
i que al arreglo lleguemos
equitativo i prudente;
con alboroto realmente
nada se va a conseguir,
Si no les quieren oir
sus patrones pues obreros
como buenos panaderos
hacen su obra, es decir.

Ver lira completa

ENORME SERPIENTE
ALARMA DE UN PUEBLO
Gran combate de la sierpe con un cuerpo
de artillería. — Interesantes detalles

  Lleno de justa impresion
voi a hablar únicamente
sobre aquella gran serpiente
dando una fiel relacion.

  Tranquilo el pueblo se hallaba
cuando la sierpe monstruosa,
arrogante i majestuosa,
a la poblacion llegaba;
a todas partes miraba
con la fiereza de un leon,
mas grande que un tiburon
la cabeza se le vió,
i al verla el público huyó
lleno de justa impresion.

  Sesenta metros tenia
la serpiente mencionada,
i diré sin mentir nada
que media cuadra cubria;
en la calle no cabia
del grueso esclusivamente
solo de verla la jente
de miedo se desespera,
i sobre esta enorme fiera
Voi a hablar únicamente.

  Un cuerpo de artillería
luego envió la autoridad
a dar muerte sin piedad
a la sierpe que venia;
ésta mui enfurecida
esperó enérjicamente,
los soldados ciertamente
luego a aquel sitio llegaron
i sus armas dispararon
sobre aquella gran serpiente.

  La sierpe dando un silvido
se va sobre los soldados,
éstos mui desesperados
huyen tambien, se ha sabido;
uno cae amortecido,
los demas del batallon
desmayados con razon
cayeron todos en tierra,
i aquí mi verso se cierra
dando una fiel relacion.

  Seis cureñas, finalmente
la serpiente se tragó
i diez caballos que halló
a mano precisamente;
un granada fielmente
en su vientre reventó,
tan [fuer]te silvido dió
cuando ya se sintió herida
que cien sordos en seguida
dejó i ella se murió.

Imp. «El Debate» —S. Diego 291

Ver lira completa

LA RESURRECCION
DE CRISTO
IMPONENTE MILAGRO

  Para completar fielmente
La historia de la pasion
Sobre la resurreccion
Voi hablar únicamente

  En cuanto Cristo exhaló
Ya su último suspiro
La naturaleza un jiro
Estraño i nuevo tomó
El sol se empalideció
I estaba tan trasparente
Que hizo huir de repente
A todos los insensatos
I yo les doi estos datos
Para terminar fielmente

  El cielo se oscureció
La tempestad se cernia
Sobre aquella jente
Impia que al Rei divino
Enclavó la frente solo notó
La grandiosa sensacion
Que causó en esa ocasion
La gran trajedia divina
I en esta forma termina
La historia de la Pasion.

  A los tres dias despues
Los que al mártir custodiaban
En el sepulcro notaban
Un fuerte ruido talvez.
Un ánjel bello a su vez
Con mui dulce entonacion
Les dijo ir a la nacion
I contarás lo que has visto
Así le habla de Cristo
Sobre su Resurreccion.

  Los soldados al momento
Se fueron mui asustados
A contarle a los malvados
El milagro sin mas cuento
Ellos con gran fundamento
Le pagan aquella jente
I porque no hagan presente
El milagro en relacion
I sobre esta gran cuestion
Voi hablar únicamente.

  Triunfante por fin Jesús
Resucita a los tres dias
I por primera a Maria
Va a ver al rei de la cruz
Desde aquel dia su luz
Se ve mui resplandeciente
Alumbrando al ser viviente
El sendero mas mejor
Por donde a su creador
Pueden ir mas fácilmente.

       Es propiedad del autor.
       JUAN B. PERALTA.
       Galvez 635

Ver lira completa

LOS LAMENTOS DE MARIA

  Ai! triste de mí que haré
Ya se fué mi dueño amado
Qué haré yo sola en el mundo
Mi hijo me ha abandonado.

  Al ruido de una tormenta
Juan, Maria i Magdalena
Llegaron a ver la escena
I la cruz se le presenta
La madre allí se lamenta
Diciendo al ángel porqué
Dijiste de buena fé
Que el señor era conmigo
I ya se ha ido mi amigo
Ai! triste de mí que haré.

  I proseguiste diciendo
Bendita Maria eres
Entre todas las mujeres
Ya ahora estoi padeciendo
Triste en el mundo sufriendo
Despues de haberme anunciado
Bendito el fruto sagrado
De tu vientre, pues señora
I aun sin saber ahora
Ya se fué mi dueño amado.

  Al féretro se acercó
Esa madre dolorosa
I aquella faz tan preciosa
Con sus lágrimas regó
Del cadáver se abrazó
Con un sollozo profundo
En ese mismo segundo
La dolorosa Maria
En su desmayo decia
Que haré yo sola en mundo

  La madre desconsolada
En tierra luego cayó
I en sus brazos la tomó.
Su compañera estimada
Maria bien desmayada
Loca según se ha probado
A Juan su hijo adoptado
Le decia a cada rato
Como sin duda era ingrato
Mi hijo me ha abandonado.

  José llegó finalmente
De Arimatea por cierto
Para sepultar al muerto
En su tumba dignamente
Maria al no ver presente
El cadáver de su amado
De nuevo se ha desmayado
I en su penosa agonia
Sollozando repetia
Ya se fué mi hijo adorado.

Ver lira completa

LA LLEGADA AL CALVARIO
MUERTE DE JESUS

  Perdonarlos Padre mio,
Jesús dice en su tormento
Preparándose a morir
Soporta el gran sufrimiento.

  Despues de ser sentenciado
Entre mil gritos marchó
La triste Madre salió
Al verlo tan fatigado
Qué has hecho mi hijo amado
A ese pueblo judío
Que atado te ha conducido
A morir injustamente
I El le dice tristemente
Perdonadlos, Padre mio.

  Cuando al Calvario llegó
Las cruces se prepararon
I a los reos se enclavaron
Brutalmente diré yo
Dimas a Él se encomendó
I Jesus en el momento
Le dice con dulce acento
Hoi serás conmigo tú
Así premio tu virtud
Jesus dice en su tormento.

  Hé ahí a tu madre dijo
Mirando al apóstol Juan
I a ella con ademan
Le dijo: he ahí tu hijo,
Despues que los dos bendijo
Sed tengo, volvió a decir,
Valor ya para sufrir
El Salvador no mostraba
Porque en ese instante estaba
Preparándose a morir.

  Todo ya está consumado
Se dijo aquel pueblo impío
I luego esclamó: ¡Dios mio,
Por qué me has desamparado!
En tus manos fatigado
Esclamó con sentimiento
Encomiendo con aliento
Mi espíritu a Dios decia
I hasta dar esa agonía
Soportaba el sufrimiento

  Apénas Cristo exhaló
I a su postrimer aliento
La tierra i el firmamento
Su quejido respondió
El sol se empalideció
I el trueno empezó a bramar
El rayo empieza a cruzar
La tierra mui velozmente
I de aquel susto la jente
Se marchó a otro lugar.

Ver lira completa