La animita de Santa Rosa
por Arturo Carrasco, poeta popular de Nueva La Legua
CUARTETA
En la esquina San Miguel
bajando por Santa Rosa
mucha gente dolorosa
prende velas a granel.
GLOSA
Allí acude la viejita
cargada con sus achaques
para que aquí se los saquen
como con una varita;
pero la pobre animita
del limbo no puede ver
el maleficio tan cruel
que atormenta con porfía
al que va al caer el día
en la esquina San Miguel.
Con ingenua devoción,
con mezcla de gran ternura
y también con gran finura
cumple mandas con unción;
se lo pide al corazón
como su vida penosa
la muy traicionada esposa,
la novia desengañada,
la enferma ya desahuciada,
bajando por Santa Rosa.
Son los lunes concurridos
por humanidad doliente
con deseos muy fervientes
de cumplir lo prometido;
con sus cuerpos doloridos
ofrendan clavel y rosas
diciendo que es milagrosa
allí esa gente sencilla
y le pide maravillas
mucha gente dolorosa.
Se consumen las velitas
que con plena devoción
buscando una solución
le encienden al animita;
mucha fe se necesita
y paciencia hay que tener
pa así poder obtener
alivio muy necesario,
tomándolo por santuario
prenden velas a granel.
DESPEDIDA
Al terminar yo medito
en creencia difundida
es pal pueblo una salida
a dolores inauditos;
sufre muy pobre y contrito
miserias y sufrimientos,
enfermedades sin cuento
que está harto ’e padecer,
mas creo, sin ofender,
que claman en el desierto…