Carta de un campesino a su amada
Por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel.
Discúlpeme, señorita
por si me hallara hostigoso,
yo deseo ser su esposo,
me gusta su personita;
Quiera Dios y alma bendita
me resulte como quiero,
la amo de cuerpo entero
mucho más que Juan Tenorio,
porque hay pa mi casorio,
vacunos, chanchos, corderos.
Como en estas líneas digo
si en algo a mí se m’escapa
tengo una siembra de papas,
arvejas, porotos, trigo;
Tengo parientes y amigos
y pa el amor yo soy fiel,
mi fundo es como un vergel
pa pasearlo a voluntad
como se usa en la ciudad
y que llaman luna e’miel.
Tengo vaquillas, terneros,
viñas, quintas, cementeras,
novillos, vacas lecheras,
como chivos y carneros;
bueyes, caballos y aperos,
y poncho e’lindos colores
un jardín de bellas flores
tengo también a mi modo.
Será la dueña de todo
si hace caso a mis amores.
No me mire por fantoche
esto es la pura verdad
por usté me hallo capaz
de arar hasta en medianoche
Le compraría auto y coche.
En demostración de halago,
cuestión que en tiempos de pago
aunque no truene y no llueva
este guaina se la lleva
desde su tierra a Santiago.
DESPEDIDA:
Al fin como es mi deseo
cuando se encuentre en mi aldea
pues todo lo que usté vea,
es de su ñatito feo;
Cuando la saque a paseo
por montes, valles praderas,
gozará sus primaveras
como ninguna en el campo
montada en buenos mancos
que tengo pa las carreras.