Homenaje al político y escritor Baltasar Castro
por Rafael Martínez Navia.
Yo vibro con mi laúd
por el gran patriota Castro
que refulge como un astro
de primera magnitud;
su espléndida juventud
más que ardorosa serena
llevó sus pasos a Viena
al Congreso de la Paz
donde se oyó una vez más
la voz del alma chilena.
Allí demostró ser grande
junto a Curie en el desfile
este noble hijo de Chile
que se empina sobre el Ande;
allí su espíritu expande
el líder batallador
allí reflejó su amor
por la dulce libertad
por la Paz y la Amistad
este digno Embajador.
Desde allí voló a Moscú
pues Baltasar no se aploma
cargado con su diploma
que vale más que un Perú;
muy pronto (¿lo sabes tú?)
conversó con Kabanov
luego charló con Zukov
y esto es grandeza no historias
y para colmo de gloria
lo despidió Molotov.
A cumplir con su deber
después de honrosa misión
Castro ha vuelto a la nación
más chilenazo que ayer;
ha sabido merecer
este egregio ciudadano
el calor de otra mano
que es amor y gratitud
por su brillante actitud
en el gran país hermano.