Verso de amor

Los clásicos
Verso de amor
por Francisco Ugarte, poeta popular de Pupuya

NOTA: Esta versión fué recogida por don Camilo Rojas Cáceres, de labios de su anciana madre, en Pupuya.

CUARTETA

Yo te quisiera querer
y tú madre no me deja
maldita sea la vieja
que en todo se ha de meter.

GLOSA

Eres el ser de los seres
tan perfecta y tan hermosa
la perlita más preciosa
encanto de mis placeres;
entre todas las mujeres
llegas a resplandecer
eres lucero al nacer
y tal vez una estrellita
por lo graciosa y bonita
yo te quisiera querer.

Eres la luna en creciente
del celeste firmamento,
eres mi dicha y contento
como el sol resplandeciente;
eres cristalina fuente
donde tu rostro refleja
tu figura se asemeja
lo más hermoso y bonito,
quisiera darte un besito
y tu madre no me deja.

Eres la ninfa encantada
de los palacios del mar
eres fragante azahar
como la flor más preciada;
tu figura venerada
si de mi lado se aleja
yo le digo en triste queja
con amoroso semblante
cuando de mi estás distante
maldita sea la vieja.

Eres tal como una diosa
que mata las penas mías
me devuelves la alegría
con tu mirada amorosa;
quisiera decirte en prosa
lo grande de mi querer
de amor ya no hallo qué hacer
y mi vida se marchita
por causa de tu mamita
que en todo se ha de meter.

DESPEDIDA

Al fin, cuando ella se muera
por lo tanto que he esperado
te has de venir a mi lado
con tu sonrisa hechicera;
entonces mi vida entera
te daré, paloma mía,
tú me darás la alegría
para conciliar el sueño
sabiendo que soy tu dueño
hasta la última agonía.

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Un condenado a muerte…

Un condenado a  muerte a su esposa
Por Francisco Ugarte

NOTA:
Don Camilo Rojas Cáceres nos ha enviado esta composición con los siguientes datos, que copiamos de su amable carta:
“Esta composición pertenece a un gran poeta popular de Pupuya llamado Francisco Ugarte –más conocido con el nombre de “maestro Francisco”, según informaciones de mi querida madre, que quien era tío.
“A la persona que me proporcionó este verso le fué imposible acordarse de la despedida, la cual he tenido que componerla yo y agregarla a la versión”.
Damos a continuación esta versión recogida por uno de nuestros más valiosos colaboradores.

CUARTETA

Con el corazón partido
te escribo, querida esposa,
esta carta dolorosa,
con la cual yo me despido.

En la capilla encerrado
sentí tocar agonía
anunciando el nuevo día
donde seré fusilado;
un religioso a mi lado,
como el padre más querido,
yo ya espero arrepentido
y espero la ejecución,
escuchen mi legación
con el corazón partido.

Dejarte sola no siento,
pero mis hijos pequeños
me han arrebatado el sueño
y aumentado mi tormento;
cuando siento el triste acento
de la campana armoniosa
mi alma entera se destroza
pensando en la horrible escena
y en medio de tanta pena,
te escribo, querida esposa.

Si te vuelves a casar
a mis hijos no dis padre,
entrégalos a mi madre
que ella los sabrá criar
y si formas nuevo hogar
serás madre cariñosa,
no olvides nunca esta cosa
te1 pido con devoción
guárdala en tu corazón
esta carta dolorosa.

No cuentes nunca en la vida
que ha sido un facineroso
al fin he sido tu esposo
y tú mi prenda querida;
a mi familia enseguida
has de cambiar de apellido
con el corazón te pido
este tremendo favor
en esta carta de amor,
en2 la cual yo me despido.

DESPEDIDA

Yo me voy a despedir
con un pesar muy profundo
porque me voy de este mundo
y sin poder bendecir
a quien por mi va a sufrir
en estas horas penosas;
a mis hijos y a ti, esposa,
solo les pido perdón
y dejo mi corazón
para mi madre amorosa.

Este verso tiene correcciones hechas a mano por el editor o el mismo Camilo Rojas.

1  Borrado y reemplazado por “que”
2  Borrado y reemplazado por “con”

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