La herencia de mi abuelo

La herencia de mi abuelo
Por José Cornejo, campesino de Aculeo

Según declaración de Cornejo, esta versión recogida de boca de suya por nosotros, fue aprendida de su padre, don Pedro José Cornejo.

CUARTETA:

Una casa sin horcones
fue la herencia de mi abuelo,
un macho y un burro cojo,
dos perales y un cirgüelo.

GLOSA:

Toqué una mesa sin patas,
una guitarra sin cuerdas,
una manca coja y lerda
y un quiltro con una gata
que no cazaba la rata
por muchísimas razones
a topes por los rincones
andaba esta cucha, ciega
pero a mi herencia se agrega
una casa sin horcones.

Me dan unas calabazas,
pertenencia de mi abuela,
por mi taita un par de espuelas
y por mi mamá una taza;
una vejiga sin grasa
me tocó con un rabelo
que sin cuerdas por el suelo
lo manijaban botao,
un colchón todo parchao
fue la herencia de mi abuelo.

Un paletó y un chaleco
yo también apercibí
un saco lleno de ají
un par de ojotas y un sueco;
un poncho lleno de flecos
lo recibí con enojo
porque era de un color muy rojo
hecho tiras y muy viejo,
me dan con el aparejo
un macho y un burro cojo.

Tamién recibí una quinta
de dos cuartas de terreno,
que de árboles taba lleno
con varias frutas distintas:
pabellón de buena pinta
muy cerca del arroyuelo
para regar este suelo
cultivando un bosquecillo
donde crecen los  membrillos
dos perales y un cirgüelo.

DESPEDIDA:

Por fin toqué una sopera,
un sillón hecho pedazos,
una silleta sin brazos
y el fondo de una tetera;
toda rota una lechera
me la dieron como dote
un bonete y un capote
que perteneció a mi tío,
por herencia hey recibío
la espada de Don Quijote.

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