La cueca

La cueca
por Alejandro, poeta popular de Santiago.

La cueca ya va empezar
se oye rasguear la vihuela
y tintinear las espuelas
de un huaso que va a bailar;
va su pareja a buscar
que es alegre y espigada
y de su brazo tomada
empieza alegre el paseo
y se oye el repiqueteo
del tamboreo y palmadas.

Se alza una voz de repente
y una alegre melodía
“para qué Dios me daría
tanto amor para quererte”;
sigue aquella voz más fuerte
“y ahora para olvidarte
pienso que será la muerte”
y aquel huaso con la moza
dan vueltas en forma airosa
hasta quedar frente a frente.

Y se inicia el zapateo
al compás con las espuelas
el rasguear de la vihuela
y el alegre tamboreo;
la moza su bamboleo
empieza con las caderas
el pañuelo en bandolera
y el vestido arremangado
frente al huaso se ha plantado
y allí insinuante le espera.

Los hombres en redondela
los animan palmoteando
y ellos prosiguen bailando
al compás de la vihuela
grita alegre una chicuela
que las copas ‘ta sirviendo1
¡aro, aro! dijo un traro
cuando me canso me paro
y va la cueca siguiendo.

DESPEDIDA

La cueca va a terminar
todos están entusiasmados
nuevamente ha comenzado
el huasito a zapatear;
empieza a revolotear
siguiendo el compás de la moza
moviendo en forma graciosa
el ruedo de su vestido
mientras el huaso conmovido
la abraza en forma amorosa.

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El guaso creído

El guaso creído
POR Alejandro, poeta popular de Santiago.

Yo soy guaso campesino
soy harto trabajador
y soy bravo como lión
si alguna vez yo me indino;
cuando paso p’ol camino
del fundo pa la ciudá
en mi yegua colorá
y mi sombrero ladiao
¡chitas que voy encachao
con mi manta atravesa!

Hago sonar las espuelas
pa que se oiga el tintineo
y con disimulo veo
si se asoman las chicuelas;
en el despacho ‘e la Adela
yo me pongo a platicar
pa que me pueda mirar
la tonta de la Delmira
yo sé que por mi suspira
pero ella se hace el rogar.

Con mis zapatos de guaso
y el pantalón ajustao
me veo yo re encachao
llevando mi yegua al paso;
yo le doy un rebencazo
pa hacerla así mañosear
y que me salga a mirar
la hija del mayordomo
pues, la veo no sé como
cuando me mira al pasar.

¡Hay chitas la payasá
que me miran las mujeres
casi toditas me quieren
y hasta algunas son casás;
pero yo a mi pior es ná
ya le hey dao el corazón
es la hija del patrón
la que quiero enamorar
me tiene que resultar
si pa eso soy varón.

DESPEDIDA

Yo no quisiera contar
las mujeres que hey tenio
aunque yo no soy creío
de algunas me hey de acordar;
la hija de On Pascual
la María y la Teresa
a la Berta la hice  lesa
por detrás de un matorral
y me lleve pal maizal
a una vieja muy retieza

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Retorno al amor

Retorno al amor
Por Alejandro, poeta popular de Santiago

Deseando olvidarte un día
yo me alejé de tu lado
pero hoy cuenta me he dado
que olvidarte no podía;
ya que tu imágen veía
donde quiera que mirara,
en el sueño que soñara,
en el agua que corría,
en la tarde que moría
en la noche que llegara.

Te vi al mirar las estrellas
y caminando ante el sol
rodeándote su fulgor
pareciendo así más bella;
tú fuiste en la historia aquella
la esclava de un gran amor,
yo, el caballero de honor
que rescatara a su amada
y fuiste la inmaculada
en un templo del Señor.

No quiero darte mi amor
pero no dejó de amarte
¿cómo yo podré olvidarte
si estás en mi corazón?;
en el lecho y su calor
estoy besando la almohada
y es ésta tu boca amada
que deseo con pasión,
y es la febril ilusión
de caricias anheladas.

Ya no puedo ya soportar
estar lejos de tu amor
quiero sentir el calor
que tú así me quieras dar;
a tu lado quiero estar
y voy marchando anhelante
si ayer quise estar distante
hoy quiero estar junto a tí
ya no hay voluntad en mí
tu amor me venció triunfante.

DESPEDIDA

He de llegar a tu lado
de mi orgullo ya vencido
desgarrando mis vestidos
y el corazón torturado;
y tú en un trono formado
por mi febril ilusión
me otorgarás el perdón
que yo te quiera pedir
y después he de morir
gozoso de tanto amor.

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Del diario acontecer

Del diario acontecer
Por Alejandro, poeta popular de Santiago

Qué vamos a hacer amigos
con las huelgas a montones,
aunque siempre las razones
las huelgas llevan consigo;
y ustedes verán conmigo
se abusa con los obreros
por eso ayudar yo quiero
a gritar: ‘tamos cansados
de que el salario ganado
no alcanza ya pal puchero.

Y siempre viviendo mal
es lo que pica nos saca
y nuestra mujer más flaca
que una quiltra de arrabal;
nuestra prole debe andar
con la patita pelada
llueva, truene y haya helada
a la escuela tiene que ir
compartiendo así el sufrir
de nuestra vida aperrada.

Es inútil sacrificio
trabajar todos los días
no alcanza pa la comía
el sueldo es puro artificio;
parece que un maleficio
hay sobre el trabajador
sólo conoce el dolor
de ser un pobre explotado
porque a Chile han gobernado
los hombres sin corazón.

Muchos piensan que el obrero
no es ser humano también
porque luchando por él
no deja mucho dinero;
defienden siempre al banquero
o a un Yarur o un Sumar
a un potentado industrial
o a compañía extranjera
y humillar nuestra bandera
por la ambición personal.

DESPEDIDA

Voy ahora a terminar
diciendo a nuestro Gobierno
de que Chile es un infierno
que no se puede habitar
porque esto de tanto alzar
el vestuario y el sustento
sólo trae descontento
y muy solo va a quedar,
sin apoyo popular
pa que le afirme el asiento.

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A tres estrellas

A tres estrellas
por Alejandro, poeta polar de Santiago.

Tres poetisas muy buenas
en la Lira Popular
siempre me hacen meditar
por su rima tan serena;
Agueda y Roja Azucena,
Beatriz, la enamorada
son sinceras e inspiradas
en sus versos que del alma
fluyen cual la dulce calma
de toda noche estrellada.

Agueda, rendir yo quiero
homenaje a tus poemas
porque tienen por emblema
la defensa del obrero;
con tus versos tan sinceros
reflejos del corazón
te has de ganar el amor
de quien sabe comprender
y ganarás el querer
del pueblo trabajador.

“Rosa Azucena que afloras”
te llamó Hugo Amador,
hoy un nuevo admirador
tu poesía valora;
sencillez encantadora
tienen tus bellos poemas
y es la nobleza el emblema
que tiene tu poesía
y por eso el alma mía
te admira Roja Azucena.

Es Beatriz la inspirada
que en tantos versos de amor
va derramando el dolor
de su alma enamorada;
¿por quién fuiste conquistada?
¿cuál es el feliz varón
que robó tu corazón
de mujer buena y leal?
¡quien fuera el feliz mortal
que esos versos inspiró!

Y para finalizar
mis pobres meditaciones
que traducen emociones
que no he sabido callar;
me tendrán que disculpar
si tuve el atrevimiento
de decir lo que yo siento
de vuestros versos tan bellos
y os suplico muchos de ellos,
que son de mi alma el contento.

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Sed de belleza

Sed de belleza
por Alejandro, poeta popular de Santiago

He de beber la belleza
donde la sepa encontrar
en el bosque en el cantar
de risueños pajarillos;
o en los arpegios sencillos
de Chopin y su valsear
de Beethoven inmortal
con grandiosas sinfonía
colmarán el alma mía
de belleza celestial.

Al contemplar un jardín
de amapolas y de rosas
o en las formas armoniosas
del pensador de Rodín;
por el mundo y su confin
ansioso la he de buscar,
en la China he de admirar
las pagodas milenarias
y doncellas estatuarias
en sus danzas de ritual.

Mi alma se habrá de extasiar
en danza y música hindú
y flexibles cual bambú
sus talles ondularán;
bayaderas de Bombay,
tal vez, después, rememore
los poemas de Tagore
en su sencilla grandeza,
y he de admirar la belleza
en los templos de Lahore.

A la Italia he de llegar
en vuelos de fantasía
y he de escuchar melodías
de música sin igual;
y en la Scala de Milán
de oír yo tendré el honor
de Verdi su Trovador
y de Rossini el Barbero
y a algún divo yo oír quiero
cantar “elixir de amor”.

DESPEDIDA:

En fin para terminar
de España quiero un cantor
que le cante a su amor
con sus notas de cristal;
una jota han de bailar
las morenas gitanillas,
o alegres seguidillas
con sus vueltas y revuelos
y taconeando en el suelo
hagan volar las mantillas.

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A los campos de Linares

A los campos de Linares
por Alejandro, poeta popular de Santiago.

CUARTETA:

A los campos de Linares
con amor he de cantar
que siempre he de recordar
porque ellos fueron mis lares.

GLOSA:

Hay un lugar que en mi mente
lo llevo siempre grabado
porque en él yo fui criado
y me marché adolescente;
bebí en sus tranquilas fuentes
que ocultan los quilantares
gozoso oí los trinares
de sus mozas al cantar
yo jamás podré olvidar
a los campos de Linares

Vagaba por los potreros
las tardes de los domingos
o montado en algún pingo
cruzábamos los esteros;
si se perdía un ternero
ansioso lo iba a campiar
hasta llegarlo a encontrar
y llevarlo junto al piño:
a mis recuerdos de niño
con amor he de cantar.

Los caminos galopando
bajo una umbrosa alameda
allí mi recuerdo queda
pues siempre viví soñando;
que por ello estoy cantando
a los montes y al zarzal
junto al sol que al alumbrar
anunciando un nuevo día
se tornan en poesía
que siempre he de recordar.

Sus esteros van regando
los pastales y sembrados
a lo lejos el ganado
los vaqueros van arriando;
y un campesino que arando
entona dulces cantares
olvidando sus penares
junto al aire, campo y sol
por eso vibro de amor
porque ellos fueron mis lares.

DESPEDIDA:

En fin, para terminar
en Linares todo es bello
las mozas lanzan destellos
cuando miran al pasar
más debo aquí de agregar
que le falta al campesino
ser dueño de su destino
y d’esa tierra feraz
para que nunca jamás
lo boten pa los caminos.

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Problemas para el Gobierno

Problemas para el Gobierno
Por Alejandro, poeta popular de Santiago

Hoy tenemos nuevamente
un gobierno popular
los problemas va a arreglar
cara a cara, pecho al frente;
es un gobierno valiente
no le teme a los problemas
dice traer por emblema
una escoba pa barrer
¡quién sabe si irá a poder
barrer la escoria chilena!

Tenemos la burguesía
que cuando agarra no suelta
y en su privilegio envuelta
se defiende todavía;
la habitación se sabía
que es urgente de arreglar
se debe en esto apurar
antes que llegue el invierno
que se nos vuelve un infierno
a la clase popular.

El gran problema chileno
que también hay que encarar
el alcohol que va a matar
al pueblo con su veneno
todo Santiago está lleno
de cantinas, que al obrero
le sacan todo el dinero
que gana para comer
y después no ha de tener
con qué comprar el puchero.

El matadero rodeado
está todo de cantinas
y San Diego en cada esquina
tiene algún bar instalado;
San Pablo está saturado
de cantinas que es lesera
lo mismo calle Bandera
que es calle de los curados
con vino falsificado
le envenenan la sesera.

La Vega no se ha librado
ni tampoco el cementerio
p’ alla todos van muy serios
cabizbajos y apenados
pero apenas enterrado
el pobrecito difunto
van que corren todos juntos
a tomar al Quitapenas
piden chicha de la buena
y el bolsillo pasa susto.

Por fin termino pensando
que un remedio habrá de haber
porque no puede esto ser
de estarnos envenenando;
vayan los bares cerrando
y en cambio bajen la vida
que con alzas y subidas
al pueblo no han de acallar
pues es clamor popular
que abarate la comida.

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Paisaje del campo en primavera

Paisaje del campo en primavera
Por Alejandro

El invierno se ha marchado
con sus lluvias y sus vientos
para mostrar su contento
se engalana el emparrado;
la primavera ha llegado
mostrando alegre sus flores
y de vistosos colores
la pradera se ha vestido
y en los árboles floridos
las aves dan sus amores.

El arroyo cristalino
alegre viene cantando
y su canción va quedando
enredada en el camino;
los pájaros con sus trinos
confiesan su tierno amor
que nace bajo el calor
de este sol de primavera
y palacios de quimeras
forma el bosque en su esplendor.

Los árboles verdeguean
a la vera del camino
a caballo un campesino
va acercándose a la aldea;
y una moza nada fea
con su vestidito nuevo
lleva una cesta con huevos
productos de sus gallinas
y hace en forma muy ladina
que el campesino la vea.

El trigo en la sementera
ya va tomando color
y lo mece con amor
el viento de primavera;
sacuden su cabellera
los árboles del cercado
y con ritmo acelerado
va entonando una canción
un muchacho, joven peón
que va a cumplir su mandado.

DESPEDIDA

A lo lejos un vaquero
grita al piño que va arreando
una vaca va bramando
porque ha perdido el ternero;
un jinete muy canchero
corre atajando una res
y se pone de través
para colocarle el lazo
como verdadero huaso
con gracia y tino a la vez.

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Contraste de la capital

Contraste de la capital
Por Alejandro
Santiago del Nuevo Extremo

Santiago del Nuevo Extremo
la gran capital chilena
en que alegrías y penas
miseria y riqueza vemos;
pues de todo aquí tenemos
para pasar nuestra vida
miseria bien escondida
en poblaciones callampas
y tierrales allá en Lampa
y en el centro la gran vida.

Rascacielos en Ahumada
en Banderas y Teatinos
y unos cuerpos muy divinos
luciendo seda importada;
pero acá en nuestra barriada
¡ay qué vemos, gran señor!
pocilgas que dan horror
y chiquillas que dan pena
con caritas de azucenas
y mejillas sin color.

Hay palacios con jardín
donde vive gente rica
más acá, en la Legua chica,
el barro no tiene fin;
chancletas como Chaplín
y las chaquetas raídas
y la mirada perdida
buscando un mundo mejor
donde exista más amor
y más justicia en la vida.

Elegancia en el barrio alto
y señoras de copete
con sombreros y bonetes
a cual de todos más alto;
carretelas en el Salto
y micros como carretas
y la pobre doña Peta
con la chasca que dá susto
pues no puede darse el gusto
de comprarse una peineta.

DESPEDIDA
Así señor es la vida
del pueblo en la capital
pal obrero el arrabal
y al centro la burguesía
donde gozan noche y día
de la existencia mejor
y el pueblo trabajador
que produce la riqueza
lo arrojan a la pobreza
la ignorancia y el dolor.

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