Mi don Javier de la Rosa,
Tiempo que lo ando buscando:
Al cabo lo vine a hallar
En dicha villa cantando.
Mi don Javier de la Rosa,
Atracado a la pared
Tomé el instrumento i vine
Porque supe que era usted.
Mi don Javier de la Rosa,
Observe, le estoi hablando:
Aquí traigo unos cien pesos,
Si gusta, vamos pallando.
Mi don Javier de la Rosa,
Quiero pallar con usted
Digame en qué está pensando
I por Dios contestemé.
Mi don Javier de la Rosa,
Sin atrevimiento le hablo,
Si es sujeto de gran fama
Respóndame por el Diablo.
–En la villa de Curicó,
Estando en una ramada,
Me ha venido a desafiar
El mulatillo Tahuada.
—Mi don Javier de la Rosa,
Sabrá de que me gustó,,
No contestó por los santos,
Por el Diablo contestó.
—Habeis de saber Tahuada,
Que no es por tenerte miedo:
Es por hallarme tan solo
I de este pais forastero
(El autor.) Allí se dejaron caer
Cuatro mozos de a caballo:
Cántele señor Javier,
Que nosotros lo amparamos
—Mi don Javier de la Rosa,
Yo le voi a preguntar
Ahora me ha de decir
Cuántas onzas pesa el mar
—Habeis de saber,
Táhuada, Yo te voi a contestar:
Dame luego la romana
I quien lo vava a pesar.
—Mi don Javier de la Rosa,
Oiga, que le habla mi voz:
¿Cómo supieron los reyes
Donde nació el Niño Dios?
—Habeis de saber, Tahuada,
Aquí te contesto yo:
Por la estrella que los guiaba
I el gallo luego cantó.
–Mi don Javier de la Rosa,
Usted, que supo el edicto,
¿Qué tiempo tardó el patriarca
Con María, yendo a Ejipto?
—Habeis de saber, Tahuada,,
Lo que San José tardó:
Doce dias con sus noches,
Hasta que a Ejipto llegó
—Mi don Javier de la Rosa,
Digame, en su parecer
Una vara estando seca
¿Cómo podrá florecer?
—Habeis de saber, Tahuada,
La respuesta va con prisa:
Echando la vara al fuego
La florece la ceniza.
–Mi don Javier de la Rosa,
Usted que trafica el cerro,
Ahora me ha de decir
¿Cuántos pelos tiene un perro?
—Tahuada, sin mas demora,
De tu pregunta se rieron
Si no se le ha caido alguno
Tendrá los que le salieron.
–Mi don Javier de la Rosa,
Usted que sabe de asunto,
Digame con qué remedio
Resucitará un difunto?
–Habeis de saber, Tahuada,
La respuesta va lijera
Metiéndole el dedo atrás
Sale el difunto a carrera.
—Mi don Javier de la Rosa,
Se ofrece i le doi a ver
Un tordo que está enjaulado
Dígame quién puede ser?
—Tahuada, yo me apresuro
En darte contestación:
Es tu padre, que está preso
En la ciudad Concepción.
–Mi don Javier de la Rosa,
Ya veo que es mui travieso.
Hábleme mas de mi padre.
Por qué motivo está preso?
—Habeis de saber, Tahuada
Si mas quieres que hable yo,
Está por unos diez bueyes
Que de una hacienda sacó.
—Mi dom Javier de la Rosa,
No sea tan propasado,
Usted es viejo i yo soi jóven
I en fuerzas lo habré llevado.
–Habeis de saber, Tahuada,
Esto te voi a advertir:
Que en cantar i en la vihuela
Fuerzas no te han de servir.
–Mi don Javier de la Rosa,
Voi a hablarle de lo eterno:
Qué tiempo que está Cain
Condenado en el infierno?
—Habeis de saber, Tahuada:
Seis mil ochocientos años;
Ochenta i seis a esta fecha
Hasta la época en que estamos.
—Mi don Javier de la Rosa,
De qué jénero o plantel
Ahora me ha de decir,
De qué habrán hecho el papel?
—Habeis de saber, Tahuada,
La contesta va de prisa:
Lo hacen de trapos viejos
Iguales a tu camisa.
–Mi don Javier de la Rosa,
Una cosa he reparado:
Que yo no mas le pregunto
[I uste]d no me ha preguntado.
—Habeis de saber, Tahuada,
Yo te voi a preguntar
Saliendo Adan del Paraiso
Dónde se fué a refujia?
—Mi don Javier de la Rosa,
Digame si no fué así,
Del Paraiso lo echó el ánjel
Al huerto Gethsemaní.
—No te demores, Tahuada:
Adan i Eva si se vieron
Desnudos i avergonzados,
Con qué tela se cubrieron?
–Mi don Javier de la Rosa,
No hallando piel de animales,
De las hojas de la higuera
Hicieron sus delantales.
—Habeis de saber, Tahuada,
Responde con enerjía:
Por qué bramará la vaca
No estando recien paría?
—Mi don Javier de la Rosa,
En prado, potrero o loma,
Pregúntele a Salomon
Que les entiende su idioma.
—Habeis de saber, Tahuada,
Yo quiero saber tambien:
Decidme por qué motivo
Pica el gallo la sarten?
—Mi don Javier de la Rosa,
Si necesita saberlo,
El gallo al sarten lo pica
Porque no puede lamerlo.
–Atencion, señor Tahuada,
Usted que es hombre de letras
Ahora me ha de decir
Si la pava tiene tetas.
—Mi don Javier de la Rosa,
La respuesta le daré:
La pava no tiene tetas,
Las tetas las tiene usted.
—Habeis de saber, Tahuada
Yo soi pallador, i bueno;
Escápate si supieres,
Que a darte la muerte vengo.
—Mi don Javier de la Rosa,
No temo al mas entendido,
Hasta la edad que me ve
Por dadie he sido vencido.
—Tahuada, yo te prevengo,
Ya que cantas sin ventura:
Yo vengo a darte la muerte
I una infeliz sepultura.
—Mi don Javier de la Rsa,
Sepultura me ha de dar;
No sea en loma ni altura,
Ménos en el medanal.
–Alerta, señor Tahuada,
Yo le hago esta preferencia,
No se remonte tan alto
Ni suba a tanta eminencia.
—Mi don Javier de la Rosa
Le contesto vijilante:
Atropello al quinto infierno
I paso mas adelante.
—Habeis de saber Tahuda,
Pallemos a lo divino:
Si Dios me dará licencia
Para verle su destino.
—Mi don Javier de la Resa,
Esa cosa es mal pensada.
Yo tengo por sobrenombre
El invencible Tahuada.
—Habeis de saber Tahuada,
Con todos tus memoriales:
De una peseta sellada
Cómo me haces cuatro reales?
—Mi don Javier de la Rosa,
Haciendo los medios reales;
De ese modo no mas puede
Sacar los cuatro cabales.
–Yo te pregunto, Tahuada,
Si a tanta altura te subes,
Ahora me has de decir,
Dónde se paran las nubes?
–Mi don Javier de la Rosa,
Le diré si usted no sabe:
Por la permisión de Dios
Se sujetan en el aire.
—Me contestarás, mulato,
I aquí darás a saber;
¿Cuáles son los cuatro hermanos,
Tres hombres i una mujer?
—Mi don Javier de la Rosa,
Lo hago salir de porfía,
Son el sur, el puelche el norte,
La mujer la travesía.
—Habeis de saber, Tahuada,
En la pregunta que te hago,
Ahora me has de decir
Cuáles son los reyes Magos?
—Mi don Javier de la Rosa,
Presto se lo hago presente:
Melchor, Gaspar, Baltazar,
Que vinieron del Oriente.
—Habeis de saber Tahuada,
Si éstos al Portal llegaron,
Al rendirle el homenaje
Qué cariño le llevaron?
—Mi don Javier de la Rosa,
El presente fué un tesoro:
Lo que le llevaron fué
Incienso, mirra i el oro.
—Tahuada, no te demores
Que te voi a preguntar:
Qué reyerta fué la que hubo
En los dos hijos de Adan?
—Don Javier, lo que pregunta.
La contesta está en la mano:
Cain a causa de envidia
Le dió la muerte a su hermano.
—Dime aquí, mulato sabio,
De Cain quiero saber,
A qué paraje fué a dar
Cuando dió la muerte a Abel?
—Don Javier, yo le contesto,
Fué a los montes con temor,
I su fin fué desdichado,
Que lo mató un cazador.
–Contrario, tengo cien pesoss
Terneros voi a comprar,
Pagándolos a tres pesos
Tahuada, cuántos serán?
—Mi don Javier de la Rosa,
Le contesto sin tropiezo
Treinta i tres terneros paga
I queda sobrando un peso.
—Tahuada, yo te pregunto,
Me dirás sin dilación,
Espero que me contestes
Qué fin tuvo Salomon?
—Mi don Javier de la Rosa,
Mi madre con una tía
Dijeron que Salomon
Se hallaba en Santa Lucía.
— Ya te turbaste, Tahuada,
Hablastes una herejía:
Hicistes cabe en tu madre
I carambola en tu tía.
—Tahuada, yo te pregunto
Lo que al cristiano embeleza:
Cuál es el árbol mayor
Fruto de mayor grandeza?
(Tahuada no contestó).
Don Javier. –Ya no supistes, mulato,
La respuesta es como digo:
El árbol que te pregunto
Advierte de que es el trigo.
Tahuada, yo te pregunto,
Quiero que contestes vos:
Dios hizo los mandamientos,
A qué profeta los dió?
—Yo no sé, señor Javier,
Pero haga lo que yo digo;
Callaremos la guitarra
I quedaremos amigos.
—Caballeros, caballeros,
Téngando por entendido.
I recojan las apuestas
Que el mulato está vencido
Tahuada, yo te pregunto,
I tienes que contestar:
Cuántos Dominus Vobiscum
Dice el padre en el altar?
(No contestó).
Tahuada, yo te pregunto
Responde, si sois tan tal:
Qué siglos tuvo Luzbel
En la Corte Celestial?
(No contestó).
Habla, Tahuada, responde:
En la rebelión tan cruel,
Qué tantos fueron los ánjeles
Que se perdieron con él?
(Se calló del todo Tahuada).
Fin del Contrapunto
Author: humberto
IV
Don Pedro es peor que su padre
Es mas cruel i sanguinario;
Sueña con la presidencia
Con el puñal i el Rosario.
¡Con el Rosario, si!
Se hace el cristiano……
Mas, se le ven los cachos
A ese cuyano
¡A ese cuyano, hijitos!
A ese cuyano
Guanaco de Bolivia
Macho peruano.
Aserruchale mi alma!
¡Ponte la enjalma!
Imp. Moneda 1102
III
El rei del nueve de Enero
El liberal avanzado,
Para atacar al Pechoño,
Para oprimir al Estado.
¡Para oprimirlo, si!
Con su conquista
Ya no pega en el blanco
Perdió la vista
¡Perdió la vista, hijitos!
Perdió la vista
Cuando alcance a mirarnos
¡Dios nos asista!
Con la banda el negrito
¡Añañaicito!
II
Perú, Bolivia Arjentina
Rezando, rezando están
Porque sea don Pedrito
I no sea don Germán
Con las narices largas
Se quedarán.
I hasta el día del juicio
Esperarán
Esperarán hijitos
Esperarán
Mas la cara de Dios
No la verán.
Se cazó del cogote
Ya el Pericote
I
Don German Riesco se llama
Nuestro ilustre Candidato
Quedará en la claraboya
Pedro Montt como los gatos.
¡Cómo los gatos si!
De cuando en cuando
Las uñas de Don Pedro
Vamos cortando
Vamos cortando, hijitos
¡Vamos cortando!
Con trampa los ratones
¡Vamos cazando!
Que no crezcan después
¡Así es, así es!
Verso al
humano Literato
(REDONDILLA)
Da gusto ver cuando el ave
vuela por el verde prado
de mil flores tapizado
de alegría que no cabe
da gusto su canto suave
cuando trino melodioso
se remonta presuroso
al trono de la verdad
pero más me gustará
ver tus ojos niña hermosa.
Da gusto ver la mañana
cuando amanece sonriente
y aparece en el oriente
la aurora bella y galana
da gusto ver como mana
de la fuente misteriosa
agua pura y milagrosa
que la vida el hombre dá
pero más me gustará
ver tus ojos niña hermosa.
Da gusto ver la montaña
cuando en su tiempo florece
la suave brisa aparece
que a todo lo tierra baña
da gusto ver la cabaña
y el pastorcillo en su choza
cuando en el lecho reposa
pensando en su soledad
pero más me gustará
ver tus ojos niña hermosa.
Da gusto ver el verano
cuando amanece sereno
al cultivar su terreno
el labrador por su mano
das gusto ver de temprano
abrir las cándida rosa
fragante, fresca y graciosa
en el jardin donde está
pero más me gustará
ver tus ojos, niña hermosa.
Al fin da gusto mirar
dos amantes venturosos
que suspiran anhelosos
por poderse acariciar
y da gusto contemplar
su ventura deliciosa
y la suerte tan dichosa
que a todos los unirá
pero más me gustará
ver tus ojos, niña hermosa.
El crimen que sucedió
en la quinta de Maipo
En la Quinta sucedió
un crimen que naide duda
donde quedaron dos viudas
sólo al amparo de Dios
el muerto se sepultó
y el vivo está encarcelado
a su patrón le han clamado
que de ellos tenga piedad
lo del muerto no pide ná
porque el hechor es cuñado.
Creo que eran dos hermanos
los de esta fatalidad
uno de grande humildad
otro terrible y tirano
el Maipo un pueblo cercano
sucedió en esta ocasión
él como era un gran matón
hace lo que le parece
creo que dos o tres veces
lo castigó sin razón.
Así pasó esta desgracia
todos saben que es muy cierto
él por evitar el pleito
se fué huyendo para su casa
el otro de mala raza
lo fué siguiendo hasta allá
se le arranca por detrás
y se encuentro con un palo
con él le dió hasta acabarlo
y dejaron tranquilidad.
Los ha de amparar el rico
si su conciencia conmueven
ellas trabajar no pueden
porque tienen niños chicos
sus parientes de a poquito
las ayudarán con bondad
ellas muy apesará
se hallan con justa razón
clamándole a su patrón
que lo saque en libertad.
Al fin él fué y se entregó
solito llegó al retén
ahí comunicó muy bien
todo lo que sucedió
pero no se le creyó
porque era muy sosegado
le dijeron vení curado
o malo de la cabeza
creyeron bien de certeza
cuando hallaron al finado.
HISTORICO
En la torre de mi busto
donde tan alto me vi
como el cimiento era falso
otro subió y yo caí.
Un filósofo plumario
autor de estos libros griegos
escribió en un solo pliego
un compendio extraordinario
lo dijo un sabio Olegario
comprobando sin disgusto
el libro salterio justo
donde Dumeo se vé
dijo el autor lo fundé
en la torre de mi busto.
El Génesis a saber
verdad de la escritura
prueba de la verdad pura
al sabio le da a entender
el texto con su poder
también lo refiere así
triste qué será de mí
dijo Herodes rey impío
viendo mi trono perdido
donde tan alto me ví.
La crónica explicará
los confines del abismo
el estudio eclesiatismo
lo advierte sin brevedad
la Biblia pues con verdad
lo dije yo en ella ensalzo
como el sabio del cadalso
que San Pablo lo premió
el Apóstol comprobó.
como el cimiento era falso.
El Salterio es el pilar
del saber un catedrático
me decía un matemático
mostrándome ese ejemplar
que justo podré llamar
como el salmo de David
Lutero dijo perdí
la gloria por desatento
y por tal atrevimiento
otro subió y yo caí.
Al fin a gusto me ví
esto fué muy felizmente
a tres reyes del Oriente
buen hospedaje les dí
entonces les dije así
cuando el niño le encontrasen
bien pronto que me avisasen
pura ayudarle a adorar
me supieron engañar
no volvieron de su viaje.
BIBLICO
Cuáles son las quince esquinas
que gobiernan quince puertas
a toda horas están abiertos
por donde el hombre camina.
Fué un patriarca el profesor
el que esparció este concilio
lo confirmo San Basilio
siendo él un embajador
halló el sello del autor
en ciertos planos divinos
que dividen Agustinas
monjas de mayor misterio
del más elevado imperio
cuáles son los quince esquinas.
San Francisco confirmó
la verdad de la Virgen
purísima en el origen
y el sello santificó
a glorias se encomendó
a familias tan desierta
a morisca descubierta
le predicó los prefacios
diciendo éstos son palacios.
que gobiernan quince puertas.
Son lgnacio dió ejercicio
y afirmó en el testimonio
que los libros, del demonio
a seglares y novicios
para el hombre son propicios
la joculatoria cierta
tienen ventanas aspiertas
tan preciosas que aventajan
para los que al cielo viajar
a todo hora están abiertas.
Es nombrada la ciudad
de Rosa tiene su nombre
su fama la lleva el hombre
exclama su majestad
pura hasta la eternidad
marfilada superfina
San Agustin según opina
que es adornada de gala
con trescientos treinta escalas
por donde el hombre camina.
Al fin amigo querido
le digo en conformidad
usted se cree con verdad.
de que yo le tengo miedo
no me dá calor ni frio
no contento ni agraviado
si algo lo haya molestado.
para mí todo es igual
porque en asunto de contar
le doy cancha, tiro y lado.
Lo que me ocurrió con
una mujercita coqueta
y mezquina
Tengo y no te quiero dar
Porque tenias quien te dé
Lo que te dejen de dar
Entonces yo te daré.
Yo pienso volverme loco
Causa de una mujercita
Que me niega una cosita
Siendo un trechito tan poco
Yo digo que si lo atoco
Me podría consolar
Si lo llegase a probar
Pa mi era un gran regocijo
Y ella con burla me dijo:
“Tengo y no te quiero dar”.
La cuidaba dia y noche
Tanto como la quería
Ella linda y bien vestida.
Salia a pasear en coche
Un dia me salió un boche
Con el cochero pelié
Ella me dijo después
“Mira, cómo lo has dejado,
No gozarís mi bocado
Porque tenis quien te dé”.
Una vez iba pa misa
Yo estaba debajo un puente
Cuando la ví de repente
De gusto solté la risa
Ella pasó muy de prisa
No me quiso ni mirar
De lejos se puso a hablar:
“Por celosa me tenís
Sólo gozarís de mi
Lo que te dejen de dar”.
Otra vez se fué a bañar
Yo fui aguaitar a escondía
Piensen cómo yo estaría
Cuando se empezó a’esnudar
Ya más no pude aguantar
Me fuí, me le presenté
Me dijo: “Retírate
—con una voz harto seca—
Lo que dejis la Rebeca
Entonces yo te daré”.
Al fin, soy tan infeliz
Señoras y señoritas
Que ninguna mujercita
Tenga compasión de mi
Desde el día en que la vi
De amor quedé enloquecido
Con un dolor tan crecido
Que sólo en mi alma se
(inflama
La ví desnuda en la cama
Me le fueron los sentidos.