Tedio

Tedio
Por Rafael Pérez Cabello, poeta popular de Graneros

Tedio: en harapos te encierras
y en gris desierto de luna,
mi campanario en laguna
degüella soles, que aterra;
Rutas rocosas aferra
tañendo dardo de abismos
que giran sobre espejismos
y entre larvas en asombro
que habitan sueño en mis hombros
y en el dintel del cinismo.

Por ti, mi huella en cortejos
va con sus pies en arrebol
donde medita allí el sol
en negro marco de espejos;
Roto péndulo perplejo,
vomita sed de tristeza
xxx¹ en torpe cabeza
su sed carne de hastío
con frases pobres y en ríos
bebe en señal de grandeza.

Tu me degüellas la danza
en alas de mariposas
que vuelan quedo y tediosas
rozando un vuelo que avanza;
Estatuas con sus venganzas
sueñan abismos de unción
y el arco en noches de acción
lloran albores sin trinos
y en surco en piel del camino
acalló bien su canción.

Te aspiro en pobres desiertos
y en lámparas en ocaso
tu bien me marcas el paso
por los breñales abiertos,
en donde tañe conciertos
la abeja en su colmenal
que en roca gris del lunar
zumba en la altura gozosa
y al vomitar asombrosa
sueña hundiéndose en el mar.

Por tí en desgracia va huyendo
el arco iris temblando
porque hay hogueras hilando
junto a tus muros muriendo;
Sarmientos hay feneciendo
en lecho gris de pavor
teniendo a ti en su redor
blandiendo espada tediosa
con ella hilando una fosa
para un muriendote fulgor.

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A un amigo egoísta

A un amigo egoísta
Por Sergio Rueda, poeta popular de San Miguel

Egoisto –un apretado–
era un hombre singular,
gustaba sólo bolsear
y no gastar un centavo.
Un pituco consumado
y exigente, cien por ciento.
Nunca se hallaba contento
de lo que en casa le hacían.
Pobre de los que vivían
con el bendito jumento.

La billetera pasaba
llena de papel moneda
sin que saberlo yo pueda
la cantidad que guardaba.
Hora tras hora adoraba
plata como un ser divino.
Solo perdía su tino,
y su adoración al cobre,
cuando un amigo más pobre,
le invitaba a tomar vino.

Le gustaba tinto y blanco
la chicha era su pasión
tomaba el tipo en cuestión
como un vulgar condenado.
Sin pecar de mal hablado,
me limito a describir
dos cosas que a mi sentir,
podrían cambiar vereda:
el amor a las monedas
y el beber sin ningún fin.

Teniendo plata en bolsillo,
le importaba un pepino
que en su casa del camino
no tuvieran ni sencillo
que lloraran los chiquillos,
bien poco le interesaba
total, nada les faltaba,
tenían con que comer,
para eso su mujer
día a día trabajaba.

DESPEDIDA:

Al final, pasado un tiempo
Egoisto ya está viejo
al mirarse en un espejo,
de arrugas está cubierto;
pero el está contento
porque bien supo enseñar
a sus hijos a juntar
el dinero pa’ un destino
Sólo le cuesta que el vino
al mes le logren comprar.

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Yo quiero tocar guitarra

Yo quiero tocar guitarra
Por Hermógenes Ramírez, poeta popular de la Rinconada de Doñihue

CUARTETA

Guitarra quiero tocar
para poder divertirme
aunque mis dedos lastime
tengo que hacerla vibrar

GLOSA

Para ser un buen poeta
tocaré este instrumento
y la haré vibrar al viento
de afinación o traspuesta;
En la postura me cuesta
pero sé hacerla sonar
y tengo que hacerla hablar
porque tengo condición
y poniéndole afición.
guitarra quiero tocar.

Tengo la vista muy fija
en este grueso entorchado
y como soy un porfiado
puse mal una clavija:
Si no hay quien me dirija,
pues no debo de afligirme,
despacito debo irme
y sin hacer mucho ruido
dándole así colorido
para poder divertirme.

Cuando toque la guitarra:
feliz será ese día
tocaré con alegría
porque a mi nadie me amarra;
Por el fruto de la parra
que da jugo si se oprime
por el pueblo cuando gime
para que cambie su suerte,
le tocaré harto fuerte
aunque mis dedos lastime.

Con guitarra cantaré
ya que soy un buen cantor
y a cualquier pallaor
con gusto desafiaré;
A tierra lo traeré
con mi límpido cantar
y si me quiere ganar
tal vez el polvo lo muerda
y con estas manos lerdas
tengo que hacerla vibrar.

DESPEDIDA

Al fin cuando haya aprendido
tocaré en una esquina
por si pasa alguna china
para tirarle un corrido.
Si no acepta mi cumplido
como gallito en empino
y le largo un lindo trino
con mi voz que es maravilla
pa que diga la chiquilla
ese es poeta rinconino.

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Adiós a Colchagua

Adiós a Colchagua
Por Ismael Sánchez, poeta popular de La Candelaria

CUARTETA
Colchagua, de buen sabor
tiene fértiles viñedos,
cebollas para causeos,
tomates y coliflor.

GLOSA

Tiene vino en abundancia
pero parece de trigo,
siendo este poder maligno
el que aniquila su raza;
Puesto que desde la infancia
se estimula al bebedor,
el que al consumir licor
va minando su organismo,
y tiene un clima benigno
Colchagua, de buen sabor

Si hay algo que lamentar,
es la estación de su nombre,
que pasa a ser la más pobre
que hay en todo el litoral:
No hay dónde comprar un pan,
ni dónde hermosear un feo,
menos cumplir un deseo
que es lógico y natural,
Hermosa por lo demás,
tiene fértiles viñedos.

Con sus aguas de cristal
mantiene un balneario
donde acuden los agrarios
sucios de la capital:
Los que aquí siguen igual
les come el polvo del trébol
que les da a los bueyes cebo
y fuerzas para tirar
regando junto al maizal
cebollas para causeos.

Y tiene entre sus reliquias
que por mencionar me queda
el puente que hizo Pereda
que cruza el Tinguiririca,
sitio donde se dan cita
los huicanos con su amor.
Tiene para el escritor
material para su prosa
ya que tiene entre otras cosas
tomates y coliflor.

DESPEDIDA

Por fin me voy y la dejo,
su capital San Fernando
y que siga alimentando
a costa de los verdejos;
Tan escaso es su progreso
que le extraño a Pérez Arce
el que para estimularse
piensa calcinar las piedras
porque le fallan las piernas
y busca algo en qué afirmarse.

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