El gran poeta Placencia viene a la Lira
Historia de los mineros del carbón desde el año 1920 al 1953 por Juan II Placencia, poeta popular de CoronelNOTA: Nos complacemos en publicar hoy día los versos del poeta Juan II Placencia, vastamente conocido en la zona del carbón y que goza de justa fama a través del territorio. Lo saludamos afectuosamente en nombre de los poetas que colaboran en la Lira y en el nuestro, y nos felicitamos de que venga a ella.
Al deslizarse mi pluma
en este humilde papel
saluda al pueblo de Chile
el pueta de Coronel.
Lanzo mi primera letra
lo hago con toda la gracia
el escribir en EL SIGLO
hermano de “Democracia”.
Nací en la zona minera
en el más humilde barrio
mis rimas las voy templando
en el yunque proletario.
Desde el año veinte acá
con grandiosos movimientos
nacieron los sindicatos
dirigidos por Barrientos.
Se trabajaban doce horas
y había que combatir
las luchas que se libraban
eran vencer o morir.
Vinieron huelgas tras huelgas
la clase trabajadora
lucha denodadamente
conquistando las ocho horas.
Un movimiento unitario
duró noventa y seis días
quebrando la intransigencia
de las grandes compañías.
La clase obrera luchando
y un gran acontecimiento
sucede el año veintiuno
fué muerto Carlos Barrientos.
Muere un dirigente obrero
de una limpia trayectoria
por eso que yo me alegro
recordarlo en esta historia.
Después caía Rodríguez
allá en el pueblo de Lota
y los triunfos se seguían
sin conocer las derrotas.
Varios son los dirigentes
tronchados por la guadaña
Lota también fué escenario
de la muerte de Labraña.
Y el pueblo sigue en sus luchas
porque a él nada lo arredra
y en el año treinta y ocho
triunfa Pedro Aguirre Cerda.
Muere el digno mandatario
y esto nos causa pesar
pues se apagó la esperanza
del gran Frente Popular.
Después triunfó Juan Antonio,
tampoco tuvimos suerte
cuatro años nos gobernó
y se lo lleva la muerte.
Y el pueblo sigue su ruta
no teniendo la cautela
en andas lleva hasta el triunfo
a don González Videla.
Un triste pago nos dió
ese indigno corazón
lanzando toda su furia
con los hombres del carbón.
Deportando y relegando
con sus leyes represivas
y amparando los abusos
de las grandes compañías.
Seis años duró el tirano
todo le pareció gracia
porque tenía en sus manos
la Ley de la “Democracia”.
Y terminó su período
haciendo todos los males
porque él le cavó la fosa
a los propios radicales.
Y al terminar esta historia
prometo en otra ocasión
contarles un nuevo caso
de los hombres del carbón.