El huaso cantor

El huaso cantor
Por Alberto Rodríguez, poeta popular de Villa Alemana

CUARTETA:

¡Ah…. pingo, viejo, mañero!
que anda a látigo y espuela
pa cantar a la vigüela
yo quiero ser el primero.

GLOSA

Al más grande festival
quiero llegar muy temprano
montao en mi raicano
porque va a ser colosal;
mi saludo fraternal
reciban mis compañeros
mientras ensillo el parejero
para el ganso apiñar
dando el grito popular
¡Ah…. pingo, viejo, mañero!

Cuando yo salgo a campiar
uso bota con chasquilla
freno e´plata con barbilla
para el manco sujetar;
es purazo pa parar
se lo juro por mi agüela
cuando siente una vigüela
se empaca y se alborota
en las costillas se nota
que anda a látigo y espuela.

Por hablarles del caballo
no me crean hacendao,
aquí solo soy empleao
y madrugo al canto el´gallo;
Al pasar tiempo me entallo
para ver la Micaela
y un traguito de mistela
ella siempre me ha ofrecío
porque soy un preferío
pa cantar en mi vigüela.

Me gusta la chicha en cacho
y el aguardiente anisao,
pido vino embotellao
solo cuando estoy de lacho.
Chacolí lo tomo en cacho
cuando estoy con los vaqueros
y si ando con compañeros
me gusta ir al mesón
que a pedir el botellón
yo quiero ser el primero.

DESPEDIDA

Es vieja la tradición,
como la flor del saúco,
pa la provincia de Arauco,
vaya esta composición;
lo hago con atención,
porque ellos son campesinos
casi todos los inquilinos
y muy buenos productores.
Ya vendrán tiempos mejores
dijo en misa un capuchino.

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A los huincas de Arauco

A los huincas de Arauco
Por Alberto Rodríguez poeta popular de Villa Alemana

CUARTETA

A los bravos como el león
de aquella tierra Araucana
del pueta ‘e Villa alemana
reciban contestación.

GLOSA

Canto a la tierra Araucana
y a aquellos hombres valientes
que combatieron de frente
contra la gran raza hispana;
vinieron de sus lejanas
a imponer dominación
creían que a esta nación
la podrían doblegar
por eso quiero cantar
a los bravos como el león.

A Lautaro y Galvarino
al gran Caupolicán,
al astuto Lincoyán
que pa‘ pelear tuvo tino;
valiente como un felino,
su tierra fué soberana
y una gloriosa mañana
le dieron la gran victoria
según me cuenta la historia
de aquella tierra araucana.

Pelearon por sus montañas
por la tierra y su sembrados
nunca fueron dominados
por los guerreros de España
Lientur y su gran hazaña
la contó una castellana
quebró espada toledana
sobre su pecho desnudo.
Pa Arauco va este saludo
del pueta e’ Villa alemana.

Chaicuilví amigo Huenteo
mari may digo a Chamorro,
de plumas me llevo un gorro
para el amigo Acevedo
si voy para allá me quedo
para asistir a reunión
quiero cumplir mi misión
en la tierra de los huincas
que no le usurpen las fincas
reciban contestación.

DESPEDIDA

Al fin yo veo una doma
sirviendo el rico muday
carne ‘e luicha no comay,
espéreme con paloma;
el pulco que aquí se toma
es bueno, pero muy caro
con mi amigo hice un aro
recordando a un gran cacique
que no es preciso que explique
porque fueron hechos raros.

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El sueñito

El sueñito
por Alberto Rodríguez, poeta popular de Villa Alemana

En Laguna de Aculeo
yo vi peliar a dos pillos
relinchaban los terneros
y balaban los potrillos;
salió un chincol amarillo
de las alas muy hermosas
salió una tenca tiñosa
bailando la sanjuriana
salió una zorra con cacho
y una trucha castellana.

Fué sangrienta la pelea
se dieron de puñalás
salió una burra pintá
y una vaca con corpiño:
salió un sapo arriando un piño
y un chancho a pata pelá
y una lombriz con chancleta
y un verde pájaro niño
al que pillo yo lo guiño,
dijo un piojo en bicicleta.

El bochinche terminó
y en tono de majestad
hay que sellar la unidad,
dijo muy formal el lión:
ya que estamos en reunión
por la unidad lucharemos
y aquí mismo escribiremos
nuestro mensaje de paz
y vos tortuga serás
nuestro veloz mensajero.

Y salió de la laguna
un águila americana
a caballo en una rana
haciendo muchas figuras;
salió el cóndor de la altura
poniéndole mala cara
pagarás, ave inhumana,
por meterte en este suelo
te haré condorcitos nuevos
pa que no seai avara.

DESPEDIDA

Ya me voy a despedir
pensando en un camarón
pone huevos de ratón
tiene cola de perdiz;
canta como el colibrís
y de chonchón tiene oreja
hocico de comadreja
y uñas como de caballo
están cantando los gallos
y el sueño se terminó.

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Una cita

Una cita
por Alberto Rodríguez M., poeta popular de Villa Alemana.

CUARTETA

Muy caro me cuesta el beso
en el pueblo e Melipilla,
por besar a una chiquilla
casi me llevaron preso.

GLOSA

Después de aquel desayuno
tranquilamente pasaba
y una joven me llamaba
por la calle de Neptuno;
“roto vivo”, como ni uno
me le acerqué sin tropiezo,
avaluó su amor en pesos
y me dijo: “solterita”,
y le repondí: “mijita,
muy caro me cuesta el beso”.

Con no muy buena intención
la convidé pa mi casa,
pero ella la muy diablaza
me dijo: “pa la Estación”;
proseguí con mi atención,
medias de muy fina orilla,
polvos finos y linda horquilla
le di como enamorado,
pero me dejó plantado
en el pueblo e Melipilla.

La invité luego a una cena
y le dí café con leche,
pajaritos en escabeche,
porotos a la chilena;
fue bien regada la cena
con buen vino con frutilla,
pollitos con mantequilla,
tortas, dulces y galletas,
gasté como buen poeta
por besar a una chiquilla.

Se paró la muy graciosa
me anunció: “me voy a ir,
también te voy a decir
que no seré yo tu esposa”;
y qué tarde venturosa
me pasé con embeleso
y como niño travieso
encendi hasta 10 cohetes
y gastando hartos billetes
casi me llevaron preso.

DESPEDIDA

Por fin llegó a este boche
a intervenir la policía
y por la hermosa María
pronto llamaron un coche;
y pensé: “por ser fantoche”,
cómo se había burlado,
después que hube gastado
casi todo mi dinero,
mansito como un cordero
resulté todo golpeado.

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Una noche en la montaña

Una noche en la montaña
por Alberto Rodríguez M, poeta popular de Villa Alemana.

CUARTETA
Noche oscura y tenebrosa
donde habitan los maligno
guiadme por buen camino
luna plateada y hermosa.

GLOSA
Llegó la noche callada,
canta el grillo de repente,
se desprenden las corrientes
por las oscuras quebradas;
canta la rana calmada
y los sapos de la poza,
su música misteriosa,
que se oye a través del viento,
y el buho lanza un lamento
noche oscura y tenebrosa.

Y se oyen las melodías
del concón en las montañas,
y una red teje la araña
para alimentar sus crías;
en busca de la “comía”
también salen los felinos,
poniendo olfato muy fino
para atrapar a la presa,
es un lugar de tristeza
donde habitan los malignos.

El viento como un celaje
trae la espesa neblina,
caen gotas cristalinas
desde el tupido follaje;
quisiera emprender el viaje
en busca de otro destino
y me encomiendo al Divino,
por solitarios parajes,
cargado con mi bagaje
guiadme por buen camino.

Y cuando amanece el día
y está rayando la aurora,
las avecitas cantoras.
despiertan con alegría;
el cisne con armonía
en la laguna reposa.
al volar las mariposas
la usarán como un espejo
y yo miro tus reflejos
luna plateada y hermosa.

DESPEDIDA

Al fina. al atardecer,
canta el zorzal, y en la fuente
se ve el agua transparente
donde brilla el oropel;
el rebaño en gran tropel
bebe el agua purpurina,
despacito se encamina
el pastor con su redil,
prende luego su candil.
la noche se le avecina.

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