El lobo del hambre
Por Julio Mateu, de Santiago.
Qué viene el lobo del hambre.
¡Ay, madre, qué viene ya!
Qué viene en la Nochebuena,
Qué viene en la Navidad.
Que viene desde muy lejos
hecho centella, del mar;
de donde mueren los ríos
y nace la tempestad.
Lleva los ojos en llamas,
los colmillos de cristal,
la boca con blanca espuma…
¡Ay, madre, qué miedo da!
Madre, cierra bien la puerta,
pon la tranca…,¡Ciérrala!
Que le siento en mis pulmones
y en mi estómago arañar.
Dicen que el lobo no es malo,
dicen que sí tiene pan
es tan dócil, es tan manso
que se deja acariciar.
Pero, ¿de dónde sacarlo?
¡Si está desierto el corral
y vacía la lacena
y el granero…y el pajar!
Si hasta mis viejas muñecas
se hielan en el desván
porque le vendí al trapero
sus trajes, para cenar.
Si se encontrara algún cristo,
de esos que hay en el altar,
que nos diera una limosna…
– ¡a mi o al lobo, es igual!
Pero los pobres no tienen
y los ricos no lo dan,
porque ellos también son lobos…
– ¡pero lobos de verdad!
¿Dices qué es la Nochebuena?
¿Dices qué es la Navidad?
Noche mala, que es horrible
para los niños sin pan.