Ensalada de colmos

Ensalada de colmos
por Luis Armando Campos, Doctor en Poesía

Con respeto y gentileza
colmos les voy a nombrar
son colmos para empezar
el colmo de un aburrido:
matarse y quedar herido,
el colmo de un padre cura
curarse con baratura,
el colmo de algún ladrón
robar con un carretón
aparentando basura.

Siguen colmos y colmillos
es el colmo de un forzudo
tener cuerpo de zancudo
el colmo de un panadero
cocer el pan en brasero,
el colmo de un militar
en las filas no formar.
el colmillo de un pintor
sin pintar darle color
alabando su pintar.

Adelante con los colmos
es el colmo de un actor
ser pelusa estafador
y es el colmo de un portero
no atajar los cogoteros,
y el colmo de un director
dirigir algún temblor,
y el colmo de un cocinero
tomarse el caldo primero
y comerse lo mejor.

Y seguimos con los colmos
el colmo de un ñato flaco
que le digan guata’e sapo
el colmo de un abogado,
defenderse su pasado,
el colmo de una garzona
amanecer con la mona,
el colmo de los colmones
comer tunas y limones
y hacerse la gran persona.

DESPEDIDA:

Los últimos colmos van
el colmillo de un soplón
hacer arder un tizón,
el colmo de un contratista
contratar a una artista,
el colmo de un constructor
levantar un ascensor;
y el colmo de algún borracho
dárselas de niño lacho,
de ladrón y matador.

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