Ya no me queda ni aliento
Ni valor para llorar:
Me tendré que sepultar
A donde no me dé el viento.
Dime, tirano ¿por qué
Me privas de tu dulzura?
I en mi treste desvantura
Miéntras viva lloraré.
Cuando separada esté
Sufriré el mas cruel tormento
I el mavor abatimiento;
Hoi sufro con eficacia
I llorando mi desgracia
Ya no me queda ni aliento.
Por gozar de tu quebranto
Que hayas tenido valor
Darle a otra tu amor
I formar un nuevo encanto;
Duélete del tierno llanto
Que me va a hacer espirar;
Un tormento sin cesar
Yo sufriré por tu ausencia,
Porque en mí no hai resistencia
Ni valor para llorar.
En la carta que mandaste
Quiso ser tu pasion fina,
I ¡cruel! una aguda espina
Mi corazón traspasaste;
I ver de que me olvidaste
Ya me siento delirar.
Tu gusto es verme llorar,
Corazón endurecido,
I en el panteon del olvido
Me tendré que sepultar.
Cuando tu carta leia
I de tu amor la probanza,
No creí que tu mudanza
Me tuviera en agonía.
Aun herida el alma mia
Está por tu mal intento,
I tu falso juramento
Me tiene entre cadenas,
I voi a llorar mis penas
A donde no me dé el viento.
Al fin, ingrato, es bastante.
Para tenerme penando,
I díceme para cuándo
Podré amarte como amante.
Muriendo saldré triunfante
Si me ausentas de tu Eden.
I los que mis versos leen
Han de decir con malicias
Que tú mi muchas caricias
Las pagas con un desden.
