¡Contrapunto!

¡Contrapunto!
Miguel Luis Castañeda, de Cogotí, responde a Cristobalina Salgado, de Coihueco.

CUARTETA

Yo la llamaré Rosita
por ser nombre de una flor,
aunque producen dolor
las punzantes espinitas

GLOSA

Con inquietud me mantienes
con tu gentil proceder
porque me has dado a escoger
de los dos nombres que tienes;
¿cuál de los dos me conviene?
me pregunto y me doy cita,
el corazón me palpita,
“los dos”, me da por respuesta
y con palabras honestas
yo la llamaré Rosita.

Sus dos nombres y apellidos
los estimo por igual,
pero uno voy a nombrar
que será el más preferido;
será un rosal florecido
por su aroma y su color
que me excita a mí al amor
cuando prenuncio su nombre
y me gusta a mí ese nombre
por ser nombre de una flor.

No hey pensao de usté mal
ni menos ser propasao
porque soy muy reservado
y también hombre formal;
nunca me inclino yo al mal,
mis frases son puro amor,
como poeta y cantor
sólo ambiciono una cosa:
poder tomar una rosa
aunque producen dolor.

Taba mirando unas rosas
de esas rosas otoñales,
y mi pensamiento sale
hacia otra flor misteriosa;
después pensé en otra cosa
y mi corazón se agita,
mi personita se excita
y la quisiera tomar,
temo me puedan pinchar
sus punzantes espinitas.

DESPEDIDA

Referente a la traición
que puede hacerle Cupido,
siempre Cupido ha querido
que sea libre el amor;
que disfrute de expansión
y no sea encadenado
a una coyunda atado
donde gima prisionero
como en la jaula el jilguero
¡es amor desesperado!

P. D.

Mire, Rosita Salgado,
voy a decirle una cosa,
no sea supersticiosa
y será más de mi agrado;
no crea se ha equivocado,
no caeré en la traición,
mire bien mi corazón
que en el verso va vaciado,
cuando lo haya interpretado
usté me dirá: “Perdón”.

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