A la juventud latinoamericana

A la juventud latinoamericana
Por Beatriz, poetisa popular de Santiago

CUARTETA

Esta naciendo la rosa
de la América Latina
con aroma que fascina
está alegrando las chozas.

GLOSA

Vienen por rutas lejanas
ecos de voces cantando
pasillos vienen bailando
las alegres caravanas;
los repicar de campanas,
la primavera olorosa
mi tierra está jubilosa
por recibir los viajeros,
en nuestros verdes senderos
está naciendo la rosa.

Cañas de azúcar y miel
melodías de joropo
faldas que parecen copos
se mecen en redondel;
mensajes trae al clavel
el ombú de la Argentina
en cuyo ramaje trina
el chorlo color dorado,
cantando al gaucho esforzado
de la América Latina.

El pájaro de tu escudo
tiene las alas quebradas
víctima crucificada
por un judas que no pudo
deshacer el fuerte nudo
al pueblo que no se inclina,
con tu corona de espina
Guatemala dolorosa
das perfume a esta glosa
con aroma que fascina.

Se están estrechando manos
con sabor de yerba mate
dulzura de chocolate
traen para sus hermanos;
metales del Altiplano
de rosicler, mariposas,
blancas palomas rumbosas
con el amor de su alero
traído a nuestro jilguero
esta alegrando las chozas.

DESPEDIDA

Norte, sur, este y oeste
de mi pueblo no vencido,
está escuchando el latido
hasta en su cielo celeste;
en los pasos de sus huestes
que el copihue ha coronado
se va el futuro soñado
con la esperanza en su estrella
que ilumina cual centella
el camino señalado.

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Río Mapocho

Río Mapocho
Por Beatriz, poetisa popular de Santiago

CUARTETA

Rio Mapocho pasando
preso entre piedra y cemento
tu rebeldía golpeando
estoico, sin un lamento

GLOSA

Sereno el puente contempla
que al pasar llevas miserias
preñadas con mil tragedias;
tus aguas son turbulentas;
son como una llama lenta
que el dolor está soplando,
escoria te vas llevando
y a veces eres arruyo,
contra el odio eres murmullo
río Mapocho pasando.

Testigos son tus orillas
de la amargura y la pena,
eslabonando cadenas
mientras arriba el sol brilla;
¡cuánta fe se hizo astilla!,
vas cuesta abajo arrastrando
la vida te está llamando.
una esperanza florece,
mientras en las márgenes crece
tu rebeldía golpeando1.

La pasión y la tristeza
encrespan tus aguas negras,
de nidos te llevas hebras
que se volvieron malezas;
cautivos, tienen riquezas
ceñido a mi pensamiento
llegas hasta el firmamento
tenaz, altivo, atrevido;
y guardas sol fugitivo
preso entre piedra y cemento2.

Libertad por fin encuentra,
sobre la tierra amorosa,
la yerba buena olorosa
de su letargo despierta;
después de tu lucha cruenta
hoy vas derramando lento
tu caudal que en momento
te diera la cordillera
te has entregado a la tierra
estoico sin un lamento.

DESPEDIDA

Corriente azul cristalina,
espejo de atardecer,
lucero de amanecer
te mira tras la colina;
el albo azahar se inclina
para mirar tu raudal,
el aroma del rosal,
el verdor de los vegetales
y el color de los claveles
te salen a saludar.

1 y 2 Hay diferencia con la cuarteta.

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Recuerdos

Recuerdos
por Beatriz, poetisa popular de Santiago

Nota: En este verso, la poetisa recuerda la primera vez que conoció y participó en una reunión de poetas populares en Santiago.

GLOSA

Estreché manos cordiales,
espontáneas, afectuosas,
que para mí fueron rosas
y cristal de manantiales;
ellas ahuyentaron males,
suspicacias y temores,
demostráronme valores
para una amistad sincera,
que es la dulce compañera
que mitiga los dolores.

Ríos, valles, montes, lomas,
tienen para los poetas
distintas bellas facetas
que inspiración proporciona;
tiene acorde que emociona
el silbido del labrador,
y cuando despunta el sol
y se quiebra en la corriente
canta la niña sonriente
a la vida y al amor.

Es el verso popular
expresión noble y sencilla
en donde a veces brilla
un sentido madrigal;
“siempreviva” sin igual
que aroma como clavel
entre el florido vergel
del ensueño eres el broche
la canción de cada noche
en los labios del doncel.

Verso que en dulce cantar
nos muestra el mal donde sea,
que además sabe ser seda
para la herida curar
todo el que quiere luchar
tu canción va desgranando
y en el camino dejando
una estela de emoción
que anida en el corazón
la esperanza fecundando.

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Canción de Primavera

Canción de Primavera
por Beatriz, poeta popular de Santiago

Tierra fecunda de aromas
despiertas ansias de vida
las inquietudes se olvidan
mirando volar palomas;
el sol por sobre la loma
embellece el naranjal,
el lago que es un cristal,
refleja los resplandores
de peces de mil colores
de belleza sin igual.

Espuma blanca de encaje
la cordillera parece
en el céfiro se mece
la ilusión que va de viaje;
mariposas lucen trajes
que semejan otras flores
y bailan con sus amores
en la alfombra de los prados
de paisajes no soñados,
primavera das primores.

Crepúsculo azul y rosa,
duraznero florecido,
jilguero buscando el nido
en algazara armoniosa;
primavera primorosa
haces el paso ligero
la pena1
se hace canción
alumbra en el corazón
constelación de luceros.

Hay un amor dulce y ancho
en atardecer divino
yo los pasos encamino
hacia la paz de mi rancho;
del naranjo llevo un gancho
para aromar mi ilusión
palpita en mi corazón
dulce armonía hechicera
que es canción de primavera
en carcajada de amor.

1 Errata del impreso, falta el texto.

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Ofrenda

Ofrenda
por Beatriz, poetisa popular de Santiago

CUARTETA:

Ofrenda de claveles rojos.
dieron vida a mi aposento
grabaron en un momento
de ideales un manojo.

GLOSA:

El me enseñó a comprender
lo que vale un pueblo unido
la rebelión del cautivo
a su injusto padecer;
él me enseñó a no torcer
la huella por un enojo,
al mirarme yo en sus ojos
vi mi clase redimida
complemento de mi vida
ofrenda de claveles rojos.

Sólo el calor familiar
no es el justo afecto humano
algo me guía la mano
y me enseña a razonar;
y he aprendido a pensar
qué egoísta es al momento
quien madura un pensamiento
sólo en cultos familiares,
sufrimientos a millares
dieron vida a mi aposento.

Calles, barrios proletarios
donde taciturnos niños
lloran, ríen, hacen guiños
son de la madre el calvario;
negras cuentas del rosario
de continuos sufrimientos
dolores que lleva el viento
y que no hallan solución
un encendido rencor
grabaron en un momento.

La flor azul del suspiro
en el alma se recoge
y presientes que hay relojes
que están marcando otro giro;
la liberación aspiro
de los que pisan abrojos
que no lloren esos ojos
ante luchas desatadas
con las cadenas cortadas
de ideales un manojo.

DESPEDIDA:

Ya surge un amplio camino
en el avanzar triunfante
los que ahora son infantes
en pos de nuevo destino
voluntad de acero fino
pusieron en la faena
quiero ser grano de arena
en la senda prodigiosa
cefiro, perfume, rosa
de la rebelión entera.

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Para el

Para el
por Beatriz, poetisa popular de Santiago

En las sedas de mi ensueño
la aguja se me ha enredado
para un pañuelo bordado
en él encontré el diseño;
lo estoy bordando mi dueño
y te lo voy a mandar
en él habéis de guardar
tu fiel reflejo de antaño
el día de tu cumpleaños
con él te voy a besar.

Me ha venido al pensamiento
del cielo azul un cantar
que se volvió madrigal
en el silbido del viento;
entre celajes envuelvo
te acompaño melodías
son para ti, vida mía,
envíos de primavera
llévame junto a tu vera
y me darás alegría.

Eres sublime en la acción
sabes perder con sonrisa
en el dolor acaricias
fugitivo en la pasión;
tenaz en tu convicción
eres galante y sutil
con prestancia varonil
provocas algún sonrojo
cuando mirando a los ojos
brindas lisonja gentil.

Quiero ser en tu camino
una lámpara encendida
esperanza no perdida
el aroma del espino;
la razón de tu destino
la ilusión en el soñar
el impulso al avanzar,
en tu sufrir fortaleza
de tu nido la tibieza
sol que te quiere alumbrar.

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Ensueño

Ensueño por Beatriz, poetisa popular de Santiago

CUARTETA

Abro mi ventana al viento
con una sonrisa triste
contemplo unas nubes grises
aumenta mi desaliento.

GLOSA

Resuelta yo a no caer
por los golpes del destino
mi existencia la imagino
en un precioso vergel;
rosaledas por doquier
heliotropos, pensamientos
atenúan mi sufrimiento
que congojas desesperan
inquietudes me laceran
abro mi ventana al viento.

En cada niño que pasa
pensativo o juguetón
vislumbro yo una ilusión
que acompaña una esperanza;
ellos, cantan, ríen, danzan,
la tarde de arrebol viste
el lucero se desviste
iluminado el hogar
la madre los ve llegar
con una sonrisa triste.

¡Oh, rio!, que en tu corriente
llevas briznas, hojas, limo
no sabes lo que son mimos
te golpeas y doliente;
te purificas y sientes
asperezas de arrecifes
y vas sembrando tapices
que tocan tus aguas puras
refrescando una amargura
contemplo unas nubes grises.

Vida que pasas ligera
camino a la sepultura
siempre en busca de ventura
cual estrella pasajera;
la felicidá es quimera
cristal que empaña el aliento
es flor que deshoja el viento
cual la flor de los ciruelos,
los pétalos en el suelo
aumentan mi desaliento.

DESPEDIDA

Los ojos tengo que alzar
para mirar hacia el sol
y dominar el dolor
luchando sin desmayar;
hasta lograr alcanzar
el ideal que yo soñé
brilla con valor y fe
la humanidad sin quebrantos
la vida será un encanto
deslumbra lo que miré.

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