En los Anjeles, lectores,
Hai un señor comandante
Que castiga al comerciante
Como los inquisidores.
Corrompido de los peores
Es ahí el tal pollino;
Parece macho costino
El podenco cachurero;
Le encargo a usted, caballero,
Que se cuide del Nortino
A una vendedora mia
La tuvo una noche presa,
I como no la halló lesa
La largó al otro dia.
Eso es mas que picardía
Lo que comete ese indino.
Hasta que siga el camino
Le casco al mandon sin cero,
I le encargo, caballero,
Cuidado con el Nortino
Si otra vez me hace tomar
Preso algún vendedor,
Le zurro con mas valor
Hasta que lo haga botar.
Pregunto al juez del lugar
Con ciencia, talento i tino,
Que hasta cuándo ve mohino
Le están pagando dinero.
Le digo a usted, caballero,
Cuidado con el Nortino.
Donde el juez de mui verdad
Pasó una en lo que escribo,
I el juez no le halló motivo,
La largó en libertad.
Es una barbaridad
Lo que hace el mastin barcino,
O el cara de estantino,
Nariz de ojota de arriero;
Le digo a usted, caballero,
Cuidado con el Nortino.
Al fin, ¿quién te dió poder
Tanto, borrico rabon,
Para que seas bribon,
Fuego humeando sin arder?
Tienes que el palo morder
Mientra estés en tu destino.
No le verso a lo divino
Por no ser tan majadero.
Le digo a usted, caballero,
Cuidado con el Nortino.
