De la ignorancia de los cantores

LOS CLÁSICOS

De la ignorancia de los cantores
Por Rosa Araneda, poetisa popular

CUARTETA

Aquel que pisa encumbrado
viviendo sobre la ciencia
conoce su incompetencia
cuando se ve derribado

GLOSA

El que profesa en el canto
sin seguir su fundamento
recorre en su pensamiento
la esfera con ataranto;
causando terror y espanto
al hablar en alto grado
y ya al mirarse enredado
por más que lea en la historia
se turbará su memoria
aquel que pisa encumbrado.

Para versiar sin recelo
y querer ser más que Homero
hay que fijarse primero
para no caer al suelo;
si se remonta de un vuelo
para encontrar la elocuencia
en la más alta eminencia
con el diccionario en mano
se contará soberano
viviendo sobre la ciencia.

Si encuentra algún consonante
que sea un poco dudoso
allí queda el estudioso
sin pasar más adelante;
como peregrino errante
vagará con tal demencia
pidiendo por Dios audiencia
para su mayor pesar
y no pudiendo avanzar
conoce su incompetencia.

En más de treinta cantores
es observado este caso
que hasta llegar al Parnaso
comenten miles de errores;
como de los más mejores
bastante moralizado
científico y educado
y de harta capacidad
llora su fatalidad
cuando se ve derribado.

DESPEDIDA

Al fin, para ser poeta
se quiere estudiar bastante
pero hoy cualquier ignorante
quiere llegar a la meta;
en hablar no se sujeta
porque tiene lengua y boca
si se dan contra una roca
queda el sentido cambiado
y al ponerles un fundado
no saben lo que les toca.

Volver