¿Habrá que seguir esperando?
Por M. Pinto, poeta popular de San Javier.
CUARTETA
¿Hasta cuándo mi abuelito
agachará las orejas?
¿Dejaráa las comadrejas
que se coman los pollitos?
GLOSA
Ya van corridos dos años,
se ofreció montón de cosas,
se pintó color de rosas
para juntar el rebaño;
un amargo desengaño
fue entrando de a poquito
si pisamos el palito
sin saber cómo ni cuándo
seguiremos esperando,
¿hasta cuándo mi abuelito?
Gabelas y más gabelas,
cada día van naciendo
al pobre van oprimiendo
y le clavan las espuelas;
se los digo por mi abuela,
‒muerta está la pobre vieja‒
si todo pobre se queja
por esta gran inflación,
yo no sé por qué razón
agachará las orejas.
El trigo se siembra en Chile
pero escasea la harina
y es una cosa mezquina
que el rico también estrile;
si ha triplicado sus miles
es de lleno que se queja,
a dos mil pesos la oveja
la entregan al carnicero.
Que se coman los corderos
dejará a las comadrejas.
Y los viles paniaguados
los soplones por lo bajo,
van cometiendo a destajo
errores, esos menguados;
y los pobres explotados
tenemos que hablar bajito
porque si nos dan un grito
nos asustan los matones
y dejan a los ratones
que se coman los pollitos
DESPEDIDA
Y por fin el campesino
está en malas condiciones
aunque cría por montones
gallinas, pavos, porcinos;
y dicen pues los ladinos
el trigo ya se acabó.
¿Por qué la harina subió
comprando el trigo barato?
El obrero paga el pato
siendo que otro lo mató.