De la libertad
por Juan de La Calera
Libertad, tu porvenir
quisiera ser jardinero
no se han vendido a los ricos
que te pudieran curtir;
mas, aunque quiera asumir
un cargo tan argentero,
¿puede mi torpe señero
pretendérmelo elegir?
¡yo aunque te siento latir
no soy tu más fiel vocero!
Libertad, tú eres la miel
quien te prueba no te olvida,
eres antorcha encendida
y proa de mi bagel;
eres el mejor cincel
contra el alma que dormida
no intenta la acometida
y mueve con su oropel
¿pero quién a mi vergel
le dará la bienvenida?
¡Libertad, yo no hago nada
con ofrendarte mi vida
porque la tengo perdida
mientras seas pisoteada;
pero si la dentellada
de un tirano te invalida
mientras es manumitada
por su mano ensortijada
y es a su gusto ultrajada
¿he de esperar tu venida?
¡Libertad, ay libertad!
fuente de elixir de vida,
como el arma parricida
se ensaña en temeridad;
como en esta sociedad
te niegan toda cabida
y cuan desagradecida
impugna tu majestad!
para mi tranquilidad
¡te ofrezco el alma y la vida!