El enredo de la Puna
LAS INTRIGAS ADMINISTRATIVAS

  Pobre Chile desgraciado
Cualesquiera lo hace leso,
A pesar del gran progreso
Que en diplomacia ha alcan-
                                      [zado.

  Quien creyera que un valien-
                                           [te
Pais como es el chileno,
Aceptase tan sereno
Lo que hace el Presidente;
El desmembra ciertamente
Su territorio sagrado,
Sin ser aun amonestado
Por ese pueblo de acero.
I así dice el estranjero:
¡Pobre Chile desgraciado!

  Ya ven, pues, como la Puna
A la Arjentina ha entregado
Nuestro pais desgraciado
Sin recompensa ninguna;
El pobre pueblo a la luna
Se queda sin saber eso,
Porque su astuto Congreso
Todo lo hace con sijilo,
I el pueblo estando tranquilo
Cualesquiera lo hace leso.

  Despues de aquella torpeza
El Gobierno se da tregua,
Para marcharse a Panquehua
Donde comienza su empresa;
Despues de una sobremesa
En aquel punto el Congreso,
Tuvo el protocolo espreso
En que la Puna se daba,
Su Excelencia lo firmaba
A pesar del gran progreso.

  Chile con indiferencia
Recibia la noticia,
Sin calcular la injusticia
Que cometió Su Excelencia;
En Panquehua en conferencia
El Gobierno del Estado,
Con sus Ministros al lado
La Puna dió al arjentino,
A pesar del gran camino
Que en diplomacia ha alcanza-
                                         [do.
Por fin el gran aparato
Que ya el Gobierno ha formado,
Es para dar sin cuidado
La Puna al nuevo Pilato;
Falta que ahora en un plato
Se lave mui bien la mano,
Con que le firmó al cuyano
Ese pacto indecoroso,
Donde entregó con reposo,
Todo el gran suelo araucano.

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Ejecucion del reo
Albornoz

Con verdadera impresion
Voi a dar a mis lectores
Los completos pormenores
De esta triste ejecucion.

  Temprano hoi me levanté
Para marcharme al momento
Al mismo establecimiento
De la ejecución diré.
Al llegar pues me encontré
Con el reo en su prision,
Inspirando compasion
Porque lloraba de pena;
I a narrar voi esta escena
Con verdadera impresion.

  Albornoz se levantó
Hoi dia un poco temprano,
I el ausilio soberano
En la iglesia recibió.
Despues a Dios le pidió
El perdon de sus errores;
Cuando esto hacia, señores,
Sollozaba el delincuente,
I una relacion fielmente
Voi a dar a mis lectores.

  Así al cadalso afrentoso
Despues marchó el desgracia
                                          [do
Casi muerto i desmayado
Camina el facineroso.
Su cuerpo mui tembloroso
Lo apoya en sus confesores;
Tristes los espectadores
Contemplan al pobre reo,
I yo doi según me creo
Los completos pormenores.

  Antes que al banco llegara
De rodillas cayó al suelo;
Pidiendo perdon al cielo
A la muerte se prepara.
Despues que ya se sentara
Al banco de la espiacion
Reza triste una oracion
Despidiéndose del mundo,
I este recuerdo es profundo
De esta triste ejecucion.

  Por fin ya se colocaron,
Los tiradores al frente,
I sobre aquel delincuente
En seguida dispararon.
Las balas atravesaron
El pecho del desgraciado.
El público consternado
Mira al desgraciado reo
I rezando triste un creo
Encomienda al ultimado.

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Carta del reo Albornoz
A SU ESPOSA

  Al partir pues de la vida
Con el corazon partido,
Tu desgraciado marido
Te escribe, esposa querida.

  La pluma, amada Dolores,
Tomo con gran sentimiento
Para darte en un momento
Los mas duros sinsabores.
Hasta a tí pues mis clamores
Llegarán, esposa mia;
Mi prolongada agonía
Me tiene desfallecido,
I perdon a tí te pido
Al partir pues de la vida.

  Recuerdo que en la preciosa
Parroquia de Santa Ana
Mui feliz una mañana
Te tomé a tí por esposa.
Pero ¡ai! aquella hermosa
Felicidad ha concluido;
Hoi trasformado en bandido
Se me ha arrojado el baldon,
I de tí espero el perdon
Con el corazon partido.

  Como cruz te recibí
Al pié de un sagrado altar
Prometiendo ser leal,
Cosa que no te cumplí;
Pues deshonrada por mí
Quedas, bien lo he comprendi-
                                         [do;
Pequeña tu suerte ha sido
E infeliz en tus amores,
Pero perdona, Dolores,
Tu desgraciado marido.

  Mis hijos principalmente
Te encargo ántes de morir,
I este encargo has de cumplir
En favor de un delincuente.
Tu corazon es clemente
I miéntras estes en la vida
No olvides hijita mida
Jamas a tu buen esposo
I aunque soi facineroso
Te escribo, esposa querida

  Por fin al sepulcro iré
Triste i resignadamente
Porque muero injustamente
Lo que a tí confesaré
Esta carta, te diré
Te la envio mui penoso.
Con el pulso tembloroso
La he escrito, esposa bella,
I recibe pues en ella
El corazon de tu esposo

19,070.— IMP. CERV.

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VERSOS
— A LO DIVINO —

  Llorad, corazón, llorad!
Llorad, si teneis por qué,
Que no es delito en un hombre
Llorar por una mujer.

  Bien lloró David postrado
La culpa que cometió;
Tambien San Pedro lloró
El haber a Dios negado
San Pablo en llanto anegado
Bien conoció su maldad;
Contrito y con humildad
Bien lloró San Juan de Dios
¿Y cómo no llorais vos?
Llorad, corazón, llorad!…

  Tambien lloró San Agustin
Detestando su herejia.
Llorando de noche y dia
Eustaquio y San Juan Garin,
Pues muchos lloran al fin
Mui contritos en la fé,
Como claro bien se vé
Que por llorar santos son;
Pues pecastes sin razon,
Llorad si teneis por qué…

  Bien lloró con tierno llanto
Jeremías a Dios propicio
Por la trompeta del juicio
San Jerónimo fué santo;
San Francisco lloró tanto
Que alcanzó a tener renombre
Y por eso no te asombre
De nuestras culpas lo atroz
Llorad, corazon por Dios,
Que no es delito en un hombre

  Cristo, con vivo dolor
Cuando en la cruz espiró
Por el hombre bien lloró
Lágrimas de corazon;
I tú, ingrato pecador,
Que vinistes a ofender
De Dios el divino ser,
Llorad con dolor profundo,
Que bien sabéis en el mundo
Llorar por una mujer.

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BRINDIS EN VERSOS
PARA LOS JÓVENES AFICIONADOS

  Señores: voi a brindar
Con un placer que enajena
Para poderme esplicar
Me sirvo esta copa llena.
Rascado no siento pena,
Hambre, ni calor, ni frio
En todo soi mui cumplido
Antes que me agarre el vino
Y si acaso pierdo el tino
A todos perdon les pido.

  Con aplausos mui sinceros
Voi esta copa a brindar,
Por la dicha y bienestar
De los valientes obreros
Porque son de los primeros
En la Guardia Nacional.
Aunque es poco su jornal
Que ganan esos campeones,
Serán dueños de millones
Por su memoria industrial

  Brindo, dijo un militar
Por mi espada y mi fusil
Aunque me tire con mil
Ni un paso he de recular.
Nunca puedo acobardar:
Esta no es ponderacion,
Sin la menor dilacion
Cuando desnudo el acero
Yo brindo por mi opinion
Como chileno guerrero.

  Brindo, dijo un confeso
Al tiempo de predicar,
Por ese divino altar
Y la pasion del Señor.
Su espíritu con fervor
A los cielos se levanta:
Brindo por la iglesia santa
Por la hostia y cáliz bendito
Por el que sufre y aguanta
En amor de Jesucristo.

  Brindo, dijo una princesa,
En su hermoso palacio,
Por los vientos del espacio
Que corren con fortaleza.
Y aquella linda belleza
Por su gracia natural,
Por su corona imperial
Este verso improvisó;
Por eso es que brindo yó,
A todos en jeneral.

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SALUDO DEL POETA ARRIBANO

  Yo soi el roto araucano:
A nadie tengo temor;
Un saludo con honor
Les manda el poeta arribano.

  Soi un pobre campesino
Nacido en la cordillera,
Vengo de la alta frontera
A ver al poeta nortino
Que en ese largo camino
Oí la ponderación,
Que en toda su versacion
Me dicen es mui profano;
Sepa toda mi nacion,
Yo soi el roto araucano.

  Yó a ningún compositor
Jamas he tenido miedo,
Si cantar igual no puedo
Nunca lo hai hecho peor.
De herencia tengo el valor
En toda la Araucania,
No lo hablo con fantasia
Porque no soi superior
Y a cantar en poesia
A nadie tengo temor.

  A los poetas y cantores
Ha mandado reprender
Se cree de los mejores
Según lo que da a entender
Demostrando su saber
Tiempo que está desafiando
Solo se está ponderando
Como el mas sabido autor,
Por eso es que yo le mando
Un saludo con honor.

  Como tiene buen talento
Habla de literatura
Y no conoce ni el viento
Que se dirije en la altura,
Que en buena temperatura
Está el cielo despejado,
El viento corre al nublado
En invierno y en verano;
Un infinito recado
Le manda el poeta arribano.

  Sirvanse de disculpar
Mi torpeza e ignorancia,
Yo trabajé en la ambulancia
Y anduve en todo lugar.
Por la tierra y por la mar
No he tenido paradero,
He corrido Chile entero
Solo en esta profesion
Y ahora soi barretero
En las minas de carbon.

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HUNDIMIENTO DEL PIQUE MAULE

  De Agosto, el dia primero
Del año noventa y siete;
Por causa del injeniero
Se ha perdido mucha jente.

  El suceso mas notable
Que así lo permitió el cielo
Que entre las minas de Maule
No pueden tener consuelo:
Para las viudas y madres
Ha sido el mayor desvelo
Y así piden con anhelo
Clamando a Dios verdadero,
Llorando su triste duelo
De Agosto, el dia primero.

  Les digo de punto fijo
Con mi pecho enternecido
La madre, llora por su hijo;
La mujer, por su marido.
Grande sentimiento ha sido
Para todos los vivientes
Y cargan con mister Plente
Que la justicia lo aprete
Para que tengan presente
Del año noventa y siete.

  Lloran las pobres mujer
Que es la mayor compasion
Que esos desgraciados seres
No tengan sepultacion.
Les ha ofrecido el patro
Una suma de dinero;
Dicen mi cadáver quiero
Para velarlo en mi casa,
Y ha ocurrido esta desgracia
Por causa del injeniero.

  Por sacar el pilareo
Ha sido la perdicion:
Por un premio de carbon,
Rompió el agua el laboreo
Y aquel que tiene su emple
Con gusto se determina,
Siempre al trabajo se inclina
Como chileno valiente,
Es mui cierto que en la mina
Se ha perdido mucha jente.

  Señores: perdon les pido,
Que me disculpen la falta;
Que el roto chileno aguanta
Por ser bastante sufrido.
No siente calor ni frio
Cuando llega a su labor,
Y allí pega sin temor
Como dos cuadras abajo
El sepultarse es mejor
Ahora que no hai trabajo

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Declaro i doi a saber
Que so[  ] al mismo poeta Moraga
por qué estoi sentido con él

  Te doi a saber moraga
Quien te sacó este verso,
No digas que soi perverso
Tampoco soi una plaga.
Hojalá no se deshaga
Al ver esta plana voz,
En un momento veloz
Te Diré como te digo,
Pues hombre somos amigo
Tanto como yo, los dos

  Pero que si tú te enojas
I hablas mui formal
Tambien te contesto mal
Sin tener unas congojas.
I doblamos estas hojas
Para hablar de otro asunto,
Si quieres andamos juntos
Para que el pueblo los vea,
Pero si quieres pelea
Yo no te reculo un punto.

  Te digo pue te escribí
Con gran dolor en el pecho;
Por ver lo que tú has hecho
I que lo sepas así.
Acuérdate pues de mí
O a quien llevastes plata,
Pero aquí en esta carta
No doi bien a comprender,
Pero si quieres saber
“…Riégala i cuida la mata”…

  Cuando aquella inspeccion
Que isistes a lo leso……
I yo como un sin seso
I como un galanton.
Te dí plata en intencion
Que a mi me vendieras luego
I como se encendió el fuego
De los niños compradores,
Me tratabas de los peores
Así que por vos reniego.

  Por fin, en esa ocasion
Que a último me dejastes
I que tan mal me tratastes
Yo era repartidor.
Del diario mas superior
Que habia en ese tiempo,
Creo que hasta sin asiento
Quedaste en esas veces,
Pero si mal te parece
Contéstame en el momento.

JOSÉ DIONISIO CASTRO H.
Poeta Talquino.

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Mi Abdicion
Al poeta Moraga i al público
Por lo que se alaba ser poeta
bueno

  He sabido en este dia
Se ha largado el mas feroz,
El animal mas atroz
I hace gran fachuria.
Es de furia mui impia
Me han dicho, i que es poeta,
I a lo pronto que decreta
Que como él no hai ninguno,
Este es combate seguro
Señores, cierren las puertas

  Tambien que ha declarado
Que se encuentra mui capaz
Que carga el cañon… i zas
I ahí los deja botados.
Quere hacerse el mas nombrado
Pero por su larga jeta,
Creo que hasta con muleta
Los deja, i tambien sin culo,
Este es combate seguro
Señores, cierren las puertas.

  Desde ahora en adelante
No voi a estar descuidado,
Estaré bien preparado
Para que él no me ensarte.
Porque ya por todas partes
Dirá mi madre no es muerta;
Talvez con la boca abierta
Andará el terron duro,
Este es combate seguro
Señores, cierren las puertas.

  Yo no se ni adonde está
Este feroz animal,
Que en el modo de hablar
Nadie lo conocerá.
¿Pues, quién noticia me dá?.
Por ver si álguien asierta,
Para yo estar alerta
I no hacerlo disimulo,
Este es combate seguro
Señores cierren las puertas.

  Por último, les diré
Caballeros i señoras
Que no tardan mas horas
Que no sepan por qué fué.
Mas adelante hablaré
De esta gallina suelta,
Que lo traigan en carreta
A vencerme el importuno,
Este es combate seguro
Señores, cierren las puertas.

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Una aplicacion

  Hai unas niñas bonitas
Que cuando salen andar
Se llegan a contonear
Meneando la colita.

  Por encima tienen lujo
Debajo andan como el suelo,
Mas cuando hallan consuelo
Parece que andan con pujo
Cuando se les allega un sujo
Se les hacen las lesitas
Con una rara abladita
Les llega a los corazones
I de estas condiciones
Hai unas niñas bonitas.

  Ellas tiran facha i prosa
Cuando se visten mejor
I cuando tienen amor
Se muestran mas orgullosas
Parecen las lindas rosas
Que al corazon va enjugar
No hallan donde pisar
Por no …ensuciar el de razo
Ahi acortan mas el paso
Que cuando salen andar.

  De léjos se ven hermosas
Que los jóvenes deliran
Dá gusto entre mas las miran
Cada rato mas lujosas
I debajo estan las cossas
Mas jodias… que un corral
Uno se pone a pensar
Sin sacarle contenido
Yo no sé por qué motivo
Se llegan a contonear.

  Si alguno las viene hablar
Lijerito dicen: ¡bueno!
I arreglando el veneno
Que fuego les van a dar
Despues llegan a saltar
De rabia con la mosita
Buscando luego al droguista…
I con bastante razon
Por que salen del salon
Meneando la colita.

  Al fin, me despediré
De las niñitas del pueblo
Quiero que tengan arreglo
Ahora que les canté
Todo esto yo lo sé
Por eso me atrevo hablar
Al ponerse a contemplar
Digo aquí en mi comparendo
Si creen que las ofendo
Bien me pueden dispensar.

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