Contrapunto del Águila Americana y el Cóndor Chileno
Por El Ruiseñor Curicano
Qué hace pájaro insolente, siempre quieres ser neutral, no ves el estado actual que hay que portarse valiente; yo hice triunfar a la Entente por mi gran capacidad tú, con la neutralidad no ayudaste a nuestro bando, cuando estábamos luchando por la paz y la libertad |
Qué hablai, águila cobarde, más bien que cierres el pico, sos brava con el más chico y a la guerra dentras tarde; siempre andai formando alarde de que tu bando es muy bueno la libertad es lo menos que vos habís conocido: siempre valor has tenido para agarrarte lo ajeno. |
Sé lo que quieres decirme: es porque aplasté Alemania, ¿no ves que esa gran Germania decía ser lo más firme?… Yo tuve que decidirme, defender a los aliados para dar a esos malvados el merecido castigo y en la guerra, como digo, los débiles he ayudado. |
Esa es la costumbre tuya: pegarle a los moribundos, tus huestes por todo el mundo por cualquier cosa arman bulla; la victoria la hacen suya sin gastar gente ni plata, bueno para hacer la pata tu gobierno siempre ha sido, es la norma que has tenido: conquistar gloria barata. |
En Sud América entera de ti este concepto abunda, que en la Germania segunda tu nación de friolera; y en caso de que así fuera, siempre me has de respetar tú debes considerar que soy águila invencible, y que también es posible que te vaya a conquistar. |
Conquistar no es poca cosa, por feliz voy a tenerme si acaso vienes a hacerme una conquista amorosa; yo te puedo hacer dichosa si me quieres por marido, harto tiempo solo he sido en mis altas cordilleras, ¿querís ser mi compañera?… Ven y formemos el nido. |
Al fin, bien claro se ve que sos el Cóndor ufano: cuando te pasan la mano te agarras también el pie; yo mis huestes mandaré que te quiten lo enterado, harto tiempo he deseado gobernar los altos Andes: sin sacrificios muy grandes tengo que hacerlo mi Estado |
Por fin, yo soy muy castizo: ven cuando quieras, te espero; también te advierto que quiero tener un hijo mestizo; hace tiempo que no piso, estoy que ya me sublevo, y si nunca has puesto un huevo, yo te hago los que quisieses, y antes de cuatro meses ya tendrís cóndores nuevos. |