Inviernos en Villa Mora
por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel
Mirar la calle Puchoco
o si no calle ‘e los perros
dirán tal vez que no yerro
ni que este picado a loco;
aunque lo que digo es poco
de sectores apartados
que pasamos casi a nado
y eso sin mirar la luna
no son posas, son lagunas
que hay en barrios habitados.
Y así varias poblaciones
están como isla en las vegas,
que amarga de ir a las pegas
en todos los corazones;
pues hasta los camarones
nos golpean en la puerta;
no es mentira, es cosa cierta;
no es que hablemos de ayacagües
es que ni hacen ni un desagüe
en la actual Población Berta.
Hasta pa subir el carro
que los dá la Compañía,
nos vimos todos los días
empantanados en el barro;
aquí reinan los catarros
y otros males a toda hora,
aunque el niño a grito llora
pa que haiga conformidá
pero no hacen ni una ná
en el Barrio ‘e Villa Mora.
Y más cuando llueve al lote,
a las cuatro ‘e la mañana
y el carro se queda en pana,
ahi nos duele más que azote;
con el agua hasta el cogote
tenimos que ir al trabajo
y naide le pone atajo
a esta forma en que vivimos,
más que coipos parecimos
unos pobres renacuajos.
DESPEDIDA
Al fin, ya por lo que pasó
comprenderán mis lectores,
de que hay cosas aún más piores
de las que hablo en este caso;
si cayera en un fracaso,
que no me hallen la razón,
baste mirar un pilón
que hay en la Población Berta
y ahí verán que es cosa cierta
lo que cuento del carbón.