Por la huelga campesina
por Marcelina Oviedo.
Mil y tantos campesinos
que tienen valor y fé
entre Molina y Lontué,
reclaman mejor destino;
a los patrones mezquinos
un peligro les presentaron
ni de apunte los llevaron
por el desprecio movidos
y entonces todos unidos
una huelga declararon.
En veinte fundos pararon
todas las actividades,
uniendo sus voluntades
contra hacendados avaros;
y luego que esto lograron
a manera de advertencia
firmes en sus exigencias
a su trabajo volvieron
y a ‘i mesmo los despidieron
los dueños con insolencia.
Al verse así rechazados
seguir la huelga acordaron
y su objeto publicaron
pa que fuera divulgado:
trabajo mejor pagado,
mejor condición de vida,
que alcance pa la comida,
y tener algún descanso,
el hombre no es ná buey manso
pa que abusen sin medida.
Un ministro del Gobierno
en vez de dar solución
ha mandado que en prisión
los pongan sus subalternos;
es el modo sempiterno
con que obran los poderosos
dar un trato riguroso
al pueblo trabajador
que combate con valor
contra el rico codicioso.
DESPEDIDA:
Al fin para terminar
con ellos ‘ta Chile entero
los campesinos y obreros
su apoyo van a prestar
ellos tendrán que triunfar,
pues sólo claman justicia
y su lucha beneficia
a todo el campesinado,
el día que hayan triunfado
¡celebraré la noticia!