Carta de una linda campesina

Carta de una linda campesina
Por Luis Polanco, poeta popular de Conchalí

Taba leyendo una esquela
que me mandó la Tomasa
cuenta que a la Nicolasa
se le han caido las muelas;
y dice que en la arbolera
donde estuvimos sentaos
comiendo zapallo asao
y tomando chicha en mate
se le cayó el azafate
que le había regalado.

Recuerda que cuando juimos
a la quebrá a comer maqui
llevamos algo de charqui
y un calabazo con vino:
y que cuando los volvimos
ella tropezó en un risco
y que yo le di un pellizco
y que no le dolió ná
y que al comer carne asá
al hueso le dió un mordisco.

Me habla que cuando a la trilla
fué a caballo en la potranca
y a mí me llevaba al anca
le daban muchas cosquillas;
me dice que las chiquillas
tienen ganas que se case
que cuando yo haga otro viaje
me hablará con claridá
y que ella se compró un traje.

Y dice que en el corral
a dónde estaba el carnero
agora es puro potrero
y que cerca hay un pajar;
donde suele ir a sombriar
su agüelito Juan Ramón
que el cura dijo un sermón
y su mamita lloraba,
que su cama se mojaba
y se ha poirío el colchón.

Tamién dice que aprendió
a hacer alfajor de peras
y que se secó la higuera
de donde ella se cayó;
que su taita se curó
en el velorio ‘e Mamerto
y que ella hizo un injerto
de damasco en cirgüelo
y que va a tomar pigüelo
donde su tío Gilberto.

DESPEDIDA:

Dice tamién que otro tío
piensa sembrar un maizal
y que si voy a pasear
me va a dar choclos cocío
que las aves se han morío
por culpa de la tía Chepa
que no le sacó la pepa
solo ‘e mala voluntá
que cuando vaya pallá
me va a esperar en1 carreta.

1  Tipo invertido en el impreso.

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